35 AÑOS DE CRÓNICA POR
AZCAPOTZALCO, EN EL MONTÍCULO DE
LAS HORMIGAS DE
MARÍA ELENA SOLÓRZANO
Por José
Carbajal Cortés. Cronista de Azcapotzalco
El género llamado crónica ciertamente nos
adentra en lo que quizá no hemos indagado: en los espacios, lugares,
personajes, sucesos, noticias, relatos, hasta que, de manera acertada y
afortunada hay una involucración en ello a través de digamos varios años en
algún lugar o lugares y de también algunos relatos literarios y, si ello es reunido,
recopilado, en una antología por un autor u autora, nos da como resultado una
publicación tal es así el libro: En el montículo de las hormigas, crónicas y
relatos de la Mtra. María Elena Solórzano Carbajal, cronista, escritora y
poeta de Azcapotzalco.
Antes de abordar el libro mencionado debemos anotar
como antecedente de la Mtra. María Elena Solórzano, en que colabora con el
Arqueólogo Antonio Urdapilleta en la conformación de una investigación en
textos y dibujos en un folleto o publicación titulada Los barrios de
Atzcapotzalco y sus glifos en el año de 1987, siendo coautora de esta
acertada publicación que se volverá a difundir en el año de 2003 por el Consejo
de Cronistas de Atzcapotzalco entonces.
Sus pasos en su primera participación formal
como cronista de la Mtra. Solórzano, la encontramos con su crónica “María la
de Tacuba” la cual ganó para orgullo de los azcapotzalcas el segundo lugar
del concurso de crónica por la ciudad, a raíz de la convocatoria en el año de
1988 de “Sábado Distrito Federal” emulando la canción de Salvador “Chava”
Flores cronista musical de la Ciudad de aquellos años y que aparecería publicada
en el libro del mismo nombre: Sábado…Distrito Federal, relatos de cultura
popular urbana editada por el Conaculta y la Dirección General de Culturas Populares
en el año del 1989 en una antología junto a otros relatos, piezas de historia y
crónicas por el Distrito Federal de lugares como Tacuba, Nezahualcóyotl,
Xochimilco, Azcapotzalco, etc., recuperando testimonios de la cultura popular
de las vecindades y de los barrios.
Y es a partir de los años de 1988 y 1989 que se
empieza a gestar la crónica en Azcapotzalco siendo la Mtra. Solórzano
integrante y fundadora del primer grupo de cronistas de Azcapotzalco cuando se
empiezan a reunir en ese año en el templo de San Salvador Nextengo e iniciar
así la crónica en Azcapotzalco y será más adelante en el año de 1999 que se
conformará el Primer Consejo de Cronistas de la Ciudad, siendo el
primero conformado de la Ciudad el H. Consejo de la Crónica de Azcapotzalco
en diciembre de 1999 en la Casa de Cultura Azcapotzalco en que será integrante
junto con otros 6 cronistas de la demarcación.
Y a partir de esos años a fines de los ochenta
y principios de los noventa en adelante que escribiría ya de manera cada vez
más frecuente, ora relatos, ora crónicas, ora poesía, con un toque de un estilo
literario que la caracterizaría.
En una semblanza del que nos faltaría espacio,
pero que anotamos lo más relevante y que apareció en una exposición de
Cronistas y Escritores de Azcapotzalco en el año de 2018 [elaborada por El
Centinela de Xancopinca] es la siguiente:
Nació en
Ciudad Delicias, Chihuahua y radica en Azcapotzalco desde la niñez. Profesora Normalista
por la Escuela Normal de Maestros, profesora de Biología por la Escuela Normal
Superior, licenciada en Letras Hispánicas por la UNAM. Cronista del barrio de
San Lucas Atenco y Cronista de Azcapotzalco, además es poeta y escritora. En
1988 obtiene el segundo lugar en el Concurso Sábado D.F. con la crónica “María
la de Tacuba”. Ha sido Miembro y fundadora del Consejo de la Crónica de
Atzcapotzalco y de la Asociación de Cronistas del D.F. y Zonas Conurbadas.
