jueves, 24 de septiembre de 2020

 

El misterioso escudo de armas  de Azcapozalco.



Por: Patricio Garibay

Dentro de la noble heráldica que existe en México desde los tiempos virreinales y que siguen representando icónicamente a Estados, ciudades y barrios, entre estos escudos de armas que por fortuna aún prevalecen prácticamente intactos y que nos recuerdan nuestro origen novohispano, existen diversos tipos de escudos, el que identifica una ciudad, él qué identifica a una familia, a un señorío o alguna institución, y sólo pueden ser validos bajo la autorización de alguna corona real. Los más antiguos otorgados a lo  que hoy es México corresponden a los del centro del país, por ser la región central el epicentro de la conquista y la evangelización, y estos principalmente fueron otorgados por el emperador Carlos I de España y por su hijo Felipe II, los primeros corresponden a los de Tlaxcala, pues los señoríos tlaxcaltecas fueron los principales aliados en  la guerra de conquista. Pero también abundan en señoríos del sur y ciudades del norte del país,  o el  qué por ejemplo corresponde al hoy barrio de Tacuba.  ¿pero Azcapotzalco también pudo obtener su propio escudo de armas otorgado por un monarca del imperio español? La Wikipedia asegura qué sí, que también al barrio o villa de Azcapotzalco obtuvo uno del poderoso Felipe II. ¿Fue así en realidad?
 



Múltiples son los escudos de armas obtenidos por la nobleza indígena qué les fueron otorgados por su participación en la conquista y la evangelización, como multiples fueron las peticiones de uno de estos  “tlahuiztli”  que era el nombre en náhuatl como los naturales le llamaban a estos escudos reales. Bernal Díaz del Castillo en su libro,  Historia verdadera de la conquista de Nueva España  narra que aun antes de la llegada de los conquistadores la nobleza tlaxcalteca ya utilizaba este tipo de emblemas en estandartes que definían a tal o cual señorío por lo que  a los naturales no les fue tan complejo entender la importancia de estos emblemas.
Por ello después de la conquista se volvió prioritario para pueblos y señores nobles y guerreros indígenas conseguir un emblema de la heráldica española, pero para ello se debían realizar una serie de trámites burocráticos, se tenía que presentar ante el monarca español documentos y evidencia que probarán ante los ojos del rey que eran merecedores de obtenerlo. Durante los primeros años de  concluida la conquista no fue tan difícil para  los señoríos y comunidades el poder demostrar su colaboración en la guerra contra los tenochcas y su apoyo a los españoles, pero con el paso de los años se fue volviendo más difícil y complejo poder demostrarlo, entonces se requirió además de evidencias y testimonios, de largos juicios legales. Los primeros que viajaron a España fueron los señores de Tlaxcala a entrevistarse con el rey Felipe II a quien le solicitaron títulos, escudos de armas y derechos sobre la Tierra para ellos y sus comunidades, que desde luego el rey les otorgó, recordemos qué el príncipe Xicoténcatl puso a disposición de Hernán Cortés y por lo tanto de la corona a 50,000 guerreros tlaxcaltecas quiénes fueron la principal fuerza  demoledora qué arrasó Tenochtitlan aún en contra de la voluntad de los españoles. 


Los tlaxcaltecas para dejar evidencia de su participación crearon lo que hoy se conoce como el códice Glasgow. En este documento gráfico los tlaxcaltecas intentan convencer al rey mostrándole una escena donde se ve a los guerreros de Tlaxcala luchar con mayor bravura que los propios españoles en contra de las huestes de Moctezuma, pues ellos se pintan en el primer plano combatiendo contra los tenochcas demostrando gráficamente  su arrojo y valentía. Los señores de Tlaxcala le aseguraban a Felipe II qué los españoles tenían poco aguante para la lucha y poca resistencia para caminar a diferencia de ellos.

Los cuatro señores de Tlaxcala

Otro pueblo que colaboró y que obtuvo su escudo de armas posteriormente fue el del grupo de los Quauhquecholtecaz, del pueblo de Quauhquechollan ubicado en él hoy estado de Puebla. Se trataba de un pueblo de guerreros náhuatl que se unieron a los Hermanos Alvarado para ir con ellos a la conquista de Centroamérica después de la derrota de los aztecas. Esta comunidad al final terminó estableciéndose en lo que hoy es Guatemala, por ello en Guatemala aún se habla el náhuatl, ya una vez instalados los Quauhquecholtecaz en las tierras conquistadas, pintaron una manta donde describen sus hazañas al mando de pedro de Alvarado, y se la envían al rey. Este códice se le conoce como el Lienzo de Quauhquechollan.  En esa misma pintura aparece el escudo qué les gustaría les fuese aprobado por el rey. 
En el escudo aparecen dos águilas juntas, una de color ocre y la otra negra, ambas están coronadas con la corona del Rey España, en el primer plano está un español y un indígena qué se abrazan, este escudo debería hoy formar parte de la bandera guatemalteca.



Además de la utilización de los lienzos y códices para solicitar un escudo de armas también existían las “Cartas y probanzas “donde en una misiva se le exponía al rey los motivos por los que debía ser otorgado ese derecho, entre algunas de ellas que aún se conservan, está la carta del indígena  cacique don Diego de San Francisco Tehuetzquitizin, la investigadora María Castañeda de La Paz indica que estás cartas debían contener los siguientes argumentos:
1 - Participación en la conquista ya sea con tropa tamemes o cargadores, espías  o lo que hiciera falta a los conquistadores.
2 - Ser buen cristiano ayudando a la evangelización, ayudar en las misas  y ofrecer limosnas.
4 - Ser amigo de los españoles.
3 - Ser de noble ascendencia (esto podía pasarse muchas veces por alto)

En esta carta de Francisco de San Diego, él asegura tener parentesco con el emperador Moctezuma, y haber ayudado en la conquista. También dice que defendió a muchos españoles de los indios idolatras.
Con respecto a los descendientes de Moctezuma ninguno de ellos ayudó en la lucha de la conquista pero eso no les impidió solicitar también privilegios y un escudo de armas, el servicio que prestaron a los españoles según escribieron en sus peticiones, era el de que su padre el tlatoani Moctezuma le había entregado el imperio a la monarquía española, lo que se conocía como translatio  imperii, por este sin duda enorme servicio prestado por parte de su antepasado a la corona española solicitaban títulos y tierras, estás peticiones fueron hechas por los hijos nietos y bisnietos del mismísimo Moctezuma, y muchas veces usaron como evidencia las cartas de relación que escribiera de puño y letra Hernán Cortés:
Moctezuma dijo: que desde entonces para siempre se daban ellos por vasallos de vuestra alteza y Desde allí todos juntos y cada uno prometían y prometieron, de hacer cumplir todo aquello que con el Real nombre de vuestra majestad le fuese mandado, como buenos y leales vasallos (...) lo cual todo pasó ante un escribano público, hilo acento por auto en forma, yo lo pedí así por testimonio en el presente de muchos españoles. (Cortes 1992; 60, segunda. carta)

