LA GUERRA DE INDEPENDENCIA,
DE SAN LUIS POTOSÍ A AZCAPOTZALCO.
(Parte 1 de 2)
Cronista
Martina Rodríguez García, Barrio Los Reyes Azcapotzalco.
Cuando
se toca el tema de la guerra de Independencia y la Revolución. La Revolución
Cristera etc. Es algo fuerte porque no se buscan culpables ni héroes solo
encontrar el inicio de una manera que podemos rescatar parte de la esencia de
lo que conocemos como Guerra de Independencia.
Al
investigar me llamó la atención un Libro EL
EJÉRCITO MEXICANO, Autor. Gloria Fuentes. De este libro transcribo un
fragmento “Los Mexicas, primera potencia
militar mesoamericana”.
A
raíz de la derrota de los Tepanecas de Azcapotzalco (1428), surge en el centro
del país una confederación conocida como la Triple Alianza, integrada por
México Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba. Llegaron a depender de ella, como tributarios, 38 señoríos que
abarcaban desde las costas del Golfo de México hasta las mesetas. La
civilización Mexica desplegó gran poderío socioeconómico y cultural.
Al
Señor mexicano correspondía todo lo relacionado con actividades bélicas y mando
militar, incluida la instrucción castrense, organización de los cuerpos armados
y conducción de operaciones militares. Cada calpulli o barrio formaba, con sus
hombres mejor capacitados, un escuadrón de entre 200 y 400 guerreros; aproximadamente
el 10 por ciento servía en la milicia.
Los
jefes de los cuatro calpullis mayores por analogía de funciones eran como un
jefe de Estado Mayor de un ejército moderno.
Primera (Organización): A
cargo de Tlacatecall de la confederación de Anáhuac.
Segunda (Información, contra información
y propaganda): Desempeñada por los Pochteca, comerciantes
guerreros y espías.
Tercera (Instrucciones y operaciones):
correspondiente a funcionarios, jefes militares -Tlacatecall y Tlacatecuchtli-
o a quién tomara el mando de la campaña, así como a los maestros del calmecac y
el Tepochcalli;
Cuarta (Servicios, abastecimientos y evacuaciones): Los
encargados eran el Tlacocachcall y el Toyoyahuacatl, con sus unidades
administrativas y tamemes para el transporte.
Además,
los mexicas estructuraron una compleja, industria de fabricación de armas, con
talleres y obreros especializados en los principales centros de población. Uno
de los principales tributos de los señoríos vasallos era, precisamente,
artículos bélicos, que se almacenaban en depósitos llamados "Tlacochcalco", hasta aquí
fragmento del libro arriba indicado.
Considero
necesario conocer, con que se armaron los guerreros antiguos y los modernos en
la conquista. Muchos factores se conjugaron para que los conquistadores
españoles se sometieran a la poderosa civilización mexica, es innegable el terrible
impacto de las armas de fuego y los caballos por completo desconocidos para los
pobladores del territorio nacional.
Los
europeos derrocaron al virrey Iturrigaray, en el que fue el primer golpe de estado en la historia de México.
Enseguida
nombraron virrey a Pedro Garibay en 1809 y después al arzobispo Francisco
Javier Lizana y Beamont de mayo a septiembre de 1810.
En 1766 nace la verdadera organización de
lo que fueron las fuerzas armadas coloniales. Al conocer la existencia del
ejército, además de los lugares, como los Reales de Minas y las Haciendas, (pero principalmente saber que la invasión
francesa de España fue el motivo para realizar la independencia de México,
cuando en la capital de la Nueva España se tuvo conocimiento de la abdicación
de la familia real a favor de Napoleón Bonaparte se levantó una ola de
protestas que demostró abiertamente una marcada adhesión a Fernando VII, quién
ya estaba en calidad de prisionero de los franceses. Nadie sabía qué hacer. Ni
siquiera el propio virrey, Don José de Iturrigaray, quién solapadamente
ambicionaba perpetuarse en el mando. Así que entendiéndose que las
conspiraciones eran cada vez más fuertes, como la Conspiración de Querétaro hacia progresos visibles día con día
hasta que Don Miguel Domínguez el Corregidor como representante de justicia,
por defender a los más débiles se había ganado enemigos.
La noticia
de las conspiraciones había llegado a muchos lugares principalmente en los más
lejanos en dónde se encontraban trabajando las Minas. Como en la ciudad de San Luis Potosí. Las minas del Cerro de San
Pedro, la mina del Real de Catorce, Cedral, Matehuala y las de Zacatecas y
Guanajuato. Y otras, de las que el virrey Iturrigaray siempre que necesitaba
ayuda el pueblo respondía recaudando mucho dinero. Principalmente del Real de Catorce,
que en 1800 dijo Humboldt el sitio era llamado "Cerro de Catorce Viejo".
