UN HOMENAJE A  LOS 

VOLUNTARIOS DE AZCAPOTZALCO

1821-2021

Por: Amalia Elorduy

“En primer término quiero agradecer y felicitar al Sr. Alcalde de Azcapotzalco y todo su equipo, como chintolola que soy, por toda a labor que han realizado durante su administración aquí. Además en especial a la Maestra Piedad, Directora de Cultura y Educación, y a algunos colaboradores y empleados de la alcaldía que durante la construcción de esta columna, estuvieron colaborando con nosotros para llevarla a cabo. Son el joven Yuri Alejandro, el Maestro Benito que está encargado del jardín, de los jardines de la Casa de Cultura, y todos los días venía a ver que se nos ofrecía, a Angélica y Juanita, las secretarias de a Casa de Cultura, que estuvieron siempre aquí con nosotros. Me dio mucho gusto que haya estado con nosotros Julio Arellano, a quien estimo mucho como historiador.

Quiero hacer un pequeño recuento de cómo es que se formó el Ejército Trigarante, al cual ingresaron los “Voluntarios de Azcapotzalco”.

El 24 de febrero de 1821, en el hoy Estado de Guerrero, se encontraron Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide, para celebrar un pacto de unión de sus fuerzas militares, y conseguir la consumación de la independencia de una nación libre y soberana.

El ejército se formó nada más con las tropas que llevaba Iturbide y las de Vicente Guerrero. De ahí comenzaron a expandirse por todo el territorio, especialmente en el Bajío, el sur, occidente y poniente, y durante esos meses se les fueron integrando muchos voluntarios de todos nuestros estados. Entre ellos estaba Encarnación Ortiz, Arana, los de Guanajuato, de Jalisco, de todos lados, y no sabemos en qué momento se unieron jinetes de los ranchos y haciendas de Azcapotzalco a este ejército.

Pero yo pienso que lo hicieron cuando los Trigarantes ya estaban a las puertas del Valle de México, en Cuautitlán. De allí el Coronel Luis Quintanar mandó al Coronel Anastasio Bustamante a despejar la zona, porque Iturbide estaba en Puebla, esperando la llegada del nuevo virrey, para celebrar los Tratados de Córdoba que se firmaron después.

El caso es que llegó el Ejército Trigarante a las inmediaciones de Azcapotzalco, se estacionaron en las haciendas de Echegaray, Santo Cristo, y algún destacamento en Nicolás Careaga, y empezó esta última batalla el 19 de agosto de 1821.

Tuvieron varios encuentros desde la madrugada hasta la noche, pero el más importante, para mi, aunque todos fueron importantes, es el que sucedió aquí, enfrente de esta columna, ahí está la Plaza del Zacate, ahí es donde fue el encuentro más encarnizado, mas fuerte, ahí murió Encarnación Ortiz, pero ahí fue donde el Ejército Trigarante triunfó. Salió victorioso. Empujaron a los Realistas que se refugiaron en el atrio, y ahí ya terminó la batalla, el último encuentro, y se ganó la batalla totalmente.

Viene todo esto a cuento, porque yo pienso que la grandeza de una nación, no la hace una persona, la hacen todos sus habitantes, y esta acción de los “Voluntarios de Azcapotzalco”, y de todos los voluntarios que se unieron a ese Ejército Trigarante, hicieron posible la creación de una nación libre y soberana. Si no se hubiesen unido y no hubieran trabajado juntos, no lo hubiesen logrado.

Entonces yo creo que esto puede servir de ejemplo para todos nosotros, porque quizá no militarmente, pero si con nuestro trabajo cotidiano, nuestro trabajo con nuestras familias, unidos todos los mexicanos, podemos seguir engrandeciendo a nuestra país. Muchas gracias”.

 

DISCURSO PRONUNCIADO POR  LA MAESTRA AMALIA ELORDUY, TITULAR DEL INSTITUTO PRO-ARTES Y HUMANIDADES DE AZCAPOTZALCO, A.C. EL 19 DE AGOSTO 2021, JARDÍN HIDALGO EN LA DEVELACIÓN DE LA PLACA.


 

ENTREVISTA DE “LA HORMIGA EN LINEA” A LA

MAESTRA AMALIA ELORDUY. TITULAR DEL INSTITUTO PRO-ARTES Y HUMANIDADES DE AZCAPOTZALCO, A.C.

CON MOTIVO DE LA DONACION DE UNA PLACA CONMEMORATIVA POR PARTE DE DICHA INSTITUCION

19 DE AGOSTO 2021



Hormiga en línea: Maestra, ¿desde cuándo comenzó el proyecto de la colocación de esta placa?

Maestra Amalia Elorduy: Este proyecto comenzó hace un mes, el 12 de julio de 2021. Ya teníamos el proyecto desde 1998, es desde hace 23 años. Habíamos enviado una carta, pero por cambio de sexenio, y por diferentes causas no se había realizado. Entonces yo me quedé con esa idea. Yo soy de aquí de Azcapotzalco, y ahora con el Dr. Llerenas y su equipo ya se pudo realizar.

HL: O sea que desde hace un mes se echó a andar con la autoridad local.

MAE: Así es.

HL: Pues un mes es un tiempo muy corto.

MAE: Si, con la ayuda de la alcaldía, apertura y ayuda, ellos tramitaron el permiso y colaboraron. Venían aquí y cuidaban.

HL: Puede por favor mencionar el nombre de la institución que hizo la donación de la placa.

MAE: Instituto pro-artes y humanidades de Azcapotzalco, A.C. Nosotros estamos registrados ante el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) como auxiliares en la vigilancia de conservación del patrimonio cultural histórico de Azcapotzalco.

HL: ¿Desde cuándo existe esta asociación?

MAE: Existe desde 1993. Desde entonces somos un órgano auxiliar del INAH, para vigilar la conservación.

HL: Claro, y una manera es colocar esta placa que explica que sucedió aquí.

 

MAE: Es un valor intangible de la gente de aquí, que como voluntarios se incorporaron y lucharon aquí, expusieron su vida, y ¿qué hicieron? , cooperaron para crear una nación libre e independiente.

HL: os gustó mucho lo que mencionó usted en su discurso, de que es un ejemplo a seguir, cuando esas dos partes (Realistas y Trigarantes) se unen, resolvieron sus diferencias, y para adelante.

MAE: Y nada los detiene. Porque si no se hubieran puesto de acuerdo, Iturbide y Guerrero, quien sabe cuánto tiempo más hubiera pasado para lograr la independencia.

HL: Así es. La clave fue la unión.

MAE: En efecto, y se representa con uno de los colores de la bandera Trigarante: el verde significa unión, el rojo la independencia y el blanco la religión católica, que imperaba en esa época. Eran las Tres Garantías que daban unión a esos dos ejércitos (realista e Insurgente) para el pueblo de México.

HL: ¿Usted consideraría que Azcapotzalco es un punto importante para quien se interese en la historia Trigarante?

MAE: Claro que sí. Es muy importante. Además Azcapotzalco tiene una ubicación que es la entrada del Bajío a la capital. Aquí pasan muchas cosas desde la época prehispánica, que no se reconocen debidamente. La importancia de Azcapotzalco en la historia prehispánica, no está bien reconocida en la historia de México. Es muy importante, porque el imperio de Tezozómoc, que era el tepaneca, fue heredado por los aztecas. Es decir que el de ellos se expande con base y cimiento del imperio de Tezozómoc. No lo hicieron ellos solitos. Mucho de la estructura ya estaba hecho.

HL: Si, el sistema tributario y todo.

