LA ÚLTIMA BATALLA DE INDEPENDENCIA
ENCARNACIÓN
ORTÍZ HÉROE DE LA ÚLTIMA BATALLA DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Atrio de la Parroquia ddovale los Ápóstoles Felipe y
Santiago en Azcapotzalco. Lugar donde se realizó la última batalla de la Guerra
de Independencia. (Fotografía tomada en 1929) Cortesía del Sr.Sandoval.
Los
azcapotzalquenses tenemos el orgullo de que fue en el atrio de la Parroquia de
los Santos Apóstoles Felipe y Santiago y sus alrededores donde se realizó la
Última Batalla de la Guerra de Independencia. La situación de Azcapotzalco durante la colonia era
igual que para el resto de la Ciudad de México, nulas garantías individuales
para los naturales; explotación, miseria e insalubridad originaron gran
descontento entre la población, y sus habitantes se alistaron en las
sangrientas batallas de los insurgentes.
La calzada
Azcapotzalco fue testigo de escaramuzas y de los ires y venires tanto del
ejército realista como del ejército insurgente. En el lugar donde hoy se ubican
la calle de Heraldo y avenida Azcapotzalco se registró una escaramuza entre los
dos ejércitos y si nos detenemos frente a la Iglesia encontraremos una placa
que dice: :
1821-1921
En este atrio tuvo
lugar
la última acción de
armas
de la Guerra de
Independencia
Nacional efectuada
el 19 de agosto de 1821.
Fueron varios los lugares donde lucharon
denodadamente los realistas y los insurgentes. El Ejército Insurgente estaba a
las órdenes de Anastasio Bustamante y Luis Quintanar, al frente del Ejército
Realista estaba Manuel de la Concha y Francisco Bucelli. Entre las filas de
los insurgentes se encontraba Encarnación Ortiz uno de los capitanes más bravos
y valientes.
Boceto de la Última
Batalla por la Independencia de México realizado por el artista plástico
Enrique Martínez Maurice
la Concha y Francisco Bucelli. Entre las filas de
los insurgentes se encontraba Encarnación Ortiz uno de los capitanes más bravos
y valientes.
Algunos biógrafos señalan como su lugar de
nacimiento el estado de Guanajuato, otros dicen que nació en Zacatecas. No se sabe la fecha de su
nacimiento. Parece ser que el lugar donde vio la luz por vez primera fue en San
Felipe, Guanajuato. Encarnación Ortiz, el más fiero, audaz y temerario
bandolero que conociera la provincia guanajuatense, montaba a la perfección,
era muy hábil para las emboscadas, así que se daba el gusto de causar bajas al
enemigo sorpresivamente, para luego huir y perderse en las montañas o en lo
espeso de las arboledas y los matorrales
En 1811 fueron los
alrededores del estado de Zacatecas un seguro refugio de guerrilleros, entre
ellos el célebre Encarnación Ortiz, alias “El Pachón”, el sobrenombre se debía
a que venía de un rancho llamado “La Pachona”. . Encarnación Ortiz salteador de
diligencias cargadas de oro y plata procedentes de las ricas minas de Durango,
Aguascalientes y Zacatecas. En sus correrías lo acompañaban siempre sus
hermanos apodados también “Los Pachones”.
Antes a 1813 poco se sabe de su vida, hombre de
clara inteligencia -a pesar de no saber leer ni escribir-, se enroló en la
lucha por la Independencia en 1814. Empezó a intervenir combatiendo a pequeños
grupos de realistas, por su bravura y arrojo es llamado por la Junta de
Zitácuaro, quienes le piden combatir al Ejército Imperial en la zona de
Guanajuato. Muy joven se incorporó a las filas insurgentes bajo las órdenes del
Dr. José María Coss. En los aguerridos combates que se realizaron en las
haciendas de la Vedela con la valentía que siempre lo caracterizó derrotó al
general realista Ignacio Suárez. Más tarde en junio en 1814 en el pueblo de
Santa María del Río venció al ejército realista. La primera acción de armas
importante la realiza el 12 de enero de 1814, cuando se enfrenta al realista
Díaz de Cosío en la Villa de Encarnación.
Otro hecho memorable en la historia
de este municipio es qué en el año de 1814, durante la guerra de Independencia,
al darse cuenta los hermanos Encarnación, Francisco y Matías Ortiz que se
necesitaban cañones y pólvora, en el pueblo del Valle de San Francisco instalan
una fundición de cañones y una fábrica de pólvora. En los Altos de Ibarra se
enfrenta con el comandante Marcos Vagues, quedando en el campo muertos 200 de
sus soldados y 65 prisioneros. En 1817,
en el pueblo de Dolores ataca a los realistas, quedando con gran cantidad de
bajas.
Entre las muchas anécdotas
sobre su arrojo y valentía se cuenta la siguiente: Los españoles descubren el
escondite donde se oculta Encarnación y su gente. El enemigo los encuentra sin
armas, heridos, hambrientos y debilitados después de haber peleado bravamente
contra los realistas. Los soldados los matan casi a todos, solo algunos
lograron escapar.
