miércoles, 15 de abril de 2020


UNA CRÓNICA DE LA EPIDEMIA A 

PANDEMIA DEL SIGLO XXI, 

HACIA UNA REFLEXIÓN


Por: José A. Carbajal Cortés. Cronista de Azcapotzalco, CDMX.
Imagen tomada de ovpm.org.


    Nos encontramos en el día 7 del mes de abril del año 2020, a dos décadas del comienzo del siglo XXI, al norte de nuestra CDMX, en donde como en todas partes del mundo globalizado a través de los medios de comunicación e información, ha llegado la noticia como en diversas partes del orbe, que debemos protegernos del contagio de un virus nuevo llamado como coronavirus o COVID-19. Tal noticia nos llegó a México a finales del pasado mes de febrero del presente año señalado, en un día del cual no quiero acordarme -esto es el 11 de marzo con el paciente 0 en Nuevo León,  que dio positivo al virus- en que se hiciera de manera oficial la declaratoria de la entrada del coronavirus o COVID-19 (al confirmarse 4 casos: 1 en Nuevo León, 1 en Sinaloa y 2 en la CDMX) en nuestro país, ya que las primeras noticias que se recibieron de la epidemia, fue que esta surgió de un grupo de virus nuevos en la región de Wuhan China, al otro extremo del mundo a fines de diciembre del pasado año de 2019, ¡que lejos nos parecía esta epidemia en China! No se pensaría que llegará a nuestro país entonces, pero la realidad fue que sí, ya que primero fueron otros países con las personas que se contagiaron en China, al viajar estas fungiendo como portadores. La OMS (Organización Mundial de la Salud) al analizar este virus declaró que la enfermedad del coronavirus o COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por virus nuevos que atacan principalmente el sistema respiratorio de manera aguda y severa, dañando los pulmones y provocando neumonía.
   Los estudios de la OMS nos señalan que el coronavirus es un grupo muy amplio de virus con forma de corona y de ahí su nombre, provocando infecciones respiratorias, con una tasa de mutación mayor que la gripe, la cual ha sido descubierta recientemente. Esta enfermedad del coronavirus es declarada en marzo por este organismo como una epidemia y con el paso de dos semanas en el mismo mes es declarada como una pandemia. La OMS nos dice que una epidemia sucede cuando el brote de un virus nuevo afecta a un país o regiones en concreto y una pandemia es señalada cuando se ha propagado este virus a nivel mundial.
   China, Italia, España, Estados Unidos, Republica Dominicana, Alemania, Francia, Panamá, son los países que han enfrentado la terrible realidad en esta crisis sanitaria, en su lucha contra el coronavirus, primeramente.  Así acontece pues alrededor del mundo la llamada Pandemia mundial del COVID-19. En los medios de todo el globo bombardeados por los noticieros que vemos en la televisión, podemos ver las imágenes y las notas de los reporteros: como en los aeropuertos están en alerta, los viajes cancelados, barcos varados, eventos masivos como las Olimpiadas pospuestos a realizarse hasta más de un año a causa de la pandemia, etc. 
    Es concretamente a fines de febrero y en el transcurso del mes de marzo y en estos primeros días de abril que podemos ver la contingencia sanitaria en nuestra Ciudad de México con imágenes en los periódicos y a través de la televisión: el Centro Histórico desierto, la transitada calle peatonal de Madero cerrada, así como las calles y avenidas aledañas a poco tráfico y casi nada de gente, en el metro algunas líneas un tanto vacías, una CDMX un tanto desolada: escuelas, negocios, grandes centros comerciales de ropa, gimnasios, enormes parques como el Bicentenario (situado entre Tacuba y Azcapotzalco) al igual que todas las diversas Alcaldías en lugares como Chapultepec, Xochimilco, etc., con lugares y actividades cerrados o eventos pospuestos, cercano a un 90% de los establecimientos sin la actividad habitual: bancos estaciones de gasolina, transporte de pasajeros, etc. Solo están abiertos como recomendación los establecimientos de tiendas con insumos esenciales como son los comestibles y los tianguis y los mercados que venden comida, sólo para llevar, no para consumir, no es una medida de pánico o terror como erróneamente se pensaba al principio, sino de prevención, como de, asimismo, de insumos de medicamentos como farmacias y de limpieza que se mantienen abiertos, pero con las medidas necesarias. Esta Pandemia al acelerarse, ha hecho que el mundo ponga un cuidado más marcado con respecto a la sanidad y a las medidas preventivas.    
