miércoles, 25 de mayo de 2022


 

NÚMERO DEDICADO A LA MAESTRA 
MARÍA ELENA SOLÓRZANO 
CRONISTA DE AZCAPOTZALCO.

MAYO 2022 NÚMERO 40

 

Contenido:


MARÍA ELENA SOLÓRZANO  POETA Y CRONISTA DE AZCAPOTZALCO.

Por Patricio Garibay

MARÍA ELENA SOLÓRZANO CARBAJAL UNA VIDA DEDICADA AL CULTIVO DE LAS LETRAS…

Por Ana Marisol Reséndiz Pizarro.

MI AMIGA MARÍA ELENA SOLÓRZANO

Por: Roberto Cuauhtémoc Ortiz Quintero

LOS RÍOS DE XOCOYAHUALCO.

 Por Antonio Ernesto Castillo Mercado

 SAN MARTIN XOCHINAHUAC, OFRECIMIENTO DE FLORES A LA VIGREN DE GUADALUPE

Por María Francisca López Suárez

SAN JUAN TLILHUACA, DIA DE LAS MADRES, MISA EN EL PANTEON

 Por Martín Borboa  (Grupo Formiga)

 MINGI  LA  SUPERGUARDIAN

 Por: Faty Kim Mingi

 FERNANDO MONTES DE OCA, CIERTAS FORMAS DE RECORDARLO

 Por Don Nayarito Cantalicia  (Grupo Formiga)

Editorial

 CELIA EN TLILHUACA

 Por Gustavo Aquino

 “GUARDIANES DEL PATRIMONIO TLILHUACA” HECHOS DE ABRIL 2022

 “Guardianes del Patrimonio Tlilhuaca

 AGRADECIMIENTOS DE LOS “GUARDIANES DEL PATRIMONIO TLILHUACA” 


 Por Diana N. Colín  (Grupo Formiga)

 

MARÍA ELENA SOLÓRZANO 

CRONISTA Y POETA DE AZCAPOTZALCO.

Por Patricio Garibay

Festival Escénico de  Azcapotzalco “Cuando Trina la Catrina”  2017


No se puede entender la crónica en Azcapotzalco sin adentrarse a la obra de la cronista María Elena Solórzano quién desde hace muchos años ha sido un referente fundamental para muchos qué nos hemos decidido a incursionar en el bello y apasionante oficio de la crónica, la labor en este ámbito de la maestra Solórzano abarca más de dos décadas de incansable investigación y difusión de las historias de los barrios y pueblos azcapotzalcas y de sus gentes que los han habitado o los han transitado.

Nacida el 9 de abril de 1941 en la Ciudad de Delicias Chihuahua, se graduó como Profesora. de Educación Primaria, y como Bióloga en la Escuela Normal Superior de México, es además Licenciada en Letras Hispánicas por la  UNAM, y Ejerció como profesora de primaria y secundaria en escuelas oficiales, como profesora de Literatura en preparatorias, y como directora de escuelas oficiales y particulares. Jubilada por la SEP desde 1992. Poeta y Cronista de Azcapotzalco. 

Es a la edad de 6 años cuando María Elena Solórzano se trasladó junto con su familia a la Ciudad de México  avecindándose en el apenas poblado barrio de San Lucas. Desde entonces hasta el día de hoy María Elena Solórzano hizo suyo al barrio en el que jugó, recorrió día a día, y donde desarrolló su labor profesional cómo maestra normalista, donde formó una familia, así como también fue el lugar donde trabajó su amplia obra cronística.

María Elena Solórzano además de haber sido maestra de niños y jóvenes  ha sido también maestra de varias generaciones de muchos de los que se han decidido a incursionar en el ejercicio de la crónica, ya sea por sus investigaciones, por sus conferencias, por sus generosos consejos, o como ejemplo de disciplina y respeto por el quehacer de la crónica. 

Entre los libros de crónica más importantes destacan: Los oficios de los abuelos, Rumbo al Mictlán y Leyendas de Azcapotzalco, entre varios otros.