"El Pachón", monta en su querido
caballo y jugándose la vida, hace que el animal brinque sobre un profundo y
empinado barranco, trastrabillando, caballo y jinete llegan al fondo del
despeñadero. Rebotando entre las filosas peñas de la barranca, en el trayecto
sufre terribles golpes. Como si fuera un gato que tuviera siete vidas, después
de sanar de sus contusiones, cuando los soldados españoles lo daban por muerto,
reaparece al frente de sus valientes guerreros.
En 1815 junto a sus hermanos y otros guerrilleros en un
acto de audacia y valentía toma la Meseta de los Caballos en las
cercanías del pueblo de San Felipe en Guanajuato, donde forma el Fuerte de San Miguel para
beneficio de los Insurgentes, recorre las cercanías para emboscar a los grupos
de realistas que había en la zona y que escoltaban los cargamentos de plata
provenientes de Zacatecas, Aguascalientes y Durango, dejando sin fondos a los
realistas, destinando las ganancias para la Junta de Zitácuaro. Encarnación Ortiz, era considerado un
guerrillero y participó entre 1813 y 1821 en la zona central
de México.
En 1815 junto a sus
hermanos y otros guerrilleros en un acto de audacia y valentía toma la Meseta
de los Caballos en las cercanías del pueblo de San Felipe en Guanajuato donde forma el Fuerte de San Miguel para
beneficio de los Insurgentes, recorre las cercanías para emboscar a los grupos
de realistas que había en la zona y que escoltaban los cargamentos de plata
provenientes de Zacatecas, Aguascalientes y Durango, dejando sin fondos a los
realistas, destinando las ganancias para la Junta de Zitácuaro.
Encarnación Ortiz, (igual que después se le designara a Francisco Villa)
era considerado un bandolero y participó entre 1813 y 1821 en la zona central de México.
En julio de 1817 el
guerrillero español Francisco Xavier Mina llega al fuerte,
Ortiz y el padre Carmona dirigentes del fuerte le da la bienvenida pero no los
apoyos que esperaba por lo que sigue su marcha.
Los
chinacos participaron en la Última Batalla de la Guerra de Independencia. Las
mujeres mestizas adoptaron el traje de china que después evolucionó como lo
conocemos hoy en día. Litografía siglo XIX.
EL
PACHÓN SE INCORPORA AL EJÉRCITO DE JAVIER MINA
Francisco
Javier Mina llega a México y busca a los cabecillas de la lucha insurgente, se
le unen a la causa los jefes insurgentes Pedro Moreno y Encarnación Ortiz,
luchando encarnizadamente causan innumerables derrotas a las fuerzas realistas. Con la presión de
Mina y Ortiz el gobierno virreinal manda una partida para tomar el fuerte de San
Miguel, presentándose el 4 de Marzo de 1817, esta partida fue rechazada por lo que debe
reorganizarse y volver el día 10 de marzo con mil quinientos elementos, los
cuales divididos en tres grupos, rodean y logran tomar el fuerte, aunque
teniendo grandes pérdidas, estos matan a todos los que cayeron en sus manos sin
considerar edad o género, a esa matanza pocos escapan entre ellos los “Pachones.”
Un mes después logran derrotar a las fuerzas realistas, aunque ya no logran
volver a tomar el fuerte. Es así que inicia la vida errante del grupo, poco
después la Junta de Gobierno se reorganiza en la ranchería de Zárate en Huetamo y ordena al coronel. Juan Arago tomar el mando de las
fuerzas insurgentes en sustitución del presbítero José Antonio Torres, Arago
era un español que había venido en la expedición de Mina quien para estas
fechas había sido derrotado y estaba prisionero.
Torres se niega a
aceptar el mando de un español y se une a los “Pachones” formando una fuerza de
unos mil quinientos miembros, siendo derrotado por el coronel realista Anastasio Bustamante el 28 de abril de 1818, Torres se separa de los “Pachones” y la Junta de Zitácuaro, “Los Pachones”
entonces se declaran partidarios de la Junta, llevando el ataque guerrillero
hasta Tamaulipas de donde los realistas saben por la confesión de
prisioneros que había planes para que pasaran a la Provincia de Texas, Encarnación es nombrado Comandante general de la Sierra
Alta con el grado de Coronel.
Reaparece con más bríos durante el sitio del
fuerte del Sombrerete, interviene en la lucha demostrando gran valor y
determinación. Cuando las circunstancias son tan adversas que es inútil seguir
luchando logra escapar, Mina y Pedro Moreno mueren en ese lugar a manos de los
realistas.
Después de la muerte de sus entrañables amigos
y de varios de sus hermanos, Encarnación se ampara bajo el indulto que ofrece
el virrey para salvar la vida de su hijo. Decide retirarse a la vida civil y
atender sus modestas posesiones. En ese lapso se dedica
como cualquier campesino a la agricultura.