    Hagamos un tanto de crónica histórica. En la antigüedad han surgido epidemias mortales como lo fue en la Europa de la Edad Media la peste bubónica (en el siglo XIV: 1347 y 1353) y que afecto gran parte de ese continente, solo por mencionar esta peste que hizo muchos estragos como pandemia devastando a la humanidad. En tiempos más recientes del siglo XIX y XX es: el sarampión, la viruela, la fiebre tifoidea, la llamada gripe española, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida y el virus del ébola. Detengámonos un momento en el caso de la epidemia de la llamada Gripe Española o Influenza Española, la primera oleada o brote fue en marzo en 1918 y al extenderse atacó algunos países (Estados Unidos, España, Francia) y también a México en ese fatídico año. Se piensa que la cepa de influenza pudo venir de china a través del contacto del comercio en el continente americano. Hay registros que aseguran que esta epidemia -que derivo en pandemia- se originó en el fuerte Riley en Kansas en Estados Unidos, el día 11 de marzo de 1918 y cuya diseminación por Europa, se debió a las tropas que fueron enviadas al frente por los Estados Unidos a Francia. Se le llamó influenza española, porque el hecho de que la prensa española fue la primera en emitir una alerta sobre esta gripe, siendo que otros países como Estados Unidos y otros de Europa ocultaban la información y no reportaban los casos de influenza por encontrarse entonces en la llamada Gran Guerra o Primera Guerra Mundial, por ello solo  España fue la única nación quien difundió ampliamente las primeras noticias al respecto de esta pandemia mientras que los otros países ocultaban la información al respecto (consultar el interesante artículo de Márquez Morfin y Molina del Villar anotada en las fuentes consultadas).  
  En nuestro país México, tal epidemia de la influenza española apareció en el otoño de 1918 que ingreso según estudios elaborados por la frontera norte y por algunos puertos de Veracruz, diseminándose con gran rapidez en dos meses. Esta mal llamada gripe española, la prensa de nuestro país también le llamo muerte púrpura o peste roja, de 1918. En el norte del país en Tamaulipas y Coahuila, siendo critico en Sonora en donde en un pueblo (San pedro de la Cueva) que se dice que gran parte del pueblo se contagió, siendo grave para esta parte del norte del país. En la Ciudad de México de entonces (actual perímetro del Centro Histórico) fue en donde más se tomaron medidas por ser la capital del país, por los Servicios de Salubridad de aquel periodo, delegándoselos el Gobierno de Carranza a los sitios locales. El reporte del periódico del Demócrata, nos proporciona un dato interesante: ya que como crónica el inicio de la epidemia en la Ciudad dio inicio en las municipalidades de las afueras de la Ciudad de México, esto es en la Villa de Guadalupe Hidalgo (encontraban cercanas las municipalidades de Azcapotzalco y Tacuba a esta Villa) donde había un cuartel militar, siendo el primer soldado enfermo con este mal el 10 de octubre y de ahí se propago rápidamente. De acuerdo a las crónicas de la monografía sobre esta epidemia escrita por Ulloa esta epidemia gripal ataco a unas 100 mil personas en el Distrito Federal y cuyo resultado mortal de decesos fue de poco más de 7000 personas en todo el país.     
   Las colonias y barrios de la Ciudad afectados fueron sobre todo la de Tlanepantla, Azcapotzalco y Tacuba, siendo en una parte de Azcapotzalco la parte crítica, ya que un antiguo calpulli prehispánico del lugar del Barrio de Tlacoaloyan (lugar en donde se alimenta o se da de comer) y después durante la Colonia y Porfiriato pasa a llamarse Pueblo de Tlacoaloyan que los españoles llamaron como Tecoaloya, que formaba parte de San Juan Tlilhuaca. Se contaba que los muertos por esta epidemia se contaban por cientos en este lugar y que fueron sepultados no el panteón cercano de San Juan Tlilhuaca, sino a las afueras, en el panteón de Xocoyahualco (en el Edo de México). Este Pueblo fue abandonado por los pocos habitantes que sobrevivieron y cuentan que cuando pasaban por el lugar se persignaban a la distancia, casas y construcciones modestas fueron quemadas y otras se fueron cayendo, el mismo nombre del pueblo cayo en el olvido.  
    Pasaron los días y los años, hasta que algunas personas se introdujeron al lugar que para entonces le llamaban Pueblo Perdido y se dice que removiendo escombros encontraron un Cristo, ya sin la cruz, al cual como pudieron lo sacaron y que algunas señoras antes lo limpiaron con trapos, algodón y agua con jabón con cuidado y lo llevaron al templo de San Juan Tlilhuaca y que le fueron puestos unos maderos para que volviera a tener la cruz.  Fue trasladado al templo de San Juan Tlilhuaca y ahí estuvo unos años, hasta que fue puesto en el Panteón Vecinal de San Juan Tlilhuaca situándolo a la entrada al principio y luego al construirse una capilla fue llevada al interior y que es en donde se encuentra actualmente. A esta imagen se le llamó primero al encontrarla  como “El Señor de Tlacoaloyan” o “Señor de Tecoaloya”, por el lugar en donde se encontró, y ya puesto en la capilla del panteón se le bautiza como “El Señor o Cristo de las Ánimas” cuyo material de esta escultura es de bagazo de caña (que era más oscura la imagen, pero que por el cambio que se le hizo se blanqueó con el tiempo) que probablemente date del siglo XVII o del XVIII y que podemos apreciar a través de un grueso cristal, siendo se dice, el único vestigio material de lo que quedó de aquel lugar, pues de tal pueblo no quedo nada, ya que esta imagen del “Señor de las Ánimas” es todo lo que quedo de aquel lugar que desapareció y cuyo lugar son ahora los terrenos y linderos de una Unidad Habitacional cercana y del CCH Azcapotzalco.