La Dama de Blanco. Leyenda de Casa de Cultura de Azcapotzalco. 2018


Su labor poética ha sido tan importante como su obra de cronista, ambas disciplinas se han complementado de alguna forma pues en sus poemas hay constantemente  personajes o voces contando hechos pasados, reales o míticos, y en sus crónicas se encuentra la huella de la poesía en las voces de sus protagonistas urbanos y que ella al llevarlo al papel lo recompone líricamente. Como por ejemplo en uno de sus  más destacados  poemas “Guadalupe Tonanzi Madre de México” dónde con un  lirismo que nos evoca la poesía femenina de Rosario Castellanos, la poeta María Elena Solórzano nos narra como un eco del pasado el decadente mundo Azteca insostenible por su propia violencia, describiendo en versos convertidos en un emotivo canto la llegada del cristianismo, una llegada caótica al inicio, doloroso y necesario parto dador de la vida renovada, parto que hace posible  el nacimiento milagroso del mundo católico y novohispano qué generará y que hará posible a la gran nación mexicana. Este poema es un ejemplo claro de poesía y crónica amalgamada con maestría.

GUADALUPE TONANTZIN, Madre de México. 


María Elena Solórzano ha sido colaboradora en múltiples publicaciones, además de participar en programas de televisión así como también documentales como “Avenida Azcapotzalco, hacia el corazón del Hormiguero” y “San Lucas Atenco, barrio ancestral” entre otros. Figura protagónica de programas de televisión donde se habla de Azcapotzalco como  El Foco, CAPITAL 21, y otros. Desde el año del 2018 es la Presidente honoraria de “La Sociedad Cervantina de México” y desde el 2020 es la Presidente honoraria de” La Sociedad de Cronistas y Narradores de Azcapotzalco”,

Ha publicado más de una veintena de libros que van desde la narrativa, la crónica y la poesía por lo que  ha sido merecedora de múltiples reconocimientos en México y en el extranjero. Por todo lo anterior se están organizando para este año una serie de homenajes para reconocer y agradecer su incansable labor en favor de la memoria y de la historia de Azcapotzalco, y este número especial que la revista electrónica  La Hormiga en Línea” le dedica es el inicio de todos ellos.

La misteriosa niña del vestido rosa

Festival Escénico de  Azcapotzalco “Cuando Trina la Catrina”  2021

https://www.youtube.com/watch?v=EZR6Zd5IZfY&t=12s

 

MARÍA ELENA SOLÓRZANO CARBAJAL 

UNA VIDA DEDICADA AL CULTIVO DE LAS LETRAS 

Por Ana Marisol Reséndiz Pizarro.


Una vida dedicada a la educación y al cultivo de las letras, María Elena Solórzano fundadora del primer consejo de la crónica en Azcapotzalco, se ha dedicado a recopilar, tradiciones y leyendas uno de sus primeros trabajos junto al cronista que en paz descanse José Antonio Urdapilleta Pérez se llama “Leyendas de Azcapotzalco”, autora muy destacada y versátil que ha incursionado en múltiples géneros literarios como lo es la poesía, la crónica, el relato, en su vida profesional se dedicó a la enseñanza.

En cuanto a su poesía desarrollo muchas vertientes algunos poemas inspirados en mitología con un verso estruendoso, que fluye como una cascada en otras ocasiones su obra poética se dedica al rescate de la iconografía de lo mexicano, y de algunas concepciones del México Prehispánico como es el caso de algunos poemas situados en su libro “Flor de Plumería” su más reciente entrega poética y en un hermoso libro con mucha investigación titulado “Viento de Obsidiana” donde sintetiza de manera magistral la iconografía de la mexicano que cuenta con una traducción a la lengua náhuatl de Marisol Reséndiz y fue editado por Noemí Luna García que le ha editado algunos libros de crónica en la editorial Eterno Femenino Ediciones.

Marielena Solórzano ha sido traducida a varios idiomas entre ellos: el portugués, el italiano, el náhuatl, entre otros su obra es reconocida internacionalmente y ha ganado varios premios como el Premio Coatlicue otorgado por el Colectivo Comuarte.



