EL LAZARETO
Panteón, San Martín Xochinauac
Cronista: Marcelino Peña Fernández.
Fotografía cortesía Marcelino Peña. Panteón vecinal comunal de Xochinauac.
Esta
leyenda se basa en la tradición oral y en datos históricos obtenidos por el
método investigación directa entre otros.
San
Martín Xochinauac, como otros Barrios Originarios de Azcapotzalco cuenta con
panteones vecinales comunales. En el Barrio Originario de San Martín Xochinauac
encontramos un lugar que nos brinda una prueba documental, un invaluable
registro histórico para señalar la fecha de fundación de nuestro cementerio
existe una loza de cantera rosa de 60 cm. de largo por 40 cm. de ancho con un
grosor de 10 cm., está se encuentra posada sobre lo que se considera la primera
tumba del panteón San José.
Los datos de la placa nos desconciertan de sobremanera; lo grabado en la placa es lo siguiente:
D. Úrsulo Márquez.
Su esposa e hijos dedican esta
Nació para vivir en el suelo.
Murió para vivir en el cielo.
Beat VII In
Domine Moriuntum.
Abril 13 1893 R.Q.P.
Lo anterior tiene un significado incierto y sumamente desconcertante dado el sentido de lo expresado en la lápida y el juego de palabras que deja estupefacto a cualquier espectador dicho extraño mensaje oscila entre la sátira, y la ambigüedad, este registro histórico nos ofrece otras historias como; por ejemplo que en este panteón se encuentra enterrado el difunto que en vida fue Sacerdote católico y que cuando trabajaba en el estado de Michoacán sin precisar el municipio o pueblo murió y fue trasladado a su lugar de origen, se sabe por la tradición oral que fue traído en ferrocarril y realizó una parada en la Avenida Real de San Martín en el cruce de las vías lo cual no coincide con la fecha de 1893 ni con el nombre del finado. En lo anterior existe una discrepancia debido a que el tendido de las vías de la ruta Cuernavaca-Ciudad de México-Nuevo Laredo data de los años 20. Esto no es más que un preámbulo pues la crónica del Lazareto es la que no puedo dejar de narrar, la misma que nos transmitió el señor Leonardo Olivares Peña quien murió en el año 2011. Leonardo se presentó un sábado del mes de febrero del año 2003 el diablo como era conocido ya rondaba los 80 años. La verdad desconozco el porqué de dicho apodo, pero lo que si puedo decir es que era un personaje muy condescendiente y que gozaba de cierto renombre en el barrio. En esta época la comisión del panteón la integraban Sr. Job López Olivares como presidente, Marcelino Peña Fernández como secretario, Jorge López Ayala como primer vocal, Antonio Álvarez Rodríguez segundo vocal.
Ese
día Leonardo se presentó al pago de sus cuotas de mantenimiento en el panteón y
me pidió que saliéramos de la oficina de atención a los usuarios porque deseaba
contarme una historia, por lo cual le pregunté -¿Qué historia? a lo que él me
respondió: -la historia del Lazareto ante lo cual yo pregunte -¿Qué es eso del
Lazareto? Entonces me pidió que fuera por lo siguiente: una pala, un pico y una
barra de acero por lo cual nos ubicamos al centro de donde ahora existe un
estacionamiento dentro del panteón al frente de dicho lugar se encuentra la Av.
