jueves, 18 de noviembre de 2021

 

 HOMENAJE A

RAFAEL HERNANDEZ BARBA

El día 07 de agosto de 2021, a las 11 a.m. comenzó el evento para hacer homenaje a quien destacó en el ambiente cultural de Azcapotzalco, Iztapalapa, y ciudad de México en general, con grandes méritos propios, y que además impulsó a muchas personas a desenvolverse en ese ámbito.

La cita fue en el Jardín Hidalgo, en el centro de Azcapotzalco, sitio en el que Rafael Hernández participó en diferentes eventos. Por ejemplo en septiembre del año 2019 organizó ahí una serie de conferencias diarias acerca de la Guerra de Independencia. Lo subrayo porque para muchas personas, Rafael Hernández Barba era cuentero, para otros narrador, muchos lo identifican como su maestro de artes orales, en ciertos ámbitos lo veían como cronista, en Iztapalapa ganó se le distinguiera como cronista de dicha alcaldía pues hasta tenía allá una sección en un programa de radio que se llamaba “Leyendas de Iztapalapa”. En fin, tuvo muy diferentes facetas, y deseo mencionar que la de organizador de eventos presenciales en donde daba su lugar a otros ponentes para hablar de historia, de crónicas, de leyendas, también la ejerció. Icluso una vez comenzada la pandemia, tuvo el acierto de trasladar a internet, en sesiones de zoom, dichas presentaciones, y de esa forma, trasciende al tiempo y a la fatalidad, pues su trabajo de expositor y de organizador, ha quedado plasmado en la red mundial. Ahí se tienen las sesiones de sus propias interpretaciones de narración, la de la “semana de la Independencia” en que abrió las puertas a historiadores y cronistas a que expusieran el tema, la catapulta digital que estableció para las narraciones de sus alumnos, las “charlas de café” de la Maestra María Elena Solórzano, e incluso invitó a personajes que hablaban de temas profundos que no eran de la especialidad de Rafael, demostrando su entrega al público, su apertura a que el protagonismo lo tuvieran otros, y su interés por difundir conocimiento. Un ejemplo de ello son los videos que se grabaron acerca del Calendario Azteca y la cuenta de los días. Prácticamente Rafael hizo la presentación de los invitados, y al final despide el programa, pero a lo largo del tema, él fue un asistente más que aprendió de los invitados.  Rafael Hernández fue muchas veces el del micrófono, el del tema del día, el que se disfrazó para dar ambiente a su relato. Pero también fue el que organizó un evento, y llego a ser en varias ocasiones, el que estuviera sentado aprendiendo del expositor, de un evento que él mismo preparó. Supo ser cada una de las partes que componen un evento. Y llegó a ser incluso el anfitrión de sucesos culturales en su propia casa, como lo fue la instalación de un Libro Club en su domicilio particular.

Se le vio en el Hormibús, en la Casa de la Cultura, en el Jardín Hidalgo, en el Panteón de San Martín Xochináhuac, en el Parque Tezozómoc, en distintos foros de Azcapotzalco, en pueblos y barrios de Iztapalapa, y solo Dios sabe en donde más se habrá presentado con sus números culturales. Lo que si sabemos es que su importancia y trascendencia va más allá de la Ciudad de México, pues hasta en el mismo homenaje del día 7 de agosto de 2021, hubo participación de gente de Monterrey lamentando su partida y agradeciendo sus aportaciones y lecciones. De ello se encargó Luis Vega, actual director del Grupo Tlahtoque, que ocupa dicho cargo desde que partió Rafael Hernández.

En fin. El alcance e importancia de la actividad del homenajeado son enormes, y precisamente de ahí parte el gusto y necesidad de haber organizado un evento en su honor.

Alrededor de las 11:40 a.m. de ese 07 de agosto, Teresa Martínez Legorreta se encargó de dar inicio al evento. Eduardo Aguirre fungió como maestro de ceremonias, y fue dando la palabra a las diferentes personalidades que nos acompañaban ese día, entre quienes destacaba de manera luminosa y sensible, la esposa de Rafael, la señora Nelly Alejandra Saucedo Ruelas. Sus hijos estaban presentes y en primera fila: Jenny Alejandra Hernández Saucedo y su hermano Rafael.

Entre el público pudimos reconocer a cronistas y narradores como Araceli Jaguar, Luis Vega, Francis, Mary Domínguez, Gustavo Aquino, Marisol Reséndiz, la artista chiapaneca Misolha, Martin Borboa, Roberto Cuauhtémoc Ortiz, etc.

El presídium, ubicado en el templete del kiosco del Jardín Hidalgo,  lo encabezaban (de derecha a izquierda)

-          Lic. Lizette Vázquez Sánchez, Suplente de la Maestra Gabriela Jiménez Godoy, Diputada Federal Electa de Azcapotzalco.

