lunes, 27 de febrero de 2023

 “LOS DOS ASESINOS”

Por: Las del doce (Fátima, Shany y Rubi)

“Las del doce” somos tres compañeras que cursamos el primer año de secundaria en Azcapotzalco y que por azares del destino nos tocó hacer un proyecto para la materia de español, el cual consistía en escribir una historia de suspenso o terror entre las tres, y aquí les presentamos el resultado. 

En la Ciudad de México, específicamente en Azcapotzalco llegaron a existir dos asesinos los cuales se llamaban Haydde y Zahid, su diversión era secuestrar chicos y chicas de las preparatorias.

Haydde tenía 25 años, mientras que Zahid tenia 30.

Haydde apenas estaba aprendiendo sobre este negocio, Zahid ya llevaba 10 años en él, así que él era instructor de Haydde.

Había un grupo de amigos que Haydde y Zahid aún no habían podido secuestrar porque siempre estaban en grupo y llegaban temprano por ellos. Pero los secuestradores ya habían armado un plan, que consistía en hacer una fiesta e invitar al grupito y ciertos chicos más.

Ese día Haydde era la encargada de preparar las bebidas a las que les ponía droga, específicamente a las del grupo que querían secuestrar. La bebida ya empezaba a hacer su reacción, al salir de la fiesta ya estaban muy débiles, caminaron hacia un callejón obscuro, estrecho, silencioso y con un ambiente muy pesado. A la mitad del callejón de aquel ancestral pueblo tepaneca, los chicos sintieron escalofrío, lo que no sabían que ahí era dónde  Haydde y Zahid secuestraban y mataban normalmente en ese callejón.

Al seguir caminando encontraron una mancha roja, al acercarse se dieron cuenta que era sangre, al voltear vieron un pulmón, ellos pensaron que era de un animal; un tiempo después se desmayaron, al despertar se dieron cuenta de que estaban en un cuarto obscuro con sangre y organos de personas, cuando intentaron salir al abrir la puerta se toparon con un cadáver, aterrados gritaron, en ese momento entró un hombre vestido de negro, no se le veía la cara, los chicos se arrinconaron y sin querer pisaron un corazón, corrieron hacia la puerta por donde había entrado aquel hombre, pero Haydde trató de  detenerlos y lograron encerrar al hombre. 


Al tratar de escapar tropezaron con otra puerta, adentro había máquinas de tortura y sangre por todos lados, se dieron cuenta que había ventana y una de las chicas que era muy delgada  intentó salir por ahí y logra escapar, pero lo que ellos no sabían es que era cómplice y en lugar de pedir ayuda les dijo a Zahid y Haydde  que dejaron una ventana por la que podían escapar, en ese momento fueron a tapar la ventana, entonces las chicas le preguntaron a la que los traicionó ¿Por qué lo había hecho? Ella les contestó que desde que entró a la escuela y se juntaba con ellos ya tenía esos planes.


Los chicos se asustaron y al intentar atacar a la chica, ésta sacó una pistola y los encerró, entonces uno de ellos descubrió como abrir la primera puerta, salieron pero al intentar abrir una segunda puerta se dieron cuenta que tenía candado, en ese momento escucharon que alguien estaba por entrar y se tuvieron que esconder, entonces subieron las escaleras y dos se escondieron en un cuarto y los otros dos en un baño.


En cuanto pudieron se reunieron todos en el baño donde había un cajón con un gran candado y sintieron gran curiosidad por descubrir que había adentro, pero al acercarse escucharon unos pasos, sintieron mucho temor al no saber quién ni por donde entraría, pero para su suerte era hora de comer para los delincuentes y consumieron el pulmón y el corazón del último asesinato, al menos eso fue lo que escucharon, buscaron muchas formas de escapar, pues donde se encontraban no había ventanas.


