jueves, 9 de enero de 2020





EL BARRIO DE LOS REYES TEZCACOAC

 Y LA TRADICIÓN DEL 6 DE ENERO, 

DÍA DE REYES EN AZCAPOTZALCO.



Por: José Carbajal Cortés. Cronista de Azcapotzalco.

El Barrio de los Reyes Tetzcacoac o Tezcacoac, se ubica en la periferia céntrica de Azcapotzalco, esto es prácticamente en el corazón del Azcapotzalco antiguo y moderno. Este barrio originario prehispánico formaba parte junto con el calpulli de los pochtecas (San Simón) del calpulli de Atenco (San Sebastián) y del Calpulli de Ixputzalco o Azcapotzalco (Villa o pueblo de Azcapotzalco) de los lugares que concentraba los poderes en tiempos antiguos y que ahora vemos -y que por tanto no es coincidencia en que se ubica la Alcaldía e Iglesia principal de Azcapotzalco y el gran mercado- situándose pues cercano este barrio la nobleza, el gobierno y de la actividad económica  y hasta de la comunicación ya que aquí se ha situado el correo postal, donde ha transitado la correspondencia y por supuesto hasta la carta a los reyes magos, desde el céntrico corazón de Azcapotzalco.  

   Este calpulli, pasando el tiempo, tomará el nombre de Barrio de los Reyes en el siglo XVI, por lo que su nombre español es: Los Santos Reyes (haciendo referencia a los tres reyes magos o sabios) y el nombre mexicano o topónimo de Tezcacoac o Tetzcacoac (significa lugar de la serpiente de espejo) de tézcatl: espejo y cóatl: serpiente, según investigación del arqueólogo A. Urdapilleta Pérez.
                                                  


  Tanto la serpiente (cóatl) como el espejo (tézcatl) y el viento, (ehécatl) tiene una relación cosmogónica en el antiguo pensamiento filosófico, ya que su traza es cósmica como lugar ancestral en su ubicación, por lo que se concentraría en este sitio la nobleza, ya que la serpiente era considerada como sinónimo de conocimiento y que se sabe que, cercano a estos lugares se veneraba la viento o ehécatl y que, por estas razones, durante la evangelización, el lugar tomará el nombre de los Reyes, nombre establecido por los dominicos (es de mencionar el reciente importante hallazgo arqueológico a un costado de este barrio, por la calle de Jerusalén, y que formaría parte de este lugar: del calpulli de Azcapotzalco y del Tetzcacoac, aunque no se ha precisado aún de forma cabal si es tepaneca el hallazgo o mexica, ya que este descubierto ha quedado pues cubierto y aun indagado). 

  Así, este anterior calpulli, después llamado barrio fue establecido y evangelizado -como otras poblaciones o pueblos y barrios- por los frailes dominicos que empezaron la construcción de la capilla que se cuenta que fue con las piedras y lajas de la gran pirámide del Teocalli que se ubicaría en la Parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, como también se ha dicho que, tanto otras capillas e iglesias en Azcapotzalco fueron construidas con esta piedra del Teocalli principal de los tepanecas y que, ya construida, dedicaron la Capilla a los Santos Reyes.  La construcción de esta data de fines del siglo XVI y principios del XVII y que se encuentra conformada pues con parte de las piedras del gran teocalli que se situaba en el Parroquia principal de Azcapotzalco (hoy Catedral de Azcapotzalco).  Esta capilla es austera, de estilo plateresco, con una fachada con decoración con un arco de medio punto y que remata con una espaldaña que alberga al campanario, coronada en lo alto con una cruz de cantera y que se le realizaron trabajos de restauración de los años de 1974 y 1978.  
   La Capilla de los Reyes se ubica en la calle del mismo nombre en el Barrio de los Reyes, por lo que vemos que curiosamente -aunque no es coincidencia, sino su conformación- este nombre se repite así tres veces como los tres reyes: La Capilla, la calle de su ubicación y el barrio llevan la misma denominación o nombre. Todo empezó en un Portal de Belem con la llegada del niño Jesús con María y José y del arribo en el pesebre de los tres Reyes Magos y sabios: MelchorGaspar y Baltasar, que, desde lejanos lugares, llegaron y le honraron con presentes o regalos en el año I de nuestra era al salvador del mundo y de ahí la tradición traída por los frailes dominicos en el siglo XVI.
  Así nos ubicamos en este mítico barrio ancestral y representativo hoy en nuestros días y que ha pasado por las etapas prehispánica, colonial, de Independencia, moderna, llegando hasta nuestra época contemporánea. Y es en este Azcapotzalco contemporáneo que, a una cuadra de la Capilla de los Reyes, entre la Av. Castilla Oriente y la calle de Capilla de los Reyes, se instala una feria como de antaño, que se ha situado como nos han dicho los vecinos del rumbo, año con año desde mediados del siglo XX, en los años cincuenta, con los modernos juegos mecánicos, aunque había juegos que jugaban los niños del barrio de antaño que serían juegos tradicionales que se han perdido en estas ferias y vendimias como lo eran: la lotería, futbolitos, competencias de trompos, etc.
  En esta fiesta de los Reyes, se realiza asimismo una gran pirotecnia, no obstante el espacio reducido actualmente por la modernidad y urbanidad, de los cohetes, del castillo son el deleite visual con sus luces multicolores y que son de llamar la atención ya que los de pirotecnia se las arreglan para que en espacios pequeños como este, hagan lucir el espectáculo del castillo con sus luces multicolores por las familias donantes del barrio y que es parte de la algarabía de todo el público presente en esta celebración patronal de los Reyes Magos y que disfrutan las familias que asisten, desde los niños, hasta los adultos en este barrio.     

