PARROQUIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS, COLONIA REYNOSA TAMAULIPAS

Por Martín Borboa Gómez  (Grupo Formiga)

Los vitrales me gustan mucho, y es algo que tengo en común con mis compañeros del Grupo Formiga, Diana y Don Nayarito.

Y los de esta parroquia me parecen únicos, en su concepto circular, casi tubular. Ruedas grandes, chiquitas, de color intenso, o tenue, casi lisas o casi saliéndose del muro, toda una diversidad de formas. Me puedo quedar mirándolo mucho tiempo.

Católico significa: universal.

Ese vitral tan diverso me parece que representa la universalidad de espíritus que somos, y así también, formamos parte de una misma iglesia. Y es muy especial poder mirar por dentro y por fuera ese maravilloso efecto. Y me refiero tanto a la diversidad de espíritus como a la de vidrios coloridos en ese vitral.

Adentro, en su altar y en su techo interior, han hecho una hermosa obra pictórica que merece ser admirada con calma. Relaja, evoca paz, y deja sentir cercanía divina si uno es creyente. Si uno no lo es, de todas formas creo que inspira alegría por su belleza estética.

En una sencilla placa metálica exterior, expresa su gratitud a los señores Párrocos Manuel Rosas y Héctor Meléndez, por haber sido los fundadores y constructores de la parroquia, que puede entenderse aconteció en octubre de 1966. La placa fue colocada en noviembre 1989.

La modernidad no admitió en varios casos, que las nuevas construcciones religiosas tuvieran atrios como fue en el tiempo después de la conquista. Puede identificarse un sencillo y pequeño patio entre la reja exterior junto a la calle y la primera pared de la parroquia, pero no es un atrio.

Sin embargo:

Si una barda atrial engloba y abraza, los brazos abiertos de la imagen del Sagrado Corazón pretenden igualmente abrazarnos.

Y si un atrio es un amplio espacio en donde cabemos todos en paz y alegría para acercarnos a Dios, el pecho de rojo corazón de la imagen titular de esta parroquia, lo es también, un amplio sitio en donde todos cabemos.

Me gusta mucho la parte arquitectónica de esta parroquia, al igual que su sentido tan lleno de color, de paz y de espiritualidad.

Su insistencia en la luz y sus matices, me lleva a pensar en la Fe y sus efectos.

En una sola frase, me hace pensar en la luminosidad del diálogo de Dios con nosotros.

En un: “¡Hágase la luz!” y la luz se hizo.

En la creación de la noche y el día, y en toda la creación completa.

Y así, así van mis ideas cuando me adentro en los colores de sus vitrales y sus murales, en sus motivos y sus trazos. Esta parroquia es para mí, un sitio artístico hermoso, que nos arropa para convivir con lo Superior, repasar sus dictados morales, y agradecer su bella creación.

 MISA EN SAN SIMON

Don Nayarito Cantalicia  (Grupo Formiga)


La puerta metálica a la calle de la barda de esta capilla, la he visto casi siempre cerrada. La construcción no tiene luz exterior, así que por las noches el aspecto es muy sugerente tendiendo a lo tétrico. Y tan bonito que es el edificio, tan fotogénico. De día es muy agradable de observar. Se ubica en el centro de Azcapotzalco, en la calle de Zaragoza, entre Porvenir y Esperanza. (Ese dúo de nombres llama al optimismo).

Tuve la oportunidad de conocer el lugar un domingo que andaba en el centro de Azcapotzalco y por irme a asomar a ver si tenía suerte y estaba abierta, llegué incluso a tiempo para la celebración eucarística.

La puerta de madera del edificio es muy bonita y antigua. El interior de la construcción está limpio y bien pintado. Es sobrio y luminoso. A la entrada del lado izquierdo se halla la imagen de San Judas Tadeo. De hecho la capilla se llama “de San Simón y San Judas Tadeo”.

En el altar la imagen principal es Cristo crucificado. A su lado, una pequeña imagen de San Simón. En su interior tiene colocadas 19 imágenes y 45 cuadros, 4 de ellos bajo la cúpula. Es una cantidad significativa para una capilla. Tomé muchas fotos pero principalmente del exterior, del interior me contuve pues ya estaba comenzando la misa, y al final me salí conversando, y cuando pensé en regresar al interior para tomar fotos, ya habían cerrado.

