AGUSTIN DE
ITURBIDE Y AZCAPOTZALCO.
HACE 200 AÑOS INSTALÓ
AQUÍ SU CUARTEL GENERAL
Por Martín Borboa Gómez
(Grupo Formiga)
Agustín de Iturbide, quien en 1821 fuera el Primer jefe del
ejército libertador, creador del concepto de las Tres Garantías, diseñador de
la bandera del Ejército Trigarante, ideólogo y firmante del Plan de Iguala,
ideólogo y firmante de los Tratados de Córdoba, triunfal cabeza del Ejército
que consumó la independencia, en este año, a doscientos años de su éxito
político y militar, que nos dió patria y libertad, es una ocasión más que
propicia para recordarlo, mencionarlo, y señalar sobre el paso de este otro Padre de la patria por Azcapotzalco.
RUTA DE ITURBIDE
DESDE IGUALA HASTA AZCAPOTZALCO, 1821
Una vez que Agustín de Iturbide salió de la Ciudad de
México, con instrucciones del Virrey Apodaca para derrotar a Vicente Guerrero,
y con ello mantener la continuidad de la Nueva España, Iturbide se dispuso a
jugarse la vida al iniciar un nuevo e inesperado plan.
ENERO:
Acuartelado en Teloloapan, Iturbide intercambió cartas con Guerrero para
entablar un pacto en el que juntos podían alcanzar la independencia. Mensajes
con brillantes ideas, ofrecimiento de lealtad y subrayando el concepto de unión
que era una novedad constructiva, ya que lo que había reinado anteriormente era
la desunión. El tiempo les dio la razón.
FEBRERO:
Tepecuacuilco, Chilpancingo e Iguala. Desde estos sitios Iturbide escribe a
infinidad de insurgentes, oficiales realistas, e incluso al Virrey. Mandó a
imprimir a Puebla el Plan de Iguala, ideario que proponía la manera y los
valores para alcanzar –juntos- todos los habitantes de esta tierra nuestra, la
independencia. El segundo artículo de dicho Plan establecía que: “La Nueva España es independiente de la
antigua y de toda otra potencia, aun de nuestro continente”.
Las Tres Garantías
del nuevo Plan eran Unión
(representada con el color verde), Religión (con el color blanco) e Independencia (rojo). Cada franja de la bandera de Iturbide
y confeccionada por Magdaleno Ocampo, tenía una estrella, que era el compromiso
de cumplir dicha garantía.
MARZO:
Iguala, Teololoapan, Cuahulotitlan, Huétamo. Iturbide continúa buscando adeptos
al Plan de Iguala a través de mensajeros y cartas a distintos oficiales
realistas. Escribe al Virrey. Día 16 también al Rey y a las Cortes en Madrid. No
consigue simpatía de parte de las autoridades reales ni virreinales. Desde día
14 por orden del Virrey, queda señalado como enemigo de las aspiraciones
españolas. (Trágicamente, después sería señalado como enemigo de las
aspiraciones mexicanas, y fusilado sin ser juzgado ni oportunidad de defenderse).
La cantidad de adhesiones que va ganando de viejos insurgentes, militares
retirados, del grueso de los realistas criollos e incluso algunos españoles, es
abrumador. Estos reciben instrucciones de Iturbide para tomar plazas y
ciudades, favoreciendo el diálogo y dejando las armas como último recurso.
ABRIL:
Zitácuaro, Acámbaro, Irapuato, Silao, Léon. Continúan las adhesiones, varias
ciudades juran el Plan de Iguala, y sus
fuerzas de guerra engrosan al Ejército Trigarante.
MAYO:
León, San Pedro Piedragorda, Hacienda de San Antonio, Puruándiro, Valladolid
(Morelia). Esta última ciudad era significativa para Iturbide pues en ella
nació. Gracias al método de parlamentar y la demostración de que la garantía de
unión era firme, se tomó la ciudad sin un solo tiro de arma. En ese mes, el Trigarante
Pedro Celestino Negrete toman la ciudad de Guadalajara.
JUNIO: San
Juan del Río, Hacienda de Colorado, Querétaro. Los dos militares antes realistas,
Anastasio Bustamante y Luis Quintanar, ya como coroneles Trigarantes,
marcharían unidos por la independencia bajo las órdenes de Iturbide, desde San
Juan del Río. Estos dos oficiales mandarían en la batalla de Azcapotzalco, y
por esa lucha, Azcapotzalco sería nombrado “Villa de Bustamante y Quintanar”.