       


  Podemos observar al estar en esta Fiesta patronal de Reyes que empieza desde el día 5, con una misa de vísperas y el día 6 de enero las tradicionales mañanitas a los Santos Patronos y que, asimismo se les acompaña con una banda musical. Ese día se ofrece la misa solemne, presidida por el obispo de la Vicaria y en el transcurso de la fiesta patronal actividades como: Ballet folklórico, cantantes amenizadores, venta de antojitos, etc. Por la tarde se lleva a cabo la procesión de los Santos Reyes por las calles de la comunidad, acompañados por los representantes de los pueblos y barrios naturales de Azcapotzalco portando con orgullo sus estandartes y de la comunidad presente. Para concluir con la Santa Misa a la llegada de los estandartes de los pueblos Azcapotzalcas y finalizar con la esperada quema del castillo al frente de la capilla, entre la Av. Azcapotzalco y la calle de los Reyes.   
   Cercano a este barrio, ya que empieza desde el pueblo de Villa Azcapotzalco, año con año a lo largo de la Avenida, se realiza la vendimia tradicional de los juguetes para el día de reyes, que es, la ilusión de los niños de la llegada de los juguetes a sus casas, algo más arraigado en nuestras tradiciones que el de Santa Claus, ello en los hogares de nuestro país, instalándose una diversidad de puestos de juguetes que se ponen tradicionalmente como cada año desde la década de los ochentas, siendo así desde la demarcación territorial como Delegación Azcapotzalco que la conformaba. Esta tradicional instalación del comercio de puestos de juguetes empieza desde la Avenida Azcapotzalco, esquina con Manuel Acuña y 16 de septiembre y hasta la calle de Castilla Oriente abarcando varias cuadras a lo largo de la Avenida Azcapotzalco y por tanto extendiéndose los puestos precisamente hasta la altura del Barrio de los Reyes Tezcacoac. Al transitar observamos como los padres buscan los juguetes del día de Reyes, iniciándose las compras de los Reyes Magos con juguetes sencillos de plástico, juguetes tradicionales de madera, muñecas, pelotas, hasta juguetes electrónicos muy sofisticados y que serán la ilusión de los niños pequeños a quienes les traerán los Reyes, viendo como los niños acompañan pues a sus padres a ver los juguetes, ello si se han portado bien y han sacado buenas calificaciones les dicen los padres, transcendiendo esta actividad por varias generaciones en este caso en plena calle, en plena Avenida Azcapotzalco y que están desde el día 5, hasta la madrugada del día 6 de enero abarrotado de gente, de un verdadero hormiguero de personas en busca del juguete preciado.   