Escudo de armas otorgado al hijo mayor de Moctezuma

De los primeros títulos nobiliarios otorgados a indígenas corresponden precisamente a los descendientes de Moctezuma, estas fueron Martín Cortés Nezahualtecolotzin Mtz. Hijo mayor de Moctezuma ( no confundir con el hijo de Hernán Cortés) y su primo hermano francisco de Alvarado Maltacochuatzin, ambos personajes se trasladaron a España en el año de 1532 dónde tomaron estudios por patrocinio del Rey en la ciudad de Toledo hasta el año de 1536 cuando se les otorgaron sus respectivos escudos nobiliarios. En estos escudos de armas de los parientes de Moctezuma no aparecen símbolos indígenas, cómo sí aparecen en el escudo otorgado a Don Hernando de Tapia Motelchiuhitzin un año antes, en él aparecen las figuras de un jaguar y un águila sobre el lago de Texcoco, Don Hernando solicitó expresamente que estas imágenes deberían estar ahí, pues su padre había formado parte  de las órdenes guerreras del águila y el Jaguar, es decir que muy probablemente había sido guerrero de ambas órdenes indígenas texcocanas.

“Los bandidos de Río frío” de Manuel Payno.

Aun después de la independencia de México, a mediados del siglo XIX muchas personas que se decían ser descendientes de Moctezuma continuaron haciendo reclamos legales hereditarios, como se lee  en la novela costumbrista “Los bandidos de Río frío” de Manuel Payno, en esta historia se relatan las peripecias del pícaro licenciado Lamparilla quien lleva el pleito legal de uno de tantos qué se dicen descendientes del emperador Moctezuma, entre su larga lista de reclamos, le exigen al gobierno de México que se le entregue por derecho de  herencia el mismísimo volcán del Popocatépetl.

El escudo de armas azcapotzalca y el códice Granados.
 
El códice Granados es una de las fuentes más importantes para el estudio del imperio tepaneca. El Imperio Tepaneca, con su eje en Azcapotzalco, alcanzó su mayor expansión bajo el reinado de Tezozomoc, llegando a dominar toda la Cuenca Central de México entre mediados del siglo XIV y 1428, fecha en que estalló la Guerra con el triunfo de Los mexicas, quienes a partir de entonces se empeñan en desaparecer la historia tepaneca. Una de las primeras medidas tomadas por Itzcoatl, primer tlahtoani independiente de Tenochtitlan, fue quemar los libros históricos para reescribir la historia de acuerdo a la nueva ideología militarista más agresiva y expansionista azteca. De ahí la importancia del códice granados que tienen como tema central la descripción del Imperio Tepaneca de Tezozomoc, y parecen estar elaboradas desde dentro de esa cultura. Son la Carta de Azcapotzalco de 1561 y el llamado "Circulo del Tepanecayotl" del Códice García Granados.


El códice Granados
Se conoce con el nombre de Códices Techialoyan a un grupo de documentos elaborados durante la primera mitad del siglo XVIII entre 1700 y 1743,  con la finalidad de responder a los requerimientos de la Corona Española para la legalización formal de las posesiones de tierra por parte de las comunidades indígenas novohispanas de la región noreste del valle de México. Estos documentos unen aún más la estilística indígena con la hispana, sobre todo en el ámbito pictórico que lo hacen aún más  comprensibles para la Administración Hispana y por las "audiencias y tribunales indígenas".
Los Códices Techialoyan suelen especificar con algún detalle la extensión y límites de las tierras, los grupos o individuos que las poseen, y ciertos elementos del paisaje que servían como referencias. En el conjunto de documentos Se mencionan también su participación en  la construcción de iglesias por parte de los miembros de una comunidad indígena y fundamentar los derechos a la tierra, hay descripciones en náhuatl pero sobre todo en latin para con ello dar mas formalidad del documento ante los ojos del rey.
Los Techialoyan contienen información histórica sobre sus antepasados desde tiempos prehispánicos hasta la época novohispana del siglo XVIII.
Los Códices Techialoyan, describen la región occidental de la cuenca lacustre del valle de mexico, con particular referencia a Tacuba (antigua Tlacopan) y el Valle de Toluca, área toda relacionada con los tepanecas.
Mucho se ha debatido sobre su autenticidad. Dado que como hemos dicho la Corona Española exigía documentos que probasen la antigua y legítima pertenencia de la tierra a sus propietarios indígenas, y ya en el siglo XVIII muchas  comunidades indígenas carecían de ellos, por lo que algunas veces elaboraron documentos supuestamente antiguos, pero cuyos datos históricos sobre los primeros tiempos virreinales solían contener errores de fechas, por lo que fueron denunciados en múltiples ocasiones como falsificaciones. Pero no porque un documento se halla querido hacer pasar por antiguo no quiere decir que la información que contenga deba de ser falsa, pues para su elaboración se pudieron utilizar diversas fuentes indígenas auténticas, incluso recogiendo tradiciones orales- que reflejaran  información veraz o, al menos, que reflejaran los hechos tal y como lo habrían aparecido en auténticos códices indígenas de los siglos XV y XVI. Por lo que diversos investigadores aseguran que "gran parte de la información que recogen [los Códices Techialoyan] es verdadera" independientemente de su validez legal en el contexto novohispano de la época, pero pueden ser utilizados, con todas las reservas, como documentos capaces de brindar información sobre las sociedades indígenas prehispánicas.
Al hablar del Códice García Granados es referiste a la parte de Los Códices Techialoyan mas colorida y donde se hace referencia a hechos históricos y a la estirpe real tepaneca que inicia con los primeros grupos chichimecas, continua con los reyes tepanecas y llega hasta la descripción de los gobernantes indígenas en la etapa novohispana, y se hizo con la finalidad de documentar y demostrar al rey la enorme importancia de Azcapotzalco a lo largo del tiempo. Sus dimensiones son de 674 x 49.5 cm. Y se abre a modo de biombo.
El Códice García Granados está confeccionado en papel de amate en bruto sin blanquear ni alisar utilizando un amplia gama de colores, incluso el oro, rasgo único en los Techialoyan.