-          Mtro. Irak López Dávila, Director General de Gobierno de Azcapotzalco

-          Señora Nelly Alejandra Saucedo Ruelas

-          Lic. Jorge Mariano Mendoza Ramos, Director de desarrollo cultural comunitario de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México

-          Lic. Jesús Arriaga, Jefe de la Unidad departamental de promoción de la lectura, de la Alcaldía de Iztapalapa

Como primer punto, se proyectó en una pantalla colgante del kiosco, un video grabado por la Maestra María Elena Solórzano, en el que canta un corrido de su propia inspiración para Rafael Hernández Barba, con el acompañamiento en guitarra del Ing. Gustavo Aquino. Muy lindas coplas en memoria del muy activo compañero. En sus informativas líneas, nos enteramos que él estudió formalmente la biología para ser un profesional de esa materia.

Luego siguió la proyección de otro video que mostraba imágenes de Rafael mientras de fondo se escuchaba su voz en una narración. En cierto momento, el video ya muestra a Rafael en carácter de charro, narrando en el salón Cervantino de la Casa de Cultura, un par de historias, como aquella del caporal. En ese instante de la proyección, cuando era la voz y la imagen en movimiento de Rafael la que se veía, sonaron las campanas de la Catedral de Azcapotzalco. El charro narrador, desde la pantalla, mencionaba con detalle que el caporal se había quedado de ver con una muchacha muy linda de San Martín Xochináhuac, a las puertas del panteón de aquel barrio. La describió como una chica de larga trenza. Para ese momento, Francis López y Mary Moreno Domínguez, ya secaban sus lágrimas inocultables, llenas de sentimiento por quien se gano su afecto y su cariño, y en cuyas tierras también fue a entregar su talento. La narración nos tenía emocionados, atentos, sin perder detalle de la coqueta travesura del caporal. Pero grande fue el susto con el desenlace de la narración, que vendría siendo sobre la última nahuala de Azcapotzalco.

Luego se proyectó otro video del Grupo Tlahtoque. Seguido de ello, un tercer video de la Maestra Beatriz Falero, quien contó al público como estuvo Rafael organizando un festival con ella. Haciendo referencia a un frondoso árbol en la plaza de Santa Catarina en Coyoacán, la Maestra sugiere como recuerdo de Rafael: “ir a Santa Catarina, y bajo la árbola sentir su presencia, donde creo que va a estar”.

Dijo: “la árbola contará sus historias, que se le quedan pegadas en las hojas. Rafael no desaparecerá. Dejó muchas cosas que harán que se le recuerde”.

Luego pasó a hacer uso de la palabra Luis Vega, dirigente del Grupo Tlahtoque, quien destacó la labor emprendida por Rafael, y mencionó el gusto del homenajeado por las bromas y su habitual buen humor y risas. En ese punto, volvieron a sonar las campanas de la Catedral.

A continuación el Lic. Jesús Arriaga, quien vino desde Iztapalapa para el evento, fue quien contó como conoció a Rafael cuando éste quiso participar del programa “Libro Club”, el cual requería de un espacio para colocar adecuadamente los libros que aportaba el gobierno, y dar permanente acceso al público en general. Así fue como Rafael ofreció su domicilio particular para ese fin. El Lic. Arriaga fue maestro de Rafael en un taller de Lectura en Voz alta, y atestiguó la incursión formal de Rafael al mundo de la crónica. Con el tiempo, el Lic. Arriaga estableció una transmisión de radio vía internet para el público principalmente de Iztapalapa, y en su programa, se abrió una sección llamada “Leyendas de Iztapalapa” que transmitía en vivo Rafael Hernández.

Antes de la pandemia, Rafael atendía peticiones de que se hicieran narraciones en pueblos y barrios de aquella alcaldía. Personalmente iba a presentar sus actuaciones y relatos. Cuenta el Lic. Arriaga que le decían a Rafael que era “el cronista de Iztapalapa avecindado en Azcapotzalco”. Entre el público estaba una alumna de Rafael, Leticia Catalán, y ella constató que Rafael acudía a diferentes colonias y pueblos de Iztapalapa, incluso a aquellos alejados o muy arriba del cerro. El Lic. Arriaga subrayó que Rafael siempre hizo sus participaciones de las leyendas de Iztapalapa en vivo, y solo hasta que se enfermó optó por hacer la grabación y enviarla. Esa, dice, fue la última grabación de Rafael.

Resaltó el lado narrador, cronista y pedagógico de Rafael. Pero en todo momento reveló cuanto valora su sentido humano. No pudo evitar que se le quebrara la voz al expresarlo. Ante la imposibilidad inmediata de continuar su discurso, el público le regaló un merecido aplauso.

A continuación pasó al micrófono Fray Molinero, esta vez sin el atuendo café que lo caracteriza. Dijo que conoció a Rafael en el kiosco ubicado junto a la videoteca, en el centro de Azcapotzalco. En ese kiosoco hicieron narraciones, y luego en otros sitios coincidían para hacer sus presentaciones. Vio como se formó el Grupo Tlahtoque que fomenta la narración y la crónica.