MAE: Claro, y después vino la guerra de la Triple Alianza contra Maxtla, ganaron los de la Triple Alianza, y aprovecharon la estructura, y de ahí crecieron, pero no mencionan a Azcapotzalco.

Desde aquella época es importante Azcapotzalco. Por ejemplo los chichimecas, ¿por donde entraron? Entraron por aquí. Primero se establecieron en Tenayuca y después entraron. Aquí es la entrada. Hay que darle difusión a eso. Aquí los chintololos estamos muy orgullosos de nuestro pueblo.

HL: Pues con esta placa, todos podrán saber que pasó aquí.

MAE: Si, y para que las nuevas generaciones vean que aquí hubo gente que luchó por su patria.”

 

EVENTO DEL DIA 19 DE AGOSTO DE 2021, 

BICENTENARIO DE LA BATALLA DE AZCAPOTZALCO

 


ACTO OFICIAL EN EL ATRIO DE LA CATEDRAL

A las 9 de la mañana, en el interior del atrio de la Catedral de Azcapotzalco, se dieron cita las autoridades de la alcaldía, el Obispo de la diócesis de Azcapotzalco, personalidades de la cultura de esta zona, cronistas que escriben para la “Hormiga en línea”, y agrupaciones militarizadas, para honrar en conjunto a los valientes soldados que, sosteniendo la bandera Trigarante, enfrentaron al Ejército Realista en estos parajes, y contribuyeron a que se alcanzara la independencia nacional. Particularmente el titulo del evento que se colocó en la mampara del templete decía: “Bicentenario de la última batalla de Azcapotzalco y Aniversario luctuoso de Encarnación Ortiz”.

Fue un evento muy formal y el alcance era de horizonte local y nacional. Sin duda de arraigo en Azcapotzalco por haber sido aquí el escenario de las acciones, pero cuyo significado aportaba a la libertad que buscaba todo el territorio.

El valor de la acción de armas en este lugar, no radica esencialmente en que haya sido el último o no, sino en que fue el más cercano hasta entonces a la ciudad capital de México. Ya no se estaba hablando de Guanajuato, el Bajío, o las lejanas montañas de Guerrero, sino de un sitio a solamente 7 kilómetros del Zócalo, asiento del entonces Palacio Virreinal, hoy Palacio Nacional. Ninguna otra batalla de toda la gesta independentista de 1810 a 1821 fue tan cerca geográficamente al corazón de México. Y eso representa claramente lo fuerte e inteligente de un bando y lo débil y diezmado del otro.

Se ha dicho que Azcapotzalco no era un punto fundamental para ninguno de los dos ejércitos, que fue victoria de armas para los Realistas quienes al final se fueron de aquí (parecería derrota). Se ha dicho que Iturbide había dado instrucciones de no enfrentarse con armas sin agotar la negociación, y que aunque fue derrota Trigarante, si fue este ejército el que permaneció aquí luego de la batalla (parecería victoria). El hecho es que la batalla se dio y que luego de ella, las fuerzas Realistas abandonando la plaza. Es muy significativo que se contó con la valiente participación de los “Voluntarios de Azcapotzalco”, brazo militar útil y destacado en dicha batalla a favor de los Trigarantes, y precisamente sobre de ellos se hablaría más tarde en este evento.

El historiador Julio Arellano hizo una excelente ponencia acerca de la batalla, refiriendo diferentes ópticas que de ella se tienen, dando un cuadro muy completo de lo sucedido en esa acción de armas. “La hormiga en línea” lo invitó a que su ponencia se publique en nuestras páginas, y así nuestro público lector se entere de las luces que arroja su investigación.

Después tomó la palabra el alcalde, Doctor Vidal Llerenas, quien subrayó la importancia para Azcapotzalco el haber sido aquí escenario de dicho encuentro, y no solo eso, sino haber contado con la participación de gente local a favor de las armas independentistas, además del valor de haber sido este el punto fatal de la vida del importante militar Encarnación Ortiz, mientras en un arrojado acto de valor, quiso recuperar un cañón atascado en el lodo de aquella lluviosa noche del 19 de agosto de 1821.

Acto seguido, se procedió a montar una Guardia de honor junto al monumento que se tiene para dicho militar en el atrio de la Catedral, espacio en donde sabemos que fue enterrado. Habitualmente el conjunto del monumento (cañón y personaje) está en un mismo nivel en su jardinera, pero temas de mantenimiento y conservación hicieron que en esta ocasión estuvieran en diferentes planos.

Mientras el alcalde, el Obispo y otras personalidades montaban dicha guardia, los jóvenes elementos de las agrupaciones militarizadas asistentes, hicieron espectaculares detonaciones de salvas, con lo que “el sonoro rugir del cañón” volvió a retumbar en nuestro suelo. Esta vez, con motivos de orgullo militar, de gozosa victoria Trigarante, y de reconocimiento a Encarnación Ortiz y los demás militares independentistas que aquel día perdieron la vida.

La amplitud del atrio, en que hace 200 años escuchó cada disparo y cada grito, trompeta e impacto de bala, hoy distribuyó su eco con la alegre memoria del éxito, los patriotas aplausos y las elocuentes palabras de admiración expresadas en el templete.

 

DEVELACION DE LA PLACA CONMEMORATIVA EN EL JARDIN HIDALGO

La revista electrónica de “La hormiga en línea” pudo atestiguar este solemne evento, y comparte algunos detalles a sus lectores, de un tema que da realce, valor y significado a nuestra querida demarcación, tanto en lo histórico, político, militar, geográfico, y en este caso, en un asunto de relevancia nacional, como lo es la lucha por la independencia, y el completo triunfo alcanzado.


Develaron la placa conmemorativa la Maestra Amalia Elorduy, del Instituto Por-artes y humanidades de Azcapotzalco, A. C. y el alcalde de Azcapotzalco, Doctor Vidal Llerenas.

Luego de retirar la cortina que ocultaba la placa, se pudo apreciar que destacan dos banderas: La Mexicana actual, y la Trigarante.

Tomaron la palabra ambas personalidades. El alcalde dio lectura al texto de la placa, que dice:

Honor a quien honor merece

A LOS VOLUNTARIOS DE AZCAPOTZALCO

En la última acción de armas por la independencia de México

Cerca de 200 voluntarios de a caballo de las Haciendas, Ranchos y barrios de Azcapotzalco, además de los de a pie que se apostaron en las azoteas de la Plaza, se unieron valientemente a la lucha insurgente, exponiendo su vida por el ideal independiente. Entre todos estos héroes figuraron Antonio Rocha, Joaquín Paredes, Domiciano Morales, Fernando Reyna y Lucio Torreblanca.

Frente a este sitio en la Plazuela del Zacate, se libró el encuentro más encarnizado de la Batalla, en el que murió acribillado por las balas el insurgente Encarnación Ortiz (“El Pachón”) al extraer un cañón atascado en el lodo.

1821       19 agosto        2021

Alcaldía de Azcapotzalco – Dr. Vidal Llerenas Morales

Inst. Pro-artes y humanidades de Azcapotzalco, A.C.  Amalia Elorduy

Centro de Estudios Históricos”.

 

La Maestra Amalia Elorduy, titular del mencionado Instituto, dio un claro y ameno discurso.

Después fue la ocasión para que la poeta y cronista, Maestra María Helena Solórzano leyera parte de su obra “Corrido al insurgente Encarnación Ortiz, El Pachón”. Luego, el cronista José Carbajal Cortés dio lectura a un elocuente texto que resaltó el arrojo y patriotismo de los “Voluntarios de Azcapotzalco”. Con su participación se cerró el evento una hora y diez minutos después de haber iniciado.