Pasillo principal del Panteón Vecinal del barrio de San Juan Tlilhuaca al fondo se observa la capilla abierta, en donde se halla la imagen del “Señor o Cristo de las Ánimas”, único testimonio material de lo que quedó del pueblo desaparecido de Tlacoaloyan. 


   Este suceso sobre esta epidemia de influenza española en México y sus repercusiones, que se convirtió en una pandemia fue muy grave y de la cual hay estudios interesantes como lo es el de Ulloa, que escribió en 1919 el libro La Influenza Española ya mencionado, que es una monografía escrita a propósito de esa epidemia-pandemia editada en Querétaro. Así como el interesante artículo mencionado al respecto de las autoras Márquez Morfin y Molina del Villar titulado El otoño de 1918: las repercusiones de la pandemia de gripe en la Ciudad de México, que abordan de manera completa este hecho de la influenza española tanto en sus antecedentes, en su contexto histórico en general como en particular en México en el año de 1918, con un gran número de datos y cifras y que afecto a nuestro país en el año referido.
   Se revisamos otros artículos recientes de nuestro siglo, son de llamar la atención el de Octavio Gómez: La pandemia que viene, de 2005, mencionando a manera de reflexión de 2003 a 2005 lo publicado en revistas científicas como Nature, National Geographic, Foreign Affairs y Time, en donde estas revistas publicaron concordando en que la amenaza más fatal a la salud pública que se enfrentaría en mundo seria a una gripe aviar y a su posible mutación como la siguiente pandemia mundial a futuro, aunque al final el autor duda al decir si la próxima pandemia no sería tan devastadora como se anticipa,  a lo cual los hechos actuales rebasan esa opinión, así como La pandemia olvidada del mismo autor Gómez Dantés. Sólo por mencionar algunas publicaciones de las muchas fuentes bibliográficas que abordan el tema en artículos de revistas. Situándonos pues en este siglo XXI, en el año de 2009 se cerniría sobre México, la epidemia de la gripe tipo A, que se le llamo como A1N1, un suceso nos conmocionó como ahora, ya que esta epidemia de brote fue al norte de nuestro país en el que afortunadamente no se propago y el brote paro, no encontrando condiciones de manera afortunada para ello y que es de mencionar que cada año se impuso el de aplicarse una vacuna cada año recomendada por los Servicios de salud (SSA). En esta ocasión de fines de principios de la segunda década siglo XXI, ha sido fatal para China la mutación del virus de gripa, ya que esta vez se trata de una epidemia que se enfrenta como pandemia de carácter mortal de proporciones globales, ya que se extendió como sabemos a varios países.
   China, Italia, España, Estados Unidos, Republica Dominicana, y demás países han enfrentado la terrible realidad de esta crisis sanitaria, en lucha contra el coronavirus, desde e Es en el transcurso del mes de marzo y en estos primeros días de abril que podemos ver la contingencia sanitaria en nuestra Ciudad de México con imágenes en los periódicos y en la televisión, como lo es el centro histórico desierto, la transitada calle peatonal de Madero cerrada, así como las calles y avenidas aledañas a poco tráfico y casi nada de gente, en el metro algunas líneas un tanto vacías. Una CDMX un tanto desolada: escuelas, negocios centros comerciales de ropa, gimnasios, parques, etc., al igual que todas las diversas Alcaldías, con lugares y actividades cerrados o eventos pospuestos, cercano a un 90% de los establecimientos cerrados, que podemos seguir viendo como los bancos, estaciones de gasolina, transporte de pasajeros, etc. Solo están abiertos como recomendación los establecimientos que son las tiendas con insumos esenciales como son los comestibles y partes de los tianguis y de los mercados que venden comida, solo para llevar, no para consumir, que no es una medida de pánico o terror como erróneamente se pensaba al principio, sino de prevención, como de, asimismo, de insumos sanitarios de medicamentos en las farmacias y de limpieza los cuales también se mantienen abiertos, pero con las medidas necesarias. Esta Pandemia al acelerarse, ha hecho que el mundo ponga un cuidado más marcado con respecto a la sanidad y a las medidas preventivas, por lo que ha pasado en otros países por el coronavirus y de las imágenes en los centros de salud u hospitales.
La estación del Metro Azcapotzalco al norte, desierta. Foto de abril del 2020.

Estación Talismán del Metro de la CDMX muy vacía. Foto de abril de 2020.

   La Sociedad y Gobierno de México, como en todo el mundo han seguido las medidas de prevención, en el reto de atender la pandemia, es el plan de salud de los países, como en México en sus Estados, Municipios y Alcaldías en este el peor momento que es la fase 2, fase crítica de propagación, estando dedicándose los servicios de salud de tiempo completo como prioridad del gobierno, en una preparación para contrarrestar este virus COVID-19 y que la mayoría del porcentaje de la población debe de permanecer en sus casas a manera de resguardo y solo salir para lo esencial como recomendación, algo que no había pasado antes a un nivel de prevención en todo nuestro país.
    En nuestro entorno y en nuestra localidad, se siente un tanto ambiente de temor y prevención: observamos lo que acontece desde marzo y en abril de este 2020 ya que desde el 23 de marzo pasado se dio la alerta en nuestro país nacional y localmente, en sus Estados, Ciudades,  Municipios y Alcaldías: nuestra querida Casa de Cultura de Azcapotzalco interrumpe sus pláticas que se llevan a cabo cada miércoles de crónicas, así como todas las actividades culturales, los servicios administrativos de la Alcaldía de Azcapotzalco y de todas las Alcaldías de la Ciudad, los negocios, parques, escuelas, establecimientos, templos, iglesias con sus fiestas patronales, etc., han cesado sus actividades. La pregunta es ¿Cuánto durara esta contingencia?, se ha hablado de un mes, mes y medio, no se sabe aún no hay en sí una fecha precisa, ante el hecho que estamos viviendo como sociedad ante esta pandemia.
   En estos momentos de este mes de abril de 2020, nuestro país, nuestra CDMX, se encuentra paralizado a sus actividades cotidianas en esta crítica Fase 2 de contingencia, impuesta hasta el 30 del presente mes y que seguramente esta fecha se ha de extender, ya que en Estados Unidos se han impuesto como fecha -que ya no de cuarentena- hasta el mes de junio de este año, ya que la siguiente Fase será la 3. Los servicios de Salud en el mundo no se dan abasto como podemos ver en los noticiarios con noticias al respecto del COVID-19, desde diversas partes del mundo y en México, como en otros lugares la prevención es de suma importancia con las medidas a seguir dadas a través de los medios, así como de todo lo que acontece al respecto en Internet y en las redes sociales. 
  Haciendo un paréntesis, he de mencionar al seguir indagando en documentales y películas al buscar la película de Epidemia (dirigida por Wolfgang Petersen en 1995) interesante de ver, así como la de Contagio (dirigida por Steven Soderbergh en 2011) y de La amenaza de Andrómeda (dirigida por Robert Wise en 1971 y que se ha hecho recientemente una serie para tv) la cual todas son recomendables, me encontré con un dato curioso en un documental que tenía, al cual no le había puesto atención hasta ese momento, realizado por el National Geographic y que me puse a ver titulado: la Gripe Pandemia del siglo XXI, titulada también como Influenza: Pandemia de gripe, (el título cambia dependiendo del país por cuestiones de mercadotecnia pues) del año de 2009, nos nuestra de manera interesante y curiosa que un brote de un nuevo virus es pronosticado a futuro precisamente en la región de Wuhan en China, años antes de que esto sucediera, pero sería un pronóstico, un evento, que no es magia ni adivinación prejuiciosa, sino es lo que ahora ha sucedido, ya que no se pronosticaba el año preciso de una posible pandemia que acontecería (en China, como ha sucedido) en un futuro no distante de aquel año de 2009 en que se realizó ese documental…  
   La estimación actual en este de abril de 2020 en el panorama mundial, es que van 1, 211, 000 los infectados según la OMS. Las cifras no se detienen al momento, para la sociedad y los gobiernos que se mantienen informados permanentemente en esta crisis, ante tal magnitud global, en avanzar y solidarizarse ante la convicción de que se enfrenta esta pandemia con los esfuerzos humanos y materiales de manera inédita no antes vista.