Su exterior luce robusto, austero, liso. Solo su portada en la fachada tiene detalles. El peculiar campanario destaca en lo alto de su única torre. Se puede ver incluso desde la Avenida Azcapotzalco, que fue lo que ese domingo me recordó intentar conocerla.

Al fondo de su patio, en la soledad de un rincón, hay un grupo de viejas lápidas recargadas en la rustica pared de la barda atrial. Viejos testigos de lo que alguna vez fue su panteón.

 

CAPILLA DE SANTA MARIA NATIVITAS XOCOYAHUALCO, 

(PARROQUIA DEL SEÑOR DE LA PRECIOSA SANGRE).

Por Antonio Ernesto Castillo Mercado

 

Foto: Fachada del templo, 8 de junio de 2015

Antes de iniciar, quiero agradecer la invitación del Cronista Martín Borboa para participar en la revista electrónica “La hormiga en línea”. Espero que mi colaboración sea una pequeña aportación al rico trabajo que han realizado en Azcapotzalco para la recuperación de su historia.

El pueblo de Santa María Nativitas Xocoyahualco se encuentra al sur de la zona poniente del Municipio de Tlalnepantla de Baz, sin embargo, su origen se remonta a la época prehispánica y fue reconocido como uno de los 27 barrios antiguos del pueblo de Azcapotzalco hasta 1899, cuando por decreto presidencial fue segregado junto con Santa Cruz del Monte al Estado de México.

En 1526 llegaron los frailes dominicos a Veracruz, eran 13 religiosos, entre ellos fray Tomás Ortiz y fray Domingo de Betanzos. En la ciudad de México fueron recibidos por los franciscanos, quienes los hospedaron por un tiempo, mientras se les asignaba un lugar donde habitar. Después se trasladaron al pueblo de  Azcapotzalco entre 1528 y 1529, e inmediatamente edificaron sobre el antiguo teocali tepaneca, la capilla dedicada a San Francisco.[1]

Entre 1582 y 1590 se llevó a cabo la edificación del templo principal de Atzcapotzalco, el cual recibió la categoría de parroquia a principios del siglo XVII.  Al mismo tiempo, iniciaron la construcción de las capillas de los veintisiete barrios de Atzcapotzalco, entre ellas posiblemente la capilla de Santa María Nativitas Xocoyahualco.

Fue construida por los padres predicadores de la orden de Santo Domingo bajo la advocación de Santa María Nativitas, no se han encontrado datos sobre la fecha de construcción de la capilla, pero en el archivo parroquial de Azcapotzalco se han localizado documentos de entierros en el cementerio de la capilla desde mediados del siglo XVII.

(A continuación, la foto de un Grupo de catecismo, 1930 aprox.)

La capilla fue construida por manos indígenas del lugar, pero dirigida por los constructores dominicos, utilizando recursos materiales locales como son: tepetate, material de barro (cuarterones), madera, además cantera de Chiluca y los Remedios. El primer cuerpo del templo, así como la parte lateral del campanario se construyó con piedra, posiblemente tomada del pequeño adoratorio prehispánico sobre el cual se construyó el templo.

La capilla y su cementerio estaban rodeados por arquería inversa de medio punto. Fue construida en el centro del barrio, con su portada hacia el oriente, de frente a la iglesia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago el menor, se construyó de acuerdo con el esquema de la jerarquía celestial medieval que trajeron los evangelizadores.[2]

Considerando este esquema y su relación con la festividad prehispánica del barrio, se asignó como Santa Patrona del barrio a Santa María Nativitas, bajo el sistema mariano (La Natividad de María, La Concepción de María y La Asunción de María) que se desplaza del NE. al NO., y que en combinación con un sistema de Santas Vírgenes protectoras, forman un esquema de cruz cuyo punto de intersección es el centro político y religioso de Azcapotzalco.[3]

 Grupo de primera comunión, década de los 20s. del siglo pasado.

 

La capilla solo se abría los domingos y durante las fiestas patronales, el padre Palomino era el responsable de realizar las ceremonias religiosas cada ocho días. En 1962 la capilla de Santa María Nativitas dejó de pertenecer a la parroquia de Azcapotzalco.

Con la consagración de la Iglesia Catedral de Corpus Christi el 23 de agosto de 1964, la capilla de Santa María Nativitas dejó de pertenecer a la parroquia de Azcapotzalco y se anexó a la diócesis de Tlalnepantla. El último eslabón del pueblo con su antigua cabecera desapareció. A finales de 1963 llegó el presbítero José Santos López Lozano, como primer sacerdote de planta a la capilla de Santa María Nativitas. 