Algunos autores que publican en esta revista, tuvieron oportunidad de asistir. Alcanzamos a distinguir, además de los dos ya mencionados cronistas, a la Maestra Martina Rodríguez, Marisol Reséndiz, Marcelino Peña y Martin Borboa.


Las juveniles agrupaciones militares que siempre estuvieron muy atentas y organizadas, efectuaron ordenadamente su retirada con formales instrucciones que les caracterizan, dando en todo momento con su pulcra y seria presencia, un acento de honor militar para esta conmemoración.

Las armas por la libertad nacional brillaron en Azcapotzalco. La bandera Trigarante las guió y así, hoy, a 200 años, seguimos resaltando tan importante hecho.

 

CONMEMORACIÓN DE LOS 200 AÑOS DE LA ÚLTIMA BATALLA DE INDEPENDENCIA 

LIBRADA EN AZCAPOTZALCO Y DE LA PLACA EN HONOR A SUS HÉROES VOLUNTARIOS.

Por José Carbajal Cortés, Cronista de Azcapotzalco


 Con un sol rebosante a las 9 de la mañana del 19 de agosto de 2021, dio inicio en el Atrio de la Catedral de Azcapotzalco, una conmemoración importante para los azcapotzalcas ya que se cumplieron los 200 años o 200 Aniversario de la Batalla de Azcapotzalco, una fecha importante para nuestro Azcapotzalco y para la Historia de México, por lo que esta conmemoración tiene un carácter fundamental en la historia de nuestra demarcación.

 Dio inicio a esta distinguida conmemoración la voz de la maestra de ceremonias Maru Montes dando la bienvenida a todos los presentes. Esta especial Ceremonia Cívica principió en el interior del Atrio de nuestra recién nombrada Catedral de Azcapotzalco, con el arribo del alcalde de Azcapotzalco y autoridades que le acompañaron al presídium al centro del Atrio.

 En el presídium se encontraban El alcalde de Azcapotzalco Dr. Vidal Llerenas Morales, así como el director general de Desarrollo Social y Bienestar Lic. José Luis Hernández, del Obispo de Azcapotzalco don Adolfo Miguel Castaño Fonseca y de más autoridades que se hicieron presentes.

 Al frente en el Atrio, se encontraban asimismo diversas autoridades y personalidades: Lic. Piedad Melgarejo Torres de la Dirección de Derechos Culturales, Recreativos y Educativos, el Lic. Yuri Alejandro Meza JUD de Centros Culturales y Comunitarios, entre otros, así como de cronistas de Azcapotzalco: María Elena Solórzano, Martina Rodríguez García y José Carbajal Cortés e historiadores del hormiguero: Mtra. Amalia Elorduy y Julio Arellano y de un breve público reunido en el entorno.

 Se apreciaba una serena calma al interior de este sitio histórico y los rayos del sol se posaban en el recinto del espacio abierto iluminando a todos los presentes, espacio de lo que fue el gran Teocalli y Plaza Tepaneca, donde se edificaría con el paso del tiempo el Convento y Parroquia de los Dominicos asentados en Azcapotzalco desde el siglo XVI y cuyo lugar seguimos admirando. Actualmente este recinto religioso ha sido elevado de Parroquia a Catedral de Azcapotzalco. Así este nuestro recinto histórico en su gran Atrio atestiguo la ceremonia cívica que principió con los Honores a nuestro Lábaro Patrio: el saludo a la bandera. Se escucharon las notas de la Banda de Guerra “Guardias de México”, para entonar el Himno Nacional al finalizar el Himno se despidió al lábaro patrio con el aire marcial que caracteriza a la escolta de “Guardias de México”.

 Enseguida se dio paso a la presentación del Honorable presídium presidido por el alcalde de Azcapotzalco Dr. Vidal Llerenas instalado al centro del Atrio, cuya presentación corrió a cargo de la cálida y amable voz de ceremonias maestra Maru Montes, mencionando a las autoridades presentes, como lo indica el canon del protocolo, al finalizar la presentación se invitó al historiador Arellano al presídium.

 Tomando el micrófono el historiador Julio Arrellano, abordo con una crónica el tema de la Última Batalla de Azcapotzalco, ubicándonos en la fecha del 19 de agosto de 1821 y los encuentros que se sucedieron en estos lugares a través del testimonio de un participante en esta contienda en Azcapotzalco de manera anónima, nos dió de viva voz a través de un testimonio en su contexto histórico, una descripción interesante de escuchar y de reflexionar, ya que abordo el primer enfrentamiento de la Batalla de Azcapotzalco: entre Azcapotzalco y Claveria.

 Seguidamente el representante de esta Alcaldía, Dr. Vidal Llerenas dio un mensaje con motivo del Bicentenario de la Última Batalla de Azcapotzalco y del Aniversario Luctuoso del héroe Encarnación Ortiz llamado “El Pachón”.

 Después de concluido el mensaje se invitó al público a dirigirse a la escultura de Encarnación Ortiz “El Pachón” situada en el mismo Atrio donde la autoridad del Dr. Llerenas como un presente, se dispuso a colocar una ofrenda floral y una guardia de honor en la escultura del “Pachón” Ortiz como una muestra de  reconocimiento en su 200 Aniversario luctuoso de este héroe de leyenda guanajuatense de quien se dice libró cien veces la muerte, vertiendo su esfuerzo y su sangre con arrojo y valentía osada en tierra azcapotzalca en nombre de la libertad, de éste bien ponderado héroe como lo mencionó Quintanar en 1821 en su parte de guerra.

 Podíamos apreciar que no había un conglomerado de personas, debido a la pandemia, pero la asistencia fue nutrida de manera importante por ciudadanos y personalidades de Azcapotzalco presentes.

 La conmemoración se llevó a cabo en dos lugares: primeramente, asistimos dentro del Atrio de la Catedral para enseguida continuar la ceremonia en el Jardín Hidalgo.

 Así en el también Histórico Jardín Hidalgo se desarrolló la siguiente parte del programa de la ceremonia con la develación de la Placa, trasladándose los ahí reunidos a este lugar situado a unos metros de la Catedral en el mismo centro de Azcapotzalco.

 Erick Sirvert continuo como maestro de ceremonias en la conducción, presentando al presídium integrado de nueva cuenta por el alcalde Dr. Vidal Llerenas, del director general de Desarrollo Social, de la Historiadora Mtra. Amalia Elorduy y de la presencia de los cronistas de Azcapotzalco: la Mtra. María Elena Solórzano y del Lic.  José Carbajal.

 El alcalde intervino con palabras dedicadas haciendo alusión a la Placa Conmemorativa dedicada a los Voluntarios de Azcapotzalco, como una iniciativa de la Mtra. Amalia Elorduy personalidad de Azcapotzalco en conjunto con la Alcaldía, fijándose en una columna exprofeso para ello en uno de los extremos del Jardín Hidalgo en la Av. Centenario esquina con la calle de Tlalnepantla.

 De manera inmediata a la participación del Alcalde, intervino la historiadora Mtra. Amalia Elorduy quien es presidenta del Instituto Pro Artes y Humanidades de Azcapotzalco A.C., quien nos brindó unas palabras a propósito de la Última Acción de Armas por la Independencia de México, llevada a cabo en Azcapotzalco y de los Voluntarios participantes como parte de nuestra historia de la demarcación, en que tenemos que no se le había puesto la atención en su debido contexto histórico y por quienes se realiza esta conmemoración de la gesta independentista, voluntarios que en su mayoría se desconocen sus nombres y que se rinden los honores en esta placa a su memoria por su valentía, arrojo y lucha en su participación en la gesta en este 200 Aniversario que rememoramos los azcapotzalcas.