Cartel sobre medidas de prevención en un sitio público de transportes CDMX.

   Hasta el momento de este escrito en este día 8 del mes de abril de 2020 en esta segunda fase, en otros datos de un periódico de circulación nacional sobre el coronavirus o COVID-19 nos arroja las siguientes cifras: 1,133,758 los infectados en el mundo y en el país vecino del norte son 10,000 aproximadamente los decesos a causa de esta pandemia y en nuestro país México son 2, 239 los infectados y 134 los decesos. Sin seguir viendo las cifras de pandemia global que se han manejado en China, Italia y demás países y que aparecen en el Internet, nuestro deseo y oración es que estas cifras no se incrementen, sino que decrezcan.
   Desde este espacio envío un reconocimiento a todos los combatientes de primera línea en esta pandemia: a todos los servicios de salud globales y de nuestro México a enfermeras, doctores, paramédicos, investigadores de salud, laboratoristas, etc., en que su vida está expuesta y que, cuya vocación de servicio, es puesta a prueba en estas críticas fases, que, llevándola con profesionalismo, empuje y valentía siguen adelante.  Los últimos datos de la OMS, nos indican que este virus del COVID-19, es 10 veces más fatal que el del virus AH1N de 2009, debido a su mutación, tiempos del coronavirus… será “el año en que vivimos globalmente en peligro”.
   La reflexión nos moviliza a pensar que tanto estamos preparados para ello, un antes un después, un momento de reflexión en nuestro entorno, en nuestra era de la sociedad de la información y del conocimiento (y de hasta sobreinformación de los medios). Esta emergencia sanitaria nos deja pues esta reflexión: nunca antes como ahora, habíamos estado tan informados, tan comunicados en este siglo XXI, en tener todo a la mano como sociedad, pero también nunca antes habíamos tenido tantos problemas a manera de preguntas y de posibles respuestas a un futuro próximo.   


Fuentes consultadas:

Gómez Dantes, Octavio. La pandemia que viene. Salud Pública. [en línea] Disponible en: https://www.scielosp.org/article/spm/2005.v47n6/471-473/

Márquez Morfin, Lourdes y Molina del Villar, Mónica. El otoño de 1918: las repercusiones de la pandemia de gripe en la Ciudad de México. Desacatos. [en línea] Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?cript=sci_arttext&pid=S1607-050X2010000100010 [Consulta 5 de abril de 2020]

Organización Mundial de la Salud. (OMS). COVID-19 [en línea] Disponible en: https://who.int/es  [Consulta: 6 de abril de 2020]

Solórzano, Ma. Elena. Cementerio Vecinal, San Juan Tlilhuacan. México: Nubes & Arena, 2011.
 
Ulloa, Salvador. La Influenza Española. Monografía de la Pandemia. México: Gobierno de Querétaro, 1919.      




AZCAPOTZALCO EN EL ESCUDO NACIONAL Y LA BANDERA MEXICANA
Representación escultórica, Parque Tezozomoc

Por Martin Borboa

Dedicado con gran cariño a la memoria de Don David Delgado Jiménez, Cronista de Azcapotzalco, quien siempre tuvo para mí una sonrisa, una anécdota y una gran historia, y fue él quien me enseñó a admirar y valorar a Azcapotzalco.

Todos en nuestro país conocemos el pasaje de la historia en que los mexicas peregrinaron, llegaron a asentarse en diferentes sitios temporalmente, y luego continuaban. Cuando llegaron a lo que llamamos Valle de México, permanecieron en diferentes sitios en torno al lago. Estuvieron en lugares como Tizapán o Chapultepec, entre otros, y después por fin se adentraron en el agua, alcanzaron una isla, la famosa isla en donde vieron la señal indicada por su Dios Huitzilopochtli: un águila alimentándose parada en un nopal que creció sobre una piedra.
Pero nunca o casi nunca reparamos en que esa isla estaba bajo el dominio de Azcapotzalco en aquel tiempo, así que donde tuvo lugar el encuentro entre los mexicas y la señal divina, fue en tierra tepaneca. Por lo tanto, considero correcto decir que la escena representada en el escudo nacional tuvo lugar en territorio azcapotzalca. La división política establecida en el momento del hallazgo indica que ese territorio lacustre le pertenecía.
Si después de muchos años esa isla pasó a ser propiedad o dominio de otro grupo, ya es otra historia, y serían otros momentos. No estamos hablando de que eternamente esa isla haya sido y será de Azcapotzalco. Solo estamos afirmando que en el momento del hallazgo de la señal dictada por Huitzilopochtli, era tierra de los tepanecas y por lo tanto la escena que se ve en nuestro escudo nacional, tuvo lugar en suelo y dominio de Azcapotzalco.