     Las grandes panaderías del lugar y los puestos que se instalan, ofrecen como en muchos lugares de nuestro México, la tradicional Rosca de Reyes, el pan deleite de estas fechas del gusto de los pequeños y de los adultos, en el Azcapotzalco centro, en que las personas compran desde la Rosca mediana, hasta una familiar o adquieren la más grande, siendo con sus tradicionales ingredientes y sabor, un deleite culinario para todas las familias de México y de Azcapotzalco, y que con expectativa, todos quieren saber cuando se empieza a repartir, a quien le tocaran los niños o muñequitos de la Rosca y que invitaran a la “tamalada” y el atole en el día de la Candelaria, tradición del 2 de febrero.
   De niños, cuando llegamos a Azcapotzalco, en un tiempo en que en el día y en la noche, por estas fechas en que se mantenía el cielo despejado sin tanta contaminación, veíamos desde aquí en Azcapotzalco -aunque se veía mejor desde las afueras de Azcapotzalco- tres estrellas en el firmamento y decíamos que eran los tres reyes magos: Melchor, Gaspar y Baltasar (que son el cinturón de Orión) y que se movían a nuestro parecer en nuestros ojos de niños por momentos y que para nosotros eran pues los tres reyes magos que andaban por el firmamento. También es de mencionar que en las matines del cine Cuitláhuac, así como en ocasiones de funciones especiales en el Cinema Claveria, se proyectaba la película mexicana de dibujos animados llamada Los tres reyes magos y que era toda una emoción ver, seguramente una cantidad de niños con sus familias disfrutaron de esta cinta en los cines mencionados en el Azcapotzalco de entonces de los 80´s.
   Este reducido pero grandioso Barrio, tiene así un lugar en el Azcapotzalco actual del día de Reyes y su tradición, ya que es a las puertas de este Barrio y de su capilla, hasta donde se extiende y concluyen la tradicional vendimia de puestos de venta de juguetes a lo largo de la Avenida Azcapotzalco (aunque es de mencionar que también el mercado de Azcapotzalco ofrece la venta de juguetes) y que se sitúa a un costado del edificio delegacional y actual Alcaldía. Envió un saludo a la cronista de Barrio de los Reyes Tezcacoac: Martina Rodríguez García de quien he aprendido sobre este Barrio de antaño y ogaño de nuestro Azcapotzalco y a quien dedico este escrito y que extiendo esta dedicatoria a todos los niños y no tan niños de Azcapotzalco. 

CAPSULA DEL TIEMPO: MEMORIA DE AZCAPOTZALCO

Por: Martín Borboa

Este año 2019 tuvo para Azcapotzalco infinidad de noticias, algunas muy buenas, otras muy tristes, unas oficiales o privadas, otras artísticas, religiosas, urbanas y más de diversa índole.
Si miráramos hacia el pasado, es muy probable, que cada año hubiéramos podido reunir gran cantidad de novedades, de esas que luego se convierten en efemérides. Voy a mencionar solo 5 ejemplos de este 2019:
1)      El fallecimiento del artista, José José.
2)      Nuestra Parroquia fue elevada a la categoría de Catedral.
3)      Durante las excavaciones para el mejoramiento del centro de Azcapotzalco, hubo hallazgos que aparentemente son de restos arqueológicos y se publicaron en algunos medios de comunicación.
4)      Se cumplieron cien años de la película “El automóvil  gris” que tiene escenas filmadas en nuestra alcaldía, según destaca el cronista José Carbajal Cortés.
5)      Habrá quien incluso diga que la intervención a fondo que se hizo en el largo camellón de la Calzada Camarones también es de gran significado, pues por décadas no se le volteó a ver para nada en materia de renovación con su consecuente descuido, y ahora es un paseo muy disfrutado por la comunidad.
En fin. Ejemplos podemos citar muchos para resaltar todo lo que ocurrió de trascendencia en nuestra alcaldía. La propuesta aquí es que luego de vivir un 2019 tan intenso, de que Azcapotzalco estuvo en la televisión y el radio a nivel nacional y fue visto también en varios países con motivo del deceso del Príncipe de la Canción, se aproveche la ocasión para reunir de manera selectiva, mucho material de diferentes temas (no solo los mencionados) que sirva para ser guardado en un gran cofre, el cual guarde la memoria de ésta época. Se propone que ese cofre sea enterrado en alguna plaza pública céntrica de la alcaldía, y bajo una gran placa o señalado por ella su lugar de entierro, quede reposando bajo tierra durante 30 o 50 años, como un obsequio a las generaciones futuras. En su momento, ellas se encargarán de sacar a la luz todo ese material conservado, lo podrán examinar y exponer, y así por ejemplo, cuando se cumplan 50 años del fallecimiento del cantante, 50 años de la elevación de la Parroquia a Catedral, 50 años de ese probable rescate arqueológico, y todo lo que se hubiera aprovechado para guardar en esa capsula del tiempo, aquí podrá ser visto y aprovechado, con elementos originales de aquellas fechas, y le estaríamos facilitando a los azcapotzalquenses del futuro, un material de primera mano.