En Azcapotzalco formo y fundo los diversos Consejos de la Crónica siendo el día de hoy la directora honoraria de la Sociedad de Cronistas y Narradores Orales de Azcapotzalco, con su pluma y su ejemplo oriento a muchas generaciones de Cronistas, sus libros de crónica enaltecieron la identidad de Azcapotzalco y enfatizaron sus crónicas a personajes como iconográficos de la historia de Azcapotzalco como Sebastián de Aparicio y Encarnación Ortiz “El Pachón”.  Ella es también fundadora y colaboradora de "La Hormiga en Líneay miembro del consejo dé la "Sociedad de Cervantina de México".

Sus comentarios históricos han inspirado durante 30 años a generaciones de cronistas, para ello cito un ejemplo de dichos comentarios “El sincretismo cultural de las ofrendas nació en Azcapotzalco con el beato Sebastián de Aparicio…”

Por otra parte sus trabajos de crónica ya constituyen una inspiración y un parteaguas; además de su participación constante en diversos eventos desarrollo por años un ciclo de conferencias llamado “Tardes de Crónica con Aroma de Café” en alguna etapa de sus eventos culturales trabajo con otra figura de la crónica de Azcapotzalco Rafael Hernández en Paz descanse y participo en línea y en presencial con grupo Tlahtoque.



Pero volviendo al tema de su obra artística por la belleza de su obra la poeta se muestra como una mujer versátil, ya que su obra te conduce a la evocación de mundos paralelos y mundos engendrados, ella  transformadora de la palabra guerrera de la escritura, logra una experiencia mística, también en algunas de su obras se muestra como una mujer intensa como en su obra “Gruta de Espejos” publicada por Tinta Nueva Ediciones entre otras casa editoriales, en diversas presentaciones que he tenido oportunidad de presenciar, ella ha expresado una frase profundamente sensible y contraria a los paradigmas en los que vivimos ha dicho los siguiente dirigiéndose al público: ¿Cuál es el cuerpo más hermoso el de el hombre o el de la mujer? Y ella contesta jocosamente –No hay un cuerpo más hermoso que el de un varón.

El sutil erotismo que posee esta obra poética seduce con sus palabras a propios y extraños con la gracia de no llamar a las cosas por su nombre alimentando la pasión con metáforas y ritmos envolventes en el arte de no llamar a las cosas por su nombre sino enalteciéndolas y elevándoles al rango de arte, cito el siguiente fragmento de “Gruta de espejos” de María Elena Solórzano.

¿Cuándo vendrá a mi gruta de espejos

el centauro?

¿Cuándo yacerá sobre mi musgo

y cuándo vendrá a ofrecerme

la savia de sus brevas,

la sal que vivifica?

 

Daga de luz

Separa los breñales,

Ofréndame tu esencia luminosa.

 

Al ritmo de mi pulso

Danza el germen transparente;

En medio de mi vientre duerme

Con los párpados sedientos.

 

El centauro penetra como un ángel

En la gruta y las hogueras.

Surca efervescencias

Y arrastra con unción la arena.

 

Septiembre 2003

 

Lo erótico y sutil de su verso provoca múltiples sentimientos, poeta mística musita sus versos de largo aliento engendrando lo inimaginable, lo imposible.

Ha sido tanta la trascendencia de su obra poética que su nombre ya es un premio de poesía por la Editorial Tinta Nueva Ediciones donde su consejo editorial y el director de la misma Federico Corral Vallejo estimulan a nuevos talentos poéticos como en el festival Internacional de poesía María Elena Solórzano (virtual) siendo la obra de la maestra una motivación para creadores poéticos en un país donde no se celebra adecuadamente las facultades, poéticas y literarias de la población; en lo personal su obra poética me estremece y me parece conmovedora, contrastando con una mujer sencilla a pesar de ser un portento poético  y de pasar a la historia de la literatura y cumplir la función principal de la literatura producir una muy grata experiencia estética.

La maestra Solórzano en año 1961 dando calles al primero B en la escuela Adalberto Tejeda ya que María Elena dedico su juventud a la nombre labor de la enseñanza.

 


 Galería de María Elena Solórzano.