 Hizo presencia al micrófono nuestra Cronista Decana Honoraria de Azcapotzalco: Mtra. María Elena Solórzano quien nos compartió algunos fragmentos del Corrido al insurgente Encarnación Ortiz “El Pachón”.

 Si quieres conocer el Corrido completo de este valeroso insurgente, comparto el siguiente enlace de la Revista Electrónica de La Hormiga en Línea, con el corrido de María Elena Solórzano, poeta y cronista de Azcapotzalco:

http://lahormigaenlinea.blogspot.com/2019/03/corrido-al-insurgente-encarnacion-ortiz.html?m=1

 Seguidamente a un servidor José Carbajal en carácter de cronista de Azcapotzalco, se me permitió dirigir unas palabras a propósito de este hecho desconocido generalmente de los héroes Voluntarios y de su anónima participación en esta gesta de Independencia en la Última Batalla librada en Azcapotzalco.

 Empezando por saludar a las autoridades y a todos los presentes y agradeciendo la invitación a decir unas palabras que se transcriben a continuación:

 “Este 19 de agosto conmemoramos el 200 Aniversario de la Batalla de Azcapotzalco, por lo que en una fecha como hoy, pero de 1821, Azcapotzalco fué el último bastión que permitió que entrará el Ejército de las Tres Garantías al valle de México con Iturbide al frente de las columnas escoltado, tiempo después de esta batalla.

 Por lo que rememoramos este hecho de armas y de que en éste Ejército Trigarante estuviera una compañía o brigada de Voluntarios de Azcapotzalco al mando del coronel Antonio Rocha -nos cuentan los cronistas Delgado y Urdapilleta- además del coronel Rocha, también se encontraban Joaquín Paredes, Fernando Reyna, Donaciano Moral, Lucio Torreble y de un número impreciso de integrantes de esta Brigada de Voluntarios de Azcapotzalco, cuyos nombres no tenemos, pero que honramos la memoria de todos ellos con este evento conmemorativo.

 Por tanto, resulta acertado el que se dedique una placa a los Voluntarios de Azcapotzalco, en este nuestro caso, en una iniciativa de la historiadora Mtra. Amalia Elorduy presidenta del Instituto Pro Artes y Humanidades de Azcapotzalco Centro de Estudios Históricos, en conjunto con la autoridad de la Alcaldía de Azcapotzalco en este hecho llamado como la Última Acción de Armas por la Independencia, ya que la libertad es la bandera de todos los pueblos del mundo, porque las independencias las hacen los pueblos con esfuerzo, sangre, decisión y valentía, como fué esta Batalla librada en Azcapotzalco, así como en todo el territorio entonces, como bien señala la historia de nuestra patria en lo nacional y local.

 No sabemos el número exacto de la Brigada de Voluntarios que participaron en la Gesta independentista, en esta Batalla de Azcapotzalco, por lo que el número podría ser de 80, 100, 130 o de aproximadamente 200 de ellos en su mayoría jinetes y que además de combatir, marcharon con los Voluntarios del Valle en la décima columna el 27 de septiembre de 1821 entrando a la capital con las demás divisiones de caballería, infantería y artillería.

 También debemos de mencionar a los Dragones de Azcapotzalco de la Decimoquinta columna, quienes estuvieron del lado Trigarante junto a demás regimientos y que fueron parte de la escolta con la que arribo Iturbide a Azcapotzalco, junto con demás regimientos de Dragones y Compañías y quienes también marcharon al entrar a la ciudad.

 En palabras de Don David Delgado, como una dedicatoria a los héroes de la Última Batalla de la Guerra de Independencia y de sus Voluntarios decimos a manera de reconocimiento:

‘‘Vivan siempre en nuestra memoria los héroes de Azcapotzalco’’

(Texto de su sincero servidor Cronista José Carbajal Cortés)

 

 Como parte última de esta Conmemoración en el Jardín Hidalgo se desarrolló la parte referente a la develación de la Placa dedicada a los Voluntarios de Azcapotzalco.

 Al momento de develarse la placa en el extremo del Jardín Hidalgo a un costado de la Avenida Centenario, hacia el lado que da a la breve calle de Tlalnepantla (que llevaba en antaño al antiguo Camino a Tlalnepantla la tierra de Enmedio) y del lugar cercano a la Plaza o Jardín del Zacate o “Zacatito”, el astro rey dirigió sus rayos hacia ese momento iluminando la escena de la develación de una manera especial y cálida como si el astro sol quisiese también observar la placa. Al momento de la develación por parte del alcalde de Azcapotzalco Llerenas y de la Mtra. Amalia Elorduy al descubrir ésta se dio un emotivo aplauso por todos los presentes. Primeramente, podíamos observar fijadas en la placa las imágenes de la actual Bandera Mexicana de 2021 y la Bandera Trigarante de 1821, una al lado de la otra. Se hizo la colocación del arreglo floral al pie de la placa, prevaleciendo en el arreglo los colores de nuestra insignia patria: Verde, Blanco y Rojo. Apreciamos así plasmada la placa colocada en una columna en su Jardín central visiblemente para honrar la memoria de los héroes voluntarios de Azcapotzalco.

 Esta placa que conmemora los 200 años de la Última Batalla o Acción de Armas librada en Azcapotzalco y de los Voluntarios que participaron en ésta, comienza leyéndose en sus letras grabadas:

 

HONOR A QUIEN HONOR MERECE

A LOS VOLUNTARIOS DE AZCAPOTZALCO

En la Última Acción de Armas

por la Independencia de México

 

 Y si quieres saber lo que dice lo demás te invito a que tú mismo la observes y veas los nombres de los héroes voluntarios de Azcapotzalco en donde aparecen sólo algunos nombres debido al anonimato en su mayoría de los voluntarios, por lo que es un sincero reconocimiento a los combatientes (incluyendo al insurgente Encarnación Ortiz “El Pachón”) y Voluntarios de Azcapotzalco héroes anónimos en la gesta por la Independencia de nuestro país.

¡Y llevemos presentes siempre las palabras de Don David Delgado de los héroes participantes y anónimos de Azcapotzalco en la gesta de independencia!

 

Agradezco a la Lic. Piedad Melgarejo Torres directora de Derechos Culturales, Recreativos y Educativos, la invitación para estar presente en la conmemoración y poder mencionar unas palabras.

Agradezco asimismo a la Mtra. Amalia Elorduy historiadora, por el feliz encuentro en esta conmemoración y de su amable invitación a este evento.

Esta crónica conmemorativa es dedicada al valeroso Pueblo de Azcapotzalco.

Atte. El Centinela de Xancopinca.

AGUSTIN DE ITURBIDE Y  AZCAPOTZALCO. 

HACE 200 AÑOS INSTALÓ AQUÍ SU CUARTEL GENERAL

Por Martín Borboa Gómez  (Grupo Formiga)

Agustín de Iturbide, quien en 1821 fuera el Primer jefe del ejército libertador, creador del concepto de las Tres Garantías, diseñador de la bandera del Ejército Trigarante, ideólogo y firmante del Plan de Iguala, ideólogo y firmante de los Tratados de Córdoba, triunfal cabeza del Ejército que consumó la independencia, en este año, a doscientos años de su éxito político y militar, que nos dió patria y libertad, es una ocasión más que propicia para recordarlo, mencionarlo, y señalar sobre el paso de este otro Padre de la patria por Azcapotzalco.

 

RUTA DE ITURBIDE DESDE IGUALA HASTA AZCAPOTZALCO, 1821

Una vez que Agustín de Iturbide salió de la Ciudad de México, con instrucciones del Virrey Apodaca para derrotar a Vicente Guerrero, y con ello mantener la continuidad de la Nueva España, Iturbide se dispuso a jugarse la vida al iniciar un nuevo e inesperado plan.