Contiene tres secciones claramente definidas,  La primera se dedica al linaje de Xolotl, antiguo señor de los chichimecas de Tenayuca, y va reseñando los pueblos y señores con él emparentados. El nombre de este huey tlahtoani de Tenayuca fue invocado con posterioridad a su reinado por los señores tepanecas  buscando legitimar su propio dominio y ambiciones expansionistas, pugnaron por ser reconocidos como sus descendientes y distinguidos con el título señor de todos los chichimecas
La segunda sección contiene una escena que viene a significar el poderío de otro gran señor, dominante en su época: Tezozomoc de Azcapotzalco. Se trata del aludido "círculo del Tepanecayod" junto a un gran nopal genealógico mexica, que arranca desde los primeros señores de las dos ciudades gemelas hasta tiempos virreinales, que ya aparecen en la tercera sección.
En el centro de la pintura se encuentra el Llamado "Círculo del Tepanecayotl" y se ha dicho que pudiera ser copia de una pintura mural del palacio de Azcapotzalco palacio que fue destruido alrededor de 1430, con la derrota de Azcapotzalco en la llamada Guerra Tepaneca.

En el centro del "Círculo del Tepanecayotl" aparecen una serie de figuras que representan a los antiguos grandes señores tepanecas con símbolos de la máxima expresión de poder político de la época virreinal en que se realizó el códice. Y custodiado por toda la nobleza tepaneca hallamos el escudo imperial español, y bajo éste, la versión equivalente indígena novohispana del que sería escudo del Tepanecayotl, del Imperio Tepaneca. 

El investigador Carlos Santamarina Novillo  describe este escudo de la siguiente manera:  

Es una rara mezcla de elementos tradicionales indígenas y formas hispanas.
Sobre una piedra plana con dos volutas que recuerdan el signo estereotipado de tetl (piedra) se levanta un muro compuesto de dos bloques. A ambos lados del muro. un águila y un ocelote rampantes, y en el centro, cruzadas, dos varas con plumas en los extremos y dos colgantes en forma de "doble t". Sobre su vértice, una forma de color rojo que recuerda una jicara pero pudiera ser también un corazón. Está a su vez "coronado" por una diadema real o xiuhuitzolli, a la que se
han añadido dos volutas laterales que aumentan su apariencia de corona al estilo occidental.
Una fuente conocida' utiliza la combinación glifica de tetl (piedra) y pantli (bandera, hilera) para significar el gentilicio tepanecatl, en un claro uso fonético. Esta lectura de tepan(tli) -hilera de piedras- explica probablemente el muro sobre piedra del tan peculiar emblema, aunque no coincide con ningún glifo toponímico indígena que nosotros conozcamos. En el supuesto de que la forma central sea en realidad un corazón, existe la posibilidad de que constituya un signo fonético: yollotl -corazón- podría completar la lectura del emblema como "Tepanecayotl". En cuanto a las dos bestias rampantes, responden claramente a un uso heráldico europeo, pero con la peculiaridad de utilizar los dos animales que tradicionalmente más han simbolizado el poder político y militar en la cultura náhuatl: el ocelote y el águila. Por último, los dos estandartes y el tocado de plumas vienen a reforzar el mensaje de concentración del poder político. En concreto, las dos formas en "doble te" posiblemente sean una deformación del elemento diagnóstico tepaneca identificado por Noguez como estilización de una mariposa, que hallamos en otras fuentes.
En conjunto, el emblema ha de considerarse un completo neologismo desde el punto de vista glífico indígena. Reutiliza algunos elementos propios de la cultura náhuatl al servicio de un diseño puramente occidental que parece tratar de emular el escudo real español al que acompañaría.
El mensaje ideológico de legitimación del poder político tradicional mediante su apego a la Corona hispana es claro. Un símbolo más  refuerza la idea de autoridad política y le da un matiz militar. Entre los dos emblemas a los que nos hemos referido se halla una representación que, pese a su defectuosa realización, puede identificarse como la de un glifo bien conocido por otros códices indígenas más tempranos: el conjunto de macuahuitl (maza o espada prehispánica), flechas y escudo, que significa guerra.

El escudo tepaneca.

Por su elaboración tardía y al no haber documentación que compruebe que este documento se entregó ante una autoridad para que cómplice su cometido, y al no encontrarse este escudo de armas en los archivos reales de España no hay evidencia de haber sido visto por un monarca español y menos aún por Felipe II quien para 1743 llevaba casi 150 años de muerto,  por lo tanto este escudo no alcanzó a ser aprobado como escudo de armas para la villa de Azcapotzalco como algunos lo han sugerido, a pesar de su enorme contenido histórico y estar dibujado en uno de los más coloridos y bellos códices novohispanos. Pero si fue un valioso y ambicioso proyecto que buscó que Azcapotzalco tuviera su propio escudo de armas.

PELICULAS FILMADAS EN 

AZCAPOTZALCO, A CIEN AÑOS.

(SEGUNDA PARTE).

Por: José Carbajal Cortés Cronista de Azcapotzalco.

A Gaby López.

A todos los cinéfilos de Azcapotzalco y del cine mexicano.

   Bienvenidos de nueva cuenta a esta aventura del cine mexicano, como diría Ayala Blanco y agregaría: un tanto más para nosotros por ser el cine filmado en Azcapotzalco. Anteriormente llegamos a la época de oro a finales de la década de los 50´s, ya que concluimos con una de las últimas películas que abordamos: Cuando ¡Viva Villa! es la muerte, filmada en la Ex Hacienda del Rosario, así como de la representativa de nuestro cine nacional y que abrió las puertas teniendo como locación esta misma ExHacienda, siendo todo un éxito cinematográfico nacional e internacional con Allá en el Rancho Grande, que dio inicio a la etapa de oro de nuestro cine mexicano como vimos, entre otras filmadas en este colonial sitio. En esta continuación seguirá nuestro paseo por las películas y sus locaciones en estas crónicas de cine por Azcapotzalco, por la tierra chintolola del hormiguero.   

 

Los innovadores años sesenta en el cine y Azcapotzalco.

 

   En la época de los sesentas, llega la innovación al cine, aunque es de anotar que la llegada de un invento como fue la televisión, sería su competencia, al arribar ésta a México en 1950 y que se empezó a popularizar en la sociedad mexicana a partir de 1952 y de ahí en adelante desplazando en cierta manera al cine al ser su incipiente competencia de manera masiva y de asimismo de la etapa del término de la Segunda Guerra Mundial, en donde nuestro cine en su producción alcanzó en el año de 1950 la cifra de 124 películas realizadas, siendo la más numerosa en toda su historia:

  “…la cifra más alta en la historia del cine mexicano, momento cumbre de la llamada época de oro”. (Aguilera, 2010, p. 25). 

