viernes, 17 de septiembre de 2021

AGUSTIN DE ITURBIDE Y  AZCAPOTZALCO. 

HACE 200 AÑOS INSTALÓ AQUÍ SU CUARTEL GENERAL

Por Martín Borboa Gómez  (Grupo Formiga)

Agustín de Iturbide, quien en 1821 fuera el Primer jefe del ejército libertador, creador del concepto de las Tres Garantías, diseñador de la bandera del Ejército Trigarante, ideólogo y firmante del Plan de Iguala, ideólogo y firmante de los Tratados de Córdoba, triunfal cabeza del Ejército que consumó la independencia, en este año, a doscientos años de su éxito político y militar, que nos dió patria y libertad, es una ocasión más que propicia para recordarlo, mencionarlo, y señalar sobre el paso de este otro Padre de la patria por Azcapotzalco.

 

RUTA DE ITURBIDE DESDE IGUALA HASTA AZCAPOTZALCO, 1821

Una vez que Agustín de Iturbide salió de la Ciudad de México, con instrucciones del Virrey Apodaca para derrotar a Vicente Guerrero, y con ello mantener la continuidad de la Nueva España, Iturbide se dispuso a jugarse la vida al iniciar un nuevo e inesperado plan.

ENERO: Acuartelado en Teloloapan, Iturbide intercambió cartas con Guerrero para entablar un pacto en el que juntos podían alcanzar la independencia. Mensajes con brillantes ideas, ofrecimiento de lealtad y subrayando el concepto de unión que era una novedad constructiva, ya que lo que había reinado anteriormente era la desunión. El tiempo les dio la razón.

FEBRERO: Tepecuacuilco, Chilpancingo e Iguala. Desde estos sitios Iturbide escribe a infinidad de insurgentes, oficiales realistas, e incluso al Virrey. Mandó a imprimir a Puebla el Plan de Iguala, ideario que proponía la manera y los valores para alcanzar –juntos- todos los habitantes de esta tierra nuestra, la independencia. El segundo artículo de dicho Plan establecía que: “La Nueva España es independiente de la antigua y de toda otra potencia, aun de nuestro continente”.

Las Tres Garantías del nuevo Plan eran Unión (representada con el color verde), Religión (con el color blanco) e Independencia (rojo). Cada franja de la bandera de Iturbide y confeccionada por Magdaleno Ocampo, tenía una estrella, que era el compromiso de cumplir dicha garantía.

MARZO: Iguala, Teololoapan, Cuahulotitlan, Huétamo. Iturbide continúa buscando adeptos al Plan de Iguala a través de mensajeros y cartas a distintos oficiales realistas. Escribe al Virrey. Día 16 también al Rey y a las Cortes en Madrid. No consigue simpatía de parte de las autoridades reales ni virreinales. Desde día 14 por orden del Virrey, queda señalado como enemigo de las aspiraciones españolas. (Trágicamente, después sería señalado como enemigo de las aspiraciones mexicanas, y fusilado sin ser juzgado ni oportunidad de defenderse). La cantidad de adhesiones que va ganando de viejos insurgentes, militares retirados, del grueso de los realistas criollos e incluso algunos españoles, es abrumador. Estos reciben instrucciones de Iturbide para tomar plazas y ciudades, favoreciendo el diálogo y dejando las armas como último recurso.

ABRIL: Zitácuaro, Acámbaro, Irapuato, Silao, Léon. Continúan las adhesiones, varias ciudades  juran el Plan de Iguala, y sus fuerzas de guerra engrosan al Ejército Trigarante.

MAYO: León, San Pedro Piedragorda, Hacienda de San Antonio, Puruándiro, Valladolid (Morelia). Esta última ciudad era significativa para Iturbide pues en ella nació. Gracias al método de parlamentar y la demostración de que la garantía de unión era firme, se tomó la ciudad sin un solo tiro de arma. En ese mes, el Trigarante Pedro Celestino Negrete toman la ciudad de Guadalajara.

JUNIO: San Juan del Río, Hacienda de Colorado, Querétaro. Los dos militares antes realistas, Anastasio Bustamante y Luis Quintanar, ya como coroneles Trigarantes, marcharían unidos por la independencia bajo las órdenes de Iturbide, desde San Juan del Río. Estos dos oficiales mandarían en la batalla de Azcapotzalco, y por esa lucha, Azcapotzalco sería nombrado “Villa de Bustamante y Quintanar”. Bustamante llegaría a ser presidente de México en tres ocasiones, y pidió que a su muerte su corazón descansara junto a los restos mortales de Iturbide, y comparten urna funeraria en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

JULIO: Arroyo Zarco, Cuernavaca, Cholula, Puebla. Para este tiempo, apenas un diez por ciento del Ejército Realista permanecía fiel al Rey, la deserción había mermado gravemente su fuerza. Con esa raquítica cantidad de soldados, los españoles apenas mantenían control de los puertos de Acapulco, Veracruz, la Ciudad de México y el fuerte de Perote. Ante tan malas condiciones, el Virrey Apodaca fue retirado del cargo con un golpe de estado, y quedó en su lugar el mariscal Francisco Novella.

