REYES TEZCACOAC:
VECINOS Y LA FIESTA DE LOS SABIOS DE ORIENTE
Por Martín Borboa Gómez (Grupo Formiga)
(Foto: vecinos caracterizados de Reyes Magos,
posando en el interior de la Capilla, con alegres asistentes)
El inicio del año
2023 nos saludó con un programa de actividades de la Capilla de los Reyes, del
barrio de los Reyes Tezcacoac, ubicada en le esquina de Avenida Azcapotzalco y
calle de Capilla de los Reyes, en el centro de la Alcaldía.
Compartían en el
programa, las celebraciones eucarísticas, los traslados de las imágenes de los
Sabios de Oriente (o Reyes Magos, o Santos Reyes), los domicilios en donde
habría rosario, los horarios, la invitación a participar en ellos, así como
destacar que los días viernes 06 de enero y domingo 08, habrían algunas
actividades adicionales.
Yo siempre había
visto la Capilla cerrada, solo una vez hace meses, tuve oportunidad de verla
abierta, hasta asistí a la misa, e hice un video para mi canal de youtube en
internet, “Borboscopio”. Pero fuera
de esa vez, creo que siempre estuvo cerrada a mí vista.
Ahora que la
comunidad de esa zona difundía sus actividades en redes sociales y pude
conocerlas, decidí acercarme. El ingeniero
Gustavo Aquino y la Maestra Martina Rodríguez García me habían hablado de Virginia Hernández Vázquez, quien hace
crónica escrita en ese barrio de los Reyes, donde radica, y justamente era ella
quien redactó una sensacional descripción de su barrio y su fiesta, publicada
en la revista electrónica de “La hormiga
en línea” en diciembre 2022.
Sabiendo a quien
buscar, y que habría actividades interesantes, decidí ir al barrio. Me habían
dado el número de celular de Virginia.
Intercambiamos algunos mensajes por whatsapp, y así iba yo a la segura. Me
presenté puntual al domicilio en donde sería el rosario aquel jueves 05 de
enero, marqué, y quien me contestó estaba dentro de un garage de donde saldría
la procesión, justo por la banqueta en donde estaba yo parado. Así la conocí.
Desde ese día,
las actividades programadas las comenté con ella, y distinguí que son varias
personas que conforman un equipo organizador, ejecutor, coordinador, y
solucionador de cualquier contingencia.
En adelante en mi
artículo, me referiré a ella por ser de quien yo leí el artículo en la revista,
ser a quien me recomendaron mis compañeros, y ver que tiene la información del
todo el programa en mente. No deseo mencionar los nombres de todas las vecinas
y vecinos que me platicaron detalles, porque seguro me faltarán datos y no
deseo omitir a nadie. Por ello diré que agradezco a todos los que amablemente
me compartieron información desde el minuto uno, y me dejaron ver como
desarrollan su actividad, me compartieron anécdotas, expectativas y opiniones,
y sobre todo: me dejaron admirar como en la práctica, la unión hace la fuerza,
fue un éxito todo el periodo festivo, una celebración muy digna, alegre, con
enseñanzas de parte del Pbro. Juan de
Dios Manzano, con entrega de todo el equipo, llenos de salud, energía,
dedicación, que se multiplicaban sus resultados. Felicidades a todo el grupo de vecinos que ideó, preparó, ejecutó,
recibió a los visitantes, los atendió, y los cautivó, para volver a estar
hombro con hombro el próximo año. Fue una lección muy positiva verlos trabajar
en conjunto.
A continuación un
resumen de lo que me tocó presenciar.
Puntuales a las
18 horas de ese jueves, salimos de Ahuacatitla, rumbo a la Catedral de
Azcapotzalco. Atravesamos la explanada Fernando Montes de Oca, seguimos por
Nueva Jerusalén, llegamos a 22 de febrero, donde nos topamos con parte de los
puestos de vendimia por ser día previo a Reyes, dimos vuelta en la calle de
Tepanecos, para ingresar a la Catedral, por la puerta de la Capilla conocida
como del Señor de la Vida. Las imágenes iban en andas, cargadas por un vecino,
y el Pbro. Juan de Dios Manzano,
quien está en primera fila con mucho entusiasmo para este festejo. Apenas se
colocaron las andas junto al altar en la Catedral, el hombre se secó el sudor,
se acomodó la camisa, tomó el micrófono, acompañó los cantos, y dio una muy
interesante Catequesis (instrucción, explicación) acerca de los Sabios de
Oriente.
