RECORDANDO A LOS
CRONISTAS,
ARMANDO RAMÍREZ Y A
“CHAVA” FLORES:
¡QUÉ
TANTO ES TANTITITO! Y UN
SÁBADO EN EL D.F.
Armando Ramírez entrevistando a la maestra María Elena Solórzano
Por: José Carbajal
Cortés. Cronista
de Azcapotzalco.
¡Qué
tanto es tantitito!...
Entre
las muchas e infinidad de frases coloquiales de las que podría elegir, hay una
que me llamó siempre la atención, la frase de: ¡Que tanto es tantitito!, dicha
por Armando Ramírez, escritor, periodista, cronista del barrio de Tepito y de
la “capirucha”, como él mismo decía. Este escrito viene a manera de un breve
tributo, ya que el 10 de julio del año de 2019, nos dejó este cronista sin
igual, ni imitado: Armando Ramírez Rodríguez quien nació el 7 de abril de 1952 en
el barrio de Tepito.
La primera vez que supe de este de este
escritor, fue al pasar por el cine Mitla, en la Calzada México-Tacuba y
entrar a ver los carteles de la película Chin-chin el teporocho (dirigida
por Gabriel Retes en 1977, a lo cual recibió un Ariel a la mejor ópera prima) que
se anunciaba en la marquesina en un reestreno por la década de los ochenta y
que indicaba que estaba basada en la novela de Armando Ramírez y, por cierto al
querer entrar, no me permitieron el ingreso en taquilla porque era una película
para grandes y no para niños, aunque yo ya era adolescente ni aun así pude
entrar conformándome con ver sólo los carteles o stills de las películas
ya que siempre me gustaba ver las imágenes de éstos.
Escritor de novelas como la mencionada anteriormente y de también: Crónica
de los chorrocientos mil días del barrio de Tepito, Bye, bye
Tenochtitlán, Noche de califas, entre otros libros. Describió
la ciudad con variadas crónicas de lugares como Tepito, el Centro histórico, en
mercados, calles, avenidas, monumentos históricos, etc. Colaboró en periódicos
como Excélsior, Unomasuno y en algunas revistas. En 1974 fundo y difundió el Colectivo
Tepito Arte Acá con Daniel Manrique y otros integrantes. Asimismo, recibió
el premio cabeza de Palenque, por el guion de: Me llaman la Chata Aguayo
y la Medalla al mérito ciudadano en 2011 otorgada entonces por la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Déjame es su última
novela publicada entre otras (Milenio, 2020).
Es en el periódico el Basta,
que mi economía me permitía leerlo asiduamente con sus crónicas chilangas en la
sección de su conocida frase en este diario, en que leí la noticia de su deceso
el 10 de julio de 2019. Nos dejó su
legado el escritor, periodista y cronista Armando Ramírez, como dirían en
Tepito: se nos fue un chingón.
Los reportajes de sus apariciones en la
“telera” a manera de su usar sus expresiones coloquiales, fueron los que
hicieron que conociéramos su presencia en la televisión en los que participaba
con los segmentos de éstos sus reportajes en diversos programas (como foro
tv canal 4, tu ciudad es de capital 21 o canal 21, etc.) ya sea en
un lugar, con un personaje, buscando sucesos, anécdotas, oficios, tradiciones y
un etc. Por este medio en cámara de televisión, utilizaba la frase ¡que
tanto es tantitito! Que decía mucho en estas pocas palabras, porque
nosotros los mexicanos con el ingenio que nos caracteriza, lo podemos
interpretar de diversas maneras como buenos mexicanos que somos. Así, conocido
por las nuevas generaciones con esta su frase a la que añadía: Pues total…,
así como el de otras expresiones: ¡Ay ojitos pajaritos! y
sin faltar también la de tío Alberto, en un ademán de dirigirse a
la cámara y al público mismo de manera ingeniosa y humorística.
De los
muchos y buenos reportajes por la Ciudad de México que realizó, recuerdo muy
bien cuatro o cinco que grabo por Azcapotzalco (y que podemos ver
afortunadamente por internet) cuando visitó tierra chintolola: La Casa de
Cultura de Azcapotzalco (Capital 21 en 2014 en Ay ojitos pajaritos) ,
en la glorieta de los ahuehuetes en San Juan Tlilhuaca con el significado de
la palabra chintololo (Capital 21,tu Ciudad es…, año de 2015) en el Barrio
de San Lucas Atenco o colonia el Recreo, con una “leyenda” (Capital 21,
2015) y además en este mismo lugar de sus “tortipambas” con la cronista Ma.
