LA ZIUACOATL Y LA LLORONA DEL
PARQUE TEZOZOMOC.
Por Ana Marisol
Resendiz Pizarro
Barrio: Santa
Apolonia Tezcolco.
En los callejones,
veredas y vecindades del antiguo Azcapotzalco, se ven pasar a distintos
espectros, se dice que fueron los sobrevivientes de los que cosechaban en las
chinampas del lago de Texcoco, algunos cuentan que fueron los sobrevivientes de
los que cosechaban en las chinampas del lago de Texcoco, otros dicen que son
los espíritus de Tezozomoc, Itzcoatl, Tlacaelel, Tlaltecatzin y Nezahualcoyotl,
que bien a anunciar el glorioso regreso de la Zihuacoatl.
Yo soy Ziuacoatl, en realidad me llamo Ziuateteotl
mallinalli Ziuacoatl, por momentos soy
Quilaztli y vengo a proteger el verdor de las plantas que nacen y crecen a la
rivera del lago; también soy la amorosa Yaoziuatl guerrera ancestral, asimismo
soy Tonantzin Tlalli, la venerable Madre Tierra, cubierta de serpientes, soy hermana de Mictlanziuatl que mora en el
lugar de los muertos; he venido a este lago de la gran Metzico Tenochtitlan, a
buscar el corazón de Copil, siguiendo los colores del hermoso colibrí uitziliuitl.
Soy madre creadora, dadora de vida y vidente.
He salido de Coacalco para prevenirles de la guerra
que habrá de venir, salí de lo más profundo de las aguas y bajé de Temotepetl
de las montañas, tuve una premonición, vengo advertirles, sobre algo terrible
que va a sucederle a nuestro pueblo, ¡Una desgracia!
Salgo por las noches a buscar a Youhualli Ehecatl,
y a mis amados hijos, no conemeh.
Aquí en Tenochtitlan me aparezco por las
noches.
¡No conemeh Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos
lejos!!
¡No conemeh Hijitos míos ¿A dónde los llevare?
¡Dónde habré de protegerlos y esconderlos de tanta
tragedia que acontecerá, en esta Tierra Tonantzin Tlalli?
¿Dónde los llevaré para que escapen de tan funesto
destino?
¡¡No conemeh, hijos mexicas!!
¡No conemeh, hijos Tepanecas!
Les vengo a avisar de la muerte, la guerra y la
esclavitud, que le sucederá a nuestro pueblo. Pero nadie escucho a la Ziuacoatl
que sigue alrededor del parque Tezozomoc buscando ciertos amores perdidos…
Desde entonces, no ha dejado de vagar, sigue
llorando en busca de sus hijos, dolida pues no pudo detener la masacre, ni la
enfermedad, por eso llora todas las noches. Para la Ziuacoatl el tiempo
se detuvo en tan fatales hechos, por eso aún sigue vagando en la ladera del
Lago.
Además se hace
acompañar de otro espectro una llorona colonial
eso se dice que se le ha visto en montículos del Parque Tezozomoc con un
traje amarillo, sollozando, emitiendo unos gritos desgarradores, trae un velo
gris y se mira a lo lejos en los confines del parque, donde también se le oye
proferir su tradicional grito de dolor al tiempo que eriza la piel de propios y
extraños.
Y de aquí a la eternidad, siguieron vagando en el parque Tezozomoc y la llorona colonial, y la Ziuacoatl aun sus lamentos se escuchan en los confines de Azcapotzalco acompañados de ciertas disertaciones filosóficas sobre nuestra historia...
LA LLORONA
DEL BARRIO DE SANTA APOLONIA TEZCOLCO.
Por Ana Marisol Resendiz Pizarro
Barrio: Santa Apolonia Tezcolco
Esta leyenda
con aroma local y universal se encuentra en todos los rincones de nuestro país
y Santa Apolonia Tezcolco no es la excepción se cuenta que los que la han visto
penar en el barrio dicen que aparece una mujer muy elegante vestida de blanco,
de falda muy amplia hasta los tobillos; sombrero de ala ancha bordeada de
encaje y guantes blancos a la usanza porfiriana, se distingue como un alma en
pena pues su vestido brilla de un modo descomunal a altas horas de la noche
como si quisiera opacar a la brillante luna, los que han visto su rostro debajo
del sombrero solo al logrado ver una cara amarillenta, con unas grandes ojeras
que no le permiten distinguir sus ojos y es entonces que profiere el ya
conocido grito desgarrador ¡Ay mis hijos!
Dicen que flota por lo que alguna
vez fue un canal, ya que ella siempre busca los cuerpos de agua, pues ahí
cometió su crimen, en las noches principalmente de luna llena, se escucha su
canto desgarrador que hace eco principalmente en la calle de Ferrocarriles
Nacionales. Propios y extraños dicen que otra de sus calles favoritas es la
calle de Querétaro, donde susurraba al oído de sus habitantes y lejos
de sentir
miedo sabían que se encontraba muy lejana sin embargo se aterraban cuando la
escuchaban en la lejanía pues el eco parecía distante de dicho espectro indica
que está dentro de las habitaciones pues seguía las reglas mágicas de toda la
nación.
Se cuenta que este barrio desde la
época de la conquista cuando todos estaban durmiendo en sus aposentes se
escuchaban lamentos en los campos de cultivo y en las terrazas, quien alcanzo a
escuchar al espectro le veían de reojo como para no quedar paralizados al
escuchar su eterno lamento.
La
llorona que se aparece en el barrio se escucha con un llanto desgarrador por
las vías del tren que corría hacia Tacuba, tal vez sigue buscado los canales
que alguna vez engalanaron Azcapotzalco.
Y si había muchos canales o como les llamábamos zanjas, terrenos grandes y solitarios donde dicen se aparecía la llorona y fue en casi todos los pueblos de Azcapotzalco, felicidades Aquino y Marisol 👏👏
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