Bustamante llegaría a ser presidente de México en tres ocasiones, y pidió que a
su muerte su corazón descansara junto a los restos mortales de Iturbide, y
comparten urna funeraria en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
JULIO:
Arroyo Zarco, Cuernavaca, Cholula, Puebla. Para este tiempo, apenas un diez por
ciento del Ejército Realista permanecía fiel al Rey, la deserción había mermado
gravemente su fuerza. Con esa raquítica cantidad de soldados, los españoles
apenas mantenían control de los puertos de Acapulco, Veracruz, la Ciudad de
México y el fuerte de Perote. Ante tan malas condiciones, el Virrey Apodaca fue
retirado del cargo con un golpe de estado, y quedó en su lugar el mariscal
Francisco Novella.
AGOSTO:
Puebla, Tepotzotlán, Puebla, Zoquiapan, Texcoco, Zoquiapan, Córdoba, Puebla.( El
día 19 tuvo lugar la acción de armas de Azcapotzalco entre Trigarantes
Bustamante y Encarnación Ortiz contra Realista De la Concha). Estando en Puebla Iturbide, se enteró
que el nuevo gobernante de la Nueva España llegó y desembarcó en Veracruz
(“México a través de los siglos”, Tomo VI, pág. 344 dice que llegó 30 de julio,
y la “Historia General de México” Tomo I, pág. 639 dice 3 de agosto). Juan de
O´Donojú era el nuevo jefe político superior y capitán general de la Nueva
España, y él mismo solicitó a Iturbide una entrevista. Pidió que fuera en un
sitio mejor que Veracruz para su salud. Se eligió Córdoba. Ahí, el 24 de agosto
“lograron desatar el nudo sin romperlo”,
y firmaron los Tratados, cuyo primer punto dice: “Ésta América se reconocerá por
nación soberana e independiente, y se llamará en lo sucesivo imperio mexicano”.
Se ha discutido si O´Donojú tenía autoridad suficiente para firmar y reconocer
dicha independencia. El hecho es que el firmó los Tratados, y firmó el Acta de
independencia. (El gobierno español en Madrid reconoció la independencia hasta
diciembre de 1836). El día 28 de agosto para celebrar el Santo de Iturbide, que
estaba en Puebla. Las monjas del Convento de Santa Mónica en Puebla, crearon el
platillo de los Chiles en Nogada, que ostenta los colores de la nueva identidad
mexicana. (En Durango, los días 29 y 30 de agosto, batalla entre el Ejército Trigarante
de Negrete y el Ejército Realista de De la Cruz).
SEPTIEMBRE:
Texmelucan (día 2), Azcapotzalco
(día 5 en adelante), San Joaquín (junto con O´Donojú como su huésped, 11 en
adelante), Día 13 reunión O´Donojú, Iturbide y Novella. Tacubaya (con O´Donojú, 16 en adelante. Ahí O´Donojú expresó que
reconocía al nuevo gobierno por formarse según los Tratados de Córdoba como la
autoridad legítima, y que él era ya meramente el representante del gobierno
español. Se hace acuerdo para que Trigarantes ocupen Acapulco, Veracruz y
Perote en octubre). Ciudad de México (27 y 28 Iturbide y O´Donojú saludan a la
nueva nación y firman el Acta de Independencia). El Acta dice en fecha del 28 de
septiembre que “la nación mexicana… sale hoy de la opresión”, y señala al año
1821 como “primero de la independencia mexicana”.
Iturbide expresó en su arenga (escrita 25, leída 27) de
septiembre (tomado de “El Libertador” pág. 261): “Mexicanos, ya estáis en el caso
de saludar a la patria independiente como os lo ofrecí en Iguala…”, “Ya sabéis
el modo de ser libres; a vosotros toca señalar el de ser felices…”, “De tiempo
en tiempo haced una memoria de vuestro amigo. Agustín de Iturbide”.
AGUSTIN DE
ITURBIDE EN AZCAPOTZALCO
Ya vimos como llegó Iturbide a Azcapotzalco. Se estableció
ahí mientras se daba el encuentro de O´Donojú con el Mariscal español Francisco
Novella que defendía la Ciudad de México. Dicho encuentro fue el 13 de septiembre
en la Hacienda La Patera, hoy ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, a unos pasos del perímetro de Azcapotzalco
que lo compone la Calzada Vallejo. Como
resultado de ese encuentro, Novella abandonó las hostilidades. Iturbide y
O´Donojú concluyeron su misión: dar la independencia a México.
Dice Ángeles González
Gamio que: “Es poco conocido el papel
relevante que tuvo Azcapotzalco en la guerra de Independencia, donde se
libraron sus últimas batallas. Al encontrarse la antigua villa en el camino que
viene de Tlalnepantla a México, fue utilizada por el Ejército Imperial de Las Tres Garantías para cercar la ciudad y al
ejército realista.