Su llegada fue el inicio de una nueva etapa, por un lado, hubo mayor atención a la feligresía, pero por otro, se aceleró el deterioro arquitectónico del templo, ya que, sin ninguna planeación ni apoyo técnico e histórico, se realizaron obras que demeritaron el valor histórico y cultural del edificio. Gran parte de sus reliquias y arte sacro fueron desechados sin ninguna oposición de los vecinos.

El 24 de noviembre de 1974, por decreto del Exmo. Sr. Fray Felipe de Jesús Cueto la capilla de Santa María Nativitas quedó erigida canónicamente como Parroquia del Señor de La Preciosa Sangre. Su primer párroco fue José Ramírez G. A partir de este momento empezó a perder relevancia la patrona original del templo.

(En la siguiente foto, se ve el Perfil de la fachada y parte del atrio, 5 de mayo de 2020)

En la actualidad, a pesar de estar catalogada como monumento histórico,[4] ha sufrido un desmantelamiento casi total de sus reliquias y un deterioro sustancial en su arquitectura, sin que ningún tipo de autoridad eclesiástica, gubernamental, del INAH y de los vecinos del lugar hagan algo por protegerla.

La primera escuela de Xocoyahualco empezó a funcionar a un lado del templo desde finales del siglo XIX, por lo cual desde esos momentos se compartieron espacios, con el tiempo, se amplió la escuela primaria, se construyó el Jardín de niños y se ubicó a la biblioteca, todas alrededor del antiguo cementerio el cual dejó de funcionar en 1905.

El antiguo cementerio se convirtió en atrio, y por usos y costumbres también se le utilizó como plaza cívica. En el lugar, se realizaban las reuniones de la comunidad, las fiestas religiosas, escolares y cívicas sin causar ningún problema.

Fue a partir de 1974 que se empezaron a presentar conflictos entre la iglesia, las escuelas y los vecinos por la potestad del lugar.

En la actualidad el espacio se encuentra secuestrado por el párroco de la iglesia.

 

Documento elaborado por:

ANTONIO ERNESTO CASTILLO MERCADO

Vecino del pueblo de Santa María Nativitas Xocoyahualco.

Abril de 2022.



[1] Urdapilleta Pérez  José Antonio: Para Desdoblar Historia atzcapotzalco, (en línea), atzcpotzalco.blogspot.com/2009/2008/para desdoblar-historia atzcapotzalco.htm, fecha de revisión octubre 2014.

[2] González Gómez José Antonio (e). La Jerarquía Celestial: Asentamientos y simbolismos medioevales de los Santos Patronos de los Barrios de Azcapotzalco, (A propósito de la II  Jornadas Culturales “El Medioevo Moderno”  Medioevo Mejico, octubre 2010, disponible en línea:  https://www.academia.edu/12549563/La-Jerarquía-celestial-presente. Fecha de revisión noviembre 2015, Diapositiva 4

[3] Ibid, Diapositiva 14

[4] Dirección de Monumentos Históricos, Catalogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles del Estado de México, 1985, No. de clave 1810096, Ficha 0001, p. 1555

CAPILLA DE LOS SANTOS REYES 

Por Virginia Hernández Vázquez

Una pequeña capilla le da nombre a uno de los pueblos originarios de la alcaldía Azcapotzalco, el “Barrio los Reyes”, y su nombre originario “Los Reyes Izquitlan Tezcacoac”.

El nombre prehispánico de “Tezcacoac” significa “Lugar de la Serpiente de Espejo”. Era una divinidad de los Tepanecas.

 Mi padre me decía que cuando llegó a la colonia hace más de sesenta años le contaban que había una sirena en un espejo de agua que había.

El nombre de “Izquitlán” es compartido con el Barrio de San Marcos y significa “Lugar de los esquites o granos de maíz cocidos”. Estas tierras eran de cultivo de maíz, aguacate, limón, habían hortalizas, etc.

La Capilla está dedicada a la representación del nacimiento del niño Jesús adorado por los Reyes Magos, “La Epifanía”,  talvez los frailes que la hicieron escogieron esa representación porque antes había en este lugar un Teocalli prehispánico  de la diosa Ayopechtli, “patrona de las parteras”. "La que tiene su asiento sobre las tortugas".

Las piedras del Teocalli se usaron  para construir la capilla, esta constaba con un pequeño panteón que desapareció cuando abrieron las calles y al fraccionar a su alrededor.