 MI AMIGA MARÍA ELENA SOLÓRZANO

Por:  Roberto Cuauhtémoc Ortiz Quintero


Recuerdo la primera vez que me entrevisté con la maestra Solórzano. Han transcurrido más de 10 años de aquella ocasión. Fue en su casa y me la presentó una cronista amiga suya. Mi intención era la de hacer un reportaje sobre las leyendas en Azcapotzalco para la serie en video “Azcapotzalco a pie” y María Elena Solórzano era la ideal para poder guiarme a través de este mundo maravilloso de las crónicas chintololas. Fue así, que con cámara en mano y todo el equipo necesario para realizar la grabación, nos apersonamos en la casa de la maestra, quien de forma amigable nos permitió el acceso, así como la instalación de nuestras luces.

Comenzó con una leyenda de San Juan Tlihuaca, siguió con otra del panteón San Isidro y concluyó con una más del barrio de San Lucas. Tardamos aproximadamente unas dos horas en toda la grabación, pero nos dejó un buen sabor de boca ya que el material que la maestra nos expuso, era de tal interés para mi y mis ayudantes.

“Azcapotzalco a pie” San Juan Tlihuaca. Brujos y Nahuales 2015

Le agradecimos infinitamente su participación y nos despidió amablemente de su casa no sin antes hacernos la invitación a volver cuando quisiéramos. La amabilidad y cordialidad de la maestra Solórzano nos cautivó enormemente.

Desde entonces, siempre que necesitamos de una asesoría o un consejo sobre la crónica, no dudamos en acudir a ella que amablemente nos brinda su ayuda incondicional. Es por ello que desde hace un año la maestra decidió reorganizar la crónica en Azcapotzalco, y así surgió la idea de Crear la Sociedad de Cronistas y Narradores de Azcapotzalco, de la que tengo el honor de presidir y de la cual también, ella es presidenta Honoraria vitalicia. Dicha labor no podía haber sido posible sin la valiosa participación de los cronistas más talentosos de esta demarcación.


 

LOS RÍOS DE XOCOYAHUALCO.

Por Antonio Ernesto Castillo Mercado


Como en toda comunidad antigua, las personas mayores del pueblo de Santa María Nativitas Xocoyahualco se nutren de tradiciones, relatos y recuerdos. En este pequeño documento, quiero compartir con ustedes la huella de identidad cultural tan importante que dejaron los ríos a su paso por el pueblo. Aun las generaciones nacidas en los años cincuenta, tuvieron el privilegio de descansar a la sombra de un árbol o divertirse en sus aguas cristalinas.

Desde antes de la conquista, por el territorio de Xocoyahualco pasaban dos pequeños ríos, uno conocido como río chico o río San Juan, el cual provenía del cerro de los Remedios, seguía por Santa  Cruz Acatlán, Echegaray, Xocoyahualco, continuaba por San Jerónimo Tepetlacalco hasta desembocar en el lago por el pueblo de San Juan Ixtacala.

El otro, bajaba de Santa Cruz del Monte, corría de poniente a oriente, hasta unirse con el río Chico, este, era conocido como el río o arroyo Santa Cruz. Esto se puede observar en  el Plano Reconstructivo de la Región de Tenochtitlan, elaborado en 1968 por Luis González Aparicio. (figura 1)

En 1698, se ordenó el desvío del Río Tepetzalatl de su cauce natural el cual pasaba por el centro de Azcapotzalco, este se realizó a partir del lugar llamado la naranja hasta unirlo con el Río Chico de los Remedios en los límites de Xocoyahualco donde se encuentra el Puente de Vigas.

Al nuevo cauce del Río Tepetzalatl se le conoció como Río Hondo. El nuevo cauce, modificó la hidrografía del paisaje, pero cabe mencionar que durante muchos años ayudó a mejorar la producción agrícola del pueblo. Esto se puede apreciar en  el mapa de la Municipalidad de Azcapotzalco elaborado con base al Decreto del 28 de julio de 1899. (figura 2)

Se puede decir que hubo una relación estrecha entre los habitantes y sus ríos. Probablemente esta relación influyó fuertemente en la cultura local. Los ríos se convirtieron en un referente del trabajo agrícola y de la vida cotidiana de varias generaciones de la comunidad.

A continuación, les presento dos pequeños relatos expresados por vecinos del pueblo, los cuales tuvieron el privilegio de convivir con los ríos cuando todavía circulaba por ellos agua limpia y clara.

 

Señor Domingo Pérez

La parvada de pichones.