   La innovación en los 60´s para el cine es con las filmaciones a color casi de manera total en las películas a partir de mediados de esta década, con el Eastmancolor y el Technicolor, aunque es de notar que algunas películas se seguirán rodando en blanco y negro. Se tiene registrada la película Así se quiere en Jalisco de 1942, dirigida por Fernando De Fuentes con Jorge Negrete y Ma. Elena Marqués, formalmente como la primera película a color mexicana, pero de tal film ya no se tiene su versión a color ya que no se ha podido recuperar por diversas cuestiones, se cuenta actualmente sólo con la versión en el formato blanco y negro. Se debe a Buñuel el segundo filme mexicano a color con la película de Robinson Crusoe de 1952.

    Para empezar este recorrido hemos de mencionar que las películas que abordaremos, unas tendrán como locación un lugar en Azcapotzalco en su mayoría del rodaje y en otras serán un par de escenas o tan sólo una breve escena.  Empecemos estas crónicas por el cine filmado en Azcapotzalco con la película Cuanto vale tu hijo de 1961 dirigida por Mauricio de la Serna, con Julio Aldama, Lilia Prado, Amanda del Llano y Juan Carlos Ortiz. En esta película de blanco y negro, ubicaremos una escena del accidente que sufre el niño protagonista de un atropello afuera de una escuela, cuya locación del lugar es en San Pedro Xalpa en la Delegación Azcapotzalco, en la calle de 23 de abril, cerca del popular mercado del mismo nombre, según nos comenta M. Cazares, vecino de este lugar de San Pedro Xalpa.

   En esta década se seguirá filmando algunas películas en blanco y negro todavía como anotamos anteriormente, ya que, una de estas películas como una reminiscencia, nos hará recordar a la etapa de oro la cual ha quedado atrás en el contexto histórico con la transición al color, pero que parecería que aún nos queda una muestra de esta sombra de la época de oro, me refiero a la película El hombre de papel.

  Así, Azcapotzalco seguirá siendo locación de películas, sigamos nuestras crónicas cinematográficas por tanto con El hombre de papel, filmada en 1963 y dirigida por Ismael Rodríguez. Basada en un guión de Luis Spota: El Billete y rodada en formato de blanco y negro con la excelente actuación de Ignacio López Tarso, Luis Aguilar, Alida Vali y Columba Domínguez. López Tarso interpreta a un pepenador mudo que encuentra un billete de gran denominación y que con ello se desencadena la codicia de quienes le rodean. Las locaciones fueron en diversas partes de la Ciudad: el Centro Histórico, el Monumento a la Revolución, algunas Avenidas y colonias de la ciudad, etc. Uno de estas locaciones es en San Pedro Xalpa Azcapotzalco, donde podemos apreciar en algunas escenas estos predios a cielo abierto que existían en el lugar, la ladrillera aún existente, (en una parte de este sitio había también un basurero) y de asimismo de una escena de un ramal de autobús de pasajeros que cubría entonces la línea de Zócalo-San Pedro Xalpa y Anexas que apreciamos todo ello en varias escenas a lo largo del film. Nominada de un Globo de Oro en 1963 y ganadora en Festivales internacionales de cine.    

   Ahora ubiquémonos en otra de las Haciendas en Azcapotzalco, cercana a Tacuba en el barrio de Sta. Cruz Atenco que originalmente pertenecía a Tacuba territorialmente ya que data del siglo XVII hasta la conformación política de las Delegaciones en que paso a formar parte de Azcapotzalco en el siglo XIX (Urdapilleta, s/f.) nos referimos a la Antigua Hacienda de San Antonio Clavería, que perteneció a don Juan Antonio Clavería y Villareales. Tuvo diversos dueños como don Juan Domingo de Bustamante por lo que será también conocido como el Palacio de los Bustamante, así como a los condes de la Cortina, a las familias de los Morantes, de los Manterola Echave, hasta ser adquirida por la iniciativa privada en diferentes etapas de ésta (Torres, 2013).  Esta Hacienda se fraccionará y dejará de funcionar a fines del siglo XIX y con el naciente siglo XX se empezará a edificar la colonia El Imparcial y su ampliación construyéndose Casonas o Quintas, quedándosele el nombre al lugar de Ex Hacienda de Clavería. En 1967 se empezará a restaurar su casco al adquirirla la Universidad Panamericana. Actualmente son instalaciones del IPADE (Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas) una escuela de negocios privada de estudios superiores.

   Esta Ex Hacienda será locación de diversas películas durante esta década. Iniciemos por el curioso caso de un actor sin rostro, ya que utilizaba máscara: Santo El enmascarado de plata, de quien años después de realizadas su infinidad de películas, conoceríamos su identidad por la televisión al desenmascararse momentáneamente en el programa de tv conducido por Zabludovsky de Contrapunto en un enero de 1984 y que breve tiempo más adelante conoceríamos su nombre: Rodolfo Guzmán Huerta. “El Santo” luchador profesional, actor y héroe ficticio en más de 50 películas del llamado género del cine de luchadores y del cine fantástico mexicano.  Llegó a ser un icono en la cultura popular mexicana del siglo XX, como un héroe ficticio y un héroe del cuadrilátero como bien diría Monsiváis.

  La película que se rodó en la Ex Hacienda de Clavería es la de El Barón Brákola, también conocida como Santo vs El Barón Brákola del año de 1965, filmada en blanco y negro. Dirigida por José Díaz Morales, con el “Santo”, Antonio de Hud, Meche Carreño y Andrea Palma. Película llama la atención por el tema del vampirismo, trasladando esta concepción europea a un ámbito en la Nueva España y extendiéndose la trama al México contemporáneo de los 60´s.  Se sitúa la historia en la época colonial con un antepasado del personaje y hasta el presente en su pugna con un mismísimo vampiro de ultratumba llamado Brákola (que no Drácula). Las locaciones se llevaron a cabo en diversos sitios, siendo el principal en la trama la Ex Hacienda de Clavería. Se observa a lo largo del film sus diversos espacios: su fachada del casco con sus almenas semejando un castillo, su portón de entrada y balcón, su blasón o escudo de armas de los Bustamante franqueado por almenas, además del interior de sus dos patios y fuente, sus instalaciones internas de primer y segundo piso con sus columnas arquitectónicas para ambientar un castillo. Esta es una película emocionante, aunque poco conocida del “Santo” de corte fantástico, terror, y lucha libre.  La primera persona que me comento que habían filmado en aquellos años en este lugar fue mi padre Juan Carbajal Téllez, ya que al dirigirse a su trabajo, pasaba por esta Ex Hacienda de Clavería de manera cotidiana y quien en una ocasión vio camiones y camionetas que llegaban con cámaras y personas a grabar y que me dijo cuando niño al llevarme a comprar el uniforme de primaria al pasar por este sitio: “Mira aquí en este lugar que fue una hacienda filmaban películas, aquí filmaron una del Santo, el enmascarado de plata” y ello me quedo siempre en la memoria. Vecinos del entorno también me han contado con emoción que, por la década mencionada, vieron la llegada de vehículos con cámaras de cine entrando al interior de esta Ex Hacienda para filmar películas, y que mencionaremos más adelante.