El Rosario y la Av. Puente de Guerra. Cumpliendo su petición ya con la
herramienta requerida comencé a excavar y picotear la tierra cuando llevada más
de medio metro comenzaron a salir unos 5 ó 6 pedazos de mosaicos de color azul,
a lo cual exclamó: ¡Es que aquí estaba la fuente del Lazareto! Muy sorprendido por
su comentario volví a preguntarme ¿Qué es eso del Lazareto? Y entonces el me explicó:
-Es que aquí se encontraba el hospitalito, que estaba ubicado hacia la calle se
llama Rancho San Carlos aquí se encontraban dos grandes salones, con amplios
ventanales, y dos cuartos más o posibles habitaciones, que fungían como oficina
y consultoría respectivamente. Después de escuchar dicha narración de Leonardo
respondí sorprendido -¿Qué tiene de particular está historia? A lo que me
respondió -Ya ves como se está perdiendo el interés en nuestra historia, ya que
en este lugar sucedieron acontecimientos muy importantes que deben ser del conocimiento
de las nuevas generaciones, pues en nuestro querido pueblo existió este buen
lugar donde fueron atendidas muchas personas que sufrieron víctimas de la
epidemia de escarlatina que sucedió en 1915 cinco años después en 1920
aconteció una epidemia de influenza española o fiebre catarral (como consta en
la cronología histórica de Azcapotzalco pág. 33-42 de José Antonio González
Gómez). Fue tan grande este mal que afectó a toda la Ciudad de México. Y para
poder combatir dichas epidemias se trajo a varios médicos del extranjero que
traían medicamentos especializados y vacunas para acabar con las epidemias, he
ahí la importancia del puesto de socorro del Lazareto donde trabajo el doctor
Martell de nacionalidad francesa y con el colaboraron mucha gente de nuestro
pueblo por el bien común, se dice de este médico que fue socio de la farmacia
París que todavía existe y se encuentra en calles importantes del primer cuadro
de la ciudad además en este sitio también sucedieron otros acontecemos
históricos de igual relevancia. -Mira este lugar fue estratégico y por ello se instaló
el hospital aquí donde se encuentra exactamente la Hacienda de San Nicolás que
después nombrada la Hacienda Careaga, por lo que te puedo asegurar que aquí
fueron atendidos los heridos que resultaron de los enfrentamientos entre el ejército
realista e insurgente cuando aconteció la Independencia de México en 1821. Sus palabras
me hicieron recapacitar sobre la importancia del lugar por lo cual le pregunte
sobre los motivos del nombre Lazareto a lo que respondió has leído las Sagradas
Escrituras bíblicas, en particular el Nuevo Testamento a lo que respondí que si
entonces recordé que en ellas se habla de la de resurrección del Lázaro y donde
Jesús el mesías le dijo a la mortaja de Lázaro ¡Levántate y anda! Y por esto el
nombre del hospitalito porqué aquí, se levantaban los muertos, por todos los
milagros médicos que acontecía en el lugar entonces; entendí por qué llevaba
dicho nombre.
La
importancia que permanezcan en la memoria de los pueblos dichos lugares que
físicamente ya no existen y que tan solo moran como sombras e la memoria de
nuestros antepasados arriesgándose a desaparecer para siempre dada la
indiferencia de las siguientes generaciones y a la falta de registros escritos.
v Hacienda
de San Nicolás 1552 a la llegada del beato Sebastián de Aparicio a esta Tierra.
Dicha hacienda cambió de nombre a Careaga cuando la compró Juan José Careaga
1630. Posteriormente cambió de nombre nuevamente, al de Hacienda del Rosario al
pasar a ser propiedad de la Sra. Josefina Verochea de Oyamburu 1924.
Actualmente las instalaciones de dicha hacienda fungen como una plaza comercial
denominada Town Center propiedad de empresas a pesar de formar parte esencial
del patrimonio histórico y cultural de Azcapotzalco.
v Agradezco
profundamente por su colaboración a la familia de Leonardo Olivares Peña, Oscar
Olivares Carrillo (hijo), Silvia Olivares Carrillo (hija).
Día de muertos en San Martín
Xochinauac Azcapotzalco y Avenida de las Ánimas.
Cronista: Marcelino Peña Fernández.
A
mis abuelos Marcelino Vilchis y Pascualita Romero Cuevas
Y
a mis padres Enrique Peña y Lucia Fernández y a mi hermano
Félix
Peña Fernández,
Calabaza: fruta de la calabacera de gran
tamaño
Y
formas variadas, las más comunes son verdes,
amarillas
o anaranjadas; tiene una multitud de semillas.