La capilla tiene una fachada sencilla con un medio arco en la entrada,  su barda es baja lo que ha ayudado a varios delincuentes a robar y vandalizar varias veces, la capilla tiene una espadaña de tres arcos con pilastras y tres campanas de las cuales en el 2020 robaron dos, en el 2021 gracias a él padre responsable, un donativo por parte de una familia y la comunidad se elevaron Ana y Marcela las nuevas campanas que entonan el llamado a misa y a  festividades, estas están rematadas con una cruz de piedra.

El interior de la capilla tiene un techo de vigas y duela, un altar de piedra Neoclásico, formado de dos columnas dóricas que cargan un frontón  semicircular, antes adornado con una Cruz, San Juan y la Virgen María o con ángeles, tiene tres nichos en frente y uno a cada lado del altar, en la ornacina de abajo se colocan varias imágenes. En el centro del altar, hoy, hay una imagen grande de los patronos de la capilla “Los sabios de oriente ó los Santos Reyes Magos”. Melchor, Gaspar, Baltasar, y el niño Jesús.

Mi papá me decía que antes había un retablo de lámina y objetos que se sabían que eran de oro, había pinturas y esculturas pero con él tiempo fueron desapareciendo.

La capillita fue construida del siglo XVII al XVIII, aproximadamente, por frailes Dominicos.

 Al interior de la capilla  en la parte superior de la puerta está la representación de una concha esculpida ésta tiene como significado el sacramento del bautismo.

Una familia de la colonia hizo y donó dos monaguillos de madera en tamaño real que sostenían en sus manos una caja, servían para recolectar la limosna, de éstas solo queda una.  Por cierto que se cuenta que hay gente y niños que la han visto moverse y a un niño muy parecido pasar y al buscarlo no hay nadie. (También me pasó a mí).

La capilla cuenta con una sencilla y pequeña sacristía. Su atrio tiene un buen espacio que ha servido para hacer las misas y las celebraciones de la fiesta patronal, ahí han estado los castillos, cohetes, los puestos de las kermeses y antes el palo encebado y hasta shows de danza y música.

 Por Urdapilleta sabemos una leyenda de este barrio el Tlatoani de Azcapotzalco que fue raptado en una fiesta por el espíritu de la fuente de Xancopincan.

La fiesta de nuestra capillita se celebra el 6 de enero y el día de la “Epifanía del señor”; el segundo domingo después de Navidad.

De 1974 a 1978 se restauró, con ayuda de el donativo de una familia y de la comunidad, se sabe la dama que aportó, ayudaba a muchas iglesias.

Se hicieron fiestas muy bonitas con ayuda de la comunidad varios años, carreras de caballos, de niños y jóvenes, encostalados, carreras de bicicletas, habían concursos de dibujo para los niños, de baile,  y los anhelados premios  eran piñatas llenas de fruta y dulces.

En las fiestas había palo encebado que por cierto lo prestaron a otra iglesia y ya no lo regresaron, venía el “show de Óscar” un grupo de bailarines e imitadores que eran fabulosos, venían a amenizar cantantes, payasos, mariachis, grupos musicales, grupos de danza, colocaban un ring de box y lucha libre que fascinaba a los niños. La feria abarcaba toda una cuadra de  avenida Azcapotzalco, la calle de Rayón, y más de la mitad de la calle de capilla de los Reyes, y cuando tocaba la fiesta junto con en tianguis de juguete tradicional sobre la avenida Azcapotzalco se hacía una gran romería.

Otra familia de la comunidad traían un grupo de comparsa de adolescentes, así como la familia Trejo se encargó mucho tiempo de donar el castillo, grupos de chinelos y portadas.

Se hacía kermes cada determinado tiempo para juntar dinero para la fiesta; tamales, atole, garnachas, postres, habían sorteos y tómbolas, refrescos que hubo un tiempo que los donaba la fábrica de Barrilitos que se encontraba en la colonia.

Luego de tiempo y al morir o cambiar de domicilio y hasta de religión, los organizadores y donantes  fue minimizando el apoyo hacia la capilla, fue hasta que el nuevo presbítero llegó hace unos años atrás, que ha unido a la comunidad, organizando una celebración muy diferente, y la capilla ha vuelto a resurgir pues se ha arreglado mucho y la comunidad vuelve a crecer.