Agustín
de Iturbide proclama el Plan de Iguala y al general. realista Anastasio Bustamante le llega la
invitación de Iturbide para unirse y
luchar por sus principios, en ese Plan se rebela contra el virreinato español y
pide incorporar a los jefes que se mantenían en sus garitas como Encarnación y
Miguel Borja. Bustamante invita a Encarnación a unirse otra vez al Ejército
Trigarante, el “Pachón” decide alistarse nuevamente en la
lucha independentista, esta vez bajo las órdenes de su antiguo rival en los
campos de batalla, el general Anastasio Bustamante. Juntos toman Querétaro y
avanzan a la capital del país el 17 de agosto. Parten rumbo a la ciudad de México con sus efectivos,
a donde diferentes fuerzas realistas e insurgentes confluyen bajo la bandera
del Ejército Trigarante, tomando las
poblaciones cercanas a la ciudad de México como Tepotzotlan, Huehuetoca, Ixtapaluca Chalco, Cuautitlan. Coyoacan, Xochimilco y Tacubaya,
Después
de enfrentarse los dos ejércitos en Tepozotlan, el general de la Concha decide
continuar su retirada hasta la ciudad de México, llegando a Tacuba se acantona
en la Hacienda de la Clavería. Los trigarantes avanzan hasta la Hacienda de
Santa Mónica donde establecen su cuartel, de ahí sale una expedición para
conocer el campo y saber cómo están dispuestas las fuerzas de la Concha,
mientras tanto, Bustamante recorre las haciendas de Careaga, El Cristo y
Echegaray. El primer enfrentamiento se realiza entre Azcapotzalco y Clavería,
en el puente llamado El Rosario (calzada de Azcapotzalco y Heraldo),
retirándose los realistas hasta Tacuba y los trigarantes a la Hacienda de El
Cristo. Posteriormente hay un enfrentamiento en el mismo punto, replegándose
para Azcapotzalco los independentistas, hasta donde son perseguidos por los
realistas -alertado por los disparos-, Bustamante corre a apoyar a sus tropas
obligando a sus enemigos a retirarse hasta Clavería. Conseguido este triunfo,
marcha con sus soldados rumbo a Santa Mónica siendo atacado cerca de la
Hacienda de Careaga (Unidad Habitacional El Rosario) por las fuerzas de Bucelli
en el puente hoy denominado de Guerra (antiguo camino de Azcapotzalco a
Tlalnepantla, hoy llamado Aquiles Serdán). Bustamante contra ataca con fiereza
y empuja al enemigo hacia Azcapotzalco, donde
se parapetan en el atrio de la parroquia, el convento y algunas casas
principales, los trigarantes entablan combate y después de un nutrido fuego y
con un cañón apostado en la plazuela del Zacatito, dieron cuenta de los
artilleros que defendían la plaza.
La lucha dura hasta el
anochecer, llueve y los campos inundados impiden obrar a la caballería de
Bustamante, éste ordena la retirada y que el cañón fuese removido a cabeza de
silla por los de a caballo, operación que llevaron a cabo el insurgente
Encarnación Ortiz y el teniente Manuel Arana perteneciente a los Fieles de San
Luis, ambos son acribillados al tratar de sacar la pieza atascada en Tecompa
(antiguo camino de Azcapotzalco a Tlalnepantla y San Mateo). La muerte del
“Pachón” exacerbó a los independentistas quienes atacaron a sus agresores
tomando las casas en las que se parapetaban para entrar al atrio.
La batalla de Azcapotzalco, ilustración que aparece en
el Calendario Cívico
del “Periquillo sarniento”, editado en 1825.
Bustamante ordena
sepultar a Encarnación Ortiz en el atrio de la parroquia de Azcapotzalco y al
resto de los muertos en los atrios de las iglesias del barrio de Santa María
Xocoyohualco y del pueblo de San Lucas Tepetlacalco en su paso hacia Santa
Mónica.
Encarnación Ortiz
es inhumado en el panteón de la parroquia de Azcapotzalco. Poco se sabe de la muerte de este
héroe y menos aún que sus restos descansan en el atrio de la parroquia de los
apóstoles Felipe y Santiago.
En todos los atrios había inhumaciones, el
grabado de 1863 nos
muestra que la Parroquia de Azcapotzalco no fue
la excepción. En este lugar descansa el
último héroe de la Guerra de
Independencia Encarnación Ortíz.
Actualmente no es posible
localizar el lugar donde fue sepultado, pero sí sería de justicia colocar una
placa en la barda cercana al portal de peregrinos para que la gente que visita
el templo se enteré que ahí fue enterrado uno de los héroes que ofrendaron su
sangre y dieron su vida por la Patria en la Última Batalla de la Guerra de Independencia.
Fue hasta 1910 cuando el nombre de
Encarnación Ortiz se inscribe en el Monumento a la
Independencia en el Paseo de la Reforma
en la ciudad de México.
Después de la Batalla
de Azcapotzalco los realistas abandonaron Clavería, Tacuba, Popotla y San
Jacinto, para establecer su avanzada en el Hospicio de Santo Tomás.
Según los relatos, de
Santa Mónica pasan los trigarantes a la hacienda de Careaga en espera de la
llegada de Agustín de Iturbide y de Vicente Guerrero, en este sitio permanecen
hasta su entrada triunfal a la ciudad de México.
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