AGOSTO: Puebla, Tepotzotlán, Puebla, Zoquiapan, Texcoco, Zoquiapan, Córdoba, Puebla.( El día 19 tuvo lugar la acción de armas de Azcapotzalco entre Trigarantes Bustamante y Encarnación Ortiz contra Realista De la Concha). Estando en Puebla Iturbide, se enteró que el nuevo gobernante de la Nueva España llegó y desembarcó en Veracruz (“México a través de los siglos”, Tomo VI, pág. 344 dice que llegó 30 de julio, y la “Historia General de México” Tomo I, pág. 639 dice 3 de agosto). Juan de O´Donojú era el nuevo jefe político superior y capitán general de la Nueva España, y él mismo solicitó a Iturbide una entrevista. Pidió que fuera en un sitio mejor que Veracruz para su salud. Se eligió Córdoba. Ahí, el 24 de agosto “lograron desatar el nudo sin romperlo”, y firmaron los Tratados, cuyo primer punto dice: “Ésta América se reconocerá por nación soberana e independiente, y se llamará en lo sucesivo imperio mexicano”. Se ha discutido si O´Donojú tenía autoridad suficiente para firmar y reconocer dicha independencia. El hecho es que el firmó los Tratados, y firmó el Acta de independencia. (El gobierno español en Madrid reconoció la independencia hasta diciembre de 1836). El día 28 de agosto para celebrar el Santo de Iturbide, que estaba en Puebla. Las monjas del Convento de Santa Mónica en Puebla, crearon el platillo de los Chiles en Nogada, que ostenta los colores de la nueva identidad mexicana. (En Durango, los días 29 y 30 de agosto, batalla entre el Ejército Trigarante de Negrete y el Ejército Realista de De la Cruz).

SEPTIEMBRE: Texmelucan (día 2), Azcapotzalco (día 5 en adelante), San Joaquín (junto con O´Donojú como su huésped, 11 en adelante), Día 13 reunión O´Donojú, Iturbide y Novella. Tacubaya (con O´Donojú, 16 en adelante. Ahí O´Donojú expresó que reconocía al nuevo gobierno por formarse según los Tratados de Córdoba como la autoridad legítima, y que él era ya meramente el representante del gobierno español. Se hace acuerdo para que Trigarantes ocupen Acapulco, Veracruz y Perote en octubre). Ciudad de México (27 y 28 Iturbide y O´Donojú saludan a la nueva nación y firman el Acta de Independencia). El Acta dice en fecha del 28 de septiembre que la nación mexicana… sale hoy de la opresión”, y señala al año 1821 como “primero de la independencia mexicana.

Iturbide expresó en su arenga (escrita 25, leída 27) de septiembre (tomado de “El Libertador” pág. 261): “Mexicanos, ya estáis en el caso de saludar a la patria independiente como os lo ofrecí en Iguala…”, “Ya sabéis el modo de ser libres; a vosotros toca señalar el de ser felices…”, “De tiempo en tiempo haced una memoria de vuestro amigo. Agustín de Iturbide”.

 

AGUSTIN DE ITURBIDE EN AZCAPOTZALCO

Ya vimos como llegó Iturbide a Azcapotzalco. Se estableció ahí mientras se daba el encuentro de O´Donojú con el Mariscal español Francisco Novella que defendía la Ciudad de México. Dicho encuentro fue el 13 de septiembre en la Hacienda La Patera, hoy ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, a unos pasos del perímetro de Azcapotzalco que lo compone la Calzada Vallejo.  Como resultado de ese encuentro, Novella abandonó las hostilidades. Iturbide y O´Donojú concluyeron su misión: dar la independencia a México.

Dice Ángeles González Gamio que: “Es poco conocido el papel relevante que tuvo Azcapotzalco en la guerra de Independencia, donde se libraron sus últimas batallas. Al encontrarse la antigua villa en el camino que viene de Tlalnepantla a México, fue utilizada por el Ejército Imperial de Las Tres Garantías para cercar la ciudad y al ejército realista.