  Ahora iremos a otro espacio en Azcapotzalco en ese mismo año de 1965 con la película El señor Doctor de 1965, bajo la dirección de Manuel M. Delgado, basada en un guión del mismo, con Mario Moreno “Cantinflas”, Martha Romero, Miguel Ángel Álvarez, Prudencia Grifell y Wolf Ruvinskis. En esta historia “Cantinflas” encarna a un doctor pueblerino que marcha a la capital para actualizarse en su carrera, llevándolo a varias peripecias cómicas y dramáticas. Las locaciones son en el Estado de Querétaro, en los Estudios Churubusco, la Clínica 25 del IMSS y en el Hospital Dr. Gaudencio Gonzáles o Centro Médico Nacional La Raza, mejor conocido como El Hospital la Raza, perteneciente al IMSS. Ubicado en la Colonia del mismo nombre, a un costado del Pueblo San Francisco Xocotitla de la Delegación Azcapotzalco en un claro signo de la modernidad naciente en los servicios de salud. Se inauguró a mediados de los años 50´s de manera formal en esta parte del norte de la Ciudad. Observamos varias escenas rodadas en la explanada del Hospital, su estructura y las aledañas a éste, la estatua erigida al galeno Hipócrates, así como el monumento del águila emblema de esta Institución médica y algunas breves escenas al interior del hospital. Filmada en Technicolor interesante de ver además de la realización y actuaciones, de la locación en el Hospital La Raza con la que nos identificamos los azcapotzalcas y en cuyas instalaciones existen dos importantes murales realizados: el de Diego Rivera titulado “El pueblo en demanda de salud” concluido en 1954 y “Por una seguridad completa y para todos los mexicanos” de David Alfaro Siqueiros realizado en 1955, los cuales se ubican en los principales vestíbulos de este hospital. (Delegación Azcapotzalco, 2000).   


   Regresemos de nueva cuenta en el tiempo y el espacio a la Ex Hacienda de San Antonio Clavería con el film de El Imperio de Drácula, que por mercadotecnia en otros países de habla hispana se le titularía: Las mujeres de Drácula y también como Sinfonía del más allá (Riera,1998). Bajo la dirección de Federico Curiel en 1966, con Erick del Castillo, Lucha Villa, César del Campo, Fernando Osés y Ethel Carrillo. En esta realización de esta película de terror, la principal locación es en esta hacienda con una atmósfera que recrea el interior de un castillo (que observamos en una burda maqueta). Interpreta Del Castillo al vampiro con los elementos propios europeos, en una lucha de las fuerzas del bien (interpretado por Cesar del Campo) contra el mal. Por la atmósfera tenebrosa bien recreada en esta Ex Hacienda como locación de los aposentos del castillo donde habita el vampiro. No muy conocida esta película si la comparamos con otras del mismo corte de terror, es digna de ver por el lugar elegido en el corazón de lo que es la centenaria Colonia Clavería, cercana al Barrio de Santa Cruz Atenco, entre Azcapotzalco y Tacuba.  No dejaría de mencionar que esta película fue filmada una versión a colores y otra en blanco y negro. Desafortunadamente la versión colores se dice se perdió, no sabiéndose del todo bien si al intentar restaurarla o en algún incendio accidental acontecido. 

    En esta misma Ex Hacienda, se filmará un año después el film Autopsia de un fantasma, dirigida por Ismael Rodríguez en 1967, cuyo director la denominara como una película “al margen de la crítica” por ser la crítica siempre mordaz, realizando esta película en una combinación de géneros de manera extravagante en aras de originalidad. Dirigida por Ismael Rodríguez en 1967, con una gran parte del rodaje en la representativa colonia Clavería. Con un gran elenco nacional e internacional: John Carradine, Basil Rathbone, Amedee Chabot, Javier López “Chabelo”, “Manolín”, Famie Kaufman “Vitola”, “Pompin” Iglesias, Delia Magaña entre otros.  Esta cinta esta filmada como nos lo anota un estudioso, crítico y autoridad del cine en los Estudios Churubusco y en la ex Hacienda de Clavería (García, 1993) y agregaríamos también que se grabaron escenas en los alrededores de las calles de esta colonia que se sitúan cercanas a la Ex Hacienda, como es la Avenida Claveria, la calle de Egipto, se observa asimismo la calle de Floresta y alguna más aledaña, que observamos claramente en algunas escenas. Filmada a colores, apreciamos la fachada de la Ex Hacienda de San Antonio con más detalles, como su color ocre original, su frente coronado de almenas, así como se observan más detalles como el que se encuentra situada en la esquina del frente del casco parte de la Casona de los Manterola ya desaparecida y que ahora ocupa su lugar un enorme estacionamiento privado.  Ismael Rodríguez, su realizador en un afán de originalidad combinando géneros, realiza esta cinta como marco en esta antigua hacienda, en una extravagante combinación de géneros como son el terror, ficción y comedia, lo que nos da como resultado una “comedia de horror”.  En el año de su estreno se presentó en varias salas de cine del D.F., de entonces, incluyendo los cines Cuitláhuac (ubicado en esta colonia Clavería) y en el cercano cine Mitla.  Años después se presentaría esta película en un Festival de cine de terror en abril de 2014: el Mórbido Fest en Monterrey como una comedia de horror, c. ficción y fantasía, recibiendo una buena aceptación del público y de la crítica.   

   

El cronista José Carbajal con el still en los Estudios Churubusco.

 

 

 La renovada década de los 90´s en el cine y Azcapotzalco.

    La vida de la actriz Miroslava Stern es llevada a la pantalla en la película Miroslava dirigida por Alejandro Pelayo (actual director de la Cineteca Nacional) en el año de 1993. Actúan Arielle Dombasle, Claudio Brook, Verónica Langer y Milos Trnka. Film ganador de siete Arieles, entre otras preseas. Sólo es una escena en que se sitúa la familia Stern saliendo de una estación en Checoslovaquia, para emigrar de ahí por mar hacia un país de América: México. Como locación para esta estación de tren, es rodada en la Estación de Carga de los FerrocarrilesPantaco en la colonia Estación Pantaco Azcapotzalco. Aunque ya no funciona para los Ferrocarriles, parte de sus instalaciones aún existen y algunas vías. Actualmente es un espacio cerrado, que se utiliza como bodegas y de transportes de carga.  

   La siguiente película, solo contendrá una escena muy breve en una calle de Azcapotzalco que de manera imprecisa se sitúa en el D.F., en que se llevan a cabo varias locaciones por toda la Ciudad y sus transportes, con las peripecias de la trama del film de comedia Un día sin auto, como su título lo indica aborda el “hoy no circula”. De trama sencilla que no refleja una película de calidad, como pretexto a sucesos por esta disposición a los transportes particulares, dentro del género de comedia. Dirigida por Rafael Montero en 1993. Con Carmen Salinas, Raúl Padilla “Choforo”, Luis Coutier y Carlos Ignacio.

   Para el año de 1995, se volverá a filmar una película por completo en esta Delegación (ya que así lo indicaba una propaganda en la Videoteca Álvarez Bravo, que se encuentra a un costado de la Explanada de la Delegación o Alcaldía de esta demarcación territorial: película filmada completamente en Azcapotzalco) nos referimos al filme Víctimas callejeras, que por mercadotecnia se le cambiaría por el subtítulo de Chavos banda como título principal para su comercialización y proyección. Dirigida por Francisco “Paco” del Toro para Armagedon Producciones, film de iniciativa independiente. Trata el tema de la desintegración y violencia familiar lo que da por resultado niños de la calle o chavos banda, abordando el tema de manera interesante siendo una película de corte cristiano. Las locaciones elegidas para esta realización nos llaman la atención por diversos lugares por todo el Azcapotzalco actual, que si bien no aparecen los lugares representativos del terruño chintololo, podemos observar y reconocer varios lugares de la tierra del hormiguero como son sitios cotidianos y calles de la demarcación: El Deportivo Reynosa, el ex- módulo de los ruta 100 o cementerio de autobuses (actual Módulo 23 de la RTP) El nevadito, el pasaje Reforma, la calle de Aztecas, el crucero de camarones y 22 de febrero, la Plaza Rocha entre otros sitios.

   La siguiente película a mencionar es El anzuelo realizada en 1995. Dirigida por Ernesto Rimoch, con las actuaciones de Damián Alcázar, Bruno Bichir, Ana Ofelia Munguía, Mariana Lecuona y Jorge Galván, en una trama de drama y romance. La historia gira en torno a una clásica boda familiar de “clase media” en México en las situaciones que se presentan en este tipo de eventos celebrados con el agregado de un robo lo que suscita la trama.  Película que ganó un Ariel a la mejor ópera prima (primera película realizada por el director) y el premio Ariel a la mejor coactuación masculina (Damián Alcázar) en el año de 1996 y asimismo estuvo nominado Bruno Bichir a Mejor Actor de película. Entre sus diversas locaciones, en Azcapotzalco es en la colonia Nueva Santa María donde se filmó una escena entre las calles de Guanábana y Plan de San Luis (altura de Begonias y Clavelinas) con el actor Alcázar en bicicleta rodeando el Parque Revolución.  

 

En otras etapas de nuestro cine y Azcapotzalco.

 

   Haciendo un interesante paréntesis en este recorrido, mencionaré un cortometraje filmado en un representativo lugar del hormiguero con cámara profesional de cine en 35 mm, en su céntrico corazón en que se llevó a cabo: nuestra apreciada Casa de Cultura de Azcapotzalco como locación de dicho corto profesional con duración de 10 minutos. Este espacio para la cultura se inauguró en el año de 1992 por las autoridades Delegacionales de entonces.   

   El cortometraje que se realizó completamente en las instalaciones de nuestra Casa de Cultura es Malos Hábitos escrito y dirigido por Tony Wakefield realizado en el 2001. Con las actuaciones de Alpha Acosta y Alberto Estrella, producido por Andrómeda Films con el apoyo del IMCINE. Siendo su segundo cortometraje, ya que Exilios es el primero de 1999 por el que obtiene el premio al mejor cortometraje en el festival Internacional de la Ciudad de México. Malos Hábitos gano la 3era Jornada de Cortometraje Mexicano en 2002.

   De este segundo cortometraje del realizador Wakefield, aparece una reseña en la Revista Cineteca Nacional Programa Mensual:

    “Entre la penumbra de una celda, alumbrados por la tenue luz de una vela, una pareja de jóvenes se entrega a la pasión de un amor clandestino. La estela de humo de un cigarrillo da paso a la reflexión sobre la contradicción de sus deseos ante la obligación de su juramento. Su relación les causa conflictos entre el ser y el deber ante sus creencias y la posición de los demás, donde lo único que esperan es un poco de comprensión” (López, 2002. p. 16).


   Este corto aborda una temática tabú, como lo es el amorío entre un sacerdote y una monja y que nos deja una reflexión a la imaginación, llevando este tema a diferentes interpretaciones. Observamos en las imágenes el interior de su segundo piso desde un ventanal que da hacia el medio del jardín y de la torre del campanario de la entonces Parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, así como la vista de los ventanales de una de las Salas de exposición y del vestíbulo del segundo piso situado a un costado del mural realizado por García Bustos apreciamos desde este sitio en la imagen, su patio adornado con plantas de diversos tipos, su fuente al centro del jardín recreando un colegio religioso.

  Este premiado cortometraje de Malos hábitos se proyectó en la Cineteca Nacional, ubicada en la colonia Xoco, el viernes 19 de julio al jueves 1 de agosto de 2002 junto con la cinta Corazones rotos en la Sala Salvador Toscano.

 

    Las películas que hemos abordado hasta aquí, se han filmado en 35 mm y parte en 8mm (El automóvil gris) tanto en blanco y negro como a color. Con el arribo del nuevo milenio a partir del 2001, llega un nuevo formato de cine digital con el cual se empezará a filmar: el llamado HD (High Definition) o Alta Definición. La primera película en nuestro país que se filmó con este nuevo formato es Erase una vez en México en el 2001.

   Vayamos ahora a la filmación en HD de una película mexicana de comedia inserta dentro del llamado “nuevo cine mexicano” con la que estudiosos concuerdan que se empezaría a gestar este denominado cine a fines de los 90´s y principios del 2000 siendo la etapa de nuestro cine mexicano actual.  La siguiente película que mencionaremos es la de Efectos Secundarios filmada en HD, dirigida por Issa López en 2006. Con las actuaciones de Marina de Tavira, Alejandra Grollás, Arturo Barba, Pedro Izquierdo y Julieta Egurrola. Ubicada dentro del nuevo cine, a pesar de que no es de las representativas, es digerible de ver siendo su trama género de comedia, de humor fresco con un tanto de ironía.

   En una nota de la Agencia del periódico Reforma, aparece:

 “… el filme Efectos Secundarios, ópera prima de Issa López, concluyó ayer su tercera semana de rodaje en locaciones de Azcapotzalco” (Huerta, 2005).    

   Son diversos lugares donde se filma en la ciudad este film. Las locaciones en Azcapotzalco donde se llevaron a cabo, las podemos apreciar en algunas escenas como son: en el Camino a Santa Lucía, en la colonia del mismo nombre; en la calle Primavera y en un tramo de Av. Ferrocarriles Nacionales a un costado de la Harinera que se encuentra entre los límites de Azcapotzalco y Tacuba de la colonia Ángel Zimbrón. Además, me parece oportuno de mencionar que en la escena previa de la calle Primavera a un costado de la harinera, la protagonista, menciona el lugar entre una estación del metro y otra: entre Azcapotzalco (Refinería) y Tacuba. En su edición en DVD viene incluido el detrás de cámaras, donde se incluye una de las escenas en Azcapotzalco de cómo se filmó con una grúa previo a la escena donde el personaje de Marina arroja a la basura recuerdos y aparecen mariposas de la nada en este efecto especial en la calle Primavera esquina con Av. Ferrocarriles Nacionales.

   La cinta Nosotros los Nobles, realizada en 2013 por Gary Alazraki con las actuaciones de Gonzalo Vega, Luis Gerardo Méndez, Karla Souza y Juan Pablo Gil. Esta película esta inspirada en la que realizó Luis Buñuel: “El Gran Calavera”, siendo una película de comedia y drama protagonizada por una familia adinerada de apellido Noble. Las locaciones llevadas a cabo en su rodaje fueron en Tasqueña, la Central de Abastos, Sta. Ma. La Ribera, Mixcoac, San Ángel, etc. (Rodando cine, 2013). En Azcapotzalco sus locaciones son en la colonia San Álvaro en la calle de Londres, en una antigua casona porfiriana que se ubica en esta misma calle y en una parte de la Av. Camarones. En la web si ingresamos en NOSOTROS LOS NOBLES - Detrás de cámaras “personajes” y en Nosotros los Nobles – Making of, podemos accesar a imágenes, fotografías de cómo era esta casona de época porfiriana, (como las diversas que existen en la colonia San Álvaro y Clavería) de la calle de Londres en esta Colonia San Álvaro, antes y después, ya que ésta para su filmación fue incluso restaurada.   

  Continuemos con En el último trago de 2014, con la dirección de Jack Zagha Kabab. Esta película tiene un toque con el estilo de José Alfredo Jiménez por la referencia a este famoso cantautor en una historia con 3 octogenarios. Estelarizan José Carlos Ruiz, Luis Bayardo, Pedro Weber “Chatanuga” y Pilar Pellicer. Es una película que muestra un camino interior de una búsqueda de sí mismos con el tinte de comedia. Las locaciones son en la Ciudad de México, San Miguel de Allende, Guanajuato, Dolores Hidalgo, entre otros sitios. Podemos ubicar una breve escena con los tres principales protagonistas en el Panteón Santa Lucía, situado en el Camino de Nextengo en el Barrio de Santa Lucia Tomatlán en Azcapotzalco.

   La siguiente película en este recorrido, está basada en la novela de José Agustín titulada Ciudades desiertas, es la cinta Me estas matando Susana dirigida por Roberto Sneider en 2016 en una coproducción México-Canadá. Siendo sus locaciones en general de manera cronológica primero en Ciudad de México y posteriormente en Canadá (Winnipeg). En las actuaciones estelarizan Verónica Echegui, Gael García Bernal, Ashley Hinshaw y Daniel Giménez Cacho. Para los que somos azcapotzalcas reconocemos en el film el lugar de la locación elegida para rodar escenas en un inconfundible lugar de estudios superiores: la Universidad Autónoma Metropolitana “Azcapotzalco” (UAM-Azcapotzalco). Se llevan a cabo dos escenas: al exterior de ésta que podemos observar, primeramente, en la Av. San Pablo Xalpa en la colonia Tepaltongo y al interior de la Universidad en sus amplios pasillos y aulas (en el aula E-211) en donde aparece en escena el actor Gael García.          

  Y concluimos nuestro recorrido con una sorpresa de México para el mundo y que tuvo diversas locaciones por la CDMX incluyendo nuestro Azcapotzalco. La película realizada por Alfonso Cuarón en 2019 ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia y que obtuvo varios Oscares de la Academia, nos referimos orgullosamente a ROMA, filmada en 2018 en formato de blanco y negro en espectaculares 70 mm, lo que le dio un matiz diferente a lo que había realizado Cuarón anteriormente. El elenco de la película estuvo conformado por Marina de Tavira, Yalitza Aparicio, Nancy García, Marco Graf y Diego Cortina.   

   Como sabemos la principal locación es el lugar en donde el director Alfonso Cuarón vivió su infancia en la colonia Roma, la Condesa, Santa Ma. La Ribera, colonia Tlaxpana, además de otros lugares de rodaje. Al norte de la Ciudad en Azcapotzalco tenemos como locación elegida el Centro Médico Nacional La Raza u Hospital La Raza que observamos en un par de escenas y podemos ubicar asimismo otra locación en un tramo en Vallejo: entre Azcapotzalco y la Gustavo A. Madero como un set para recrear lugares de existían en la década de los setentas en la trama y que así lo podemos constatar en un artículo de la prestigiosa revista Cine Premiere:

  “Entre las locaciones reales que fueron modificadas se encuentran la Calzada-México Tacuba… una bodega olvidada del Centro Médico [La Raza] en donde se recreó un piso del Hospital…”.  Y agrega la nota:

  “Por otro lado, el cruce de las Avenidas Insurgentes y Baja California, sí fue construido en su totalidad en Vallejo: con su Banca Serfín, su cine Las Américas, sus taxis de época. Este set, “el más grande” en el que ha trabajo Cuarón, según sus propias palabras medía 200 metros y abarcaba dos cuadras enteras” (Oliva, 2018. p. 42-43).   

   En la edición de los Premios Oscar, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood en 2019 la nominó a 10 Oscar (la más alta nominación históricamente de todos los tiempos a una película mexicana en el extranjero) ganando Roma 3 que corresponden a: mejor director, mejor película extranjera y mejor fotografía. Para finalizar diremos también que arraso con los premios Ariel otorgados por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas a lo mejor de nuestro cine mexicano. Nominada a 15 Arieles recibiendo 10 Premios Ariel siendo la ganadora de la noche, llevándose a cabo como sede de esta edición 61 en la Cineteca Nacional. Considerándose esta película de largometraje como la más nominada y premiada en toda la historia de nuestro cine mexicano.   