Se pueden incluir fotografías, periódicos, certificados, estadísticas, objetos, libros, archivos informáticos, videos, textos y crónicas (como por ejemplo un impreso de lo que “La hormiga en línea” ha publicado hasta ahora desde su inicio en febrero de 2019), un mapa de la alcaldía, un mapa de las líneas de metro, recetas de los mejores chefs o restaurantes locales, una lista de los principales eventos realizados en el Foro Azcapotzalco, en la Casa de la Cultura, en el Archivo Histórico, y un sinfín de ideas que pueden considerarse dentro de la lista de materiales a resguardar en dicha cápsula del tiempo. Prácticamente cada habitante de la alcaldía puede tener una propuesta de su contenido. El tamaño del cofre no necesitas ser grande. Por ejemplo en 2010 en la UNAM guardaron una cápsula del tiempo que mide 40 cms de largo, por 20 de alto y 20 de ancho.
La idea específica para nuestra alcaldía la manifesté originalmente en las reuniones del 
Consejo de la Crónica de Azcapotzalco desde fines de 2018 y durante 2019. El 21 de noviembre de 2019 la expuse al alcalde directamente por escrito, y ahora lectores, lo pongo a su consideración.
Si la idea no prospera en el nivel oficial, sé que puedo hacer algo similar (de alcance extremadamente limitado) en el jardín de mi casa. O lo puedo resguardar en cajas de archivo muerto en un librero junto a mi cama. Pero mi idea no es solo el guardar y sellar. Es también el poder preparar un obsequio colectivo, organizado, resguardado por todos nosotros, puesto bajo tierra (o empotrado en un muro) ante nuestras miradas en un evento cálido y comprometido, para brindarles a los futuros habitantes de esta región el gusto de ver cómo llega la fecha señalada de su apertura, y que literalmente abran su regalo igualmente en un evento colectivo con sabor a fiesta. De una comunidad presente a otra futura.
Se puede abrir una convocatoria para sugerir y elegir el contenido. Un concurso para seleccionar el mejor modelo del cofre, otro para redactar un poema alusivo, o una canción con letra y música. Se puede vincular todo esto a la creatividad de los habitantes de nuestra alcaldía, que sea un asunto participativo, en donde nos podamos reflejar como individuos y como miembros de una colectividad. Siento que algo así se presta para efectuar actividades paralelas de orden civil, oficial, escolar, literario, poético, fotográfico y hasta deportivo. Incluso los compañeros de protección civil, los bomberos, la policía, podrían aportar material fotográfico y estadístico muy interesante. No solo de su campo de acción, sino de sus avances, su tecnología, hasta sus anhelos.

En manos de quien conduce nuestro gobierno local están los medios para difundir, los permisos para excavar o colocar una placa, la capacidad de convocatoria para invitar a la población local a proponer o aportar el contenido de dicho cofre, incluso los recursos monetarios para realizar los trabajos que esto implicaría. El costo del cofre que viene siendo del tamaño de un horno de micro ondas, con paredes de acero, forrado el interior con neopreno (material usado para trajes de buzo), cerrado con 22 tornillos tipo allen (en vez de bisagra y candado) no es elevado. Yo personalmente ofrezco poner el recurso para fabricarlo. Deseo sinceramente que ésta idea sea del agrado de dicha autoridad, y de mis contemporáneos en Azcapotzalco, y vivamos pronto la ocasión de reunir materiales, enterrar el cofre, cubrir su reposo con una placa explicativa, y desear que en 50 años sea motivo de alegría y festejo su exhumación y preparen una gran exposición con el contenido.