Los chicos escucharon que Zahid y Haydde iban a salir de compras y ella gritó “Deja subo por mi cartera”, los chicos se escondieron en el cuarto, lo que no sabían era que ella no se dirigia a donde estaban ellos, sino iba a otro cuarto.


Sintieron un gran alivio al escuchar que se fueron y salieron rápido de su escondite, pero al tratar de abrir la puerta se dieron cuenta que estaba cerrada por fuera, pero había una puerta trasera que daba al patio, ellos pensaron que lograrían escapar, pero no sabían que…


El chico gritó: -¿Qué es esto?  

Otro dijo: -“No puede ser, nunca saldremos de aquí”

Una chica: -“Dios ¡No hay salida!”


Lograron salir al jardín pero estaba rodeado por una reja, ahí encontraron un cuchillo que estaba en el pasto, sin pensarlo lo enterraron, ellos no sabian  que Zahid, Haydde y la otra cómplice solo se escondieron ya que desde el principio sabían que habían escapado, ellos solo se divertian con el miedo de los chicos.


Fue entonces que Zahid les reveló: “Somos secuestradores desde hace 10 años”.

Haydde: ¿En serio pensaron que podían escapar?


Y sin tardar los volvieron a encerrar, 


Durante la noche mientras todos dormían una de las chicas dijo:

“Nos matarán”


Y su amigo le contestó: “No te preocupes, relájate”.

La chica: ¿Cómo quieres que me tranquilice si estamos aquí encerrados y amenazados?

Otro de los chicos dijo: “¡Miren!”.


Había encontrado un martillo. El chico pensó en romper los candados para poder escapar.

Empezaron rompiendo el primero, pero se escuchó tan fuerte que simplemente levantó a todos. Al momento que bajaron los secuestradores, el chico los amenazó con lanzarles el martillo, en ese momento recordaron el cajón con candado que antes habían visto en  el baño, al romper el candado encontraron una pistola.


Una de las chicas dijo: “Claro, las máquinas de tortura nos pueden ayudar”. Todos la vieron raro. Y otra de las chicas le preguntó “¿En que nos pueden ayudar esas máquinas?”

Uno de ellos contestó: “Sí, claro que sirven pues hay navajas, cuchillos y herramientas que nos pueden servir”.


Esta vez tuvieron más cuidado y sigilosamente entraron al cuarto de torturas y desarmaron una máquina, ya con armas y herramientas que necesitaban esperaron el resto de la noche.

Todos atacarían en cuanto aparecieran Zahid, Haydde y la chica y así lo hicieron, ahora podían escapar.


Corrieron hacia la puerta pero tenía picos muy peligrosos. 


“Estos secuestradores no se cansan de poner trampas” Dijo uno de ellos.


Entonces encontraron otra habitación con ventanas muy altas, por lo que tuvieron que atar ropa, cobijas, bufandas, etc. Para hacer una cuerda por la que bajaron poco a poco con mucho cuidado, cuando todos habían logrado salir, aparecieron nuevamente los secuestradores, los chicos corrieron tocando puertas para pedir ayuda pero ninguna se abrió, cuando menos lo esperaban se encontraron con muchos guardias, fue tanto el esfuerzo que hicieron que se desmayaron, al despertar estaban acostados en camas y los secuestradores al lado de ellos, aunque se espantaron mucho, los delincuentes estaban esposados. 

Los chicos fueron interrogados y los secuestradores confesaron sus crímenes por lo que fueron encarcelados.

Los chicos regresaron con sus familias y claro, con atención psicológica que aun siguen recibiendo.


Las chicas ahora son psicólogas para poder ayudar a la gente y dos chicos son policías y otro es militar. Siguen siendo amigos y entre todos se cuidan.


Siguen recordando lo sucedido de una manera menos traumática y por fin fueron felices.



1 comentario:

  1. 😮😮 hay dios que feo , pero si creo en tantas cosas que pasan en la actualidad y antes ni lo sabíamos , buena crónica

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