Tras varias batallas victoriosas, el 5 de septiembre de 1821 los insurgentes se trasladaron a la hacienda de Careaga en Azcapotzalco, en donde se reunieron Agustín de Iturbide, Vicente Guerrero y demás jefes del Ejército Imperial Mexicano de las Tres Garantías. Aquí establecieron su cuartel general hasta que llegó el momento de su entrada triunfal a la ciudad de México”.

En la enciclopedia “México a través de los siglos”, tomo VI, página 356, se explica que: “Iturbide llegó a Azcapotzalco el 5 de septiembre y ahí estableció su cuartel general, a donde acudieron desde luego muchas personas notables de la capital, fingiendo ardiente adhesión hacia el jefe del ejercito libertador, aunque en realidad solo las guiasen la ambición y el deseo de congraciarse con el astro que se alzaba radiante en el ya risueño cielo de la patria. Distinguiéronse en esta peregrinación los miembros de aquella hibrida nobleza que habían formado en la colonia los reyes españoles, y pocos días después de su llegada a Azcapotzalco anunciaba Iturbide que había nombrado ayudantes suyos al marqués de Salvatierra, a los condes del Peñasco y de Regla, y al oficial de marina don José Eugenio Cortés. También se presentaron a tomar partido por la independencia los brigadieres don Domingo Luaces y don Melchor Álvarez, los coroneles Arana y Horbegoso, el mayor Cela y otros oficiales de menor importancia. Iturbide, siguiendo el sistema que había adoptado desde el principio del levantamiento, no sólo acogió con agrado a los jefes y oficiales realistas, sino que les dio los mandos de mayor importancia y las comisiones más delicadas y honoríficas. Dedicóse inmediatamente el primer jefe del ejército libertador a la organización del (ejército) que se había reunido en torno de la capital, fuerte de diez y seis mil hombres de las tres armas y el más numeroso que junto se viera en Nueva España”.

Hago una pausa aquí al texto de la famosa enciclopedia, para subrayar – el qué y el donde-.

¿El qué?: El ejército “más numeroso que jamás se viera en Nueva España.  ¿En dónde?: En Azcapotzalco.

Estamos hablando de que estando Iturbide en Azcapotzalco, organizó al ejército más grande que hasta entonces se hubiera visto en 300 años, que es la vida que llevaba Nueva España.

Así que estando en Azcapotzalco, es donde sabría con exactitud con que fuerza militar contaba para un posible asalto armado sobre la ciudad,  y sabría que reacción tendría la sociedad capitalina ante la cercanía de los Trigarantes. Nunca estuvieron tan cerca del corazón de Nueva España otros que aspiraban a la independencia, como ahora Iturbide en Azcapotzalco. Aquí tenía la mejor y más cercana posición a la cabeza del gobierno español asentado en Nueva España. Y si sumamos que estaba logrando reunir al más grande ejército que se hubiera visto en este territorio, tenía dos grandes puntos  –novedosos y a su favor-.

Continuemos con el texto de la enciclopedia. Con ese nuevo ejército más grande ejército:

Formó tres cuerpos: de vanguardia, centro y retaguardia, y en la orden general de 10 de septiembre (1821) dio a reconocer los jefes nombrados para cada una de estas divisiones. El mando de la vanguardia fue confiado a Morán, marqués de Vivanco, y tuvo por segundo al ilustre Guerrero que al frente de las tropas del Sur ocupó el rumbo norte de la ciudad; el cuerpo del centro, situado en la parte del valle, que se dilata hacia el poniente, quedó a las ordenes del brigadier Luaces y de su segundo el coronel don Anastasio Bustamante; y la división de retaguardia, que ocupaba el oriente del valle, tuvo por jefes a los coroneles Quintanar y Barragán.  El brigadier don Melchor Álvarez, que acababa de abandonar el partido realista, recibió el nombramiento de jefe del estado Mayor, y el de primeros ayudantes los teniente coroneles don Joaquín y don Ramón Parres y don Juan Davis Bradburn”.

