EL GIGANTE DE SAN MARTIN
AZCAPOTZALCO
Por Don Nayarito Cantalicia
Entre las dudas de cómo será este año el festejo de Día de
Muertos por la pandemia, y las esperanzas que provoca el concepto de que las
almas de los muertos pueden salir en estos días a percibir aromas, sabores y
afectos, noviembre 2020 es una mezcla difícil de desentrañar.
Para agregar incógnitas, me topé con la escasa información sobre un esqueleto desenterrado en
1967, y las notas de un excelente cronista de Azcapotzalco que en paz
descanse, que fue testigo de aquel suceso. Aunque es poca la información, algo puedo ofrecer a nuestros lectores al
respecto. Soy optimista y confío en que habrá sangre joven y entusiasta que en el futuro logre reunir más
información que yo, o algún cronista actual que pueda ampliar lo que ahora
ofrezco.
Este texto lo dedico al genial músico alemán que murió este año: Florian Schneider (1947 – 2020).
No solo compuso obras de cualidades novedosas, sino que
también inventó algunos aparatos que dieron tratamiento a voces y sonidos para
interpretar sus composiciones. Tuvo un espectro muy amplio en sus inspiraciones:
desde la nostalgia hasta el futurismo, de la radioactividad al esfuerzo
deportivo, de la carretera al tren, del maniquí a los números, del hombre robot
a la contaminación de los mares. En 1977 David Bowie escribió una obra
instrumental como tributo a dicho genio, la cual publicó en su disco “Heroes”. La
muerte del fantástico Florian no implica que su obra ya esté terminada. La
cantidad y calidad de tributos que se le han hecho, vigorizan la escena
musical, los artistas inspirados o influenciados por él, harán que su legado siga
rindiendo frutos. Su música me acompañó muchas veces en largos trayectos de
carretera, y ahora, en mi tercera edad, lo hace en mi sala mientras tomo café,
y hoy mientras escribo este texto.
PASO 1: MURAL EN
SAN MARTIN XOCHINAHUAC
Le pedí a mi sobrino que cuando salga me traiga fotos en su
celular de lo que vea en Azcapotzalco, que yo estoy muy entretenido haciendo
mis artículos para “la hormiga en línea”. Me
trajo una imagen de un mural que está en San Martin Xochinahuac, a unos
pasos de la Parroquia del Santo patrono del lugar. Está pintado un escudo de un
equipo de futbol, unas mujeres en lavaderos, una locomotora y un hombre de
perfil cuya altura es dos metros cuarenta centímetros, con el año 1967. A mi
sobrino le llamó la atención porque es relativamente reciente esa fecha: él
nació casi ese año. Por un amigo profesor, sé que ese mismo año se fundó el
IPADE (Instituto para la Alta dirección de empresas) en Clavería. De modo que
es un evento moderno.
PASO 2: CRONOLOGIA
DE AZCAPOTZALCO
Pedí a mi sobrino que fuera a preguntar en la Casa de Cultura sobre este gigante, si
sabían algo. Le dijeron que no. Lo mandaron al Archivo histórico, por ahora hay guardias temprano, y le prestaron
unas copias engargoladas de un texto de José
Antonio González Gómez, del año 2000, llamado “Cronología histórica de Azcapotzalco” (Desde sus orígenes
prehistóricos, del Tepanecapan hasta nuestros días). Las hojas del texto están
todas selladas con “Archivo histórico Azcapotzalco”. Y de ese año 1967, solamente dice: “En las calles de Camino Real de San Martín y
16 de septiembre, en la Colonia Reynosa Tamaulipas, en Azcapotzalco, se
descubre un esqueleto de 2:40 mts, que la gente denomina “El gigante de San
Martín”.
