JUAN O´GORMAN, LAS
CANTINAS Y LA BIBLIOTECA
Por Martín Borboa
(Grupo Formiga)
Cuando visitamos la
Biblioteca Pública “Fray Bartolomé de las Casas”, en el centro de
Azcapotzalco, solemos conocer el dato de que este fue el primer mural del
arquitecto y pintor Juan O´Gorman.
Hay sin embargo, un libro que reúne escritos del famoso
personaje, o entrevistas que se le hicieron, en donde expone que por ese mismo
tiempo que pintó el mural, hizo otros, y da lugar a tener incertidumbre sobre
“cual pintó primero”.
Claro, en este libro no se especifica, pero compartimos la
fuente y el texto para que el público defina mejor su propia opinión.
Conviene recordar al lector, que la Biblioteca colinda con
lo que actualmente conocemos como Casa de Cultura, pero en el tiempo en que se
desarrolla la entrevista que presento a continuación, ese edificio era la
Delegación del gobierno de Azcapotzalco, e incluía la cárcel entre sus
instalaciones, y esa era exactamente la que colindaba con la biblioteca, por lo
que a ello se hace referencia en el texto.
“La palabra de Juan
O´Gorman”, Selección de textos, fue editado por la Universidad Nacional
Autónoma de México, por el Instituto de Investigaciones Estéticas, en 1983,
como parte de la colección “Textos de Humanidades”, siendo el número 37 de la
misma. La entrevista fue realizada por Olga Sáenz, en San Ángel, en 1970.
Páginas 10 y 11:
“- ¿Cuándo se inició
en la pintura?
Precisamente en la
época en que yo trabajé con el arquitecto Tarditi llevé a cabo mis primeras
pinturas murales.
Cuando era estudiante,
que cursaba el quinto año, hubo un decreto importante que prohibía pintar los
muros de los restaurantes y las pulquerías por razones de higiene, esto fue muy
grave ya que perjudicaba directamente a la pintura mural popular.
Sin embargo, el
arquitecto Tarditi logró que se reformara el decreto, y se autorizó realizar la
pintura mural en las pulquerías, siempre y cuando ésta se hiciera arriba de dos
metros, y me encargó que a manera de ejemplo pintara tres pulquerías: una se
llamaba “Entre violetas”, donde pinté varios frisos con flores; la otra “Mi
Oficina”, en donde realicé paisajes y motivos decorativos; y la tercera, en la
calle de Manrique, llamada “Los fifís”, a quienes representé y al fondo pinté
paisajes de haciendas pulqueras. Todos fueron murales al fresco, ejecutados en
los frisos, como disponía el decreto. Desgraciadamente todas esas pinturas
fueron destruidas al cambiar el destino de los edificios.
De ese periodo, recuerdo haber pintado también los murales al temple en el friso de la biblioteca de Azcapotzalco, dependiente de la Secretaría de Educación Pública, ubicada en el edificio de la delegación. Desgraciadamente, también estos murales se han perdido casi en su totalidad ya que en la parte posterior de la biblioteca que colinda con la cárcel hay fugas de agua que han perjudicado la pintura”.
Afortunadamente sabemos que ha habido labores apropiadas de
rescate y mantenimiento para esos murales, y hoy es afortunadamente una de las
estrellas del patrimonio artístico de la alcaldía.
Es lamentable que el propio autor llegara a verlo o supiera
de tal estado de maltrato o deterioro, y que lo diera casi por perdido en su
totalidad.
Como puede verse, la referencia de su incursión en la
pintura, Juan O´Gorman menciona primero el decreto, el encargo, las tres
pulquerías, y solo después, la biblioteca. Eso no significa necesariamente que
los pintara en ese orden, pero los equipara en tiempo, y justifica con el
decreto su incursión por encargo de su jefe.
Nota: esta información ya fue compartida con el personal de
la Biblioteca en referencia, desde agosto de 2022.
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