Tras varias batallas
victoriosas, el 5 de septiembre de 1821 los insurgentes se trasladaron a la
hacienda de Careaga en Azcapotzalco, en donde se reunieron Agustín de Iturbide,
Vicente Guerrero y demás jefes del Ejército Imperial Mexicano de las Tres
Garantías. Aquí establecieron su cuartel general hasta que llegó el momento de
su entrada triunfal a la ciudad de México”.
En la enciclopedia “México
a través de los siglos”, tomo VI, página 356, se explica que: “Iturbide llegó a Azcapotzalco el 5 de
septiembre y ahí estableció su cuartel general, a donde acudieron desde luego
muchas personas notables de la capital, fingiendo ardiente adhesión hacia el
jefe del ejercito libertador, aunque en realidad solo las guiasen la ambición y
el deseo de congraciarse con el astro que se alzaba radiante en el ya risueño
cielo de la patria. Distinguiéronse en esta peregrinación los miembros de
aquella hibrida nobleza que habían formado en la colonia los reyes españoles, y pocos días después de su llegada a
Azcapotzalco anunciaba Iturbide que había nombrado ayudantes suyos al marqués
de Salvatierra, a los condes del Peñasco y de Regla, y al oficial de marina don
José Eugenio Cortés. También se presentaron a tomar partido por la
independencia los brigadieres don Domingo Luaces y don Melchor Álvarez, los
coroneles Arana y Horbegoso, el mayor Cela y otros oficiales de menor
importancia. Iturbide, siguiendo el sistema que había adoptado desde el
principio del levantamiento, no sólo acogió con agrado a los jefes y oficiales
realistas, sino que les dio los mandos de mayor importancia y las comisiones
más delicadas y honoríficas. Dedicóse inmediatamente el primer jefe del
ejército libertador a la organización del (ejército) que se había reunido en
torno de la capital, fuerte de diez y seis mil hombres de las tres armas y el
más numeroso que junto se viera en Nueva España”.
Hago una pausa aquí al texto de la famosa enciclopedia, para
subrayar – el qué y el donde-.
¿El qué?: El ejército
“más numeroso que jamás se viera en Nueva
España”. ¿En dónde?: En Azcapotzalco.
Estamos hablando de que estando
Iturbide en Azcapotzalco, organizó al ejército más grande que hasta
entonces se hubiera visto en 300 años, que es la vida que llevaba Nueva España.
Así que estando en
Azcapotzalco, es donde sabría con exactitud con que fuerza militar contaba
para un posible asalto armado sobre la ciudad,
y sabría que reacción tendría la sociedad capitalina ante la cercanía de
los Trigarantes. Nunca estuvieron tan cerca del corazón de Nueva España otros
que aspiraban a la independencia, como ahora Iturbide en Azcapotzalco. Aquí
tenía la mejor y más cercana posición
a la cabeza del gobierno español asentado en Nueva España. Y si sumamos que
estaba logrando reunir al más grande ejército que se hubiera visto en este
territorio, tenía dos grandes puntos –novedosos y a su favor-.
Continuemos con el texto de la enciclopedia. Con ese nuevo
ejército más grande ejército:
“Formó tres cuerpos:
de vanguardia, centro y retaguardia, y en la orden general de 10 de septiembre
(1821) dio a reconocer los jefes nombrados para cada una de estas divisiones.
El mando de la vanguardia fue confiado a Morán, marqués de Vivanco, y tuvo por
segundo al ilustre Guerrero que al frente de las tropas del Sur ocupó el rumbo
norte de la ciudad; el cuerpo del centro, situado en la parte del valle, que se
dilata hacia el poniente, quedó a las ordenes del brigadier Luaces y de su
segundo el coronel don Anastasio Bustamante; y la división de retaguardia, que
ocupaba el oriente del valle, tuvo por jefes a los coroneles Quintanar y
Barragán. El brigadier don Melchor
Álvarez, que acababa de abandonar el partido realista, recibió el nombramiento
de jefe del estado Mayor, y el de primeros ayudantes los teniente coroneles don
Joaquín y don Ramón Parres y don Juan Davis Bradburn”.
CARTA DE AGUSTIN
DE ITURBIDE SOBRE ENCARNACION ORTIZ Y EL HIJO Y FAMILIA DE ESTE
Luego de la batalla de Azcapotzalco del día 19 de agosto,
Iturbide fue informado de lo acontecido, y envió esta carta escrita entre el 27
(que estaba en San Agustín del Palmar) y el 30 de agosto que estaba en Puebla.
(Tomada de “El Libertador”, pág. 256):
“Al Señor Coronel Don
Luis Quintanar
Sírvase V.S. mandar
que se reconozca por Alférez de la Sierra de Guanajuato, al hijo del benemérito Capitán de Patriotas D.