 

CARTA DE AGUSTIN DE ITURBIDE SOBRE ENCARNACION ORTIZ Y EL HIJO Y FAMILIA DE ESTE

Luego de la batalla de Azcapotzalco del día 19 de agosto, Iturbide fue informado de lo acontecido, y envió esta carta escrita entre el 27 (que estaba en San Agustín del Palmar) y el 30 de agosto que estaba en Puebla. (Tomada de “El Libertador”, pág. 256):

Al Señor Coronel Don Luis Quintanar

Sírvase V.S. mandar que se reconozca por Alférez de la Sierra de Guanajuato, al hijo del benemérito Capitán de Patriotas D. Encarnación Ortiz, cuyo nombre no me especifica V.S. y va en blanco en el oficio de nombramiento que acompaño a éste. Disponga V.S. también que dicho difunto Capitán, siga pasando revista de presente y que su sueldo íntegro se satisfaga a su viuda e hijos, repartiéndose entre todos por partes iguales y con calidad de que la cantidad que a cada uno corresponda, cesará por el fallecimiento del que la disfruta, sin acrecer a los supervivientes, ni cesar por la toma de estado o mayor edad de los agraciados. Quiero de esta suerte, honrar la memoria de un individuo que con tanta heroicidad se sacrificó en defensa de su Patria. Hágalo Ud. saber en la Orden General, como también el que espero el detalle circunstanciado de la acción, para conceder el debido premio a los que sean acreedores a él.  Dios guarde a V.S. muchos años.

Agustín de Iturbide”.

 

CONDECORACIONES QUE SE OTORGARON A LOS TRIGARANTES QUE LUCHARON EN AZCAPOTZALCO

En la carta mencionada, vemos como Agustín de Iturbide desea conocer más detalles de la batalla librada en Azcapotzalco, para estimar y conceder premios a los valientes. Además de lo ya especificado en particular a la viuda e hijos de Encarnación Ortiz, sabemos que se otorgaron las siguientes condecoraciones: (Tomado de “La última batalla a ojo de hormiga”):

Medalla en campo Verde con el lema: “Se distinguió en la brillante acción del 19 de agosto 1821”

En campo Rojo con el lema: “Vertió su sangre por la libertad de México, 19 de agosto de 1821”

En campo Blanco, “Acción victoriosa por la felicidad de México, 19 de agosto de 1821”

 

DRAGONES DE AZCAPOTZALCO EN LA ENTRADA TRIUNFAL DEL 27 DE SEPTIMBRE 1821

Da gusto en cualquier lectura o investigación, hallar el nombre de Azcapotzalco, y más cuando se trata del evento más feliz para la nación mexicana: la Consumación de la Independencia.

El libro “Fase final de la guerra por la independencia” de Julio Zárate, contiene la relación completa de los 16,134 soldados que con Agustín de Iturbide, a entrar triunfantes al corazón político del país. Entraron a la historia y a nuestro perpetuo agradecimiento por la puerta más grande, la de la paz conseguida y la libertad anhelada, hace 200 años.

En su página 123 publica la Relación de las fuerzas del Ejército Independiente que entró en la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821”.

Menciona 12 agrupaciones de Infantería, la de Artillería, y las 16 de Caballería. En la decimoquinta de Caballería, señala a los 200 integrantes de los “Dragones de Azcapotzalco” que iban junto a los “Dragones de Xilotepec” que eran 114.

El 21 de septiembre, el Estado Mayor General, emitió la instrucción del orden para que el Ejército triunfante, entrara a la Ciudad de México. El texto es largo (“El libertador”, pág. 259, 260), pero quiero destacar la parte que menciona a Azcapotzalco:

“… Este ejército juntará su cabeza apoyándola por el camino que llaman de la Verónica, a la puerta del frente de Chapultepec, y deberá estar en ese punto a las siete de la mañana. A esta división seguirá la de retaguardia, en los mismos términos y orden de formación, ocupando la derecha, a la izquierda de la que le precede tomando parte del camino de los Hospicios que se dirige hacia Tacuba. Seguirá a la izquierda de esta división la de vanguardia, ocupando el espacio que necesite hacia Tacuba y Azcapotzalco, para no retardar el movimiento general de todo el ejército…”.

 

BIBLIOGRAFIA:

ANTES DE MEXICO Y AZCAPOTZALCO, Ángeles González Gamio, La Jornada, 23 enero 2011,https://www.jornada.com.mx/2011/01/23/opinion/028a1cap

EL LIBERTADOR, DOCUMENTOS SELECTOS DE DON AGUSTIN DE ITURBIDE, P. Mariano Cuevas, S.J., Editorial Patria, S. A. México, 1947

FASE FINAL DE LA GUERRA POR LA INDEPENDENCIA, Julio Zárate, Ediciones Libro-Mex, Biblioteca mínima mexicana, volumen 8, México, 1955

HISTORIA GENERAL DE MEXICO. Tomo I.

LA ULTIMA BATALLA A OJO DE HORMIGA, Guión de Gustavo Manrique Zermeño, 2003, Delegación Azcapotzalco

MEXICO A TRAVES DE LOS SIGLOS Tomo VI, Varios autores. Editorial Cumbre, S.A., decimo sexta edición.




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