Coeditora del Boletín informativo de los Cronistas, de las publicaciones
de Azcapil, Los Cronistas; además colaboradora de periódicos
como: El Informador, El Expreso de Azcapotzalco y la Voz
Tepanecah. Entre sus libros de crónica como autora están: Barrio de San
Lucas Atenco, Clavería Centenaria, Tiempo de higos, Los
oficios de los abuelos, Panteón vecinal de san Juan Tlilhuaca, así
como de libros en coautoría: Leyendas de Azcapotzalco, Voces
tepanecas cápsulas históricas de Azcapotzalco, Personajes de
Azcapotzalco, Hojas de otoño, Por el sendero de las hormigas
crónicas y relatos de Azcapotzalco, entre otros. Ha participado en varios
colectivos publicados y en poesía destacan sus libros: Viento de obsidiana,
Trueque al alba, Vestigios de luz, Los cánticos del ángel,
Los secretos de enebro, entre otros tantos, que suman en conjunto más de
30 publicaciones. Ha obtenido premios tanto en México como en el extranjero,
entre los más importantes están la Presea COYOLXAHUITLI que le entregó
la Asociación de Cronistas del D.F. y Zonas Conurbadas a su trayectoria como
cronista en 2014; la también Presea COATLICUE otorgada por el ComunArte
en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes en 2014; la Medalla
Tezozómoc por parte de la Delegación Azcapotzalco en 2017, además de que de
manera reciente, un Certamen de Poesía lleva su nombre como “Premio Nacional
de Poesía María Elena Solórzano”. Y nos faltaría espacio para delinear toda
su trayectoria de manera cabal por lo que hemos descrito lo más relevante de su
interesante y fructífero trabajo por Azcapotzalco y por la Ciudad, ya que su
labor ha rebasado incluso nuestras fronteras.
Actualmente
es la presidente Honoraria de la Sociedad Cervantina de México y de la Sociedad
de Cronistas y narradores de Azcapotzalco.
Es, además, una poeta reconocida en
Azcapotzalco, en la Ciudad y de nuestro país, escritora prolífica de poemas de
diversas temáticas ya que su poesía aborda el erotismo, lo místico, los ecos
del pasado prehispánico, etc., y cuyo poema salido de su pluma nos han
cautivado y que particularmente considero de mis poemas favoritos de sus tantos
escritos son “Azcapotzalco: En el lugar de las hormigas” y “Encontrarás
al ángel” sublimes de leer y hasta de recitar o declamar. Es
excepcional el libro Instancias del material poético en la obra de María
Elena Solórzano de Federico Corral Vallejo, interesante de leer ya que el
autor hace un estudio del material poético de la Mtra. Solórzano, de su poética
más relevante y además al final de su estudio nos da los datos bio-biográficos,
así como de antologías con su participación literaria en la poesía y de los
reconocimientos que le han sido otorgados desde el primero de ellos por sus
poesías en el año de 1980 (como son los poemas: “Las Flores”, “Ciudad
de México”, “La bandera”, que merecieron premios de primeros lugares
y menciones honoríficas) en esta faceta literaria hasta el 2014, pero que como
sabemos no terminan ahí los reconocimientos y los escritos y publicaciones en
esta faceta poética sino que continuarán hasta la presente día en esta segunda
década del siglo XXI que sigue publicando poesía, por lo que como escritora y
poeta cumple a su vez desde 1980 al presente 42 años en ésta su también faceta
de escritora y poetisa.
Y no debemos dejar pasar sus participaciones
en videos sobre Azcapotzalco, en documentales en Internet y en televisión como
han sido el canal 30, canal 40, capital 21, canal 11, siendo su aparición
acertada y poniendo siempre a Azcapotzalco en alto.
Ciertamente empecé por conocer primero su
nombre, como varias personas que la hemos leído y seguido (y posteriormente el
honor de conocerla en persona) en artículos, relatos y crónicas que aparecían
en publicaciones como: Barrio de San Lucas Atenco, crónicas y anécdotas;
Azcapil, boletín sobre crónica de Azcapotzalco; Leyendas de
Azcapotzalco I, II, III y IV; Encarnación Ortiz, héroe de la última
batalla de Azcapotzalco; La última batalla de la guerra de Independencia;
Azcapill, tradiciones amantecas; La vida cotidiana en el siglo XX;
Instantáneas de mi barrio San Lucas Atenco y con artículos en periódicos
como en El Informador, el Expreso de Azcapotzalco entre otras
publicaciones más a manera de sencillos pero nutridos folletos y de periódicos
del que tengo atesorados en mi biblioteca.
La primera vez que conocí a la cronista María
Elena Solórzano, me llevé una grata impresión de su persona, ya que iba a que
me firmara uno de sus tantos libros y me observó y puso atención cuando la
felicité por su libro, diciéndome gracias observándome con unos ojos verde
esmeralda que me impactaron, con esa mirada tan fija a su interlocutor que
transmitía una confianza y una muy aguda atención, algo que se aprecia y que no
se olvida.
Hemos sido seguidores del trabajo de la Mtra.
Solórzano, por lo que conocemos su trabajo en la crónica, relatos y poesía y con
la oportunidad de conocerla y tener además su amistad y de poder haber
colaborado con ella en los miércoles de crónica o Crónicas con aroma de café
(también llamado miércoles de chocolateando al principio) en la Casa de
Cultura de Azcapotzalco, lo que ha sido todo un honor, para quien esto escribe.
Después de este paseo por la infatigable
actividad de la Mtra. Solórzano, regresemos como se mencionaba al principio al
libro En el montículo de las hormigas crónicas y relatos en donde
la crónica y los relatos de la Mtra. Solórzano nos lleva por lugares y sucesos
con matices entre históricos y literarios y que se vivifica en una relación con
Azcapotzalco que ha sido su lugar de residencia en la mayoría de estos
escritos, con tintes literarios manejados en su prosa, en el que se disfruta su
amena lectura con los lugares, personas y sucesos como protagonistas en una
antología que con el paso del tiempo fue reuniendo la Mtra. Solórzano de
relatos y crónicas a través de los años que, en su mayoría, son crónicas por
Azcapotzalco y que un buen día las juntó, recopiló y tuvo la acertada idea de
reunirlas en un sólo libro por ello es que es una antología, una antología por
Azcapotzalco de ayer y de hoy, siendo una gran cantidad de relatos y crónicas en
ni más ni menos que 107 escritos reunidos en poco más de 180 páginas.
El título del libro se debe a que Azcapotzalco
significa en la belleza del náhuatl en el montículo de las hormigas o en
el hormiguero, por lo que su libro es Azcapotzalco en una traducción al
español, del Azcapotzalco que se vive y se respira en sus barrios originarios, de
sus pueblos y colonias.
El
libro nos recibe con el interesante corrido de la virtuosa pluma de su autora:
se trata de “El Señorío de Azcapotzalco” que es un corrido sin igual en
Azcapotzalco, aunque existen más corridos de diversos autores de o por Azcapotzalco,
éste es excepcional destacando por su composición literaria que bien debería
conocerse desde las escuelas primarias en Azcapotzalco generando y valorando la
identidad de los azcapotzalcas, digna de ser declamada en un acontecimiento
cívico, leída y contada en pláticas y tertulias.
Adentrándonos al libro después de la
presentación de Jaime A. Valverde Arciniega, presidente del Cabildo Nacional de
la Crónica de la CDMX una organismo de crónica de la Ciudad a la que pertenece
la Mtra. Solórzano (y del que tenemos el honor también de pertenecer) nos lleva
de la mano en un recorrido por nuestra Catedral de Azcapotzalco por su
convento, su atrio, de su principal retablo del pintor Villalpando con su
belleza en claroscuro de Santa Rosa de Lima, así como de imaginar la delicia
que son las Petroleras platillo imprescindible gastronómico de los chintololos
y que nos cuenta como nacieron y en su relato llevarnos a querer probarlas y
saborearlas.
Y siguiendo, la historia y la crónica se
encuentra plasmada en sus páginas a través de: Tradiciones amantecas, La
última batalla de Independencia, La gran plaza Tepaneca, Fundación
de Tenochtitlan, Azcapotzalco recibe al Gral. Venustiano Carranza, Fernando
Montes de Oca, Tezozómoc, Sebastián de Aparicio precursor de los
alteres de muertos, Se clausura la Refinería, Línea siete, entre
otros que aparecen.
Lo cotidiano está presente en el libro de la
cronista Solórzano así tenemos relatos como: Jamaica, la Merced,
Azcapotzalco y Anexas, Un tren que vuela, La Reina del Barrio,
Día de Reyes, Dos de febrero, Día de las madres, Tradiciones
decembrinas 12 de diciembre, Tianguis de Salónica, El Dux de
Venecia, Fotógrafo ambulante, etc.