Eran unos
estudiosos, sabios, científicos, que sabían que nacería Aquel que es Rey,
Hombre y Dios. Su estudio de las estrellas los guió, y una estrella en
particular los orientó para dar con el sitio exacto, en donde quedó estático
ese lucero, y así pudieron ofrecerle los obsequios que traían:
Oro, por ser Rey.
Incienso, por ser Divinidad.
Mirra, aceite perfumado para ser embalsamado, por ser Hombre.
Poderoso, Divino
y Mortal. Cualidades de Jesús. La última de ellas, al tercer día quedó vencida
por la resurrección.
En las
actividades de los vecinos, ese día 05 de enero, las imágenes de los Sabios de Oriente, tradicionalmente
conocidos como Melchor, Gaspar y Baltasar,
permanecieron en la Catedral de Azcapotzalco, y al día siguiente 06 de enero,
serían llevadas desde aquí a la Capilla de los Reyes en animada procesión.
Días antes la Maestra Martina Rodríguez García me
había contado el lindo e interesante suceso de “El Niño Perdido”, que en este
mes la revista de “La hormiga en línea” contiene, de la autoría de tan amable
cronista de este barrio. En esa ocasión platicamos y le hice una entrevista, y
salió el tema de si es Pueblo, barrio o colonia ahí en los Reyes Tezcacoac.
La
correspondencia llega mayoritariamente como barrio, está en la lista de los
pueblos originarios, y hay quien se autodefine ahí mismo como habitar en una
colonia. Las tres denominaciones operan. Y la mayoría en su expresión cotidiana
lo identifica como barrio.
Incluso ella me
comentó que la primera información que tuvo de este territorio, es que pertenecía
a Izquitlán y se llamaba Los Reyes
Izquitlán, luego, tuvo otra fuente en la que vio que Tezcacoac fue un líder
de un grupo de personas, que los llevó a asentarse a esa parte de Izquitlán, le
pusieron al lugar el nombre del líder, y se acomodó el titulo quedando Los Reyes Tezcacoac.
(Foto: regalos acumulados en el interior de la
Capilla de los Reyes, que después fueron obsequiados a los asistentes)
Ese día no pude
asistir a la celebración religiosa ni al festejo, pues ese día las actividades
empezarían a las 18 horas, y en ese mismo horario, cortaría la rosca con mi
familia. Afortunadamente pude contar con las imágenes de parte de la cronista
que escribe en “La hormiga en línea”, Ana
María García Alvarado para hacer un video de ese día, y así pude ver lo
interesante que estuvo. (Por cierto, la crónica de Ana María en el mes pasado
fue tan interesante y detallada sobre las tradiciones decembrinas en
Azcapotzalco, que el editor decidió poner su artículo en primer lugar, muy
merecidamente).
(Foto: Parte alta del estandarte de la Capilla. La
escena completa muestra en su conjunto a la Sagrada Familia y a los Santos
Reyes adorando al Niño Jesús)
Respecto a ese
día 06 de enero, ante un gran público asistente a la Catedral, tres personas
caracterizadas de Reyes Magos,
hablaron en primera persona acerca de las dificultades para encontrar el lugar
donde María y José acompañaban al
recién nacido Jesús, la estrella que
los guió, los espías que les puso Herodes, y en fin, la base estudiosa que los
llevó a acudir a adorar al Rey, Hombre, Dios en su humilde morada.
En sus
conclusiones, uno de los Reyes dijo al público asistente que recomendaba a los
niños, no dejar de serlo nunca, y a los adultos, recordar al niño que siempre
llevan dentro. Me gustó mucho ese consejo, pues la vida es muy bella a través
de esa mirada infantil, que si bien tiene algo de ingenuidad, también tiene
mucho de esperanza, optimismo, buena fe y don de alegría, que nunca sobra.
