viernes, 19 de febrero de 2021

 

¿POR QUE ES IMPORTANTE LA CRÓNICA?

Por Ana Marisol Resendiz Pizarro.

            La crónica retrata las transiciones de los paradigmas, la memoria histórica que el tiempo y todas aquellas cosas que la historia oficial va desgarrando, o acallando en los discursos institucionales (fechas, batallas, héroes, recuerdos etc.).

El cronista es en realidad un antropólogo filosófico un investigador del misterio de lo humano, que al buscar el conocimiento se encuentra con todos los resquicios de la naturaleza humana, donde fluye con toda la fuerza de su conocimiento, la crónica es un espacio libre donde sin compromiso alguno las voces ancestrales invaden el espacio, mostrando el camino a las nuevas generaciones, la crónica revalora el sentido de lo humano, el valor de la anécdota, así como la reconstrucción de una historia colectiva, justa, ética, equitativa y libertaria. Una crónica que tenga vida propia y que haga vibrar y reflexionar a propios y extraños.

Por diversos motivos la historia extraoficial tiende en muchos casos a ser desgarradora pues representa el dolor de un pueblo doblegado por la adversidad, que no ha tenido la digna oportunidad de que alguien cuente su verdadera historia y le permita tener su rostro y el orgullo de la identidad. Además la crónica nos permite volver el rostro y reivindicar a todos aquellos personajes que han sido mal interpretados o mal juzgados por la historia institucional, además la crónica nos permite recuperar a todos los héroes y ciudadanos que por un olvido accidental no han sido inscritos en el libro de la historia.

La crónica nos permite indagar en la sabiduría de nuestros antepasados y elegir los instantes que han de perpetuarse pues en todas las épocas hay seres humanos que querrán indagar en el eterno misterio de lo humano. Así como completar ese vacío epistemológico y de sentido que nos ha traído una post modernidad inacabada, donde hay demasiadas apologías a la violencia y al lado oscuro del hombre, pero no al humanismo y al recuentro lumínico de los misterios de los secretos, los cantos y los sueños inscritos en la memoria de los pueblos.

La crónica en múltiples sentidos rompe con las versiones establecidas y en otros las afirma y complementa.

En el tiempo que nos tocó vivir en este 2021 a los cronistas nos corresponde un deber histórico y humanístico de ser testigos de nuestro tiempo y visionarios, pues ante el avance de la tecnología y la tecnocracia se nos ha olvidado el valor del humanismo, probablemente un ciudadano de los próximos años o siglos podrá tener una perspectiva autentica al asomarse a las plazas, los mercados, los hogares etc. Vistos desde los ojos de los cronistas. La crónica en el contexto de la pandemia adquiere una dimensión fundamental pues muchas cosas apreciadas y recabadas por el cronista ya no serán jamás como han sido por ello es muy importante seguir alimentando la memoria de los pueblos.

La crónica nos brinda la oportunidad de indagar entre lo público y lo privado, lo implícito, lo no dicho para poder vencer el territorio de lo inefable.

Por otro lado nuestro amado México esta sediento de recuperar nuestro rostro, lo que solo se podrá hacer a través de nuestras lenguas originarias, nuestras tradiciones propias así como propiciar un encuentro con las verdades infinitas fundacionales, así como con las verdades del instante que se entrelazan; que ofrecen una apetecible lectura entre líneas testigos de un instante que caducará y la palabra detendrá el tiempo en algún rincón de la añoranza sublime del tiempo que se escapa la función del cronista dar voz al sujeto protagonista de lo cotidiano, palabras libres en un tiempo donde no escuchamos la voz del otro apresados por la tecnología escondidos del ser y la verdad.

El cronista es la reconciliación de la palabra viva con el valor añadido de ser un testigo de los hechos y las referencias emerge la verdad voces que han sido acalladas por momentos políticos o por condicionamientos históricos.

            La crónica es uno de los caminos para encontrarnos con el ser, reconciliarnos con la existencia, con la humanidad, con la memoria de todos los tiempos con la libertad de ser y expresar y con la posibilidad de volver a existir a través de la palabra y de alcanzar la trascendencia y la eternidad.

            La crónica nos hace protagonistas y testigos investigadores del inconsciente colectivo, así convertirnos en sujeto de la investigación, otra de las aportaciones más importantes de la crónica para la humanidad es la oportunidad de poder escarbar en el lado oscuro del corazón y entrar con paso fuerte en la locura de las sociedades para entender el funcionamiento de nuestra psique, sin prejuicio alguno y lograr interesantes reflexiones pues a diferencias de las ciencias exactas, en las ciencias humana nada está escrito…

 

 

 

 

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