jueves, 10 de febrero de 2022

 AMOR EN EL PARQUE TEZOZOMOC

Cancioncita

Por: Patricio Garibay


Intentaré escribir con nostalgia y poca tinta

Aquella mañana en que acompañado de Jacinta

Al parque Tezozomoc nos fuimos de pinta

Recuerdo que era día de la Candelaria

En el que juntos nos evadimos de la secundaria

Y que corriendo sin parar llegamos por fin

A la entrada de aquel dorado jardín


Una vez ahí repetimos el ritual de mil parejas

Al abrazarnos recargados en sus rejas

Recuerdo tanto su cabello y su carita de muñeca

Al adentrarnos en el parque del famoso tepaneca

Despacio recorrimos sus larguísimos senderos

Teniendo a los arboles como silentes compañeros

Y nuestras únicas amorosas palabras

Fue el murmullo arrullador de las pisadas.


Después llegamos al embarcadero

Y como yo tenía algo de dinero

Que me había dado mi madrinita Pancha

Alquilamos una buena lancha

Remando y remando llegamos en el bote

Justo frente a ese pequeño islote

Donde se representa con un grupo escultórico

El conocido hecho mítico e histórico

Del águila devorando a la serpiente

Y fue ahí cuando Jacinta me besó intensamente

Y yo también lo hice en su boca y en su frente


El intercambio de besos se prolongó por largo rato

Hasta que un blanco e inoportuno pato

Se trepó en nuestra embarcación

Pero ello no detuvo nuestra desbordada pasión

Yo la recorría de abajo para arriba

Mientras la lancha se quedaba a la deriva

Ella con suspiros y gemidos me ordenaba y dirigía

Y yo mansamente sin cesar le obedecía

De esta forma sin que yo lo percibiera

La lancha encalló en la rivera.

 

De pronto hizo acto de presencia

Una señora empleada de limpieza

-¡Ya los vi Condenados chamacos!

¡Ya los vi con sus cochinos arrumacos!

No tienen edad para andar con los besitos,

Ni para andar de noviecitos

¿No les da pena andar haciendo esas visiones?,

¡Muchacha caraja, acomódate esos calzones!

 

Asustados ella y yo huimos a toda prisa

mientras un corredor al vernos se atacaba de la risa

Y nos alejamos de ahí corriendo

Y después riendo y corriendo

Posponiendo aquel febril incendio.


Desde hace diez años Jacinta

La niña de ojos dulces y boca tinta

Vive lejos en el extranjero

Y yo aún la extraño, y yo aún la quiero.

2 comentarios:

  1. Ja ja ja las travesuras de antes, pero que bello es recordar au amor de antaño, felicidades mi querido Garibay

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