Encarnación Ortiz, cuyo nombre no me especifica V.S. y va en blanco en el
oficio de nombramiento que acompaño a éste. Disponga V.S. también que dicho
difunto Capitán, siga pasando revista de presente y que su sueldo íntegro se
satisfaga a su viuda e hijos, repartiéndose entre todos por partes iguales y
con calidad de que la cantidad que a cada uno corresponda, cesará por el
fallecimiento del que la disfruta, sin acrecer a los supervivientes, ni cesar
por la toma de estado o mayor edad de los agraciados. Quiero de esta suerte,
honrar la memoria de un individuo que con tanta heroicidad se sacrificó en
defensa de su Patria. Hágalo Ud. saber en la Orden General, como también el que espero el detalle
circunstanciado de la acción, para conceder el debido premio a los que sean
acreedores a él. Dios guarde a V.S.
muchos años.
Agustín de Iturbide”.
CONDECORACIONES
QUE SE OTORGARON A LOS TRIGARANTES QUE LUCHARON EN AZCAPOTZALCO
En la carta mencionada, vemos como Agustín de Iturbide desea
conocer más detalles de la batalla librada en Azcapotzalco, para estimar y
conceder premios a los valientes. Además de lo ya especificado en particular a
la viuda e hijos de Encarnación Ortiz, sabemos que se otorgaron las siguientes
condecoraciones: (Tomado de “La última
batalla a ojo de hormiga”):
Medalla en campo Verde con el lema: “Se distinguió en la
brillante acción del 19 de agosto 1821”
En campo Rojo con el lema: “Vertió su sangre por la libertad de México, 19
de agosto de 1821”
En campo Blanco, “Acción victoriosa por la felicidad de México, 19 de agosto
de 1821”
DRAGONES DE
AZCAPOTZALCO EN LA ENTRADA TRIUNFAL DEL 27 DE SEPTIMBRE 1821
Da gusto en cualquier lectura o investigación, hallar el
nombre de Azcapotzalco, y más cuando se trata del evento más feliz para la
nación mexicana: la Consumación de la Independencia.
El libro “Fase final
de la guerra por la independencia” de Julio Zárate, contiene la relación
completa de los 16,134 soldados que con
Agustín de Iturbide, a entrar triunfantes al corazón político del país. Entraron a la historia y a nuestro perpetuo
agradecimiento por la puerta más grande, la de la paz conseguida y la libertad
anhelada, hace 200 años.
En su página 123 publica la “Relación de las fuerzas del
Ejército Independiente que entró en la Ciudad de México el 27 de septiembre de
1821”.
Menciona 12 agrupaciones de Infantería, la de Artillería, y
las 16 de Caballería. En la decimoquinta de Caballería, señala a los 200 integrantes de los “Dragones de
Azcapotzalco” que iban junto a los “Dragones de Xilotepec” que eran 114.
El 21 de septiembre, el Estado Mayor General, emitió la
instrucción del orden para que el Ejército triunfante, entrara a la Ciudad de
México. El texto es largo (“El libertador”, pág. 259, 260), pero quiero
destacar la parte que menciona a Azcapotzalco:
“… Este ejército
juntará su cabeza apoyándola por el camino que llaman de la Verónica, a la
puerta del frente de Chapultepec, y
deberá estar en ese punto a las siete de la mañana. A esta división seguirá la
de retaguardia, en los mismos términos y orden de formación, ocupando la
derecha, a la izquierda de la que le precede tomando parte del camino de los
Hospicios que se dirige hacia Tacuba.
Seguirá a la izquierda de esta división la de vanguardia, ocupando el espacio
que necesite hacia Tacuba y Azcapotzalco,
para no retardar el movimiento general de todo el ejército…”.
BIBLIOGRAFIA:
ANTES DE MEXICO Y
AZCAPOTZALCO, Ángeles González Gamio, La Jornada, 23 enero 2011,https://www.jornada.com.mx/2011/01/23/opinion/028a1cap
EL LIBERTADOR,
DOCUMENTOS SELECTOS DE DON AGUSTIN DE ITURBIDE, P. Mariano Cuevas, S.J.,
Editorial Patria, S. A. México, 1947
FASE FINAL DE LA
GUERRA POR LA INDEPENDENCIA, Julio Zárate, Ediciones Libro-Mex,
Biblioteca mínima mexicana, volumen 8, México, 1955
HISTORIA
GENERAL DE MEXICO. Tomo I.
LA ULTIMA BATALLA
A OJO DE HORMIGA, Guión de Gustavo Manrique Zermeño, 2003, Delegación
Azcapotzalco
MEXICO A TRAVES DE
LOS SIGLOS Tomo VI, Varios autores. Editorial Cumbre, S.A., decimo
sexta edición.
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