 Había un señor ya grande que cuidó la capilla por muchos años, fue parte de la familia que donó para rehabilitarla, tenía una pequeña vivienda atrás de está, era muy agradable con los niños que asistíamos a la doctrina con unas monjitas, recuerdo que las religiosas pasaban los sábados en la mañana tocando su campana por las calles de la colonia y los niños íbamos saliendo. El señor Panchito así se llamaba siempre vestía como un ferrocarrilero colocaba con mucha paciencia las figuras del nacimiento en navidad, ponía cascadas, lagunas, cuevas, todo tipo de animalitos y personajes, era una ilusión verlo cada año, pero falleció y su  tradición desapareció, en algunas ocasiones pude ayudarlo.

Esta capilla aparte de ser linda, un tesoro de la colonia, cuenta mi mamá que  también nos protegió de que no abrieran una calle más amplia y nos quitaran parte de las casas de toda la calle capilla de los Reyes. Tenemos la esperanza que el INAH nos ayude y nos permita hacerle mejoras para protegerla. Siempre he pensado que está capilla tiene secretos y más historia por descubrir.

 

 

ICONOGRAFÍA DE SANTA APOLONIA.

Por Ana Marisol Reséndiz Pizarro

Pintura: José Juan Castro Chávez.

           Santa Apolonia (a la que también se le conoce como Santa Apolina), tiene un nombre que proviene de dos términos griegos: el prefijo “apo” (apó), que significa lejos o fuera y “ollumi” que se refiere a destruir. De ello, podemos deducir que Apolonia significa desde el punto de vista etimológico “la que aleja la muerte o la destrucción.”

El nombre Apolonia comparte el mismo origen lingüístico que otros nombres, como: Apolíneo, Apolino, Apolodoro, Apolófanes, Apolunio, Apolinar y Apolinarfo.

Cuenta la historia que sus padres eligieron dicho nombre en honor y agradecimiento al Dios Apolo, por las dificultades para lograr su concepción.

Apolonia también se dice: es una sacerdotisa dedicada al Dios Apolo llega a nosotros por la transición al calendario católico.

En este sentido observamos como las deidades griegas y latinas están presentes en nuestro mundo actual con otra significación en un contexto de posmodernidad inacabada.

            Apolonia fue una mujer privilegiada; pudo estudiar filosofía en la escuela de Alejandría, ciudad Egipcia en donde nació a pesar de sus valores culturales y el esmero de su familia en su educación, se convirtió al cristianismo a la edad de dieciséis años después de la lectura de las santas escrituras por lo cual decidió preservar su virginidad y dedicarse a difundir el evangelio en medio de la crisis política y religiosa que causó en Europa, la división de credos en contraposición con las creencias originarias presentes en Egipto, así como la religión oficial impuesta por el imperio Romano. Apolonia fue diaconiza, además de dedicarse a diversas acciones de caridad, formó parte del Consejo Eclesiástico de Alejandría, pero por ser mujer no pudo ocupar un alto cargo en dicha institución.  

            La imagen de Santa Apolonia Tezcolco es un trabajo novohispano del siglo XVI que fue restaurado, en fechas recientes por la administración actual. Posee unas pinzas que hablan de su martirio en el que perdió todos sus dientes por apegarse a su fe cristiana, lo que la convirtió en la patrona de los dentistas. Cabe señalar que los motivos florales de su vestido hablan del sincretismo por la concepción, místico, filosófica que tenían nuestros antepasados por otra parte en la otra mano sostiene la palma del martirio que significa que murió como mártir, en otras representaciones aparece con sus dientes en una charola. En la actualidad partes de su cuerpo se preservan en Europa como reliquia.

Iglesia.

En la iglesia se Santa Apolonia Tezcolco, se observa una arquitectura de estilo ecléctico neoclásico que explica su sobriedad en que fue construida por la orden Dominica en el periodo de la reconquista o conquista espiritual, la iglesia posee un arco de medio punto, con dos torres sobrias con un nicho al centro, al interior tiene una bóveda gallega y preserva su puerta original, arquitectónicamente tenemos un fenómeno muy interesante pues también, existe la maqueta de estilo barroco que el barrio pretendía que se construyera en el siglo XX pero ya no fue posible su creación por ello tenemos una pieza de arquitectura contemporánea cohabitando con el arco neoclásico de medio punto. A través de las imágenes del fotógrafo Antonio Sevilla bellos la innegable belleza estética que poseían.