Rafael y Molinero hicieron un disco con leyendas de Azcapotzalco, y junto con sus voces, también participó la Maestra María Elena Solórzano con la suya. Rafael y Molinero fueron a hacer grabaciones al Instituto Mexicano de la Radio. Contó cómo fue frecuente que se encontraba con Rafael, y que la gente muchas veces creyó que eran hermanos. “Lo vino a buscar su hermano” le llegaron a decir a Molinero. Luego de darse cuenta de ello, los dos se divirtieron con eso y decían que lo eran. Incluso los confundían y se llegó a hacer uno pasar por el otro. Para compartir algo tan personal y cercano entre Rafael y Molinero, al final ganó el sentimiento a la voz, y sin poder ocultar su llanto, terminó su participación muy aplaudida.

Luego pasó al micrófono el Maestro Irak López, quien dirigió sus palabras a la viuda de Rafael y a los hijos de dicho matrimonio. Transmitió un mensaje de parte del alcalde. Pasó el turno al enviado de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, y después la suplente de la Diputada Federal  electa de Azcapotzalco, quien dijo que Rafael Hernández es “una inspiración en Azcapotzalco para la cultura”.

El siguiente punto del evento público, fue que todos los integrantes de la mesa pasaran al frente de la misma, y estando de pie, en medio de una ovación, se le entregara a la señora Nelly Alejandra Saucedo, esposa de Rafael, un reconocimiento para su marido, en el cual se da valía a su trayectoria. La señora dio sus palabras de agradecimiento muy cálidamente.

En las bocinas se comenzó a escuchar la canción “We are the champions” del grupo inglés “Queen”, y a lo largo de sus acordes, se propuso un minuto de aplausos para Rafael Hernández Barba. Un cierre bastante emotivo.

Con eso se concluyó el evento público en el Jardín Hidalgo. Las actividades continuaron en el Salón Cervantino, en el primer piso de la Casa de la Cultura de Azcapotzalco. Ahí, la organizadora Teresa Martínez Legorreta ya tenía montado una mesa grande que serviría para ofrecer un agasajo gastronómico a los asistentes, a esta etapa un poco más exclusiva del homenaje.


Mientras los asistentes ocupaban sus asientos y se les fue ofreciendo parte de los bocadillos y fruta que se tenían, hicieron uso de la voz en el micrófono:

-          La compañera María Francisca López Suárez, quien destacó porque era tan querido Rafael en San Martín Xochináhuac.

-          Martin Borboa para invitar a participar con un texto o artículo alusivo a Rafael Hernández en la publicación de septiembre 2021 de la revista electrónica “La hormiga en línea”.

-          Luis Vega, del Grupo Tlahtoque, que con apoyo de su celular, transmitió la grabación que se hizo en Monterrey en reconocimiento a la trayectoria de Rafael

-          Marisol Reséndiz, quien comentó de la actividad en que coincidió con Rafael en la narración de las leyendas del Panteón de Santa Cruz Acayúcan.

-          Roberto Ortiz, Presidente de la Asociación de Cronistas y Narradores de Azcapotzalco, quien mencionó su admiración por la energía y vitalidad de Rafael Hernández, su animosidad durante un desfile de septiembre en Azcapotzalco, y narró una leyenda del barrio de San Lucas.

-          Leticia Catalán, de Iztapalapa, quien fue alumna de Rafael, y contó el cuento de “Luciana la pejesapo”

-          El Ing. Gustavo Aquino dirigió sus palabras con la emoción de quien fue su amigo, y solicitó que en su memoria se continuara una actividad de crónica y narración unidos.

-          La maestra Martina Rodríguez García no pudo asistir en persona a esta homenaje, pero se dio lectura a su mensaje escrito sobre Rafael Hernández, su agradecimiento por tomarla en cuenta, a sus escritos e investigaciones, e incluirla en las grabaciones de “Semana de la Independencia” hechos en la Casa de Cultura en 2020

-          Luis Vega, destacó la labor de Rafael a la cabeza del Grupo Tlahtoque

-          Ya siendo las 14 horas, Fray Molinero deleitó al público con una narración, ambientada musicalmente con sonido de su propio celular. Siempre un momento inolvidable en cada una de sus presentaciones. Imposible distraerse mientras actúa.

-          Julio César Argüelles, músico y poeta zapoteco, declamó en dicha lengua, y comentó que a Rafael Hernández le gustaba que le cantara con la guitarra la canción “El feo”. Se llegaban a encontrar en eventos culturales.

-          Tarsicio  López dio sus palabras con emoción por el compañero fallecido.

-          El niño Ethan García Ruiz, alumno de Rafael Hernández, dijo que sabía que él era su estudiante consentido. Que le decía notar que “él podía hacerlo” refiriéndose al acto de narrar bien ante un público. Y así lo demostró. Con micrófono en mano, contó una leyenda de su propia imaginación, sobre dos niños en un lago de un panteón.

Siendo las 14:43 horas de ese sábado 7 de agosto de 2021, hubo que terminar el evento, del cual era notorio que nadie se quería ir. Pues nadie se quería despedir ya de esa colectiva manera de decir “gracias Rafael, gracias”.

La Hormiga en Linea.


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