DIVISION POLITICA Y TRIBUTO
Hay crónicas que mencionan que ahí eran los linderos entre Azcapotzalco y Culhuacán, incluso alguna dice que de esos dos poderíos y Texcoco también. Es decir, que en esa zona isleña se entendía la frontera entre dos o hasta tres fuerzas. Por ejemplo dice Manuel Orozco y Berra en su obra (Pág. 154) que enlisto en la bibliografía, que: “Estaban y edificaban en sitio ajeno, que aquel en que estaban caía en los términos de Azcapotzalco y los de Texcoco, porque allí se dividían las tierras de los unos y los otros”.
Para entender a quien pertenecían esas islas en una zona limítrofe, opino que es sencillo determinarlo basados en saber a quién le pagaron tributo los ocupantes. Y las crónicas coinciden en señalar que lo pagaban a Azcapotzalco. No he localizado narración o crónica alguna que diga que otro poderío reclamara pago de tributo a los mexicas por ocupar esa isla.
Miguel León Portilla escribió en la publicación “De Teotihuacán a los Aztecas. Antología de fuentes e interpretaciones históricas” (Pág. 23) que: “Establecidos los aztecas en México – Tenochtitlán tuvieron que pagar tributo a la gente de Azcapotzalco que era dueña de la isla”, incluso “con sus propios caudillos participaron por esos años los aztecas, forzados por Azcapotzalco, en las campañas de conquista que emprendía el estado tecpaneca”.
En esa misma publicación, Walter Kirckeberg en su tema “Del mito a la verdadera historia” (Pág 221) dice que: “los tres primeros reyes aztecas son figuras bastante indefinidas aun, eran menos importantes que los reyes de Tlaltelolco, como ya se ha dicho, y se contaban al igual que estos últimos, entre los vasallos del poderoso imperio tepaneca”.
Igualmente, en esa antología, el texto de George C. Vaillant “El periodo azteca” (pág 225) dice que “en los tiempos de Acamapichtli los tenochcas fueron tributarios y aliados de los tepanecas”.
En mi opinión, es bastante claro que el territorio isleño al que llegaron los mexicas y en el que vieron al águila parada en el nopal, pertenecía a Azcapotzalco, y durante el tiempo de sus tres primeros gobernantes (Acamapichtli, Huitzilihuitl y Chimalpopoca) fueron sus aliados y tributarios.
En su obra, Orozco y Berra (Pág 158) apunta que luego de que falleciera el líder Tenoch, continuó la labor Mexitzin, y él, considerando tener un gobernante con más peso y significado asentados en un área intermedia entre las más importantes fuerzas políticas y militares de la región, sugirió que incluso dicho gobernante podría ser externo al grupo mexica, y dijo: “y si os parece que no sea de nuestra congregación, sino traigámosle de fuera, pues está Azcapotzalco tan cerca y estamos en sus tierras, o si no sea de Culhuacán o de la provincia de Texcoco. Hablad mexicanos, decid lo que en este caso os parece”.
Decidieron solicitar a Culhuacán un Señor para gobernarlos. El designado fue Acamapichtli. Para ese tiempo el máximo líder tepaneca, Aculhua, padre de Tezozómoc, ya había fallecido, así que ahora mandaba Tezozómoc en Azcapotzalco. Cuando se enteró de que los mexicas habían pedido a Culhuacán que les asignara gobernante, se molestó y les aumentó el tributo.
Continúa Orozco y Berra (Pág 163) diciendo que Tezozómoc: “reunió a su consejo, y una vez conferenciado quedó dispuesto que el tributo de los mexica, que consistía en peces, ranas y legumbres, en adelante fuera del doble, además deberían presentar cierto número de sauces y sabinas crecidos y para plantar donde se ordenara, y un campo flotante sobre las aguas, llevando sembrado maíz, chile, frijol, calabaza y huautli.”

Mariano Veytia en su obra “Historia antigua de México” (pàg 361) ofrece una descripción del hallazgo, primero por parte de los sacerdotes que escuchaban las instrucciones de Huitzilopochtli, y luego del grupo mexica en general cuando dichos sacerdotes anunciaron haber localizado por fin la señal.
“Apenas oyó el pueblo la deseada noticia de boca de sus sacerdotes, cuando corriendo todos en tropa a saciar su curiosidad, se embarcaron en cuantos acalis o canoas pudieron encontrar, y fueron a reconocer la isleta y el nopal que tanto habían buscado por otras partes, y volviendo a Azcapotzalco, se presentaron al rey Aculhua (padre de Tezozómoc), pidiendo les hiciese merced de aquella isleta en la laguna, que era perteneciente a sus dominios, para poblarse en ella. Otorgóselas el rey con obligación de pagarle cierto feudo anual de los productos de la laguna, y al punto se trasladaron todos a dicha isleta, y empezaron a trabajar en la fábrica de sus casas, dando de éste modo principio a la fundación de su ciudad”.


