sábado, 22 de octubre de 2022

 

“1º. Y 2 DE NOVIEMBRE EN SAN JUAN TLILHUACA” 

Por: Raquel Rodríguez Sandoval


 Tapete de aserrín elaborado como parte de la ofrenda de día muertos en el interior de la Parroquia de San Juan Bautista Tlilhuaca Azcapotzalco en noviembre del  2018.


¡Por fin llegó la fecha tan esperada!

Como cada año en mi querido pueblo San Juan Tlilhuaca Azcapotzalco, nos preparamos para recibir a nuestros seres queridos que se adelantaron un poquito.

Aquí  disfrutamos desde los preparativos, los adornos y decoraciones que ya pueden ser apreciados al caminar por las calles del pueblo.

 

En la Parroquia San Juan Bautista Tlilhuaca Azcapotzalco se coloca una ofrenda tradicional y como parte de ella un tapete de aserrin que año con año cambia su diseño, la cual  todos los grupos, así como el sacerdote apoyamos para su realización.

 

El primero de noviembre se celebra a todos los Santos con la misa a las 7:00 de la noche y el día de muertos se llevan a cabo dos celebraciones Eucaristicas a las 8:00 de la mañana y 7:00 de la noche.

 El día 1º. De noviembre es una verdadera fiesta, empezando con el recorrido de los “Animeros” que pasan a las casas a cantar y a rezar por las almas de los difuntos y a cambio las familias comparten parte de su ofrenda.

Ese día es muy importante para los niños  ya que se disfrazan y salen acompañados de sus familiares a pedir “calaverita”, al compás de:

 

 “Mi calaverita tiene hambre

¿No tiene dulces por ahí?

No se los acaben todos

déjenos la mitad

¡Dulces, paletas o lo que sea!

Si no nos dan

los vamos a espantar.

¡Buuu!”.

 

Con esa “amenaza” ¿Quién se resiste a entregar paletas, dulces, pan, fruta o “lo que sea”?

Esta canción se  escucha por doquier, porque además hay quien dice “Si no cantan, no hay duces”.

Disfraces comprados o hechos en casa con suma creatividad.

Ese día las calles se llenan de catrinas, brujas, vampiros y toda clase de seres sobrenaturales, es tal la cantidad de personas que se hace casi imposible  entrar o salir del pueblo en carro o transporte.

En la Glorieta de los Ahuehuetes, la Parroquia, el panteon vecinal, así como en la calle Federico Gamboa (Que va de la Iglesia al panteón),  se organizan eventos y concursos; este año ya está abierta la convocatoria para los siguientes concursos “Batalla de Academias” bailables con temática de día de muertos, “Buscando a la llorona de Azcapotzalco”, “Ofrendas” y  “Catrinas”.

Además habrá un corredor gastronómico, Callejoneada, presentación del libro “Pequeños horrores”, Cronistas de Azcapotzalco y función de luces, develación de murales, danzantes y premiación de los concursos.

 

El  2 de noviembre en el panteón la misa se lleva a cabo a las 12:00 del día, la cual hemos cantado el Coro “Amigos de Jesús” por varios años, para ese momento las tumbas ya se encuentran adornadas con flores, globos y arreglos propios de esta fecha.

Por la tarde se comparte con los asistentes la ofrenda que el día anterior recogieron los animeros.

En casa mi papá nos dejó la bella tradición de colocar  la ofrenda dedicada a los muertos antes del  31 de octubre, porque nos decía que las almas de los niños llegaban ese día a las 7:00 de la noche y se retiraban a la misma hora del día 1º.  de noviembre para dar paso a la llegada de los difuntos adultos que se van a las 7:00 de la noche del 2 de noviembre.

En la ofrenda acomodaba fruta, la cual compraba verde porque estaría  por al menos tres días entre veladoras e incienso, claro que no podían faltar los dulces para las almas de los niños, además cada año nos traía calaveritas de azúcar con los nombres no de los difuntos sino de nosotros (sus hijos) le divertía mucho hacer eso.

No podía faltar el plato de arroz con pollo y mole, también un tamalito.

Para los difuntos adultos servía tequila, cerveza y prendía un cigarro.

Agua, sal, fotos de los familiares a quienes se dedica la ofrenda, veladoras, flor de cempasúchil y flor de terciopelo que llevabamos al panteón el día de muertos, pan de muerto, papel picado, veladoras, incienso y por supuesto la imagen de Jesús, la Divina Providencia y de la Vírgen en alguna de sus advocaciones, son el complemento de la ofrenda familiar.

Aún conservamos la tradición aunque  el tamaño de la ofrenda ha disminuido.

Los colores característicos de éstas fechas que coinciden con la entrada del otoño, evocan la nostalgia por los recuerdos que nos dejaron quienes se nos adelantaron solo un instante.

Los invito a visitar San Juan Tlilhuaca éste  primero y dos de noviembre.

No puedo despedir este artículo sin dar gracias a Dios por una bella amistad que inició hace un año el 2 de noviembre a las 12:00 del día en el panteón vecinal.

Gracias por un año de fraterna amistad y multiples anécdotas.

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