CAPSULA DEL TIEMPO:
MEMORIA DE AZCAPOTZALCO
Por: Martín Borboa
Este año 2019 tuvo para Azcapotzalco infinidad de noticias,
algunas muy buenas, otras muy tristes, unas oficiales o privadas, otras artísticas,
religiosas, urbanas y más de diversa índole.
Si miráramos hacia el pasado, es muy probable, que cada año
hubiéramos podido reunir gran cantidad de novedades, de esas que luego se
convierten en efemérides. Voy a mencionar solo 5 ejemplos de este 2019:
1) El
fallecimiento del artista, José José.
2) Nuestra
Parroquia fue elevada a la categoría de Catedral.
3) Durante
las excavaciones para el mejoramiento del centro de Azcapotzalco, hubo
hallazgos que aparentemente son de restos arqueológicos y se publicaron en
algunos medios de comunicación.
4) Se
cumplieron cien años de la película “El automóvil gris” que tiene escenas filmadas en nuestra
alcaldía, según destaca el cronista José Carbajal Cortés.
5) Habrá
quien incluso diga que la intervención a fondo que se hizo en el largo camellón
de la Calzada Camarones también es de gran significado, pues por décadas no se
le volteó a ver para nada en materia de renovación con su consecuente descuido,
y ahora es un paseo muy disfrutado por la comunidad.
En fin. Ejemplos podemos citar muchos para resaltar todo lo
que ocurrió de trascendencia en nuestra alcaldía. La propuesta aquí es que
luego de vivir un 2019 tan intenso, de que Azcapotzalco estuvo en la televisión
y el radio a nivel nacional y fue visto también en varios países con motivo del
deceso del Príncipe de la Canción, se aproveche la ocasión para reunir de
manera selectiva, mucho material de diferentes temas (no solo los mencionados) que
sirva para ser guardado en un gran cofre, el cual guarde la memoria de ésta
época. Se propone que ese cofre sea enterrado en alguna plaza pública céntrica
de la alcaldía, y bajo una gran placa o señalado por ella su lugar de entierro,
quede reposando bajo tierra durante 30 o 50 años, como un obsequio a las
generaciones futuras. En su momento, ellas se encargarán de sacar a la luz todo
ese material conservado, lo podrán examinar y exponer, y así por ejemplo,
cuando se cumplan 50 años del fallecimiento del cantante, 50 años de la
elevación de la Parroquia a Catedral, 50 años de ese probable rescate
arqueológico, y todo lo que se hubiera aprovechado para guardar en esa capsula
del tiempo, aquí podrá ser visto y aprovechado, con elementos originales de
aquellas fechas, y le estaríamos facilitando a los azcapotzalquenses del
futuro, un material de primera mano.
Se pueden incluir fotografías, periódicos, certificados,
estadísticas, objetos, libros, archivos informáticos, videos, textos y crónicas
(como por ejemplo un impreso de lo que “La hormiga en línea” ha publicado hasta
ahora desde su inicio en febrero de 2019), un mapa de la alcaldía, un mapa de
las líneas de metro, recetas de los mejores chefs o restaurantes locales, una
lista de los principales eventos realizados en el Foro Azcapotzalco, en la Casa
de la Cultura, en el Archivo Histórico, y un sinfín de ideas que pueden
considerarse dentro de la lista de materiales a resguardar en dicha cápsula del
tiempo. Prácticamente cada habitante de la alcaldía puede tener una propuesta
de su contenido. El tamaño del cofre no necesitas ser grande. Por ejemplo en
2010 en la UNAM guardaron una cápsula del tiempo que mide 40 cms de largo, por
20 de alto y 20 de ancho.
La idea específica para nuestra alcaldía la manifesté
originalmente en las reuniones del
Consejo de la Crónica de Azcapotzalco desde
fines de 2018 y durante 2019. El 21 de noviembre de 2019 la expuse al alcalde
directamente por escrito, y ahora lectores, lo pongo a su consideración.
Si la idea no prospera en el nivel oficial, sé que puedo
hacer algo similar (de alcance extremadamente limitado) en el jardín de mi
casa. O lo puedo resguardar en cajas de archivo muerto en un librero junto a mi
cama. Pero mi idea no es solo el guardar y sellar. Es también el poder preparar
un obsequio colectivo, organizado, resguardado por todos nosotros, puesto bajo
tierra (o empotrado en un muro) ante nuestras miradas en un evento cálido y
comprometido, para brindarles a los futuros habitantes de esta región el gusto
de ver cómo llega la fecha señalada de su apertura, y que literalmente abran su
regalo igualmente en un evento colectivo con sabor a fiesta. De una comunidad presente
a otra futura.
Se puede abrir una convocatoria para sugerir y elegir el
contenido. Un concurso para seleccionar el mejor modelo del cofre, otro para
redactar un poema alusivo, o una canción con letra y música. Se puede vincular
todo esto a la creatividad de los habitantes de nuestra alcaldía, que sea un
asunto participativo, en donde nos podamos reflejar como individuos y como
miembros de una colectividad. Siento que algo así se presta para efectuar
actividades paralelas de orden civil, oficial, escolar, literario, poético, fotográfico
y hasta deportivo. Incluso los compañeros de protección civil, los bomberos, la
policía, podrían aportar material fotográfico y estadístico muy interesante. No
solo de su campo de acción, sino de sus avances, su tecnología, hasta sus
anhelos.
En manos de quien conduce nuestro gobierno local están los
medios para difundir, los permisos para excavar o colocar una placa, la
capacidad de convocatoria para invitar a la población local a proponer o
aportar el contenido de dicho cofre, incluso los recursos monetarios para
realizar los trabajos que esto implicaría. El costo del cofre que viene siendo
del tamaño de un horno de micro ondas, con paredes de acero, forrado el
interior con neopreno (material usado para trajes de buzo), cerrado con 22
tornillos tipo allen (en vez de bisagra y candado) no es elevado. Yo
personalmente ofrezco poner el recurso para fabricarlo. Deseo sinceramente que
ésta idea sea del agrado de dicha autoridad, y de mis contemporáneos en
Azcapotzalco, y vivamos pronto la ocasión de reunir materiales, enterrar el
cofre, cubrir su reposo con una placa explicativa, y desear que en 50 años sea
motivo de alegría y festejo su exhumación y preparen una gran exposición con el
contenido.
Es de hormigas aprovechar el subsuelo, y podemos imitarlas
con esta propuesta. Y ya que la leyenda dice que la hormiga en el campanario de
la Catedral avanza lentamente hacia la campana, y cuando la alcance se
terminará el mundo, podemos guardar en ese cofre una foto para que en 50 años
verifiquen y comparen si ha avanzado. (Tema que inspiró este mural en el
Deportivo la Tabacalera (Renovación Nacional), Colonia Providencia).
MUROS CON
MAQUILLAJE EN AZCAPOTZALCO
Se indica primero la ubicación y enseguida se muestran los
muros pintados que existen ahí.
Calle Manuel Bauche, Colonia Ampliación San Pedro Xalpa
Me encantó L idea es como un capítulo de pepa donde los niños guardan algo y lo habren ya de grandes, felicidades
ResponderEliminarMe parece una excelente idea, ojalá y las autoridades tomen en cuenta está aportación a la historia, con gusto estaré pendiente de si se realiza y ahí estaré con mi granito de arena...
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