Es de hormigas aprovechar el subsuelo, y podemos imitarlas con esta propuesta. Y ya que la leyenda dice que la hormiga en el campanario de la Catedral avanza lentamente hacia la campana, y cuando la alcance se terminará el mundo, podemos guardar en ese cofre una foto para que en 50 años verifiquen y comparen si ha avanzado. (Tema que inspiró este mural en el Deportivo la Tabacalera (Renovación Nacional), Colonia Providencia).
  


MUROS CON MAQUILLAJE EN AZCAPOTZALCO
Se indica primero la ubicación y enseguida se muestran los muros pintados que existen ahí.
Calle Manuel Bauche, Colonia Ampliación San Pedro Xalpa



UNA PEQUEÑA MIRADA A 
LA  DÉCADA QUE TERMINÓ
EN AZCAPOTZALCO. 

Por: Patricio Garibay.

Iniciamos los años 20s de este jovencísimo siglo 21, y por ello se hace oportuno echar una mirada a lo que fue nuestro Azcapotzalco en la segunda década que hace unos días terminó. Para hacer una evaluación imparcial de esta alcaldía durante esos dos lustros que han quedado atrás, hay que revisar las frías pero objetivas cifras estadísticas en el rubro poblacional, para tener una visión más clara pondremos atención en los años 2015 y 2016 y haremos un comparativo con las alcaldías  de Iztapalapa y Milpa Alta, la más grande y la más pequeña respectivamente en cuanto a población.  Las cifras han sido tomadas del INEGI y del CONEVAL. Y mis reflexiones están en negritas.


Número de habitantes en la Ciudad de México: 8 918 653.  Hombres- 4 231 650 Mujeres-4 687 003 (marzo de 2015)

Azcapotzalco: 400 161 habitantes.  187 331 hombres y  212 830 mujeres.
Iztapalapa: 1 827 868 habitantes.    878 365 hombres y 949 503 mujeres.
Milpa Alta: 137 927 habitantes.  67 151 hombres y 70 776 mujeres.

-En el año 2019 Azcapotzalco llegó a los 425 298 habitantes, de los cuales 201 618 son hombres y 223680 son mujeres. Hubo un aumento de alrededor de 25 mil personas.

Nacimientos registrados en la Ciudad de México: 129 532.  Hombres: 65 374 Mujeres: 64 158. (año 2016)


Azcapotzalco: 5 476 Habitantes.  2 768 Hombres. 2 708 Mujeres.
Iztapalapa: 25 788 Habitantes.  12 929 Hombres. 12 859 Mujeres.
Milpa Alta: 2 470 Habitantes.  1 308 Hombres. 1 162 Mujeres.

-Alrededor del 4% de los nuevos habitantes nacidos en la Ciudad de México son azcapotzalquences.

Defunciones generales en la Ciudad de México: 59 484.  30 596 Hombres. 28 875 Mujeres. (año 2015)

Azcapotzalco: 3 229 Hombres: 1 647 Mujeres: 1 582.
Iztapalapa: 10 405  Hombres: 5 407  Mujeres: 4 996.
Milpa Alta: 690  Hombres: 388 Mujeres: 302.

-La paridad de defunciones entre hombres y mujeres en Azcapotzalco es muy tenue en comparación a la de Iztapalapa y más aún a la de Milpa Alta, donde la diferencia de defunciones es mucho mayor en hombres que en mujeres.

Defunciones de menores de un año de edad en la Ciudad de México: 1 580.  Hombres: 886. Mujeres: 685 no precisado: 9 (año 2015)

Azcapotzalco: 49.   25 Hombres.  24 Mujeres.
Iztapalapa: 395.  229 Hombres.  164 Mujeres. 2 no precisado
Milpa Alta: 32.  21 Hombres.  11 Mujeres.

-La paridad de defunciones entre hombres y mujeres en Azcapotzalco es casi la misma que en el caso de las muertes de adultos, mientras que se dispara muchísimo más la disparidad en Iztapalapa y aún más tratándose de Milpa Alta, donde la diferencia de defunciones es mucho mayor en los niños que en las niñas.