La charla de los
Reyes y del Padre fue amena, hubo obsequios para los niños, se compartió rosca
de Reyes, hubo alegría y aplausos, información, rezos, y posteriormente, el
traslado de la Catedral hacia la Capilla de los Reyes, con las imágenes en
andas, las campanas en mano sonando, y las voces de los fieles cantando. Fue
una celebración muy bonita.
A mediodía, me
comentaron que el día anterior hubo fila para entregar los juguetes y otra para
entregar la rosca. Los niños se llegaron a formar hasta más de una vez para
obtener regalo. Estuvieron muy contentos.
La comunidad
vecinal está contenta con el festejo, se han dado cuenta de aspectos que se
pueden mejorar, así como de ingredientes que han funcionado muy bien para la alegría
y convivencia del público. Paralelamente, en la red social de whatsapp del
grupo de cronistas en Azcapotzalco, se compartieron fotografías y videos de
parte de compañeros que asistieron. Me parece que el barrio de los Reyes ha
estado estos días en el centro de la atención local y eso se debe a las
actividades y la difusión, pero especialmente, a las ganas, ideas y acciones
que entre todos los vecinos organizadores llevaron a cabo. Me parecen
incansables.
La Maestra Martina Rodríguez García en
esta ocasión se desplazó a San Luis Potosí y no pudo acompañarnos, pero sabemos
que su residencia y su corazón, están aquí. Y yo le agradezco las entrevistas
que me concedió en estos días para charlar del tema. Y haberme contado la
interesante historia de “El Niño
Perdido” que aconteció en el barrio de los Reyes, respecto a la imagen del
Niño Jesús que se extravió y fue hallado tiempo después en un pueblo muy
cercano. En la revista de “La hormiga en
línea” se publica ahora esa historia de su trabajo de investigación.
Este día 07, el
rosario se rezó en un domicilio de la calle Coachilco, así que las imágenes de
los Santos Reyes fueron llevadas en andas por un grupo de vecinos fieles,
salieron de la Capilla de los Reyes y entraron a la casa pasando por debajo de
una luminosa estrella en el arco de entrada. Había muchas sillas plegadizas que
abarcaban casi todo el garage, y fue muy grato ver que durante el rosario, y
más durante la misa, estuvieron casi todas ocupadas. Muy buena asistencia, muy
interesante homilía del Pbro. Juan de
Dios Manzano, que registré y tengo en un video en mi canal de youtube para
quien guste escucharla.
Después de la
ceremonia religiosa, alegre, clara, profunda y de gran alimento espiritual, la
familia anfitriona, nos agasajó con panes, gelatinas, café, té de canela, y
sobre todo, calidez y amabilidad. Fue una gran noche. Ese día, y cada uno de
estos festejos, es de agradecer las atenciones que se brindaron a los
asistentes. Gran calidez vecinal, fundamental para vivir estas fiestas en paz y
armonía.
Este domingo las
actividades con público fueron más temprano que los otros días. Los estandartes
de los pueblos y barrios de Azcapotzalco fueron llegando y se acomodaban en los
muros del atrio. La gente fue tomando su lugar. Dentro y fuera de la Capilla,
ocupando el atrio con sillas. Asistieron las hermanas religiosas que cada
domingo acuden a misa en el lugar. El altar muy adornado con flores era
admirado por todos. Un gran y colorido conjunto de juguetes reposaba en el piso
sobre una tela, como una promesa de futura alegría, que se manifestó cuando
fueran entregados a ansiosos niños, y adultos, que muchos fuimos beneficiados
con un regalo.
Aconteció la
ceremonia religiosa, la homilía muy clara y didáctica, igualmente la registré
en un video que ya está en mi canal. Hubo presencia toda la misa de tres
vecinos caracterizados como Reyes Magos,
sentados atrás de las imágenes de esos mismos Reyes. Al terminar la misa,
comenzó la procesión por las calles del barrio, hasta el frente las andas con las
imágenes, enseguida el estandarte local, el de la Capilla de los Reyes, luego
los acompañantes, y hasta atrás la vigorosa banda musical sonando sus tambores
y trompetas, dando ritmo al contingente, numeroso, inspiraba a menudo pasos de
baile como si fuéramos chinelos, y definitivamente hubo un momento de una pausa
de la caminata que si vio buenos pasos de baile, antes de volver a entrar a la
calle de Capilla de los Reyes, y reingresar asoleados, bailados, alegres y con
hambre, al atrio.