Elena Solórzano en la preparación de este práctico manjar, por la
Historia de la U.H. del Rosario en Azcapotzalco (Tu ciudad es… en
2015) con el cronista A. Brito, por el pueblo e iglesia de San Miguel
Amantla (Matutino Express canal 4, Foro tv en 2013) y sin faltar por San
Martín Xochinahuac en el panteón vecinal de San José en este pueblo (Capital
21, tu ciudad es…, en 2018) con cronistas y personalidades locales como son: Francis
López, María Moreno, Marcelino Peña y de José Felipe. Y
en fin santo y seña de sus reportajes por el grandioso Azcapotzalco y de amén
por la gastronomía de Azcapotzalco en sus petroleras, en la tradición de día de
muertos y por el pueblo de San Pedro Xalpa.
En
este lugar de San Miguel, me detendré un momento ya que se sabe por estudios
arqueológicos realizados que el calpulli prehispánico del asentamiento
de Amantla o Amantlan, que se le daría el nombre de San Miguel Amantla
en el siglo XVI, es el lugar de asentamiento más antiguo habitado de
Azcapotzalco, ya que en este barrio de Amantla “…[se] han encontrado vestigios
materiales del primer asentamiento humano en Atzcapotzalco, éste surge en el
periodo Preclásico o Formativo Medio (también llamado Arcaico o de los Cerros),
durante la fase Zacatenco, con fechas que van del 800 al año 400 a.C.”
(Urdapilleta, [coord.], 2002 p. 7). Siendo interesante la mención que, en 1909 el
arqueólogo Manuel Gamio realizo estudios y excavaciones en este sitio durante
seis meses y que expuso en un artículo con el título de: “Restos de la cultura tepaneca”
(Gamio, 1972). Asimismo, es de mencionar que se le dio preferencia (además de
las excavaciones de Santiago Ahuizotla y de Santa Apolonia) al pueblo de San
Miguel Amantla en la entonces Municipalidad de Azcapotzalco: “por haber sido
hecha con más detenimiento y considerada como modelo de comparación para los
restantes” (Matos,1972. p. 5).
Por tanto, este calpulli de Amantla-
tlalpizac, es un barrio con el asentamiento más antiguo de Azcapotzalco y de
que aquí se establecieron los artífices o artesanos: orfebres, amantecas o de
la plumaria y lapidarios, ello en la época clásica (hacia el 200 a.C.) con
influencia teotihuacana (Córdoba, 1990) y de aquí se extendió con los
tepanecas, así nos lo demuestran estudios realizados recientemente (Revista de
Arqueología Mexicana en su número 136, Azcapotzalco y Tacuba) y ver
con estos antecedentes, este sitio en un reportaje para la tv, fue interesante
con ese estilo único tepiteño del cronista Armando Ramírez en el año de 2013.
En nuestra Casa de Cultura de
Azcapotzalco en la Sala Abierta, a mediados del mes de octubre de
2019, meses después de su deceso, se llevó a cabo un breve homenaje luctuoso en
un merecido reconocimiento a dos cronistas Armando Ramírez y Antonio
Urdapilleta Pérez, a la trayectoria de cada uno, siendo organizado por
los Cronistas de Azcapotzalco: la Mtra. María Elena Solórzano y
de José Carbajal Cortés, en conjunto con las autoridades de esta
nuestra amada Casa de Cultura con una charla y proyección de reportajes del
escritor y cronista de Tepito por Azcapotzalco y de cortometrajes del cronista
chintololo (quien falleció en 10 de octubre de 2016).
Pues total, ¡qué tanto es tantitito!, para un
enamorado de la vida, de la ciudad y de sus barrios, como dirían sus deudos y
quienes lo conocieron. Seguimos y seguiremos disfrutando de sus crónicas,
novelas y reportajes de sus andanzas.
Imprescindiblemente…
un Sábado Distrito Federal
(Breve
remembranza a “Chava” Flores en su natalicio y aniversario luctuoso)
Hay canciones o melodías que nos traen a la
memoria un suceso o un hecho que se antoja de sensación fotográfica, así se
podrían mencionar varias canciones, melodías o “rolas” como diría Alex Lora,
pero quiero mencionar una muy especial que con tal sensación me pasó y esta es
“Sábado D.F.”, escrita, compuesta e interpretada jocosamente y satíricamente
por su autor Salvador Flores Rivera, mejor conocido como “Chava” Flores. Así la
música urbana del otrora Distrito Federal, nos hace voltear a un pasado no tan
remoto de esta capital o “capirucha” con un gran exponente compositor de esta música.