Para
nuestros antepasados tepanecas y mexicas
Fueron
un símbolo de fertilidad; antes de ser el fruto
son
llamativas flores amarillas y con ellas se preparan
deliciosas
quesadillas.
En todos los barrios de Azcapotzalco hay distintas
tradiciones culinarias que hablan del sincretismo cultural, que se vive con
mayor fuerza en los días de muertos, fiesta sincrética por excelencia que en
caso de San Martín es el marco de las siguientes preguntas.
¿Por
qué en la ofrenda del panteón en San José en San Martín Xochinauac se ofrece el
dulce de calabaza o chacualote a los
vecinos que visitan a sus familiares el 2 de noviembre?
¿Sabían
que en San Martín existía una avenida o camino que le decían de las ánimas y en
qué lugar se encuentra?
Comienzo
con estas dos preguntas el relato que narrare a continuación pues me he
percatado que muchos que se dicen ser originarios de San Martín desconocen el
origen de esta tradición, como es el caso de Lorenzo Mendoza de la fábrica de
Mosaicos Mendoza en la calle la Nueva Era esquina San Martín debido a que hace
algunos días sostuvimos esta conversación y de manera muy entusiasta me sugirió
que la subiera al Facebook de San Martín.
Entonces
les comento que hace algunos años comencé preguntando mis inquietudes
históricas, primero a la señora Julia Olivares Pérez quien falleció en el año 2014
a los 84 años; y a la señora Celia López que hace unas cuantas semanas nos ha
dejado. Además de los relatos que todavía mi abuela y mi padre nos dejaron; ya
que ellos atestiguaron la existencia de los animeros de San Martín. Sus
testimonios me dejaron sorprendido pues en ellos pude encontrar hermosas
evocaciones y reminiscencias de nuestro valioso pasado.
Ellos
me dijeron que en ese lugar siendo niños y jóvenes recordaban todavía que en
aquellos tiempos, la gente se juntaba en los cuatro caminos, así le decían a lo
que ahora son las avenidas San Pablo por la UAM y a la avenida Tempantongo, en
el cruce que hacen con la avenida Real de San Martín; decían que en ese sitio
se daban cita el 1 de noviembre por la tarde, una gran cantidad de vecinos
portando una vena grande a la que denominaban “cera o parafina”. Imagínense
ustedes esa gran concentración de gente con una vela encendida además los
vecinos se hacían acompañar de algún sacerdote de la iglesia y también de los
mayordomos; el llamado lo hacían tañendo una pequeña campana con un sonido
doliente y triste y en coro hacían en pregón: “De una velita para esta alma perdida”.
Me relataron también que hacían tender un niño sobre una tabla y lo cubrían con
una sábana o manta blanca, entonces era cargado en andas por cuatro hombres
jóvenes para avanzar por el camino de las ánimas, ahora Real de San Martín.
Decían que entre el canto del pregonero de una velita para esta alma perdida se
rezaba, el rosario y otros cantos lamentablemente se han perdido.
Este
camino era de pura tierra y de sus lados corrían unos arroyos, también había
innumerables arboles altos y frondosos de los llamados sauces llorones,
ahuejote. Conforme avanzaba el recorrido se iban integrando más familias que
llevaban cargando canastas con la ofrenda; comida café y el tradicional chacualolw, sin faltar las flores de
cempasúchil. El cortejo llegaba al atrio de la iglesia, donde ¡Oh sorpresa!,
había sido un cementerio por eso siguiendo la tradición entre las tumbas, se
compartía el cafecito y el dulce de calabaza se preparaba y combinaba caña,
guayaba y tejocotes. ¿Y por qué tenía que ser este el plato el principal en San
Martín? Por qué en este barrio se cultivó la calabaza que se producían casi
naturalmente y en grandes cantidades por esta razón a los originarios de San
Martín se no dio el mote de “calabaceros”.
Concluyo
este relato invitándolos a festejar estas fiestas de día de muertos, y apreciar
el folclor de nuestros pueblos y barrios originarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario