viernes, 15 de febrero de 2019


Dos de Febrero; Día de la Candelaria. 

Por: María Elena Solórzano


Desde hace tres mil años o más en este día ya realizaban festividades, antecedentes de la celebración del Día de la Candelaria. Los celtas celebraban el "Imbolc" que quería decir que en el vientre de la tierra y de los animales hay fecundidad y marca la terminación del invierno anunciándose la primavera con el deshielo y los primeros brotes de las plantas. Se bendecían semillas y se encendían hogueras para anunciar que el sol pronto llegaría a la tierra con su luz y calor. Así mismo hacían ofrendas a la diosa Brigit que representaba a la madre Tierra. Estos rituales eran porque despertaba la fertilidad, la vida, era una fiesta del fuego.
Tiempo después en Roma se ofrecían semillas a Demeter diosa de la agricultura e iluminaban el camino con hogueras en honor de la deidad
Más tarde en el archipiélago de las Canarias aparece la Extranjera después identificada como María en su advocación de la Señora de la Candelaria. Su culto se remonta al siglo XIV.
        En la Guía Turística de Tenerife se narra la historia de la Virgen de la Candelaria o Virgen de las Candelas, es la patrona del Archipiélago Canario, su culto se remonta al siglo XIV. La historia sobre la virgen es muy hermosa.
Cuentan que en Tenerife, Islas Canarias dos pastores iban con su rebaño y  al llegar a un barranco observaron que los animales se detenían, uno de los pastores se adelantó a mirar que ocurría. Encima de una roca reposaba una imagen de madera representando a una madona que traía una vela en la mano izquierda y con el brazo derecho acunaba a un niño. El niño llevaba en sus manos una tortolita de oro. En Tenerife estaba prohibido hablar en despoblado con mujeres solas, así que por medio de señas le indicaron que les diera el paso, no les hizo caso, uno de los jóvenes tomó una piedra, la lanzó contra la imagen y el brazo se le paralizó, el otro pastor trató de romper la imagen pero aparecieron profundas heridas en sus manos. Sorprendidos y temerosos informaron al rey del extraño suceso. El rey con sus guardias acudió al lugar y ordenó a los dos pastores que llevaran la imagen de madera en andas, los mancebos observaron que de inmediato sus males desaparecían. Todos quedan sorprendidos con este milagro. El rey ordena a todo el pueblo que la veneren, le dan el nombre de “La Extranjera” después será la Virgen de la Candelaria.
En uno de los muchos intentos que hicieron los españoles por conquistar Tenerife tomaron prisionero a un niño de la isla y lo llevaron a Lanzarote; allí lo bautizaron, le enseñaron el catecismo y se convirtió en un buen católico. Tiempo después regresa a su tierra natal, cuando Antón volvió a ver a La Extranjera se hincó y reconoció en esa imagen a la Virgen María cuando llevaba a Jesús a presentar al templo. Entonces se le llama la Virgen de la Candelaria. Le pide permiso al rey para llevar a la Señora a la cueva de Achbinico que era una formación rocosa subterránea que parecía un templo. Antón cuido un tiempo del Santuario, en el año de 1530 se hicieron cargo los frailes dominicos. En 1836 un huracán azotó la isla arrastrando la imagen de la Virgen. Los dominicos mandaron esculpir otra imagen y el 2 de febrero de 1830 bendicen a Virgen de la Candelaria. Patrona de todo el archipiélago de las Canarias, se venera en toda Hispanoamérica.
En esta fecha se presenta María con el niño Jesús en el templo, es la ceremonia de La Purificación. La religión judía no permitía que la mujer después del parto saliera de su casa ni se presentara en el templo porque se consideraba que mientras tuviera deshechos provenientes del útero era impura, de allí vino la costumbre de la cuarentena que debían guardar las parturientas. Después de los cuarenta días la matriz queda limpia de todo residuo, aunque no había ninguna razón científica para que se mantuviera encerrada e inactiva; en las culturas prehispánicas, al contrario, a la mujer parturienta se le consideraba como una valiente guerrera que había librado una gran batalla para traer al mundo un nuevo ser.
Escultura de la Virgen de Candelaria, muy venerada en Tlacotalpan Ver, donde se realiza una magna celebración del 31 de enero hasta el 9 de febrero. En la procesión los fieles van vestidos de rojo, 600 jinetes en cabalgata. En los días de fiesta no faltan: jaraneros, soneros, bailadores, mojigangas y desde luego la pirotecnia

En la ceremonia de La Purificación se encendían primero antorchas y después candelas o velas, de ahí el nombre: Día de la Candelaria.
Es una acción de gracias, cuando los primogénitos se salvaron del Ángel Exterminador. En el Levítico se menciona que los judíos debían presentar a los primogénitos en el templo y sacrificar un cordero o paloma.
En el Evangelio de San Mateo se menciona que a Jesús lo encuentra en el templo el ciego Simeón y lo reconoce como El Mesías tanto tiempo esperado diciendo: “Señor, ahora si puedes llevarme porque mis ojos han visto al Salvador de Israel…” y dirigiéndose a María: “Y a ti una espada de dolor te atravesará el corazón”.
En México se levanta el Niño Dios del nacimiento, los padrinos previamente le han confeccionado un hermoso traje, lo colocan en una canasta llena de flores. El primer año se considera que es un bebé y debe ir con un ropón de color blanco y acostado; en los años siguientes va sentado en un trono y puede llevar otro atuendo entre las muchas advocaciones: Santo Niño de: Atocha, el Niñopa, de las Palomas, de Praga, Pastor, Doctor, de Numarán, de las Suertes, del Cacahuatito, Cieguito, Hallado y tantas otras que existen a todo lo ancho y largo de México. Todos los templos se engalanan, hay misas solemnes y bendición de velas y de los Niños.
Los amigos que les tocó muñequito cuando partieron la Rosca de Reyes pagan el costo del convivió.  En la noche para no olvidar que somos hombres de maíz se reúnen vecinos y amigos a saborear unos ricos tamales: de mole, salsa verde, de rajas con queso, de frijol, de verduras y no podían faltar los de dulce pintados con pigmento vegetal color rosa aderezados con piña y pasas, para completar el deleite atole de fécula de maíz y frutas naturales: fresa, nuez, guayaba, de cualquier sabor es delicioso.  Antes de empezar a degustar estos majares se les brinda una porra y un aplauso a los padrinos.  A la bio a la bao a la bin bom ba los padrinos, los padrinos ra-ra.




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