ESCENA EN AZCAPOTZALCO
Muchas de las fuentes coinciden en que fue el año de 1325 (unas en cambio dicen un año antes, otras hasta 45 después) cuando los mexicas advertidos por su deidad principal, encontraron al ave alimentándose parada en un nopal, y para ese año regía el poder del tepaneca sobre el sitio, y por ello, la imagen que desde la infancia aprendemos a valorar y respetar, que está plasmada en cada moneda y bandera mexicanas vigentes, que sobre el fondo blanco del lábaro  ondea en nuestras plazas, es una imagen acontecida única y específicamente en territorio de Azcapotzalco.
Poco después de que se consumó la independencia de México, gracias al exitoso Ejército Trigarante dirigido por Don Agustín de Iturbide, se eligió aquella escena como escudo para la bandera nacional. Por cuestiones de diseño se muestra el conjunto de la piedra, el águila, la serpiente y el nopal, sin paisaje, pero nadie podría decir que así fue: que no había nada alrededor, ni abajo ni arriba. Ese nopal tenía sin duda raíces y de algún terreno estaba sujeto. La idea de este texto es recordar y subrayar que ese lugar tenía dueño y quien era.

LA SEÑAL DIVINA
Fernando de Alvarado Tezozómoc en su “Crónica Mexicáyotl” (Pág 64 a 67) narra que: “cuando Huitzilopochtli vio y llamó así de noche al "teomama" llamado Cuauhtlequétzqui, o quizás Cuauhcóatl. le dijo: "¡Oh Cuauhcóatl! habéis visto ya y os habéis maravillado con todo lo que hay allá dentro del carrízal. Oíd, empero, que hay algo más que no habéis visto todavía; idos incontinenti a ver el "tenochtlí" en el que veréis se posa alegremente el águila, la cual come y se asolea allí; por lo cual os satisfaréis… allí estaremos, dominaremos, esperaremos, nos encontraremos con las diversas gentes, pecho y cabeza nuestros; con nuestra flecha y escudo nos veremos con quienes nos rodean, a todos a los que conquistaremos, apresaremos; pues ahí estará nuestro poblado, México Tenochtitlán, el lugar en que grita el águila, se despliega y come, el lugar en que nada el pez, el lugar en el que es desgarrada la serpiente, México Tenochtitlán, y acaecerán muchas cosas"; e inmediatamente dijo Cuauhcóatl: "Está bien, ¡oh sacerdote! Ha otorgado tu corazón: óiganlo por tanto tus padres, y los ancianos todos", y de inmediato reunió Cuauhcóatl a los mexicanos, y les notificó la plática de Huitzilopochtli, oyéndola ellos… llegaron a… donde se levanta el "tenochtli" (al borde de la cueva vieron cuando, erguida el águila sobre el nopal, come alegremente, desgarrando las cosas al comer, y así que el águila les vio agachó muy mucho la cabeza, aunque tan sólo de lejos la vieron ellos), y su nido o lecho, todo él de muy variadas plumas preciosas, de pluma de cotinga azul, de flamenco rojo, de "quetzal", y vieron asimismo esparcidas ahí las cabezas de muy variados pájaros, de las aves preciosas, que estaban ensartadas, así como algunas garras y huesos de pájaro. Hablóles allá el "Diablo" y les dijo: "¡Oh mexicanos, allí estará"… e inmediatamente lloraron por esto los mexicanos, y dijeron: "¡merecimos, alcanzamos nuestro deseo!, puesto que hemos visto y nos hemos maravillado de donde estará nuestra población; vámonos y reposemos"… en el año 2-casa, "1325 años".
“Así pues, paupérrima y miserabilísimamente hicieron la casa de Huitzilopochtli; cuando erigieron el llamado "Oratorio" era todavía pequeño, pues estando en tierra ajena, cuando se vinieran a establecer entre los "tulares" y los carrizales, ¿de dónde habían de tomar piedra o madera?, puesto que eran tierras de los tepaneca, del azcapotzalca…”.
El mismo autor, escribió otra obra, la “Crónica Mexicana”. Ahí anotó un dato que me parece excelente para subrayar la referencia de que la escena del hallazgo mexica aconteció en tierras tepanecas. Dice que (pág 6): “Persuadidos del demonio Huitzilopochtli, llegaron a dicha ciudad, que es ahora México Tenochtitlán, porque el día que llegaron a esta laguna mexicana, en medio de ella estaba, y tenía un sitio de tierra, y en él una peña, y encima de ella un gran tunal, y en la hora que llegaron con sus balsas de caña, o corrido, hallaron en el sitio la hoja, piedra, y tunal, y al pie de él un hormiguero, y estaba encima del tunal un águila comiendo y despedazando una culebra…”.
Así que además, es válido mencionar que hasta hubo hormigas presentes en el momento del hallazgo, y estos animales son emblema de Azcapotzalco. Quizá es un dato menor para la generalidad nacional, quizá por no ser mencionado por otros cronistas no se ha incluido en el conjunto del escudo (piedra, nopal, águila, serpiente), pero para efectos de este texto que tiene la explicita intención de subrayar la relevancia de Azcapotzalco en la escena, las hormigas vienen a completarla. No podía dejar pasar la descripción de que había un hormiguero al pie del tunal sin transcribirla aquí. ¡ Azcapotzalco y sus hormigas, presentes en la señal indicada por Huitzilopochtli, que al día de hoy es nuestro escudo nacional !