Vayamos a rememorar un tanto a este
compositor y cantautor, quien nació el 14 de enero de 1920 en el barrio de la
Merced. El poeta del barrio, así se le empezó a llamar por sus coetáneos
a este compositor considerado costumbrista, quien desde la famosa canción de
“Bartola”, de la década de los 50´s, se colocó como un ídolo de la canción
popular urbana, ganado pues valga la redundancia popularidad. Con sus canciones
que escribía, hacía una crítica social a través de un fino humor qué solo los
mexicanos entendemos, dirigidas a: una autoridad, a las costumbres, a la
familia, a los barrios de la ciudad, al amor de pareja, al mexicano mismo.
Considerado como el cronista musical
urbano de la Ciudad o D.F., por la letra de sus canciones, aunque sin
título académico, como él mismo decía de esta designación. Ello se debió a su
acercamiento a la música al trabajar en radio en un momento de su vida y de
escribir primeramente letras de canciones, ya que anteriormente había
desempeñado una variedad de oficios (vendedor, carnicero, encargado de almacén,
etc.) los cuales hacían que tuviera
contacto con la gente y de vivir además en varios barrios de la Ciudad (Tepito,
la Bondojito, la Merced, Tacuba, Azcapotzalco, Peralvillo,
etc.) ya que menciona estos sitios de manera humorística, melancólica y
satírica en sus canciones, así podemos ver en esta parte de su letra el vivir
un sábado en el Distrito Federal:
Desde las diez ya no hay donde parar el
coche
Ni ruletero que lo quiera a uno llevar
Llegar al centro atravesarlo es un
desmoche
Un hormiguero* no tiene tanto animal.
(*Nota. Hace referencia a un hormiguero y al Azcapotzalco
organizado como las hormigas, ante el problema caótico que enfrenta la Ciudad en
su parte céntrica, con sus problemas de tránsito de vehículos en avenidas y
calles en fin de semana reflejando una sátira citadina)
Esta
canción de “Sábado, D. F.” del año de 1985, es una de sus canciones más
emblemáticas, entre otras como “A que le tiras cuando sueñas mexicano”, “Voy en
el metro”, “Bartola”, “La esquina de mi barrio”, “La boda de vecindad”, “El
gato viudo”, “Cerró sus ojitos Cleto”, “La tertulia”, “Dos horas de balazos”,
“La interesada” y un etc.
Es en
el año de 1989 que podemos ver de nueva cuenta el título de esta canción, sólo
que ahora en un libro editado por la Dirección General de Culturas Populares: Sábado…
Distrito Federal, emulando a la canción de “Chava” Flores, una
antología que salió como convocatoria a un concurso en 1988, saliendo a la luz
un año después, con testimonios, crónicas, cuentos e historias en una muestra
de cultura popular de vecindades, barrios, colonias y más como: Tacuba,
Xochimilco, Azcapotzalco, Nezahualcóyotl, etc.
Y
para mí este libro es muy especial, primero por la canción jocosa de sábado,
D.F., que en alguna ocasión escuché en radio o vi en la tv de cuando era en
blanco y negro y, en segunda porque fue a través de este que conocí y leí lo
que es la crónica, además de conocer la primera participación formal de nuestra
cronista de Azcapotzalco: María Elena Solorzano Carbajal, quien ganó el segundo
lugar de este certamen con su relato “María la de Tacuba”, a quien
conocí primero por su escrito y después el gusto y honor de conocerla en
persona, asimismo de otra crónica en la publicación, que nos habla del barrio
de San Miguel Amantla en Azcapotzalco y en fin de todo el libro lleno de
historias, relatos y crónicas por toda la Ciudad.
Con el
paso del tiempo han dicho estudiosos de la música y cronistas como Jaime
Almeida, Cristina Pacheco, Antonio Urdapilleta, entre otros, que se han
valorado más las canciones de este cronista musical con el paso del tiempo, ya
que son irrepetibles por sus características que nos describen un tiempo de lo
que era el Distrito Federal hace 50 años del siglo XX, si hemos de hablar de
nuestra Ciudad y su entorno con este cantautor como una muestra de la crónica
urbana musical. Sus últimos años los vivió en Azcapotzalco en la Unidad
Habitacional Cuitláhuac, conviviendo con los chintololos de este lugar, hasta
su deceso en agosto de 1987 (Urdapilleta [coord.], 2000, p. 36).
“Chava”
Flores fue autor de más de 200 canciones y varios artistas lo interpretaron
entre ellos, Pedro Infante, Tin tán, Pedro Vargas, Oscar Chávez, entre otros.
Escribió un libro de poesías, además de otro titulado Relatos de mi Barrio
(puntadas de mi vida, como él decía).