ENERO: Acuartelado en Teloloapan, Iturbide intercambió cartas con Guerrero para entablar un pacto en el que juntos podían alcanzar la independencia. Mensajes con brillantes ideas, ofrecimiento de lealtad y subrayando el concepto de unión que era una novedad constructiva, ya que lo que había reinado anteriormente era la desunión. El tiempo les dio la razón.

FEBRERO: Tepecuacuilco, Chilpancingo e Iguala. Desde estos sitios Iturbide escribe a infinidad de insurgentes, oficiales realistas, e incluso al Virrey. Mandó a imprimir a Puebla el Plan de Iguala, ideario que proponía la manera y los valores para alcanzar –juntos- todos los habitantes de esta tierra nuestra, la independencia. El segundo artículo de dicho Plan establecía que: “La Nueva España es independiente de la antigua y de toda otra potencia, aun de nuestro continente”.

Las Tres Garantías del nuevo Plan eran Unión (representada con el color verde), Religión (con el color blanco) e Independencia (rojo). Cada franja de la bandera de Iturbide y confeccionada por Magdaleno Ocampo, tenía una estrella, que era el compromiso de cumplir dicha garantía.

MARZO: Iguala, Teololoapan, Cuahulotitlan, Huétamo. Iturbide continúa buscando adeptos al Plan de Iguala a través de mensajeros y cartas a distintos oficiales realistas. Escribe al Virrey. Día 16 también al Rey y a las Cortes en Madrid. No consigue simpatía de parte de las autoridades reales ni virreinales. Desde día 14 por orden del Virrey, queda señalado como enemigo de las aspiraciones españolas. (Trágicamente, después sería señalado como enemigo de las aspiraciones mexicanas, y fusilado sin ser juzgado ni oportunidad de defenderse). La cantidad de adhesiones que va ganando de viejos insurgentes, militares retirados, del grueso de los realistas criollos e incluso algunos españoles, es abrumador. Estos reciben instrucciones de Iturbide para tomar plazas y ciudades, favoreciendo el diálogo y dejando las armas como último recurso.

ABRIL: Zitácuaro, Acámbaro, Irapuato, Silao, Léon. Continúan las adhesiones, varias ciudades  juran el Plan de Iguala, y sus fuerzas de guerra engrosan al Ejército Trigarante.

MAYO: León, San Pedro Piedragorda, Hacienda de San Antonio, Puruándiro, Valladolid (Morelia). Esta última ciudad era significativa para Iturbide pues en ella nació. Gracias al método de parlamentar y la demostración de que la garantía de unión era firme, se tomó la ciudad sin un solo tiro de arma. En ese mes, el Trigarante Pedro Celestino Negrete toman la ciudad de Guadalajara.

JUNIO: San Juan del Río, Hacienda de Colorado, Querétaro. Los dos militares antes realistas, Anastasio Bustamante y Luis Quintanar, ya como coroneles Trigarantes, marcharían unidos por la independencia bajo las órdenes de Iturbide, desde San Juan del Río. Estos dos oficiales mandarían en la batalla de Azcapotzalco, y por esa lucha, Azcapotzalco sería nombrado “Villa de Bustamante y Quintanar”. Bustamante llegaría a ser presidente de México en tres ocasiones, y pidió que a su muerte su corazón descansara junto a los restos mortales de Iturbide, y comparten urna funeraria en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

JULIO: Arroyo Zarco, Cuernavaca, Cholula, Puebla. Para este tiempo, apenas un diez por ciento del Ejército Realista permanecía fiel al Rey, la deserción había mermado gravemente su fuerza. Con esa raquítica cantidad de soldados, los españoles apenas mantenían control de los puertos de Acapulco, Veracruz, la Ciudad de México y el fuerte de Perote. Ante tan malas condiciones, el Virrey Apodaca fue retirado del cargo con un golpe de estado, y quedó en su lugar el mariscal Francisco Novella.

AGOSTO: Puebla, Tepotzotlán, Puebla, Zoquiapan, Texcoco, Zoquiapan, Córdoba, Puebla.( El día 19 tuvo lugar la acción de armas de Azcapotzalco entre Trigarantes Bustamante y Encarnación Ortiz contra Realista De la Concha). Estando en Puebla Iturbide, se enteró que el nuevo gobernante de la Nueva España llegó y desembarcó en Veracruz (“México a través de los siglos”, Tomo VI, pág. 344 dice que llegó 30 de julio, y la “Historia General de México” Tomo I, pág. 639 dice 3 de agosto). Juan de O´Donojú era el nuevo jefe político superior y capitán general de la Nueva España, y él mismo solicitó a Iturbide una entrevista. Pidió que fuera en un sitio mejor que Veracruz para su salud. Se eligió Córdoba. Ahí, el 24 de agosto “lograron desatar el nudo sin romperlo”, y firmaron los Tratados, cuyo primer punto dice: “Ésta América se reconocerá por nación soberana e independiente, y se llamará en lo sucesivo imperio mexicano”. Se ha discutido si O´Donojú tenía autoridad suficiente para firmar y reconocer dicha independencia. El hecho es que el firmó los Tratados, y firmó el Acta de independencia. (El gobierno español en Madrid reconoció la independencia hasta diciembre de 1836). El día 28 de agosto para celebrar el Santo de Iturbide, que estaba en Puebla. Las monjas del Convento de Santa Mónica en Puebla, crearon el platillo de los Chiles en Nogada, que ostenta los colores de la nueva identidad mexicana. (En Durango, los días 29 y 30 de agosto, batalla entre el Ejército Trigarante de Negrete y el Ejército Realista de De la Cruz).

SEPTIEMBRE: Texmelucan (día 2), Azcapotzalco (día 5 en adelante), San Joaquín (junto con O´Donojú como su huésped, 11 en adelante), Día 13 reunión O´Donojú, Iturbide y Novella. Tacubaya (con O´Donojú, 16 en adelante. Ahí O´Donojú expresó que reconocía al nuevo gobierno por formarse según los Tratados de Córdoba como la autoridad legítima, y que él era ya meramente el representante del gobierno español. Se hace acuerdo para que Trigarantes ocupen Acapulco, Veracruz y Perote en octubre). Ciudad de México (27 y 28 Iturbide y O´Donojú saludan a la nueva nación y firman el Acta de Independencia). El Acta dice en fecha del 28 de septiembre que la nación mexicana… sale hoy de la opresión”, y señala al año 1821 como “primero de la independencia mexicana.

Iturbide expresó en su arenga (escrita 25, leída 27) de septiembre (tomado de “El Libertador” pág. 261): “Mexicanos, ya estáis en el caso de saludar a la patria independiente como os lo ofrecí en Iguala…”, “Ya sabéis el modo de ser libres; a vosotros toca señalar el de ser felices…”, “De tiempo en tiempo haced una memoria de vuestro amigo. Agustín de Iturbide”.

 

AGUSTIN DE ITURBIDE EN AZCAPOTZALCO

Ya vimos como llegó Iturbide a Azcapotzalco. Se estableció ahí mientras se daba el encuentro de O´Donojú con el Mariscal español Francisco Novella que defendía la Ciudad de México. Dicho encuentro fue el 13 de septiembre en la Hacienda La Patera, hoy ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, a unos pasos del perímetro de Azcapotzalco que lo compone la Calzada Vallejo.  Como resultado de ese encuentro, Novella abandonó las hostilidades. Iturbide y O´Donojú concluyeron su misión: dar la independencia a México.

