domingo, 8 de marzo de 2020


Azcapotzalco
ÉPOCA POSTREVOLUCIONARIA

Por: María Elena Solórzano

En la época postrevolucionaria en Azcapotzalco predomina como actividad la agricultura, en el casco de la Hacienda del Rosario todavía se encuentran vestigios de las actividades agrícolas, extensos campos sembrados de maíz y de alfalfa se localizaban donde ahora se encuentran las instalaciones del CCH Azcapotzalco, las unidades habitacionales de los entonces trabajadores de la Refinería 18 de marzo, de la unidad Madero y del fraccionamiento Hacienda del Rosario y donde ahora se encuentra la Unidad Habitacional El Rosario (la más grande y conflictiva de Hispano América). Cuando  todavía no se fraccionaba la Hacienda El Rosario, se sembraba en esos campos y era un emporio lechero, la leche se distribuía en grandes recipientes en camiones que recorrían parte del D.F. Por cierto uno de los choferes se llamaba Fidel Velázquez, ahí inició su carrera de líder obrero. 

Sí, Azcapotzalco era un emporio lechero, no solo por la producción del Rosario, sino que en cada barrio había varios establos, cerca de aquí se ubicaba uno, precisamente donde está Sanborn’s.
Los habitantes de Azcapotzalco se convertían paulatinamente de peones agrícolas en obreros. En 1929 empieza a desarrollarse la Colonia Industrial Vallejo y se decreta en 1944, convirtiéndose en una de las más importantes del país; siguen en importancia: La Colonia Industrial San Antonio,  Pantaco, Colonia Obrero Popular, Colonia del Gas.
Con el desarrollo de la industria surgieron colonias proletarias como: San Alvaro, Aldana, Pro-hogar, Trabajadores del Hierro, Un hogar para cada trabajador y otras.
 Entre las colonias de clase media Ampliación del Imparcial (1907) que después de la Revolución cambiaría su nombre por el de Clavería por encontrarse en los terrenos de la antigua Hacienda San Antonio Clavería.
Actualmente Azcapotzalco es una de las delegaciones con más población por metro cuadrado, en las antiguas casas coloniales han sido construidos condominios y sus antiguas veredas ampliadas y convertidas en ejes viales. El Azcapotzalco con arroyuelos bordeados de árboles frutales, con enormes campos de cultivo ya no existe, la flora y la fauna características han desaparecido. Y sin embargo Azcapotzalco sigue siendo bello, arbolemos sus calles, conservémoslo limpio, difundamos sus leyendas y tradiciones, cuidemos el gran patrimonio tangible e intangible de este pueblo noble y trabajador por algo nuestro glifo es una hormiga.


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