Tezozomoc

DISCURSO DE TEZOZOMOC A LOS MEXICAS SOBRE EL TRIBUTO QUE PAGABAN POR HABITAR EN TENOCHTITLAN
Mariano Veytia en su obra “Historia antigua de México” (pág 406 y 407) expone un discurso que habría dado el gobernante de Azcapotzalco, Tezozómoc, en el festejo del nacimiento de su nieto, fruto del matrimonio de su hija Miahuaxóchitl  con el tlatoani mexica Huitzilíhuitl.
Dice que luego de llegar Tezozómoc al encuentro de su hija y su yerno: “Después de los primeros saludos y enhorabuenas mutuas de los monarcas, dijo el de Azcapotzalco al de México, que hiciese juntar su consejo y convocase toda la nobleza de su corte, porque tenía que hablarles. Juntáronse todos en breve rato, y teniéndolos presentes les dijo: “Bien sabéis, oh valerosos mexicanos, que el sitio en que estáis poblados os lo dio mi difunto padre con la condición de tributarle anualmente, no sólo de todos los frutos de pesca y caza de que os aprovecháis en esta laguna, sino también de los que vuestra industria recogiese en las sementeras y plantíos que hacéis sobre vuestras chinampas, los que se han ido aumentando a proporción que ha crecido vuestra población y se han adelantado vuestras sementeras, y las habéis pagado puntualmente, con más las que extraordinariamente se os han pedido, o para las funciones particulares de mi casa, o para mi diversión. Se que os consideráis gravados, y que os parece pesada esa carga, que si bien fue justa en su imposición, por la donación que se os hizo de la tierra, para que en todo tiempo reconocieseis el directo dominio de ella en los reyes de Azcapotzalco, considerándoos extranjeros  y advenedizos, el dia de hoy que ya por la unión de los matrimonios somos todos unos, y debemos mirarnos como hermanos, no me parece justo dejaros gemir debajo de este pesado yugo, que no puede ser sensible a vuestro rey, y queriendo daros una prueba de mi amor y benevolencia, tanto para con él, como para con vosotros, y daros unas albricias en demostración de mi regocijo por el nacimiento de nuestro príncipe, que alcancen a todos en común, y a cada uno en particular, he resuelto libertaros, y efectivamente, os liberto de esta pesada contribución, haciéndoos francos y libres, para que viváis alegres y contentos, dueños de vuestras tierras, y gozando por entero del fruto de vuestro trabajo, sin otra pensión que la de enviar una corta cantidad de patos y peces, de los que se cazan y pescan en comunidad, para el regalo de mi mesa. Espero de vuestra leal correspondencia que no olvidaréis el beneficios recibido del rey mi padre, y el que ahora os hago yo, sino que unidos siempre a mis tecpanecas, y mirándolos como hermanos vuestros, les ayudaréis en todo, como ellos lo harán con vosotros, en cualquier trance, de paz o de guerra”.

Manuel Orozco y Berra (Pág. 166) detalla que Tezozómoc, luego del nacimiento de su nieto, fortaleció su vínculo con los mexicas, y: “determinó suprimir(les) el oneroso tributo antes pagado, quedando reducido en señal de vasallaje a dos patos, algunas ranas y otros animales del lago”.
CONCLUSION
El nopal sobre el cual se posó un águila para comer, ante la mirada de los mexicas, creyentes del Dios Huitzilopochtli, quien les había dicho que buscaran esa señal con la que distinguirían el sitio a poblar y en el cual desarrollarían su grandeza, estaba enraizado en tierra de Azcapotzalco. Esa escena que es nuestro símbolo más definido como mexicanos, tuvo por paisaje, el suelo y horizonte tepanecas. Al menos un cronista cita que al pie de dicho nopal había un hormiguero.
Por eso invito a que nos llenemos de orgullo y gusto de que el lugar en donde ocurrió tan peculiar acontecimiento, fue en tierras que en aquel tiempo eran del dominio del Señor tepaneca Aculhua, padre de Tezozómoc, de modo que lo que nos representa ante el mundo, lo que todo mexicano aprende a honrar como símbolo patrio, en su escudo y su bandera, incluye definitivamente por geografía política y cronología, a nuestro querido e histórico Azcapotzalco.

Algo de la bibliografía consultada:
“Crónica Mexicana”, Hernando Alvarado Tezozómoc, Editorial Leyenda, S. A., 1944
“Crónica Mexicáyotl”, Fernando Alvarado Tezozómoc, Tercera edición, UNAM, 1998
“De Teotihuacán a los aztecas. Fuentes e interpretaciones históricas. Antología”. Colección Lecturas Universitarias, volumen 11,. Miguel León Portilla. UNAM. 1995
“Historia antigua de México”, Tomo I, Mariano Veytia, Editorial del Valle de México, S. A. de C. V. 1979
“Historia antigua y de las culturas aborígenes de México”, Tomo II, Manuel Orozco y Berra. Ediciones Fuente Cultural. 1954




TRÍO TAMAULIPECO DE LOS 
HERMANOS SAMPERIO,

LA COLONIA CLAVERIA Y PEDRO INFANTE


Por: Patricio Garibay 

Para que Pedro Infante alcanzara a convertirse en el más grande ídolo de la cultura
popular mexicana de todos los tiempos, no fue debido únicamente a su gran carisma, o a
su enorme calidad histriónica, o a su potente y aterciopelada voz, ni tampoco solamente a su originalidad como artista, además de todo ello, Pedro Infante tuvo que contar ademas con un séquito de talentosos profesionales que apoyaran y potenciaran su gran talento, sin duda los mejores artistas de su época, de entre todos ellos se podrían destacar a directores como Ismael Rodríguez y Rogelio A. González, simpáticos actores como Sara García y Fernando Soto Mantequilla, coprotagonistas como Blanca Estela Pavón y Marga López, compositores como Manuel Esperón y José Alfredo Jiménez y músicos acompañantes como el armonioso trío Tamaulipeco de los Hermanos Samperio. Vecinos distinguidos de Azcapotzalco y para mayor precisión de la nostálgica colonia Clavería.
La agrupación musical estuvo integrada por los hermanos  Guillermo, Rafael y Ernesto Samperio quienes debutaron en el año de1938 en la radio mexicana, en la más veterana de todas las estaciones mexicanas, la XEQ.  Seis años después pasan a formar parte de los  míticos elencos de XEW, en donde fueron parte de su programación durante varios años. 


