Por Gustavo Aquino
Gante
y Clavería, ¿porqué los relacionó automáticamente? Por un pequeño local usado
como cafetería parecido a uno de Clavería. La primera vez que estuvo en
Azcapotzalco desayunó ahí.
Mecánicamente relacionó los dos lugares, como la mirada
de la hoja de un árbol que despunta la noche. Se acomodó la mochila al hombro,
se tenía que quedar en el albergue, aún alcanzaría esa cena caliente que sirven
en la época de invierno. Llegó al Eje Central y caminó hacia Garibaldi.
La calle de Gante, una de las calles más hermosas del
Centro Histórico de la Ciudad de México, siempre está lleno de gente. Jóvenes
que llegan al primer encuentro amoroso, ancianos sentados en las jardineras
esperando lo que podría su última primavera. Bares y cafés donde añoran
turistas su lejana tierra. Vagabundos de todas partes del mundo que cargan un
timón al que dan vuelta con una leve brisa, ignorando aquel faro tan parecido a
un astro en el cual habitan Alicias, Raqueles, Circes, Rómulos y Remos.
Él
camina sin rumbo. Un microbús deja caer a un pasajero, una linda mesera que
sirve un café. Buscaba entre aquellos locales “El Lobo Estepario” una famosa
cantina entre algunos poetas, periodistas, y estudiantes de literatura. El
local aún permanecía, pero no esa cantina, sin embargo, se veía remodelado,
cortinas nuevas, fachada recién pintada, y un letrero anunciaba próxima
inauguración. El albergue también está cerrado, no queda de otra, más que
regresar.
Volver
al Callejón de Victoria donde las madres salen enojadas por un novio
desconocido, greñudo, correr sobre Democracias, no hay rescate, peor cuando los
perros te corretean, esquivar al paletero, un puesto de frutas, al vendedor de
tacos, el amigo que te saluda y tu corriendo, hasta que aparece la avenida
Tezozomoc y subes al bendito pesero, jadeando. Regresas a la realidad cuando el conductor te
pide que pagues. No queda más que descender por la falta de presupuesto. Pero
al fin ya estás en el Centro Histórico de Azcapotzalco.
Me suena esa calle de gante cuando yo trabaje en seguridad privada me gusta a mucho pasar al centro a comer pollo en la vasconia, y un pan de elote en los pasillos donde venden cositas para manualidades, te hablo de hace unos 10 años atrás felicidades Aquino
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