Matrimonios y divorcios registrados en Ciudad de México 2015 – 2016

Azcapotzalco: 1 404 Matrimonios. 108 Divorcios (2015)  Matrimonios  1 587  Divorcios 169 (2016)                                          
Iztapalapa:   4 298 Matrimonios.  236 Divorcios (2015)  Matrimonios  3 924  Divorcios 229  (2016)                         
Milpa Alta:  571  Matrimonios.  28  Divorcios (2015) Matrimonios 391 Divorcios 22  (2016)                                                             

-Se puede observar como durante el año de 2016 en Azcapotzalco aumentó el número de matrimonios en relación al año anterior, mientras que en Iztapalapa y Milpa Alta el número de parejas que contrajeron nupcias disminuyó considerablemente,  en Azcapotzalco el número de divorcios se elevó dramáticamente del 2015 al 2016, en Iztapalapa y Milpa descendió.

Viviendas particulares y su número de ocupantes  (2015)
Ciudad de México: 2 601 323 De casas. 8 912 820 De ocupantes.

Azcapotzalco:  119 027 De casas.   399 845 De ocupantes.
Iztapalapa:  495 665 De casas.    1 827 345 De ocupantes.
Milpa Alta: 34 086 De casas.     137 836 De ocupantes.

-En Azcapotzalco hay menor número de personas que comparten una vivienda en comparación de Iztapalapa y Milpa Alta.

Viviendas particulares habitadas según el tipo de vivienda ( 2015)
Número de viviendas en Ciudad de México:  2 601 323     Casas 64.57%   Departamentos 29.85%

Azcapotzalco: Viviendas 119 027           Casas 56.63%       Departamentos 34.23%  
Iztapalapa: Viviendas 495 665           Casas 73.24%       Departamentos 22.44%  
Milpa Alta: Viviendas 34 086           Casas  97.83%        Departamentos 0.49%  

-Es de notar que a pesar del gran número de unidades habitacionales con las que cuenta Azcapotzalco, como “El Rosario” y la “Unidad Presidente Madero” el número de casas habitación sigue siendo muy superior al número de departamentos. Mientras que en Milpa Alta es mínima la cantidad de viviendas tipo departamento, habrá que esperar el nuevo censo que contabilice la gran cantidad de edificios de apartamentos que desafortunadamente se han construido recientemente en Azcapotzalco.

Otro par de datos:







UNA SEÑORITA DECENTE

Por: María Elena Solórzano


En una de las casas con balcones situadas frente al Jardín Hidalgo, precisamente arriba
de donde se ubica una mueblería, vivió a principios del siglo XX una hermosa señorita
protagonista de una triste historia de amor.
La reina de la casa se sentaba a tejer en el balcón de su habitación que se abría a la
calle, frente al jardín Hidalgo. Le gustaba salir en las mañanas soleadas para lucir sus
hermosos vestidos que envolvían su grácil figura. Coqueteaba con los jóvenes que
pasaban por ahí. Era atrevida: si alguno volteaba a verla ella lo miraba fijamente y
sonreía.
Laura, anciana de 87 años, con paso cansado deambula como una sombra por su
vieja casa. Eran las dos de la mañana y no quería dormir, ¿para qué? Si ya pronto lo
haría para siempre. Ahora más que nunca sentía el peso de la soledad que se deslizaba
por las paredes, los muebles, por todas partes. Pero recordar es vivir, se dirigía a su
recámara donde se encontraba el viejo baúl donde guardaba celosamente todos los
objetos que atesoraba: ropa pasada de moda, crinolinas, cartas amarillentas, cintas de
colores, flores secas, el libro de versos, sombreros, guantes…
Tomaba una caja de madera y la colocaba sobre la cama y al abrirla la esencia del
ayer inundaba la habitación. Ansiosa, buscaba una carta y un pañuelo, los acariciaba y
cerraba los ojos para volver a vivir...

-¡Nana, Nana! ¡Ven pronto! ¿Dónde está mi mamá?
-Salió, niña Laurita.
-¡Qué bueno! ¡Ven, mira! ¡Acércate al balcón! ¡Ahí está él!
-¿Él? ¿Quién es él?
-¡Mario, Nana! Anda: ve y pídele la carta que me prometió ayer en el jardín.
-Pero, niña, si tu mamá se entera…
-¡No se enterará! Tendremos mucho cuidado ¡Por favor, Nana! Tengo 18 años y
ya puedo tener novio. Todas mis amigas ya tienen galán. Además, Mario es un caballero
de 30 años que sabe respetarme y darme mi lugar.