Mientras
tanto en la Ciudad de Querétaro Doña Josefa Ortiz de Domínguez “La Corregidora”
la mañana del 13 de septiembre recibió la funesta noticia de boca de su esposo
el corregidor Miguel Domínguez, que habían encontrado pólvora escondida entre
los costales de harina de la tienda de los Hermanos Gómez.
Ellos
solían acudir a las reuniones secretas de su casa ella estaba encerrada con sus
hijos y sin llaves, Así que corrió hasta el zaguán, Ignacio Pérez estaba
afuera, ella le hablo y le pasó un papel diciéndole Pérez vaya ahora mismo a
San Miguel y de aviso al Capitán Allende dígale que la conspiración ha sido
descubierta. Pero Allende no estaba en San Miguel y Pérez siguió hasta Dolores Dónde
estaba Allende con Hidalgo. Le entregó el papel a Ignacio inmediatamente la
madrugada del 16 de septiembre de 1810. Como no había tiempo que perder Hidalgo
caminó hacia el atrio de la parroquia para sonar las campanas de arrebato.
Mientras
tanto en el Real de Catorce, ciertos papeles llegados de Zacatecas, ganaron
para la causa insurgente a algunos de sus habitantes como el párroco y el
subdelegado, estos que creían que el excelentísimo señor Mariscal D. Rafael de Iriarte
conocido como "cabo Leitón" se dirigieron a él en estos términos.
Son
las tres de la madrugada, en que acaban de salir de este Real los europeos
vecinos de él, llevándose no sólo sus caudales e intereses sino todo lo que
había en reales y plata de la Real Hacienda y propios de este lugar,
custodiados por 280 hombres de tropa, armados y con siete cañones que habían
construido en este Real, los que habilitados de porción de cartuchos, pasan
para la Villa del Saltillo a reunirse con los europeos y tropa que allí había.
Cuando
ya se sintió en carne viva en el Real La amenaza fue cuando propiamente
empezaron allí los efectos de la guerra de Independencia, dan fe cabal las
cartas y comunicaciones que iban y venían derramando la alarma por el Norte.
Cómo esta carta de Don Pedro Herrera al coronel Cordero:
El
día 13 del corriente, en el Paraje llamado La Punta recibí el oficio del subdelegado
de Catorce, en que me dice haberse apoderado de Los Insurgentes de la ciudad de
San Luis los del Rey, el capitán Don Bruno Herrera. Comandante de dos compañías
de mi vanguardia fue también oficiado por el veterano de la misma clase Don
Domingo Valle, comandante de las armas del expresado Real.
El
16 de septiembre de 1810 por primera vez se integra un ejército brotado de la
raíz misma del pueblo… su germen fueron los 8 sirvientes de Hidalgo, 70 presos
liberados y unos cuantos centenares de campesinos, empleados y artesanos unos
700 hombres formaron el primer ejército insurgente.
Entre
este año y 1811 estuvieron al frente de las fuerzas Insurgentes: Miguel
Hidalgo, Como Capitán General y luego Generalísimo, Ignacio Allende, como teniente
General y capitán general Mariano Abasolo como Mariscal y teniente General.
Cuando
Hidalgo ocupa para Guadalajara, Allende dio a Jiménez el mando de las
provincias internas, bien por el pueblo de Venado, Charcas, Matehuala y Catorce
debía dirigirse al Saltillo. Con la mira de atacar al Coronel Cordero. Jiménez se
camino al norte. El 8 de diciembre estaban en Charcas, de allí escribió Allende
que su tropa contaba con 2000 hombres y que iban a reunirse en Matehuala con
Francisco Lanzagorta, quién llevaba 500 de a caballo. O alguna avanzada de este
o una gavilla levantada "como millares de bribones -en frase de Bustamante
a propósito de Iriarte, para robar y asesinar, invocando la libertad de la Patria".
Entró el día 3 de diciembre de 1810 al Real de Catorce, según el informe de Don
José Tomás Berlanga al gobernador de Nuevo León.
Don
Francisco Lanzagorta uno de los iniciadores de la independencia de San Luis
Potosí. Nació en San Miguel de Allende, Guanajuato. Los catorceños sufrían las
indecibles congojas de la guerra de Independencia, sorpresiva, cargo sobre
españoles y criollos, al llegar a Catorce intempestivamente estaban envueltos
en la terrible Revolución iniciada escalonadamente en el Pueblo de Dolores
Hidalgo.
Los
personajes reconocidos en los lugares donde se extendió el movimiento
independiente son: Gutiérrez de Lara insurrección a Tamaulipas y Texas, Mariano
Jiménez las provincias internas, los frailes Luis De Herrera y Luis Villerías
toman San Luis Potosí, Rafael de Iriarte tomo León, Aguascalientes y Zacatecas.