En este año de 2020 se cumplieron el pasado
14 de enero, 100 años de su natalicio, por lo que Canal once
transmitió un especial a fines de enero y a principios de febrero a propósito
de este natalicio. La Editorial Resistencia publicará una novela grafica en
este año que narrará la historia del cantautor, así como de una semblanza del
cronista de la canción urbana por parte de la Fonoteca Nacional, y de un
recital con sus canciones en el Colegio de las Vizcaínas, aunque es de
mencionar que algunos de estos eventos se han pospuesto en este 2020 por la
contingencia sanitaria, se retomaran como un merecido reconocimiento (El
Heraldo de México, 2020). Flores Rivera
falleció el 5 de agosto de 1987 y en su epitafio aparece: “Sólo puede
hablar de México quien lo conoce. Sólo puede hablar de México quien lo quiere”.
Su última morada está decorada con una Virgen de Guadalupe y el señalamiento
de: Salvador Flores Rivera “Chava Flores” cronista musical de
la Ciudad de México (El Universal, 2020).
Existía hasta 2017 una serie de murales en la Casa Nextengo que
por entonces era un Centro Cultural, ubicado en la Av. Azcapotzalco
esquina con el Camino de Nextengo, en el barrio del mismo nombre y entre
la colección de pinturas en la barda, podíamos apreciar personalidades del cine
mexicano, cantantes e intelectuales, en una de éstas podíamos ver a “Chabela”
Vargas, José-José y a “Chava” Flores, enmarcados
dentro de un arco arquitectónico, cuyas pinturas murales efímeras
lamentablemente han desaparecido y de las cuales sólo tenemos registros de éstas
imágenes en fotografías.
Pintura
mural (ya desaparecida) de “Chava” Flores que se encontraba en una barda de
Camino de Nextengo, Azcapotzalco. Foto de 2017.
En la Plaza de los Compositores Mexicanos que
se localiza en la calle de Alfonso Reyes, en la colonia Hipódromo Condesa, se
encuentra un busto en bronce realizado por el escultor Sergio Peraza y develado
en octubre de 2002. En su memoria hay un
busto en la Unidad Habitacional Cuitláhuac, en Azcapotzalco, que los vecinos
cuidan y procuran, (aunque no ostenta alguna placa) y que ha sido ocasión de
visitas guiadas en el “Hormibus” (un tranvía turístico) por parte de la
anterior Delegación y de la actual Alcaldía de Azcapotzalco, además de paseos
culturales en bicicleta organizado por cronistas locales como son Marcelino
Peña y Martín Borboa dos cronistas y ciudadanos de Azcapotzalco con una
interesante propuesta en el busto del cantautor que engalana la Unidad, la cual
aparece en un artículo realizado para la Hormiga en Línea (Borboa, 2020). Estos paseos culturales guiados, se han
organizado en fin de semana en el tiempo de lo que era el D. F., hoy CDMX.
Bibliografía.
Borboa, M. (2020). Humilde tributo a
“Chava” Flores. La Hormiga en Línea. Recuperado de: https://www.lahormigaenlinea.blogspot.com/2020/humilde-tributo-chavaflores-por-martin.html
Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes. (1989). Sábado, D.F. México: CONACULTA/Consejo General de
Culturas Populares.
El Heraldo de México. (abril de 2020) Chava
Flores: El cronista urbano del D.F. a 100 años de su natalicio. Recuperado
de: https://www.heraldodemexico.com.mx/escena/chava-flores-cronista-urbano-cdmx-100-años-natalicio
El Universal. (5 agosto 2018). Chava
Flores. Recuperado de: https://www.eluniversal.com.mx
Gamio,
M. (1972). Arqueología e indigenismo. México: SEP Setentas.
Matos, M. E. (1983). Manuel Gamio, la
arqueología mexicana. México: Universidad Nacional Autónoma de México,
Dirección General de Difusión Cultural.
Milenio Digital. (10 de Julio 2019). ¿Quién
era el escritor Armando Ramírez? Recuperado de: https://www.amp.milenio.com.mx/cultura
Urdapilleta, (coord.). (2000). De
Atzcapotzalco, sus hormigas, personajes de Atzcapotzalco, D.F. México:
Consejo de la Crónica de Atzcapotzalco.
------------------------- (2001). Voces
tepanecas: Tepanecahtlahtolli, capsulas históricas de Atzcapotzalco, D.F.
México: Consejo de Cronistas de Atzcapotzalco.
Gracias José carbajal, por la mención a nuestro pueblo San Martín Xochinahuac, y como siempre una buena crónica con tu estilo me encanta y sabes que admiro tu trabajo, felicidades
ResponderEliminarGracias a ustedes que nos siguen y nos leen. San Martin Xochinahuac es un pueblo representativo de Azcapotzalco, saludos a todos en ese gran pueblo originario de Azcapotzalco
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