HAY QUE SER
VALIENTE, MIÉRCOLES DE CENIZA
Por Raquel Rodríguez Sandoval
Hay que ser valientes para atreverse a salir a la calle con
la cruz de ceniza bien marcada en la frente, eso fue lo que hice hoy.
Asistí a misa a las 8:00 am. En la Parroquia San Juan
Bautista Tlilhuaca, en Azcapotzalco, al término de la misma el Padre y el
Diácono impusieron la ceniza a los todos los presentes mientras decían la frase
“Arrepiéntete y cree en el Evangelio” o “Polvo eres y al polvo has de volver”,
a lo que respondimos “Amén”.
La cruz de ceniza que para mí significa, además del inicio
de la cuaresma, que ha llegado un tiempo de conversión y penitencia.
Tengo muy claro que no es un signo de buena suerte o que
sustituya las obras de misericordia que debemos realizar, y no solo en este
tiempo, sino que se convierta en algo constante.
Olvidé que traía este signo y salí al centro de
Azcapotzalco, cuando un comerciante informal me miró y prácticamente gritando y
burlándose dijo: “A si, que hoy empieza eso de la cuarentena, esas cosas que se
inventa la Iglesia Católica…” Seguía hablando de modo que yo pudiera
escucharlo.
No me importa, ni me incomoda, pero me lleva a la reflexión
de que cualquier grupo pide respeto para sus orientaciones o creencias, pero
los católicos somos muy atacados sin que nos conozcan.
Me parece muy relevante que a esta persona le haya
incomodado tanto ver un signo católico. Es muy fácil dejarse llevar por las
personas que están en contra de la Iglesia, que la perciben obsoleta o
anticuada.
Pero el estar a favor nos lleva al conocimiento, a vivir
nuestra Fe, ser congruentes entre lo que creemos y lo que hacemos, tener
estructura entre pensamiento y acción, y nos compromete a vivir conforme a las
enseñanzas de Cristo.
Sin embargo solo fue una persona entre los cientos que seguramente
encontré en el transporte, los negocios que visité, las calles por las que
transité y que tal vez el verme les recordó que hoy es “Miércoles de Ceniza”.
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