-Recuerde lo que siempre dice su mamá: “las señoritas decentes no deben dar de
qué hablar”.
-Ya lo sé, Nana. No estoy haciendo nada malo.
Al salir la Nana, Laura corre al balcón para ver tras las cortinas y mirar cuando
Mario entregara la carta.
-Dígale a Laura que estaré todas las tardes en esa banca, esperando la respuesta.
Al recibir la carta Laura corre a su recámara para leerla una y otra vez.
Señorita Laura:
Espero que al recibir la presente se encuentre usted bien en compañía de su
apreciable familia.
Me atrevo a dirigirle esta misiva porque desde que la vi por primera vez, mi
corazón late por usted. En las noches me duermo pronunciando su dulce nombre y su
imagen la llevo día y noche grabada en mi mente. Todos mis pensamientos son para
usted.
Espero su respuesta lo antes posible. Adjunto un pañuelo para que lo conserve y
me diga si está de acuerdo en ser mi novia y entablar así una relación amorosa,
primero por correspondencia, después Dios dirá.
Con todo mi amor.
Mario.
Durante ocho meses mantuvieron en secreto ese amor alimentado con sueños y el
anhelo de estar el uno con el otro. Los enamorados se conformaban con las apasionadas
cartas donde hablaban de sus secretos, jurándose amor eterno. Laura solía cambiar
tiernas miradas con su amado cuando se asomaba al balcón.
Por fin, Mario y sus padres pidieron permiso a doña Rosa para hacer oficial el
noviazgo de sus hijos.
Ocho campanadas del reloj de pared, que adorna la sala, rompen de golpe la
ensoñación de Laura y de sus manos caen la carta y el pañuelo. Permanece inmóvil con
la mirada perdida entre las brumas del ayer. El presente es tan triste que prefiere
hundirse en el pasado y vuelve a buscar en la caja.
Un ramo de marchitas rosas envueltas en papel celofán, regalo de Mario cuando
cumplió sus 28 años. Ella recuerda que para festejarlos, su madre organizó una velada
familiar en la que se fijaría la fecha de la boda, baila con Mario, después salen al
balcón, su corazón late apresuradamente. Nunca podrá olvidar esos momentos, cuando
ella lo mira fijamente y le dice:


-Mario, tenemos que hablar de nosotros, de nuestro noviazgo, de nuestro próximo
matrimonio.
Mario la miró con una mirada extraña, temerosa.
-¿Por qué me miras así? ¿Dije algo inconveniente?
-No, no solamente que… no sé cómo empezar. Escúchame con atención por favor.
Antes de conocerte tuve una novia con la que me iba a casar, poco antes de la
boda enfermó de gravedad y en el lecho de muerte me pidió que le jurara que jamás me
casaría y sería siempre fiel a su recuerdo. Comprende que un juramento así no puede
romperse. A pesar de que te amo con locura no puedo ofrecerte matrimonio, solamente
un noviazgo para toda la vida. Perdóname, debí decirlo antes, pero…

Sin pronunciar palabra Laura corre a su habitación, cae de bruces en su cama y
estalla en llanto. Hoy como entonces vuelve a sentir la misma rabia. Se dirige al ropero
y saca las sábanas y los manteles que con tanta ilusión bordó para su boda, en cada
puntada un suspiro, en cada motivo un sueño. Ahora las lágrimas inundan sus ojos
marchitos, toma las prendas y las arroja al suelo con furia, tratando de desahogar su
dolor y frustración. Se recuesta, abraza la almohada, soñó tantas veces que era Mario
compartiendo su lecho, durmiendo con ella en amoroso abrazo.
Vino a su mente ese sentimiento de injusticia, esa impotencia, era cruel lo que
Mario le pedía, pero lo aceptó porque lo amaba y no quería perderlo.
Suenan cuatro campanadas y Laura regresa a su vida llena de soledad, envuelta en
un viejo chal, Mario se lo regaló cuando cumplió 29 años, trata de calmar ese frío que le
cala hasta los huesos, hasta el alma. Abraza a los muñecos con tanta ternura como
hubiera abrazado a sus hijos de haberlos tenido. A los monos los bañaba, les tejía ropa y
cuando se portaban mal los regañaba. Los hijos que nunca tuvo siempre vivieron en su
imaginación. Sus niños de trapo y pasta fueron su única compañía después de la muerte
de su madre.