El trayecto avanzó
en un tramo, por la calle de Castilla, por la espalda del edificio de gobierno
local, es una vialidad amplia, o la avenida 22 de febrero, también amplia, pero
hubo tramos por arterias muy angostas, y ahí fue lindo ver salir a los vecinos
y desde su puerta saludar al contingente, tomar imágenes con sus celulares, o
asomarse de sus azoteas. Una procesión de pueblo en toda regla. Cohetes,
música, baile, porras, banderines, tránsito sujeto al evento y al recorrido, público
andante y público desde domicilios, campanas, alegría, armonía.
En el atrio, ya
se habían acomodado mesas para extender las cazuelas con guisados para las
tostadas: tinga de pollo, salpicón de pollo, salpicón de res, arroz, picadillo,
pata, tacos de chicharrón seco, de chicharrón en salsa verde, de arroz con
huevo cocido, de polo rostizado, y de tomar, refrescos, agua de tamarindo y de
horchata.
Un agasajo.
Algunas mesas para los invitados, sillas para todos, la música sonando por las
bocinas, la fila muy bien organizada para dar ordenadamente de comer a todos,
el Padre conviviendo con todos los asistentes, las imágenes de los Reyes Magos
nuevamente en su sitio. Uno de los
representantes de los Reyes Magos abrió el baile, y muy contento comiendo una
paleta de caramelo, disfrutaba el baile con su compañera. Adentro de la
Capilla, oportunidad de tomarse la foto con los Reyes.
Luego se presentó
un número de danza regional que atrapaba las miradas, especialmente creo,
cuando las chicas de ese grupo folklórico, ejecutaron un baile haciendo equilibrio
estupendo con botellas sobre la cabeza, mientras sus ágiles pasos iban al ritmo
de la muy movida melodía.
Yo me formé dos
veces para comer tostadas, y otro par de veces fui por agua de tamarindo. Los
vecinos del barrio muy amables, servían los platillos, y eran generosas las
porciones. Me impresionó que estos vecinos se les veía sirviendo tostadas,
luego pasando la gran bolsa para recolectar basura, asegurándose que nada
faltara a nadie, y al mismo tiempo, dándose oportunidad para repartir pelotas en
el atrio, y los juguetes al pie del altar. Y no hubo adulto o niño que
expresara su deseo de un juguete y no fuera satisfecho. Alcanzó para todos los
que se acercaron, me consta. Cuando fue mi oportunidad de elegir regalo,
distinguí entre el grupo de juguetes al Hombre Hormiga, el personaje de los
superhéroes, pensé que en el casi centro de Azcapotzalco, pocos podrían decir
que “En Reyes, me tocó de regalo el
Hombre Hormiga”. Al compañero Tarsicio
López que estaba a mi lado, se le dibujó una gran sonrisa cuando puedo
elegir entre los regalos, a una linda conejita de peluche, un bonito personaje.
Los dos nos tomamos fotos, y contentos fuimos a formarnos a la fila de la
comida.
(Foto: su servidor, con mi regalo de Reyes, el
Hombre Hormiga, junto a las imágenes de los Santos sabios festejados)
En la
convivencia, pude saludar a Gustavo
Aquino, a su amiga Liz, a José
Carbajal Cortés, y pude agradecer a cada uno de los vecinos sus atenciones
durante varios días, felicitarlos por su gran organización y por los estupendos
resultados.
Siento que el
suceso bíblico, la enseñanza doctrinal, la celebración del hecho, el
aprendizaje que de él se deriva, es de todos. La fiesta, la tradición de que
los reyes traen regalos, el compartir rosca, es de todos. Por eso creo que el
brillo, el éxito y la continuidad de esta fiesta y novenario en el barrio de
los Reyes, es patrimonio y responsabilidad también de todos, y siendo sus
vecinos y moradores la voz cantante y sus naturales organizadores, toca a los
demás, ser generosos auxiliadores de la ejecución, y alegres y respetuosos
asistentes de la celebración.
¡Que viva el barrio de los Reyes, sus vecinos, y
su fiesta!