Dice Ángeles González Gamio que: “Es poco conocido el papel relevante que tuvo Azcapotzalco en la guerra de Independencia, donde se libraron sus últimas batallas. Al encontrarse la antigua villa en el camino que viene de Tlalnepantla a México, fue utilizada por el Ejército Imperial de Las Tres Garantías para cercar la ciudad y al ejército realista.

Tras varias batallas victoriosas, el 5 de septiembre de 1821 los insurgentes se trasladaron a la hacienda de Careaga en Azcapotzalco, en donde se reunieron Agustín de Iturbide, Vicente Guerrero y demás jefes del Ejército Imperial Mexicano de las Tres Garantías. Aquí establecieron su cuartel general hasta que llegó el momento de su entrada triunfal a la ciudad de México”.

En la enciclopedia “México a través de los siglos”, tomo VI, página 356, se explica que: “Iturbide llegó a Azcapotzalco el 5 de septiembre y ahí estableció su cuartel general, a donde acudieron desde luego muchas personas notables de la capital, fingiendo ardiente adhesión hacia el jefe del ejercito libertador, aunque en realidad solo las guiasen la ambición y el deseo de congraciarse con el astro que se alzaba radiante en el ya risueño cielo de la patria. Distinguiéronse en esta peregrinación los miembros de aquella hibrida nobleza que habían formado en la colonia los reyes españoles, y pocos días después de su llegada a Azcapotzalco anunciaba Iturbide que había nombrado ayudantes suyos al marqués de Salvatierra, a los condes del Peñasco y de Regla, y al oficial de marina don José Eugenio Cortés. También se presentaron a tomar partido por la independencia los brigadieres don Domingo Luaces y don Melchor Álvarez, los coroneles Arana y Horbegoso, el mayor Cela y otros oficiales de menor importancia. Iturbide, siguiendo el sistema que había adoptado desde el principio del levantamiento, no sólo acogió con agrado a los jefes y oficiales realistas, sino que les dio los mandos de mayor importancia y las comisiones más delicadas y honoríficas. Dedicóse inmediatamente el primer jefe del ejército libertador a la organización del (ejército) que se había reunido en torno de la capital, fuerte de diez y seis mil hombres de las tres armas y el más numeroso que junto se viera en Nueva España”.

Hago una pausa aquí al texto de la famosa enciclopedia, para subrayar – el qué y el donde-.

¿El qué?: El ejército “más numeroso que jamás se viera en Nueva España.  ¿En dónde?: En Azcapotzalco.

Estamos hablando de que estando Iturbide en Azcapotzalco, organizó al ejército más grande que hasta entonces se hubiera visto en 300 años, que es la vida que llevaba Nueva España.

Así que estando en Azcapotzalco, es donde sabría con exactitud con que fuerza militar contaba para un posible asalto armado sobre la ciudad,  y sabría que reacción tendría la sociedad capitalina ante la cercanía de los Trigarantes. Nunca estuvieron tan cerca del corazón de Nueva España otros que aspiraban a la independencia, como ahora Iturbide en Azcapotzalco. Aquí tenía la mejor y más cercana posición a la cabeza del gobierno español asentado en Nueva España. Y si sumamos que estaba logrando reunir al más grande ejército que se hubiera visto en este territorio, tenía dos grandes puntos  –novedosos y a su favor-.

Continuemos con el texto de la enciclopedia. Con ese nuevo ejército más grande ejército:

Formó tres cuerpos: de vanguardia, centro y retaguardia, y en la orden general de 10 de septiembre (1821) dio a reconocer los jefes nombrados para cada una de estas divisiones. El mando de la vanguardia fue confiado a Morán, marqués de Vivanco, y tuvo por segundo al ilustre Guerrero que al frente de las tropas del Sur ocupó el rumbo norte de la ciudad; el cuerpo del centro, situado en la parte del valle, que se dilata hacia el poniente, quedó a las ordenes del brigadier Luaces y de su segundo el coronel don Anastasio Bustamante; y la división de retaguardia, que ocupaba el oriente del valle, tuvo por jefes a los coroneles Quintanar y Barragán.  El brigadier don Melchor Álvarez, que acababa de abandonar el partido realista, recibió el nombramiento de jefe del estado Mayor, y el de primeros ayudantes los teniente coroneles don Joaquín y don Ramón Parres y don Juan Davis Bradburn”.

 

CARTA DE AGUSTIN DE ITURBIDE SOBRE ENCARNACION ORTIZ Y EL HIJO Y FAMILIA DE ESTE

Luego de la batalla de Azcapotzalco del día 19 de agosto, Iturbide fue informado de lo acontecido, y envió esta carta escrita entre el 27 (que estaba en San Agustín del Palmar) y el 30 de agosto que estaba en Puebla. (Tomada de “El Libertador”, pág. 256):

Al Señor Coronel Don Luis Quintanar

Sírvase V.S. mandar que se reconozca por Alférez de la Sierra de Guanajuato, al hijo del benemérito Capitán de Patriotas D. Encarnación Ortiz, cuyo nombre no me especifica V.S. y va en blanco en el oficio de nombramiento que acompaño a éste. Disponga V.S. también que dicho difunto Capitán, siga pasando revista de presente y que su sueldo íntegro se satisfaga a su viuda e hijos, repartiéndose entre todos por partes iguales y con calidad de que la cantidad que a cada uno corresponda, cesará por el fallecimiento del que la disfruta, sin acrecer a los supervivientes, ni cesar por la toma de estado o mayor edad de los agraciados. Quiero de esta suerte, honrar la memoria de un individuo que con tanta heroicidad se sacrificó en defensa de su Patria. Hágalo Ud. saber en la Orden General, como también el que espero el detalle circunstanciado de la acción, para conceder el debido premio a los que sean acreedores a él.  Dios guarde a V.S. muchos años.

Agustín de Iturbide”.

 

CONDECORACIONES QUE SE OTORGARON A LOS TRIGARANTES QUE LUCHARON EN AZCAPOTZALCO

En la carta mencionada, vemos como Agustín de Iturbide desea conocer más detalles de la batalla librada en Azcapotzalco, para estimar y conceder premios a los valientes. Además de lo ya especificado en particular a la viuda e hijos de Encarnación Ortiz, sabemos que se otorgaron las siguientes condecoraciones: (Tomado de “La última batalla a ojo de hormiga”):

Medalla en campo Verde con el lema: “Se distinguió en la brillante acción del 19 de agosto 1821”

En campo Rojo con el lema: “Vertió su sangre por la libertad de México, 19 de agosto de 1821”

En campo Blanco, “Acción victoriosa por la felicidad de México, 19 de agosto de 1821”

 

DRAGONES DE AZCAPOTZALCO EN LA ENTRADA TRIUNFAL DEL 27 DE SEPTIMBRE 1821

Da gusto en cualquier lectura o investigación, hallar el nombre de Azcapotzalco, y más cuando se trata del evento más feliz para la nación mexicana: la Consumación de la Independencia.

El libro “Fase final de la guerra por la independencia” de Julio Zárate, contiene la relación completa de los 16,134 soldados que con Agustín de Iturbide, a entrar triunfantes al corazón político del país. Entraron a la historia y a nuestro perpetuo agradecimiento por la puerta más grande, la de la paz conseguida y la libertad anhelada, hace 200 años.

En su página 123 publica la Relación de las fuerzas del Ejército Independiente que entró en la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821”.

Menciona 12 agrupaciones de Infantería, la de Artillería, y las 16 de Caballería. En la decimoquinta de Caballería, señala a los 200 integrantes de los “Dragones de Azcapotzalco” que iban junto a los “Dragones de Xilotepec” que eran 114.

