LA VIDA ES UN HORMIGUERO
Por: Jaime Valverde Arciniega
Presidente del Cabildo Nacional de la Crónica de la CDMX
Tal y como ya nos tiene acostumbrados a lo largo de su
vasta obra, nada le es ajeno, sus ojos esmeralda contemplan la vida, sus
desfiladeros y despeñaderos, y nos la devuelve más alegre, más tierna, más disfrutable
y más bella.
Estamos
ante la obra de una gran escritora, historiadora, poeta y cronista, además de
madre de familia, esposa, compañera y amiga,
Atributos
estos que le dan a su creación literaria un valor superior muy por encima de lo
meramente académico y esterilizado.
La
autora tiene la calidad y profundidad necesaria, para contarnos la historia no
para ser archivada en un volumen de historiadores del siglo XXI, sino para ser
contada y cantada, por ejemplo en un corrido del dominio público, que lo mismo
puede ser escuchado en una cantina, en un parque, en una fiesta cívica o en una
tertulia familiar como en el caso del Señorío de Azcapotzalco, donde la
escritora lejos de desdibujarse, aprovecha el camino para resaltar su vocación
de maestra. Así, a ninguno se le puede olvidar la lección: Vuela, vuela
palomita/ y dile a toda la gente/ que Azcapotzalco fue un día/ del Anábuac el
mejor”. Así a ninguno se le puede olvidar, que la finalidad del trabajo de la
ajutora, es que su obra anide, pero en el archivo del corazón de cada persona.
Lo
mismo Corazón a flor de piel, que Los viudos, Mi abuelita fue soldadera
o temas tan duros como el TLC o la Linea 7 del Metro, encuentran en María Elena el lado humano y trascendente.
El trabajo de María Elena, si bien en gran medida está arraigado en
Azcapotzalco, es evidente que su pensamiento es universal; no está por demás
decir que al ser tan prolífica su obra, literalmente su pensamiento es un
hormiguero, de donde brota la palabra de una escritora imprescindible, por lo
demás, siempre identificda con las causas y los personajes del pueblo.
La hormiga simboliza el trabajo infatigable, la honestidad, la organización de la vida y la humildad, eso es María Elena Solórzano y queda plena constancia de ello en el presente volumen; la hormiga es el contacto necesario entre la oquedad y el cielo abierto, eso también es María Elena Solórzano.
Enero de 2021
Ya lo tengo es un gusto ya que garantiza una buena lectura, gracias maestra solorzano 🌹🥰
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