lunes, 12 de abril de 2021

 

DÍA DEL NIÑO EN AZCAPOTZALCO

Por María Elena Solórzano Carbajal

Parque de San Lucas Atenco, abril de 2018 función  teatral con la compañía teatral “Club Sándwich”

La ONU designó el 20 de noviembre de 1959  para celebrar El Día del Niño.   Los diferentes países recibieron con beneplácito el señalamiento, aunque cada país tomó la fecha que le convenía de acuerdo a sus circunstancias.

En México, en 1924, se señaló el 30 de abril como Día del niño cuando era presidente de México el General Álvaro Obregón y Ministro de Educación Pública el licenciado José Vasconcelos.

Uno de los objetivos de esta celebración es recordar y reafirmar los derechos de los pequeños. Pues los niños han sido objeto de maltrato excesivo en algunas familias y de descarada explotación por gente sin escrúpulos: trabajan como sirvientes, dependientes, mandaderos y muchas otras ocupaciones con un salario ínfimo. Las niñas desde muy pequeñas son contratadas para trabajar como aprendices de sirvientas, a veces sin salario, comen las sobras de la comida,  no se les permite sentarse a la mesa de la familia y las visten con la ropa que dejan los hijos destinada a la basura.

Hay  familias que son más humanas, las infantes únicamente ayudan a la señora de la casa en algunas labores.  Las mandan a la escuela primaria vespertina y cuando terminan su primaria a alguna escuela comercial para que cursen una carrera corta o algunos cursos de cultora de belleza.

Desde luego que los menores no deben trabajar, pero la miseria obliga a los padres a permitir que desempeñen trabajos mal remunerados. No quiero que se malinterprete, pensando que el niño no debe hacer nada, no nos vayamos al otro extremo. Los niños, sin distinción de sexo, deben desempeñar algunas labores en su hogar de acuerdo a su edad.

Parque de San Lucas Atenco, abril de 2019.

Pero ¿Cómo celebrábamos el Día del Niño en el Barrio de San Lucas Atenco, Col. El Recreo?

La celebración al principio meramente oficial, yo no recuerdo ninguna celebración en mi estancia en la escuela primaria. La primera celebración que recuerdo del Día del Ñiño es en la Escuela Primaria Adalberto Tejeda en la Col Jardín Azpeitía, Azcapotzalco. Los maestros nos poníamos de acuerdo para celebrar a los niños, no se pedía colaboración a los padres. Así que preparábamos cosas sencillas: emparedados de jamón, agua de Jamaica, bolsitas de dulces y no nos alcanzaba el dinero para más.

Los alumnos entraban a las 9:00, algunos vestidos de fantasía, en los salones los niños acomodaban las sillas haciendo pequeños círculos y platicaban en voz baja. A las 10:00 la maestra servía en un plato de cartón dos tortas de jamón y una rebanada de pastel. Los niños felices con las golosinas, ordenadamente iban por su vaso de agua fresca. En toda la escuela por las bocinas se escuchaban las canciones de Cri-cri: El ratón vaquero, La patita, El rey de chocolate, La muñeca fea y muchas más.

Los profesores habían organizado algunos juegos: carreras de encostalados, las sillas, la gallinita ciega y otros. Algunas niñas se ponían a bailar y todos terminaban bailando. Se les obsequiaba una bolsita de confeti, todos contra todos aventándose confeti. 

A las 12:00 terminaba la fiesta. Salían felices con su bolsita de dulces para seguir festejando en casita.

Aquí en el Jardín del barrio de San Lucas Atenco el presidente del comité de la colonia Lic. Roberto Ortiz como era ya costumbre durante varios años organizaba un lúcido festejo con ricas tortitas de jamón o algún otro bocadillo, también solía haber  pastel y aguas frescas de tamarindo y limón, mientras la compañía de teatro de Azcapotzalco “Club Sándwich” dirigida por Patricio Garibay  brindaba una puesta escénica de teatro infantil y otras veces de teatro guiñol.

El festejo principiaba con el cuento de Caperucita Roja representado por los muñecos de guante manejados por las actrices que les daban vida con sus manos y sus voces. Las caritas de los infantes expresaban las diferentes emociones que en ellos provocaban los personajes. Desde luego su corazón lo ganaba la dulce niña que le llevaba los alimentos a la abuelita. Muy impactante era cuando: Caperucita preguntaba:

-Abuelita ¿Por qué tienes esos ojos tan grandes?

-Para mirarte mejor…

-Abuelita ¿Por qué tienes esa boca tan grande?

-¡Para comerte mejor!

Y los pequeñitos gritaban y se abrazaban para que el malvado lobo no se los fuera a comer.

Parque de Claveria, abril de 2017 función  teatral  "Alexander von Humboldt en México" compañía teatral  “Club Sándwich”

¡Qué momentos tan inolvidables! Después los niños jugaban rondas: La rueda de Sn. Miguel, doña  Blanca, Naranja dulce y otras. Después de un buen rato de juegos y carreras, ya tenían hambre y sed y  se repartían las tortitas y el agua fresca. Por último para despedirlos, pues ya empezaba a pardear la tarde, el Lic. Roberto Ortiz y el dramaturgo y cronista Patricio Garibay les obsequiaban una bolsita con dulces y un arbolito para sembrarlo en el pradito de su banqueta, dentro de su casa o en una maceta, por lo regular se cerraba el evento con una crónica del barrio narrada por  algún otro cronista invitado o por una servidora

El 30 de abril de 2020, en el jardín solitario, sin risas y sin trinos, circulaba un aire de tristeza y fatalidad, ya teníamos la noticia de muchos hermanos fallecidos por el coronavirus. Este año tampoco se celebrará con teatro cantos y risas el Día del Niño, el Jardín de San Lucas otra vez se mirará triste y desolado. 

Parque de San Lucas Atenco 30 de abril de 2018 función de títeres con la compañía teatral “Club Sándwich”

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