El templo consta de dos partes: una iglesia antigua de la que el atrio en la colonia fungió como un panteón conservando un hermoso jardín y dos palmeras que parecen pilares en medio del solar, el cual carece de cruz atrial, sin embargo, del lado derecho frente a la iglesia más reciente se encuentra una pequeña maqueta de cemento con la reproducción de la iglesia antigua. En medio del patio se encuentra un nicho de piedra de tezontle entre dos hermosas palmeras y en el centro del nicho se encuentra una imagen de Santa Apolonia del lado izquierdo hay un jardín de niños llamado “El niño huichol” y otro jardín que conmemora la amistad entre China y México, donde en su momento se exhibieron algunos dibujos conmemorativos de arte chino y se sembró un hermoso bambú.

Fotografías del Archivo Histórico de Azcapotzalco.


Galería de Santa Apolonia Tezcolco del fotógrafo Antonio Sevilla Tapia.

 

 

SANTA MARIA MALINALCO

Por Ana María García Alvarado

www.bing.com/images Entrada del templo, su atrio

Mis primeros recuerdos de la iglesia de Santa María Malinalco vienen de mis juegos entre las tumbas que aun existían en la mitad del atrio,  a finales de los años 70. Acudíamos los sábados un grupo de niños a prepararnos para nuestra primera comunión con las monjas del Convento de la Orden de Religiosas Dominicas de Santo Tomás de Aquino. (Ubicado en la hoy calle de Aquiles Elorduy n. 16 es decir no esta tan cerca de la iglesia de Santa María Malinalco, esto ocasionaba retrasos y oportunidades de jugar a las escondidas entre las tumbas). Desgraciadamente a este grupo de monjas que eran de clausura ya no se les permitió salir del convento, siendo necesario buscar otras personas que nos prepararan para nuestra primera comunión. No tengo la fecha exacta cuando estas tumbas desaparecieron dando lugar a un lugar anexo del templo. Que con el paso del tiempo fue bodega. Actualmente se celebra la misa dominical de los niños que se preparan para hacer su primera comunión en la fiesta patronal del 15 de agosto,  día  de Santa María Asunción. En el resto del atrio se colocaron jardineras y pavimento, por los años 80. Cambiando totalmente la vista del templo. En este trabajo,  conoceremos de la importancia del atrio dentro de la arquitectura religiosa, prehispánica y colonial. Y las modificaciones que se han presentado, de acuerdo con referencias de personas cercanas a este templo de Santa María Malinalco.

Época prehispánica

 

En época prehispánica Santa María Malinalco, era el templo de la diosa Malintzin. Y al lugar se le conocía como Amalinaltzinco o Malinalco.  José Antonio Urdapilleta Pérez, cronista de Azcapotzalco nos refiere “El barrio de Santa María Malinalco debe su nombre a la fundación que hizo del lugar la hechicera Malinalli cuando los aztecas venían en su migración….”[1] En este lugar debió existir un templo o edificación de regular tamaño e importancia ubicado cerca de la orilla del lago de México.  Y que mereciera la visita de los frailes del convento que se estableció en Azcapotzalco, después de la conquista.

Época Colonial

Después de la conquista se establecieron los criterios de evangelización, a los pueblos de indios, que caían en encomienda de frailes o de laicos; se establecía un lugar ya conocido o que permitiera agrupar a los indios dispersos. En el caso de Azcapotzalco fueron los dominicos que se establecieron uno de sus conventos fuera de la capital de la Nueva España. Lo anterior facilitaría el repoblamiento y evangelización de su población, algo que era prioridad. Se utilizaron las piedras de templos prehispánicos para la construcción de los templos cristianos, debiendo cumplir ciertos criterios; inicialmente debían estar orientados hacia el Occidente, y estar construidos dentro de un atrio y contar con un coro. El tamaño de estas edificaciones correspondía al sitio, al número de pobladores, recursos de la región, ya que eran responsables de su construcción.[2]

Importancia de los atrios en la construcción de templos.

 

Siendo prioridad la evangelización, era necesario innovar, reconocer como sería la mejor forma de dar doctrina y sacramentos a la población autóctona. Sin embargo   para que las personas conocieran y practicaran la nueva religión era necesario cambiar algunas costumbres.  Una de ellas fue el atrio, este respondía a la necesidad de realizar en ellas funciones religiosas que en Europa tenían lugar dentro del templo. Considerando que las ceremonias religiosas prehispánicas se realizaban en un espacio exterior. Este problema de adoctrinar se resolvió con la creación de grandes capillas abiertas en templos y conventos[3].  (Ver  ilustración 1 )                   

                                         

De acuerdo con Manuel González Galván, [4] “el atrio es un espacio descubierto, exterior, que antecede a los templos, generalmente está delimitado por bardas o rejas”. Ver ilustración 1. Pocos lugares cuentan con templos con las llamadas capillas abiertas, fuera de los grandes conventos. Aquí en Azcapotzalco se encuentran dos capillas abiertas en los templos de la Conchita y San Lucas.[5]

Ver ilustración 2 

                                                       

                    Ilustración 1 Atrio                                                                             Ilustración 2 Capilla Abierta  

                          

El uso de estas capillas y grandes atrios con el tiempo sufrieron modificaciones en su uso. Inicialmente por las epidemias que diezmaron la población. Otro factor fue que la población acepto que las ceremonias religiosas se realizaran ya en los templos, dando otro uso diferente al atrio como cementerio.

Atrio de Santa María Malinalco

Santa María Malinalco es una construcción dominicana de principios del siglo XVII. De piedra en su fachada principal y contrafuertes, de un nivel cubierta de pisos de concreto y cuenta con espadaña con tres campanas. Fue dedicada a la Virgen María de la Asunción. Ciertamente no es uno de los templos, más importantes de Azcapotzalco, según Salvador Domínguez Assiayn, quien escribe de Azcapotzalco lo siguiente. “De las grandezas arquitectónicas coloniales sólo queda parte del convento y la iglesia, abierta desde el 8 de octubre de 1702…..La parroquia de San Simón, un ejemplar del barroco interpretado por el indio, sin olvidar; la Concepción y San Lucas con sus capillas abiertas, y que forman parte del tesoro artístico de Azcapotzalco”[6].  

Santa María Malinalco, es uno de los pueblos originarios de la hoy Alcaldía de Azcapotzalco, en la Ciudad de México. Al igual que los demás pueblos de esta alcaldía los atrios, de sus templos han sufrido modificaciones inicialmente por la urbanización que con el paso del tiempo se han presentado.

De acuerdo con datos encontramos que en 1709 se realiza una revisión de la propiedad comunal y privada de Azcapotzalco en inspección del cabildo de la ciudad de México, se encontró que la localidad estaba habitada por 593 familias (cerca de 3000 habitantes) que vivían en 27 barrios mexicanos y tepanecas en tres haciendas,  Santa María Amalinaltinco reportándose 25 personas.

Para 1770“ Por el rumbo San Salvador Xochimancas y la Calzada de Camarones había seis ranchos que poseían, Diego Castañeda, Francisco Romero, Teresa Martínez, Tomás Martínez, una religiosa que estaba en clausura de la que se ignoró el nombre, Juana Castillo y Diego de Ayala todos españoles y criollos”. ( Muchos de estos lugares seguían de alguna manera funcionando para los años 1960). Lo anterior nos ubica en los cambios que presento la Calzada Camarones en el paso del tiempo. Modificaciones que también afectaron al templo de Santa María Malinalco.

Para 1930 se registra que en el cementerio de San Miguel Amantla fue, junto con el cementerio de Santa Cruz Acayucan, los únicos cementerios de Azcapotzalco, ya que en los otros barrios no se podían sepultar cadáveres, porque el agua brotaba a unos cuantos centímetros de profundidad. (Entre mis recuerdos del panteón ubicado en Santa María Malinalco puedo hacer referencia que las tumbas estaban muy arriba del nivel normal de los otros panteones, posiblemente se debiera al problema al que se hace referencia) .

Para 1950 la calzada de camarones fue objeto de una remodelación, que comprende una ampliación para dos carriles y un camellón,( ya que antes solamente era de un carril, y lo que ahora se conoce como camellón, era parte de viviendas, plaza de toros, incluso de un cuartel de la montada). Se derriban varias casas y desaparece la llamada plazuela de los Rocha que estaba en camarones y esquina de 22 de febrero, que también es remodelada y ampliada, de callejón a avenida. [7]  A partir de este año las ampliaciones a esta avenida han disminuido el tamaño del camellón, hasta el que actualmente presenta.  

Para marzo 1987,se realiza el Catálogo Nacional Monumentos Históricos Inmuebles Azcapotzalco, D.F. En dicho documento se realizó un registro de todos los templos de la alcaldía.  De ahí rescatamos el plano del Barrio de Santa Maria Malinalco, ya con las modificaciones que por la ampliación del ahora eje 3 Norte o Av. Camarones se han presentado.