El 21 de septiembre, el Estado Mayor General, emitió la instrucción del orden para que el Ejército triunfante, entrara a la Ciudad de México. El texto es largo (“El libertador”, pág. 259, 260), pero quiero destacar la parte que menciona a Azcapotzalco:

“… Este ejército juntará su cabeza apoyándola por el camino que llaman de la Verónica, a la puerta del frente de Chapultepec, y deberá estar en ese punto a las siete de la mañana. A esta división seguirá la de retaguardia, en los mismos términos y orden de formación, ocupando la derecha, a la izquierda de la que le precede tomando parte del camino de los Hospicios que se dirige hacia Tacuba. Seguirá a la izquierda de esta división la de vanguardia, ocupando el espacio que necesite hacia Tacuba y Azcapotzalco, para no retardar el movimiento general de todo el ejército…”.

 

BIBLIOGRAFIA:

ANTES DE MEXICO Y AZCAPOTZALCO, Ángeles González Gamio, La Jornada, 23 enero 2011,https://www.jornada.com.mx/2011/01/23/opinion/028a1cap

EL LIBERTADOR, DOCUMENTOS SELECTOS DE DON AGUSTIN DE ITURBIDE, P. Mariano Cuevas, S.J., Editorial Patria, S. A. México, 1947

FASE FINAL DE LA GUERRA POR LA INDEPENDENCIA, Julio Zárate, Ediciones Libro-Mex, Biblioteca mínima mexicana, volumen 8, México, 1955

HISTORIA GENERAL DE MEXICO. Tomo I.

LA ULTIMA BATALLA A OJO DE HORMIGA, Guión de Gustavo Manrique Zermeño, 2003, Delegación Azcapotzalco

MEXICO A TRAVES DE LOS SIGLOS Tomo VI, Varios autores. Editorial Cumbre, S.A., decimo sexta edición.




 LA GUERRA DE INDEPENDENCIA, 

DE SAN LUIS POTOSÍ A AZCAPOTZALCO.

(Parte 1 de 2)

Cronista Martina Rodríguez García, Barrio Los Reyes Azcapotzalco.

Cuando se toca el tema de la guerra de Independencia y la Revolución. La Revolución Cristera etc. Es algo fuerte porque no se buscan culpables ni héroes solo encontrar el inicio de una manera que podemos rescatar parte de la esencia de lo que conocemos como Guerra de Independencia.

Al investigar me llamó la atención un Libro EL EJÉRCITO MEXICANO, Autor. Gloria Fuentes. De este libro transcribo un fragmento “Los Mexicas, primera potencia militar mesoamericana”.

A raíz de la derrota de los Tepanecas de Azcapotzalco (1428), surge en el centro del país una confederación conocida como la Triple Alianza, integrada por México Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba. Llegaron a depender de ella, como tributarios, 38 señoríos que abarcaban desde las costas del Golfo de México hasta las mesetas. La civilización Mexica desplegó gran poderío socioeconómico y cultural.

Al Señor mexicano correspondía todo lo relacionado con actividades bélicas y mando militar, incluida la instrucción castrense, organización de los cuerpos armados y conducción de operaciones militares. Cada calpulli o barrio formaba, con sus hombres mejor capacitados, un escuadrón de entre 200 y 400 guerreros; aproximadamente el 10 por ciento servía en la milicia.

Los jefes de los cuatro calpullis mayores por analogía de funciones eran como un jefe de Estado Mayor de un ejército moderno.

Primera (Organización): A cargo de Tlacatecall de la confederación de Anáhuac.

Segunda (Información, contra información y propaganda): Desempeñada por los Pochteca, comerciantes guerreros y espías.

Tercera (Instrucciones y operaciones): correspondiente a funcionarios, jefes militares -Tlacatecall y Tlacatecuchtli- o a quién tomara el mando de la campaña, así como a los maestros del calmecac y el Tepochcalli;

Cuarta (Servicios, abastecimientos y evacuaciones): Los encargados eran el Tlacocachcall y el Toyoyahuacatl, con sus unidades administrativas y tamemes para el transporte.

Además, los mexicas estructuraron una compleja, industria de fabricación de armas, con talleres y obreros especializados en los principales centros de población. Uno de los principales tributos de los señoríos vasallos era, precisamente, artículos bélicos, que se almacenaban en depósitos llamados "Tlacochcalco", hasta aquí fragmento del libro arriba indicado.

Considero necesario conocer, con que se armaron los guerreros antiguos y los modernos en la conquista. Muchos factores se conjugaron para que los conquistadores españoles se sometieran a la poderosa civilización mexica, es innegable el terrible impacto de las armas de fuego y los caballos por completo desconocidos para los pobladores del territorio nacional.

Los europeos derrocaron al virrey Iturrigaray, en el que fue el primer golpe de estado en la historia de México.

Enseguida nombraron virrey a Pedro Garibay en 1809 y después al arzobispo Francisco Javier Lizana y Beamont de mayo a septiembre de 1810.

En 1766 nace la verdadera organización de lo que fueron las fuerzas armadas coloniales. Al conocer la existencia del ejército, además de los lugares, como los Reales de Minas y las Haciendas, (pero principalmente saber que la invasión francesa de España fue el motivo para realizar la independencia de México, cuando en la capital de la Nueva España se tuvo conocimiento de la abdicación de la familia real a favor de Napoleón Bonaparte se levantó una ola de protestas que demostró abiertamente una marcada adhesión a Fernando VII, quién ya estaba en calidad de prisionero de los franceses. Nadie sabía qué hacer. Ni siquiera el propio virrey, Don José de Iturrigaray, quién solapadamente ambicionaba perpetuarse en el mando. Así que entendiéndose que las conspiraciones eran cada vez más fuertes, como la Conspiración de Querétaro hacia progresos visibles día con día hasta que Don Miguel Domínguez el Corregidor como representante de justicia, por defender a los más débiles se había ganado enemigos.

La noticia de las conspiraciones había llegado a muchos lugares principalmente en los más lejanos en dónde se encontraban trabajando las Minas. Como en la ciudad de San Luis Potosí. Las minas del Cerro de San Pedro, la mina del Real de Catorce, Cedral, Matehuala y las de Zacatecas y Guanajuato. Y otras, de las que el virrey Iturrigaray siempre que necesitaba ayuda el pueblo respondía recaudando mucho dinero. Principalmente del Real de Catorce, que en 1800 dijo Humboldt el sitio era llamado "Cerro de Catorce Viejo".

Mientras tanto en la Ciudad de Querétaro Doña Josefa Ortiz de Domínguez “La Corregidora” la mañana del 13 de septiembre recibió la funesta noticia de boca de su esposo el corregidor Miguel Domínguez, que habían encontrado pólvora escondida entre los costales de harina de la tienda de los Hermanos Gómez.

Ellos solían acudir a las reuniones secretas de su casa ella estaba encerrada con sus hijos y sin llaves, Así que corrió hasta el zaguán, Ignacio Pérez estaba afuera, ella le hablo y le pasó un papel diciéndole Pérez vaya ahora mismo a San Miguel y de aviso al Capitán Allende dígale que la conspiración ha sido descubierta. Pero Allende no estaba en San Miguel y Pérez siguió hasta Dolores Dónde estaba Allende con Hidalgo. Le entregó el papel a Ignacio inmediatamente la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Como no había tiempo que perder Hidalgo caminó hacia el atrio de la parroquia para sonar las campanas de arrebato.

Mientras tanto en el Real de Catorce, ciertos papeles llegados de Zacatecas, ganaron para la causa insurgente a algunos de sus habitantes como el párroco y el subdelegado, estos que creían que el excelentísimo señor Mariscal D. Rafael de Iriarte conocido como "cabo Leitón" se dirigieron a él en estos términos.

