sábado, 22 de octubre de 2022

 

SANTA BARBARA YOPICO

Por Gustavo Aquino


Quesadillas, tardes frescas, surge

un rumor desde esas noches cálidas

callejones donde brota un olor a petroleras

carne asada, nopalitos y quesillo

La clandestinidad de un parque te llama

el sonido del barrio te susurra.

Hay alguien allí

no son duendes ni son hadas

no son extraterrestres ni vampiros

Es una voz lejana que

traspasa nuestros oídos

Son los amigos y los abuelos, es la madre

quienes creímos que no volverían

Nos observan

almas que pululan

sombras que saludan.

 

En unas horas todo será derroche

sabor de muerte, olor a Cempasúchitl,

El niño que dice:

esa calaverita de amaranto

me ha guiñado el ojito,

pos…, me la tendré que comer   

Nuestro cielo, espejo de lágrimas,

almohada de lagos que la cruzan de noche

Nuestra hormiga vaga triste,

por la invasión, de tipos hostiles

extraños vienen cual marabunta

a este lugar

Una sombra se esconde en los ahuehuetes

Y anuncia Azcapotzalco querido:

Soy la muerte, vamos rumbo al Mictlán.

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