Ilustración n. 3. De acuerdo con el Catálogo Nacional Monumentos Históricos Inmuebles Azcapotzalco, podemos observar el plano de este lugar.  INAH, pág.- 191

Antiguamente de acuerdo con referencias de pobladores la entrada estaba del lado del callejón llamado Aspiros,  (que parte de norte 87 hasta el ahora eje 3 norte, en verde, ilustración 3). Su puerta era de metal casi igual que la actual. Este callejón Aspiros es muy estrecho, pero permitía el transito al poblado y el ingreso al templo para las celebraciones religiosas y entierros de la población nativa y por supuesto la fiesta patronal que se realizan cada 15 de agosto. El atrio de esta iglesia al igual que una gran vecindad fueron destruidos para abrir paso a la calle Dr. Galeana, que comunica al resto de la colonia o barrio que está formada por calles muy estrechas con la Av. Camarones. Por estas modificaciones el actual domicilio de la iglesia de Santa María Malinalco es Calle Dr. Galeana s/n Esq. callejón aspiros, quedando la entrada principal quedo exactamente enfrente de la puerta del templo.

Por referencias conocemos que el atrio de esta iglesia estaba lleno de tumbas. Solo existía un sendero que conducía desde la entrada del atrio, hasta la puerta del templo. Esto no impedía que, entre las tumbas en las festividades del 15 de agosto, se contratará los llamados toritos pirotécnicos, (Tradición Guatemalteca y Mexicana que consiste en una tradición de origen español que está ligada al tema de las ganaderías y sus capataces). Estos toritos pirotécnicos perseguían entre las tumbas a las personas que acudían a las festividades, llegando a quemarlas. No solo se conformaban con esto, algunas personas aventaran piedras a la gente. Provocando accidentes que debían justificarse sobre todo cuando se acudía a la feria o toritos sin permiso de los padres y llegar a casa con heridas, que requerían valoración médica. De este tiempo no existen fotos, o pinturas que nos permitan ver   cómo era el atrio del templo en estos tiempos. Gracias a una propaganda de las festividades del 15 de agosto en la cual no se indica el año podemos ver una ilustración del atrio con sus tumbas y parte de la historia de este templo.  Ver ilustración 4

                                      Ilustración 4 propaganda para ir a las festividades de Santa Maria Asunción un 15 de agosto

La barda del templo era relativamente poco alta,  de ahí que algunos de los entonces niños se brincaban para jugar entre las tumbas, aunque estuviera el templo cerrado. Cuando las tumbas fueron retiradas, se colocaron jardineras y se pavimento el resto del atrio. Para los años 80´  la protección de la barda se volvió a incrementar, porque algunos niños se brincaban la barda y utilizaban el atrio como cancha de futbol. Ver ilustración 5

                               


Ilustración 5 callejón de Aspiros y la puerta del templo

En la actualidad la iglesia de Santa María Malinalco, es un lugar   que ha sabido adaptarse a nuevos tiempos, con modificaciones que permiten el culto fuera del templo, permitiendo que un mayor número de feligreses acudiera a las principales celebraciones del culto católico y la fiesta patronal.   Ver foto 1, 2

  

 



[1] Leyendas de Azcapotzalco. Compilación. José Antonio Urdapilleta Pérez. María Elena Solórzano. Consejo de Cronistas de Azcapotzalco. Compiladores Azcapotzalco 2014. Leyendas de Azcapotzalco   2. Narraciones y sucesos extraordinarios. 1. Malinlli. Pag.63

[2] Historia de la Iglesia en México. Síntesis. Agustín Churruca Peláez, S.J. pág. 50

[3] Historia general del Arte Mexicano. Época Colonial tomo 1 Pedro Rojas. Editorial JERMES PAG. 53

[4] Glosario de términos arquitectónicos. Manuel González Galván. Fondo Regional de la Zona Centro 2002. pág. 36  

[5] Las capillas abiertas es un “ recinto para celebración ritual, cuyo frente se encuentra siempre abierto al atrio, o a un espacio descubierto. Puede, o no, estar colocada a los costados de la iglesia, Cuando se ubican en un nivel superior al del atrio, se les denomina Capilla Balcon y reciben el nombre de Capilla” Obra citada pág. 47

[6] México en el tiempo. El marco de la capital . México 1946. Azcapotzalco por Salvador Domínguez Assiayn. Pág.  163

[7] Cronología histórica Azcapotzalco. Rincón del Vago.com