Son las tres de la madrugada, en que acaban de salir de este Real los europeos vecinos de él, llevándose no sólo sus caudales e intereses sino todo lo que había en reales y plata de la Real Hacienda y propios de este lugar, custodiados por 280 hombres de tropa, armados y con siete cañones que habían construido en este Real, los que habilitados de porción de cartuchos, pasan para la Villa del Saltillo a reunirse con los europeos y tropa que allí había.

Cuando ya se sintió en carne viva en el Real La amenaza fue cuando propiamente empezaron allí los efectos de la guerra de Independencia, dan fe cabal las cartas y comunicaciones que iban y venían derramando la alarma por el Norte. Cómo esta carta de Don Pedro Herrera al coronel Cordero:

El día 13 del corriente, en el Paraje llamado La Punta recibí el oficio del subdelegado de Catorce, en que me dice haberse apoderado de Los Insurgentes de la ciudad de San Luis los del Rey, el capitán Don Bruno Herrera. Comandante de dos compañías de mi vanguardia fue también oficiado por el veterano de la misma clase Don Domingo Valle, comandante de las armas del expresado Real.

El 16 de septiembre de 1810 por primera vez se integra un ejército brotado de la raíz misma del pueblo… su germen fueron los 8 sirvientes de Hidalgo, 70 presos liberados y unos cuantos centenares de campesinos, empleados y artesanos unos 700 hombres formaron el primer ejército insurgente.

Entre este año y 1811 estuvieron al frente de las fuerzas Insurgentes: Miguel Hidalgo, Como Capitán General y luego Generalísimo, Ignacio Allende, como teniente General y capitán general Mariano Abasolo como Mariscal y teniente General.

 


Cuando Hidalgo ocupa para Guadalajara, Allende dio a Jiménez el mando de las provincias internas, bien por el pueblo de Venado, Charcas, Matehuala y Catorce debía dirigirse al Saltillo. Con la mira de atacar al Coronel Cordero. Jiménez se camino al norte. El 8 de diciembre estaban en Charcas, de allí escribió Allende que su tropa contaba con 2000 hombres y que iban a reunirse en Matehuala con Francisco Lanzagorta, quién llevaba 500 de a caballo. O alguna avanzada de este o una gavilla levantada "como millares de bribones -en frase de Bustamante a propósito de Iriarte, para robar y asesinar, invocando la libertad de la Patria". Entró el día 3 de diciembre de 1810 al Real de Catorce, según el informe de Don José Tomás Berlanga al gobernador de Nuevo León.

Don Francisco Lanzagorta uno de los iniciadores de la independencia de San Luis Potosí. Nació en San Miguel de Allende, Guanajuato. Los catorceños sufrían las indecibles congojas de la guerra de Independencia, sorpresiva, cargo sobre españoles y criollos, al llegar a Catorce intempestivamente estaban envueltos en la terrible Revolución iniciada escalonadamente en el Pueblo de Dolores Hidalgo.

Los personajes reconocidos en los lugares donde se extendió el movimiento independiente son: Gutiérrez de Lara insurrección a Tamaulipas y Texas, Mariano Jiménez las provincias internas, los frailes Luis De Herrera y Luis Villerías toman San Luis Potosí, Rafael de Iriarte tomo León, Aguascalientes y Zacatecas. Morelos en el sur, el cura José M. Mercado como Tepic y San Blas, el amo "Torres" tomo Guadalajara, Hidalgo inició en Dolores la independencia.

El Proceso. Una serie de factores económicos, sociales y políticos hacían del Bajío un terreno ideal para la gestación de una gran insurrección Armada. Esta región, situada al noroeste de la capital en el Valle del Río Lerma entre León y Querétaro, es una de las áreas agrícolas e industriales más prósperas de México. La ciudad de Guanajuato, ubicada casi en el centro de dicha zona Cómo era el lugar donde se hallaba la Veta Madre una de las minas de plata más ricas del mundo. En Los Reales de minas y en las provincias más ricas fueron los lugares en donde se desarrolló la fabricación de armas.

Las ciudades de Guanajuato y Querétaro tenían 60,000 y 50,000 habitantes respectivamente el área se caracterizaba por su agricultura comercial y su basta industria minera y textil. Los propietarios de grandes haciendas que antes habían cultivado maíz y criado ganado, comenzaron a producir trigo, frutas y legumbres en sus tierras irrigadas, artículos que tenían una enorme demanda en las ciudades y los pueblos. Por tanto, relegaron la producción de maíz a Las parcelas marginales y desplazaron la crianza Ganadera hacia regiones áridas en el Norte.

El exhorto del cura Hidalgo halló eco en la gente pobre del campo, no porque prometiera la abolición de los tributos o pagarles una pequeña suma, sino debido a que constituía una oportunidad para dar rienda suelta a su odio fomentado Por las injusticias sufridas en los últimos años.

HIDALGO se preparó para marchar a México con el mismo desorden y desconcierto cómo lo había hecho hasta entonces fiándolo todo del número de los que lo seguían y cuidándose poco de los demás. En las estimaciones de Hidalgo era preferente la artillería, la Infantería, armas que constituyen la principal fuerza de un ejército, era la menos apreciada del modo que todos se desdeñaban de pertenecer a ella, hubo un tiempo en que se mandaron fundir cañones de Calibre mayor posible y tenerlos para su defensa. Después de la artillería lo que más apreciaban Hidalgo y los primeros Insurgentes era la caballería y los jinetes y caballos considerados individualmente por su fuerza y valor.

Hidalgo emprendió su marcha hacia la capital por Maravatío, Tepetongo e Ixtlahuaca. No tardo en saberse este movimiento en México y cómo fue tan rápido, las noticias se alzaban unas a otras y aumentaban la alarma del Virrey y de la Capital. Inmediatamente se hizo salir hacia Toluca el régimen provisional de Tres Villas parte del veterano de caballería de dragones de España y otras partidas de tropa que se hallaban en México. Don Torcuato Trujillo replegó a su gente después de Toluca en Ixtlahuaca Trujillo en Toluca se encontraba a las órdenes de Agustín de Iturbide precisamente en San Felipe de los Obrajes. En San Luis Potosí, Don Félix María Calleja ante la insurrección de Dolores se dio a la tarea de parar un buen ejército ni gente ni medios le faltaron; acudieron de toda la provincia y a muchos los tuvo que rechazar por falta de armamento a otros los armó de lanzas y a todos los concentro para un intenso adiestramiento militar, en la hacienda de La Pila, San Luis Potosí. Entre los que ocurrieron de Catorce iba Don Matías Martín Aguirre.

La oficialidad del ejército de Calleja -incluyendo el célebre batallón de "los Tamarindos" llamados así por el color de la gamuza de los uniformes, comandado por el bizarro Don Juan N. Oviedo, "el Amo Oviedo", caído en el sitio de Cuautla- se compuso de propietarios, comerciantes y dependientes de estos, "gentes pacificas advierte Arrangoiz qué no habían manejado un arma en su vida", tales eran los españoles, Beistegui, Madrid, Meneso y Orinita y los mexicanos Armijo, Barragán, Bustamante, Concha, Gómez Pedraza y muchos otros que se portaron con gran valor y decisión por la causa de España hasta el fin de la insurrección. Entre esa admirable oficialidad se contaba con Don Matías Martin y Aguirre, quién mandaba un escuadrón de Lanceros de Potosí. Era su asistente, como simple soldado de Fieles del Potosí, Don Esteban Moctezuma, a quien Don Matías enseñó a leer y escribir, y que llego a Teniente graduado de Capitán de provinciales por su extraordinario arrojó y fuerza.

 

FIN DE LA PRIMERA PARTE, CONTINUARA…