Cuando cumplió 30 años Mario se atrevió a pedirle que tuvieran un hijo, ella
reaccionó airadamente y lo corrió, diciéndole:

-¡Cómo te atreves a proponerme algo así, yo soy una señorita decente, tengo
principios, eso jamás, será mejor que salgas de esta casa y no vuelvas!
Laura se dejó caer en un sillón, no cierra la puerta, espera que Mario regrese a
pedirle perdón, pero no, no regresa. El tiempo pasa y su angustia aumenta.
Como un torbellino las palabras giran en su cabeza.
¿Por qué me llenaron el alma con tantos prejuicios? ¿Por qué no pude dar rienda
suelta a mis sentimientos? ¿Por qué Mario tuvo que respetar un juramento tan absurdo?
Teníamos que cuidarnos del qué dirán. De la condenación eterna. Todo era malo. El
amor no es pecado, algo tan bello no puede ser pecado. Por esos prejuicios pasó diez
años esperando su regreso. Sus hermanos le dijeron:
-Se fue a trabajar al puerto de Alvarado y que siempre pregunta por ti en sus
cartas. Con su absurdo orgullo nunca le escribió. Cuando le anunciaron su regreso no
podía creerlo, regresaría para su cumpleaños, sería su mejor regalo.
En el reloj de la sala suenan cinco campanadas, Laura no lo escucha, su corazón
late con alegría una vez más. Ese día se levantó muy temprano y preparó su comida
preferida, llenó la casa de flores, vistió su mejor atuendo y se puso el perfume que a él
siempre le gustó.

Al sonar el timbre sale a recibirlo apresuradamente, al verlo la impresión es tal
que no puede pronunciar palabra, ante sus ojos no está el Mario que ella conoció: fuerte
y varonil. Frente a ella sonríe un anciano de mirada triste y pies cansados. Ella no se
atreve a preguntar, lo invita a pasar y en silencio se dirigen a su lugar de siempre.

-¿No esperabas verme así? La vida en aquellos lugares es muy dura, hay mucha
miseria, hay muchas enfermedades, sólo tu recuerdo me impulsaba a seguir adelante.
Una fuerte tos le impidió seguir hablando.
-No te preocupes ya estás en casa. Ven recuéstate, en mi recámara estarás mejor,
yo te cuidaré, mandaré traer tu ropa para que te quedes aquí conmigo hasta que mejores.
-Pero Laura… tú eres una señorita decente.
-Calla, no lo repitas, a nuestra edad eso de la señorita decente suena tan ridículo.
-Hace una semana que estoy aquí, quiero pedirte perdón por haberte obligado a
llevar una vida tan llena de amargura y frustración.
-No fue fácil ocultar la envidia que me causaba ver a mis hermanas con sus
familias. Fueron años de desearte aquí en mi solitario lecho, imaginando tus caricias, tus
besos, el calor de tu cuerpo y trataba de calmarlo con mis ardientes manos. Ya no me da
pena decirlo. Hubiéramos podido ser tan felices, pero, para qué pensar en lo que pudo
ser.
-Perdóname, te hice tanto daño, quiero oír que me perdonas, irme tranquilo
sabiendo que no hay rencor en ti.
-No hables así, pronto te sentirás mejor y podremos estar por fin juntos.
Pero Mario ya no la escucho, su vida había terminado.

-No te diré adiós, espérame, pronto estaré contigo.
Ese día con el primer rayo de sol llegó Mario, la estaba esperando. No lo dudó un
momento tomó su mano para alejarse por ese camino luminoso que se abría ante ellos,
ahora sabía que siempre estarían juntos en el más allá.
Dicen que algunas noches en los balcones de esa casona se miran las siluetas de
dos jóvenes enamorados que se besan y gozan de su amor (Guillermina Lira, Col. San
Antonio, Azcapotzalco, D. F., 10/08/96).