Pero lo que definitivamente inmortalizó a este trió fue su participación en varias películas del cine mexicano, principalmente al lado del ídolo Pedro Infante. Así como el trió Calavera acompañó con sus guitarras y voces al charro de México Jorge Negrete, el trío Tamaulipeco de los hermanos Samperio acompañaron a Infante en sus giras nacionales e internacionales así como también en películas que hoy son clásicas como, “Necesito dinero” 1952, “El inocente”1956, y en la icónica película donde Pedro Infante aparece al lado de Jorge Negrete, “Dos tipos de cuidado1953. En esta película los Samperio acompañan con sus guitarras a las dos figuras más importantes del llamado cine de oro, en la escena donde se enfrentan los personajes “Pedro Malo” contra “Jorge Bueno” en las punzantes y célebres coplas, también aparecerán en la escena de la serenata, acompañando a los dos protagonistas  junto al Trío Calavera.

Película Dos tipos de cuidado” 1953

Los hermanos Samperio vivieron por mucho tiempo en la calle de Maravatio, Colonia Clavería,  Según nos cuenta mi estimado amigo y pintor Enrique Martínez Tangasi, que los tres hermanos  tenían un taller mecánico que ellos mismos solían atender, cosa que coincide con los personajes que interpretaron en las películas   “El inocente” y “Necesito dinero” En esta última aparece en los créditos Guillermo Samperio  con el mote agregado de  “El Mil Modos”. Enrrique Martinez me comenta además que su papá don Jorge Martínez Tangasi los trató bastante y que junto con su tío Alejandro Tangasi  “El Charal” formaron parte de la palomilla bohemia del viejo Clavería, cuando su vecino José José aún usaba pañales.  Los hermanos Samperio también compusieron canciones, tal vez la más conocida sea “Amor escondido” interpretada por Pedro Infante. 


Película “El inocente” 1956

Mi querido Enrique me dice con nostalgia que en alguna ocasión bailó con una chica de nombre Pastorasi, hija de uno de los Samperio, aquella psicodélica y larguísima canción de In-A-Gadda-Da-Vida, del grupo gringo Iron Butterfly, empezaba la década de los 70s y con ello el declive de aquellos mexicanísimos y extraordinarios tríos de música ranchera.

 “Dos tipos de cuidado” 1953 


Enlaces;

trío Tamaulipeco de los Hermanos Samperio

Amor escondido” interpretada por Pedro Infante. 

Película “El inocente” 1956

Película Dos tipos de cuidado” 1953 
https://www.youtube.com/watch?v=kHEhw0DTwnw

Y QUEDARON LOS ECOS



Por María Elena Solórzano



La Calle de Morelos, antes llamada de la Posta, pues allí llegaban los trenes de mulitas antes de que existieran los tranvías  eléctricos, era el año de 1901 o 1902.

      Las bestias llegaban cansadas con la lengua de fuera y echando espuma por el hocico después del recorrido que hacían  y eran sustituidas por otras más descansadas. Esos tranvías eran muy pintorescos y pertenecían a una compañía inglesa que más tarde adquirió el Lic. Uruchurtu.

      La calle no tenía empedrado, era de tierra aplanada.

      El recorrido  era desde el centro de  Azcapotzalco hasta el corazón  de la Ciudad de México, en aquel entonces la gente decía: ”queda lejísimos”. El trenecito pasaba por el pueblo de Tacuba, por San Cosme hasta el Zócalo. El regreso era la misma ruta y llegaban a Azcapotzalco por la avenida del mismo nombre , no estaba pavimentada, sino que lucía un hermoso empedrado de la llamada piedra bola, todavía andaban por ahí hombres ofreciendo sus servicios como reparadores de calles empedradas.

      Los pasajeros que utilizaban este transporte era la clase popular, la primera  parada era frente a la iglesia. Se transportaban productos agrícolas. Las señoras con sus faldas largas hasta el tobillo, los adolescentes espiaban que se alzaran un poquito las faldas para verles el tobillo, jóvenes y viejas cubrían la cabeza con el rebozo, prenda  imprescindible; los señores (sobre todo si eran de ascendencia indígena), vestían camisa, calzón de manta y ceñidor donde anudaban el dinero; algunos traían un cinturón hueco que le nombraban víbora, allí en el cinturón escondían el dinero que eran puras monedas de oro y plata (el dólar estaba dos por uno)  así es que para robarlos los tenían que matar.

      Mucha gente iba o venía a comprar mercancía; el pasaje costaba cinco centavos a Tacuba y diez centavos al centro.

En 1905, aproximadamente, una compañía inglesa presenta al Gral. Porfirio Díaz un proyecto para construir un ferrocarril subterráneo que nunca se realizó.

      Los tranvías eléctricos  vinieron a agilizar el transporte. Partían de un costado del jardín Hidalgo hacia el centro de la ciudad de México y el retorno lo realizaban por la calle de Centenario, por lo que fue necesario derribar gran cantidad de árboles para despejar todo ese tramo que ahora conforma esta avenida.

     Los vecinos dicen, todavía se escuchan los ecos de los cascos de las mulitas cuando transitaban por esta vía.
Calle de Morelos, antes llamada de la Posta