   En este paseo por el cine filmado en los terruños chintololos, empezamos nuestro viaje por el tiempo y espacio con una película en b y n (El Automóvil gris) y concluimos con otro film en este formato de blanco y negro, pero ahora en 70 mm, como una feliz casualidad como hemos visto en estas crónicas cinematográficas por el norte de la Ciudad, en la tierra del lugar de las hormigas, que se dice por donde pasaron infatigablemente y seguirán pasando.

 

Y… no están todas las que son.

 

   Para cerrar estas crónicas cinematográficas por Azcapotzalco y sus locaciones, no anotaré the end (el fin) como aparecía esta leyenda al final de las películas de antaño y lo comento a continuación: no están todas las películas que son en este recorrido e investigación por el cine filmado en este terruño ya que de una manera u otra me llegan datos que es preciso investigar o bien desechar, sin extenderme solo mencionaré que la lista podría abarcar 50 películas aproximadamente (por ejemplo: Perjura, La ilusión viaja en tranvía, Santo contra las mujeres vampiro, Doña macabra, La sonrisa de la Virgen, Allá en el Rancho Chico, Aerosol, Los crímenes de Mar del Norte por mencionar algunas entre otras más) y que por falta de datos nos falta precisar. Hemos abarcado unas 30 películas, incluyendo un cortometraje en 35mm. Azcapotzalco ha sido y será locación de películas o realizaciones sin duda alguna, ya que en esta tierra del hormiguero inició la época de oro del cine mexicano en sus lugares campiranos al norte de la ciudad como locación en aquel Azcapotzalco que quedo en el tiempo y que ahora observamos sólo en imágenes de película.

  Mencionaremos que el 14 de febrero de 2017 en la reinauguración de la Videoteca “Manuel Álvarez Bravo” (se inauguró el año de 1999) en la Gestión del delegado Pablo Moctezuma, se montó la exposición en sus instalaciones de carteles y stills, así como cédulas que indicaban los datos de la película y sus lugares de locación en Azcapotzalco, abarcando de 1919 a 2014, siendo expuestos 20 filmes realizados. La investigación cinematográfica estuvo a cargo del cronista José Carbajal y en la curaduría la Lic. Gabriela López.


    
Exposición del cine filmado en Azcapotzalco el 14 de febrero de 2017 en la reinauguración de la Videoteca M.A.B., de la Delegación Azcapotzalco.  Investigación cinematográfica del cronista José Carbajal y en la curaduría la Lic. Gabriela López, museógrafa.

 

  También es de anotar que, en septiembre de 2018, se llevó a cabo un Ciclo de películas filmadas en Azcapotzalco, con la colaboración del cronista y cinéfilo José Carbajal, en la Videoteca “Manuel Álvarez Bravo” con la proyección de una semana de películas que se rodaron en Azcapotzalco, siendo anunciada en el periódico local de la Delegación, en la página web de la misma y asimismo en diversas redes sociales, con lo cual esperemos se realicen más ciclos de cine filmado en tierra chintolola.       

 


Y, por último, cámara, acción, ¡¡se graba!!...

 

   En la llamada Casona de Los Manrique en la esquina de Lerdo de Tejada y dos de abril, además de otra ubicada en Belisario Domínguez en Villa Azcapotzalco, son lugares que han servido como locaciones para llevar a cabo filmaciones, como la película Las muertas, el documental Cien años sin patria y la bioserie de José-José, entre otras grabaciones.

  De última hora podemos comentar ya que no podemos omitirlo, que en septiembre y octubre de 2017, se realizaba una filmación o grabación en el interior de la Parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago (actual Catedral) ubicada en Azcapotzalco Centro, se rumoraba cuando llegaron cámaras, equipo, actores, extras, etc., -que varios azcapotzalcas en la periferia nos enteramos- se filmaba una película llamada La Bandida (que se pensaba sería como la realizada en 1962 protagonizada por María Félix y ambientada en la Revolución Mexicana) y que el tiempo nos haría ver que no era una película, sino una serie para la televisión con ese título de “La Bandida”. Serie inspirada en la vida de Graciela Olmos mujer legendaria llamada con ese mote como personaje histórico. En el elenco de la serie figuran Sandra Echeverría, Ianis Guerrero, Iván Aranda, Marcelo Córdoba, Julieta Grajales, entre otros actores. Filmándose en este representativo espacio en su claustro, pasillos e interiores del antiguo convento y en su atrio como locación en varios capítulos completos en que se recrea la etapa histórica de la Revolución Mexicana y cuyo estreno en nuestro país fue el 1 de junio de este año de 2020 en conocido canal de televisión abierta, siendo entre otras diversas locaciones (Puebla, Edo. de México, etc.) nuestro Azcapotzalco sitio elegido para la recreación de esta etapa de la Revolución Mexicana en el corazón de su centro mismo.

 

  Agradezco a las personas que de una forma u otra me comentaron de alguna película con alguna escena en Azcapotzalco como son: Aurelio de los Reyes, Martín Borboa, sr. Daniel Rojas, Antonio Urdapilleta (en su momento) Francisco Martínez, Marcos Cazares, Tarsicio, Marcelino Peña y a más ciudadanos chintololos a quienes extiendo mi agradecimiento.

 

 

Bibliografía y fuentes electrónicas consultadas.

 

Aguilera, C. (2010). Historia del cine mexicano. México: Mina, Cine confidencial.

Delegación Azcapotzalco. (2000). Delegación Azcapotzalco. Monografía 1999-2000. México: Gobierno del Distrito Federal en Azcapotzalco.

Delegación Azcapotzalco. (septiembre de 2018). Ven a la exposición: El cine en Azcapotzalco. Hormiguero informativo, año 2 núm. 13, p. 5.  

Filmaffinity México. (2020). Recuperado de https://www.m.filmaffinity.com.mx

García, R.E. (1993). Historia documental del cine mexicano, volumen 9. Guadalajara, Jalisco: Universidad de Guadalajara.

García, R.E. (1998). Breve Historia del cine mexicano. Primer siglo 1897-1997. México: Mapa/IMCINE/CONACULTA.

Huerta, C. (2005). Abordan “efectos” pasados los 30. Recuperado de  https://www.materiales.am.com.mx/hemeroteca/2005/200511/08NOV2005/QRGEBO71105_06.indd.pdf

López, Z. J. (2002). Malos Hábitos. Cineteca Nacional Programa Mensual. 223. (XIX) 16.    

Oliva, J. (2018). Roma: memoria épica. Cine Premiere, 290. 40-43.   

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Torres, M. J. (2014). La Hacienda de San Antonio Clavería en las postrimerías del siglo XVIII. Recuperado de  https://www.zaloamati.azc.uam.mx 

Urdapilleta, P. A. (s/f). Hacienda de Clavería. México: Consejo de Cronistas de Atzcapotzalco.