Morelos en el sur, el cura José M. Mercado como Tepic y San Blas, el amo
"Torres" tomo Guadalajara, Hidalgo inició en Dolores la
independencia.
El Proceso.
Una serie de factores económicos, sociales y políticos hacían del Bajío un
terreno ideal para la gestación de una gran insurrección Armada. Esta región,
situada al noroeste de la capital en el Valle del Río Lerma entre León y
Querétaro, es una de las áreas agrícolas e industriales más prósperas de México.
La ciudad de Guanajuato, ubicada casi en el centro de dicha zona Cómo era el
lugar donde se hallaba la Veta Madre una de las minas de plata más ricas del
mundo. En Los Reales de minas y en las provincias más ricas fueron los lugares
en donde se desarrolló la fabricación de armas.
Las
ciudades de Guanajuato y Querétaro tenían 60,000 y 50,000 habitantes
respectivamente el área se caracterizaba por su agricultura comercial y su basta
industria minera y textil. Los propietarios de grandes haciendas que antes
habían cultivado maíz y criado ganado, comenzaron a producir trigo, frutas y
legumbres en sus tierras irrigadas, artículos que tenían una enorme demanda en
las ciudades y los pueblos. Por tanto, relegaron la producción de maíz a Las
parcelas marginales y desplazaron la crianza Ganadera hacia regiones áridas en
el Norte.
El
exhorto del cura Hidalgo halló eco en la gente pobre del campo, no porque
prometiera la abolición de los tributos o pagarles una pequeña suma, sino
debido a que constituía una oportunidad para dar rienda suelta a su odio
fomentado Por las injusticias sufridas en los últimos años.
HIDALGO
se preparó para marchar a México con el mismo desorden y desconcierto cómo lo
había hecho hasta entonces fiándolo todo del número de los que lo seguían y
cuidándose poco de los demás. En las estimaciones de Hidalgo era preferente la
artillería, la Infantería, armas que constituyen la principal fuerza de un
ejército, era la menos apreciada del modo que todos se desdeñaban de pertenecer
a ella, hubo un tiempo en que se mandaron fundir cañones de Calibre mayor
posible y tenerlos para su defensa. Después de la artillería lo que más
apreciaban Hidalgo y los primeros Insurgentes era la caballería y los jinetes y
caballos considerados individualmente por su fuerza y valor.
Hidalgo
emprendió su marcha hacia la capital por Maravatío, Tepetongo e Ixtlahuaca. No
tardo en saberse este movimiento en México y cómo fue tan rápido, las noticias
se alzaban unas a otras y aumentaban la alarma del Virrey y de la Capital.
Inmediatamente se hizo salir hacia Toluca el régimen provisional de Tres Villas
parte del veterano de caballería de dragones de España y otras partidas de
tropa que se hallaban en México. Don Torcuato Trujillo replegó a su gente
después de Toluca en Ixtlahuaca Trujillo en Toluca se encontraba a las órdenes
de Agustín de Iturbide precisamente en San Felipe de los Obrajes. En San Luis
Potosí, Don Félix María Calleja ante la insurrección de Dolores se dio a la
tarea de parar un buen ejército ni gente ni medios le faltaron; acudieron de
toda la provincia y a muchos los tuvo que rechazar por falta de armamento a
otros los armó de lanzas y a todos los concentro para un intenso adiestramiento
militar, en la hacienda de La Pila, San Luis Potosí. Entre los que ocurrieron
de Catorce iba Don Matías Martín Aguirre.
La
oficialidad del ejército de Calleja -incluyendo el célebre batallón de
"los Tamarindos" llamados así por el color de la gamuza de los
uniformes, comandado por el bizarro Don Juan N. Oviedo, "el Amo Oviedo",
caído en el sitio de Cuautla- se compuso de propietarios, comerciantes y
dependientes de estos, "gentes pacificas advierte Arrangoiz qué no habían
manejado un arma en su vida", tales eran los españoles, Beistegui, Madrid,
Meneso y Orinita y los mexicanos Armijo, Barragán, Bustamante, Concha, Gómez
Pedraza y muchos otros que se portaron con gran valor y decisión por la causa
de España hasta el fin de la insurrección. Entre esa admirable oficialidad se
contaba con Don Matías Martin y Aguirre, quién mandaba un escuadrón de Lanceros
de Potosí. Era su asistente, como simple soldado de Fieles del Potosí, Don
Esteban Moctezuma, a quien Don Matías enseñó a leer y escribir, y que llego a
Teniente graduado de Capitán de provinciales por su extraordinario arrojó y
fuerza.
FIN
DE LA PRIMERA PARTE, CONTINUARA…
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