Me llamaron dos cosas la atención: Primero, que esa
cronología no señalara la fundación de la mencionada institución educativa de
alta dirección empresarial. No lo hace. Y hasta chequé en internet y sí, fue en
1967. Lo segundo que llamó mi atención es que dice que el hallazgo del
esqueleto fue en una colonia pero se le llamó “de San Martín”. Y lo entiendo. Si no, hubiera sido “el gigante de la Reynosa Tamaulipas”.
Me gusta más como es.
Por buscar cosas al respecto en internet, vi que ese párrafo
de José Antonio González Gómez lo han reproducido en otros sitios de la red, y
hasta en libros recientes, incluso uno muy bonito del año pasado sobre el
barrio de San Martín Xochinahuac. Ni una letra y ni una coma le han cambiado.
Por ejemplo https://azcapot.wordpress.com/2011/04/25/introduccion-3/
del 2011, y un libro del 2019 igual: mismito párrafo. Está bien que no lo
recorten, pero no lo abundan ni lo crecen. Eso me dio ánimo para seguir
“desenterrando” datos sobre el esqueleto “desenterrado”.
PASO 3: TESIS DE
DOCTORADO PARA PABLO MOCTEZUMA BARRAGAN
En su página 39, el autor que ya fue dos veces el titular
del gobierno de Azcapotzalco, publicó en su tesis doctoral lo siguiente: “El
cronista Álvaro Pablo Saldaña fue testigo en 1967 del descubrimiento del “Gigante
de San Martín”, un esqueleto que
estaba enterrado entre las calles de Camino Real de San Martín y 16 de
septiembre; la osamenta medía 2.40 metros de estatura, debido a que en la época
precuauhtémica los indígenas eran muy altos, pues tenían una buena alimentación
rica en proteínas, a pesar de que comían poca carne”.
Con esto mis dudas y mis certezas aumentaban. Si los
indígenas eran así de altos, ya deberíamos de haber encontrado “otros gigantes”
¿no?. No se había precisado aun la antigüedad de la osamenta ¿o sí?.
Lo que si es que por fin había un nombre de un testigo de
dicho hallazgo. El cronista Álvaro Pablo Saldaña. Debía seguir esa pista.
PASO 4: LIBRO “RELATOS
Y RECUERDOS”, RECOPILACION
Durante la primera gestión de Pablo Moctezuma Barragán, se
publicó una recopilación de testimonios, y uno amplio, informativo y
entretenido es el del Cronista Álvaro
Pablo Saldaña. En la página 50 dice, como contando su trayectoria: “Así
fue transcurriendo mi vida... cuando aparece en la calle de Camino Real de San
Martín y Puente de Guerra, aparece un esqueleto, uno de mis sobrinos, Román
González, me platicó del esqueleto. Pero me dijo: no creas que es un esqueleto
común y corriente, era de 2.40 de estatura”.
Y continúa en la página 54, como mostrando fotos: “Este
es el gigante de San Martín, apareció en 1967, en las calles de Camino Real de
San Martín y 16 de septiembre. Medía dos metros cuarenta. Este hombre pudo
comer de la carne del mamut que estaba a 600 metros en la estación Tezozómoc, y
murió... mi sobrino y el tlapalero, don Juan Venegas, midieron el esqueleto”.
Aquí ya no era que los indígenas fueran altos, como dijo Moctezuma Barragán. En este texto se agregaba el dato de que hubiera sido contemporáneo de los mamuts, como al que hallaron (sus huesos) en excavaciones del metro Tezozómoc. Y pudo ser parte de su dieta.
EL PILON
Aunque seguí buscando, hasta el momento de entregar este
texto para su publicación, no encontré más datos sobre el “Gigante de San
Martin”. Pero me quedé pensando: ¿Habrá vivido por ahí? o ¿Iba de paso y ahí lo
agarró la muerte? ¿Acaso iba al pueblo vecino por algún remedio herbolario? o
¿El remedio le hizo el efecto contrario al esperado?