También encontramos relatos que se nos antojan
de leyenda y sucesos como son: La carreta, La novia, La
hormiga roja, Los nahuales de Tlilhuacan, Los nahuales y Los
nahuales del panteón vecinal. El
libro es por tanto una invitación a abrirlo y leer sus páginas que nos
sorprenderán, cautivarán, con ese toque de creación literaria que no tiene que
ver tan sólo con lo académico para llegar al público.
Su autora nos hace voltear, mirar el
Azcapotzalco que esta entre nosotros en un encuentro de identidad que nos
identifica ya sea con el pasado o el presente inmediato por lugares, calles,
sucesos y personajes. Así los relatos y las crónicas encuentran un lugar en el
lector, en una evocadora lectura en donde brilla desde un pasado glorioso por
Azcapotzalco, hasta lo cotidiano en que construye imágenes en este ramillete
antológico escrito a través del tiempo con el paso de los años en el oficio del
escribir, con el estilo impreso e inconfundible de su prosa estéticamente
costumbrista de la cronista María Elena Solórzano.
Las letras de la Mtra. Solórzano, hace posible
que no sean necesarias fotos e imágenes de las que no hay en el libro (más que
la de la portada) pero que la magia de la palabra sustancial de la venia
literaria de nuestra cronista de Azcapotzalco las reemplaza sin duda alguna.
Esta obra está centrada en el pensamiento del hormiguero u Azcapotzalco de
manera evidente, acercándonos a conocer esa originalidad de su pluma que nos
conduce a su pensamiento y reafirmación del lugar en el que vive dentro de la
gran Ciudad y nos comparte y que además difunde en esta publicación que se
atesora debido a su lograda vocación literaria y cronística.
De esta manera ha aportado a Azcapotzalco y no
de manera incidental, sino desde su conocimiento que tiene de la tierra del
hormiguero, desde la poesía hasta la crónica conformada en una visión y
recreación del Azcapotzalco de ayer, de hoy y de siempre.
Hemos visto en este recorrido que desde el año
de 1987 y 1988 hasta el presente 2022 son ya cerca de 35 años de labor
cronística por Azcapotzalco, pues la difusión de éste su más reciente libro
salió a la luz en 2021 y que continuará cosechando éxitos en Azcapotzalco.
La Mtra. ha comentado en algunas ocasiones
este pensamiento que se nos antoja poético y con sabiduría: “los libros deben
volar como las aves no quedarse en un cajón guardados” y así debe ser con este
libro de En el montículo de las hormigas.
Y si tú quieres leer particularmente este
libro En el montículo de las hormigas, crónicas y relatos, ya se
encuentra a tu disposición en el Archivo Histórico de Azcapotzalco (en donde se
ha hecho la donación pertinente) ahí lo puedes consultar, leer, disfrutar por
la amenidad de sus relatos y, además, conocer nuestro Azcapotzalco a través de
sus crónicas.
El nombre de la Mtra. Solórzano de manera
actual figura asimismo en la Enciclopedia de la Literatura en México de
la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM), además de que se le encuentra en
Diccionarios de escritores en Internet y en diversos sitios web se localiza su
nombre como escritora. Y es de mencionar que en estas fechas de marzo a junio
de este año de 2022 en las vitrinas de la estación del Metro Pino Suárez se
montó la exposición Un estudio propio: mujeres en el arte de artistas
visuales entre escultoras, pintoras, talladoras, creadoras literarias e
instrumentistas, realizada en colaboración con el STC Metro, la Secretaría de
Cultura y de los colectivos Comunidad de Mujeres en el Arte y el Colectivo de
Mujeres en la Música A.C. En donde aparece la foto y presencia de la Mtra. María
Elena Solórzano como Artista Literaria de México y anotada como Especialidad:
Literatura (y cuya fotografía agradezco me compartiera nuestro colega
Joel Luna).
La Mtra. María Elena Solórzano es un ejemplo a
seguir en la crónica, en las letras, en la poesía desde la tierra del
hormiguero y de quien nos sentimos orgullosos varios azcapotzalcas. Como su
estatus lo dice ha sido una maestra para esta generación y las venideras y a
quien decimos ¡honor a quien honor merece! ¡Gracias por esas letras hoy y
siempre por Azcapotzalco!
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