Por andar buscando información sobre este personaje, me topé
con datos lindos, que aunque no tienen que ver con él, si lo tienen con el barrio de San Martín. Les comparto una joya musical (ya que mi artículo lo dedico a un
músico). La siguiente anécdota evoca un tiempo pasado, de rural alegría,
que se antoja cerrar los ojos y alcanzarlo a ver por un instante:
En el ya citado texto de “Relatos y recuerdos”, página 84, refiere que el excelente cronista Don David Delgado (de quien el mes pasado se publicó una semblanza), se acordaba de algo en aquel barrio: “Yo con mis amigos daba serenatas, sobre todo con mi amigo Juan Castillo, aunque muchos ya murieron. Una vez alguno quiso que fuéramos a San Martin a dar serenata, entonces allí en vez de perros había gansos, como había tanta agua, no había bardas sólo puentes, y cuando empezamos la serenata, se despertaron los gansos y se oía un escándalo…”.
CONCLUSION
Que bien que San Martín Xochinahuac tenga su gigante, su historia, y nos lo comparta de forma didáctica en un mural. Supongo que ya no tiene tantos gansos, pero ojalá de vez en cuando se escuche alguna serenata, como las que cantaba Don David. (Reconozco que esta última frase me recordó a la canción de “Las Mañanitas”).
BIBLIOGRAFIA
LIBRO “Cronología histórica de Azcapotzalco” (Desde sus
orígenes prehistóricos, del Tepanecapan hasta nuestros días”. José Antonio González Gómez. 2000. México
WEB “Construcción de Identidades y Globalización en
Azcapotzalco. Ampliando las posibilidades del diseño”. Pablo Moctezuma
Barragán. 2005. México. https://core.ac.uk/download/pdf/48394469.pdf
WEB “Relatos y recuerdos. Memoria de Azcapotzalco”.
Recopilación de Edna Aponte. Segunda edición. Delegación Azcapotzalco. 2006.
México http://azcapotzalco.cdmx.gob.mx/wp-content/uploads/2017/08/realtosyrecuerdos.pdf
Pues se siguen dando serenatas al Santo patrono del pueblo, cada 10 de noviembre comienza el festejo, mañanitas y serenatas no nos faltan hasta el 11 de noviembre ya entrada la madrugada.... Ojalá pueda seguir recopilando esa información acerca del gigante.... Gracias por tener en cuenta a nuestro pueblo 😊
ResponderEliminarNuestro vecino don Juan Vanegas quien tenía la primer tlapaleria del pueblo fue quie cuenta hasta la cabeza le midió, y respecto al mamut que se encontró fue en la esquina de puente de Guerra y Aquiles Serdán antes parque via, en el año 1981 el año que mi hijo nació, que por cierto cSu me caigo con mi hijo en brazos a esa excavación, felicidades una gran crónica
ResponderEliminarAsí es cuentan que fue nuestro vecino Don Juan Vanegas quie hasta la cabeza le midió, y respecto a él mamut que se encontró fue en puente de Guerra y esquina Aquiles Serdán en el año 1981, año que nació mi hijo, que por cierto casi me caigo en el bebe en brazo a esa excavación un día que nunca olvidate, Buen crónica felicidades
ResponderEliminarInteresante historia, gracias por compartir, mi abuelita llegó a vivir en el barrio de San Martin en 1969, por desgracia no le tocó ver el esqueleto del gigante pero sus vecinas le platicaban maravilladas del asunto y ella nos lo relato a sus nietos y yo ahora a mis hijos, tengo muchas intrigas como que fue del esqueleto? A dónde lo habrán llevado? Un hallazgo de esas dimensiones es difícil de esconder y si embargo el tiempo lo está logrando, mis gracias por su investigación, también yo en mi niñez tuve la fortuna de vivir cerca de ahí en la colonia pasteros calle mimosas, conozco el mural y me encanta la historia, que no se acaben nunca los cronistas de nuestra historia.
ResponderEliminarLe mando un cordial saludo.