Recuerdo que mi jefa agarraba su maleta de ropa y su piedra para tallar, era una loza muy bonita, y hay íbamos los hermanos más chicos tras ella, éramos como cuatro o cinco. Llegábamos al río, y  mi mamá acomodaba  su piedra para lavar y nos decía “a ver hijos quítense su ropa” y nos quitábamos la ropa y hay andábamos entre el agua revolcándonos todos, niñas y niños.

Todos estábamos chiquillos, que íbamos a estar pensando malas cosas.  Ahí mismo tendía su ropa en las ramas y luego ya nos veníamos, mi mamá con su ropa limpiecita y nosotros limpiecitos de ropa y todo hasta las patitas.  Decía mi mamá “hora sí traigo mi parvada de pichones” y así nos la pasábamos, pero muy bien. 

 

Señor Jorge Castillo Sánchez.

Los ríos del pueblo

Pues eran bonitos los ríos, porque siempre corría el agua, venía por acá del rumbo de los remedios, a uno le decíamos el río grande y al otro el río chiquito, eran los dos ríos y la famosa barranca que bajaba de por el rumbo de Santa Cruz.

Me gustaba andar chapoteando nada más, luego  iba a echar clavados en la parte que estaba más hondita, hay andábamos chapoteando en el río grande principalmente, porque en el chiquito casi no corría mucha  agua en determinado tiempo.

Mis tíos Clemente y Herminio Cornejo me platicaban que, en sus tiempos de juventud, el pueblo era una gran felicidad, aún no había fábricas, platicaban como era el pueblo los domingos, cuando existía la “casa Nico”, venían paseantes de la ciudad a comer carnitas y tomar pulque, luego iban a caminar por el río. Cada 8 días venia mucha gente.

 

En la década de los cincuenta se aceleró  el crecimiento urbano e industrial en los municipios conurbados de la ciudad de México,

A fines de esta década, de manera arbitraria se ocuparon tierras del pueblo de Xocoyahualco y del rancho de San Agustín para utilizarlas como un contenedor de aguas pluviales denominado “Vaso Regulador del Cristo”. (figura 3)

El Vaso Regulador del Cristo marcó el fin de una era para Xocoyahualco, el río Hondo y el río Chico se convirtieron en receptores de aguas negras del corredor industrial y urbano.

El rio Santa Cruz no se salvó de los embates de la modernidad, recibe las aguas negras de Ciudad Satélite y de los fraccionamientos de la parte alta de la loma de Xocoyahualco. En tiempo de secas, es un foco de infección y en tiempo de lluvias un generador potencial de inundación en la parte baja del pueblo. (figura 4)

Así terminaron nuestros ríos, Esperamos que estos recuerdos permanezcan en la memoria colectiva de la comunidad y que sean un aliciente para que las nuevas generaciones recuperen su pasado. (figura 5)

Con esto, finalizo mi pequeña aportación y espero que haya sido de interés para ustedes. Gracias y hasta luego.


Figura 1. En él se aprecia el río Chico de los Remedios y el Río Sanra Cruz (Fragmento del Plano Reconstructivo de la Región de Tenochtitlan, Arq. Luis González Aparicio, 1968, Mapoteca Orozco y Berra.)

 

Figura 2. Fragmento del Mapa de la Municipalidad de Azcapotzalco, 1899. identifica los ríos de Xocoyahualco. 2618-35

Figura 3. Desembocadura del Vaso Regulador del Cristo (Puente de Vigas) agosto 2002.

Figura 4. Río o arroyo Santa Cruz a punto de desbordarse. (2018-10-08)

Figura 5. Río o arroyo Santa Cruz en la actualidad (La Barranca) 2016-02-25

 

Obras consultadas.

Brito Altamirano, Alejandro y Cuellar Reyes Fernando: Azcapotzalco Documentos Históricos San Juan Tlihuaca, Asamblea Legislativa del Distrito Federal IV Legislatura, México 2009, p. 17

González Aparicio Luis: Plano Reconstructivo de la Región de Tenochtitlan, INAH - SEP, México 1973, p. 9

 

 

 SAN MARTIN XOCHINAHUAC, OFRECIMIENTO DE FLORES A LA VIGREN DE GUADALUPE

Por María Francisca López Suárez


Es una hermosa tradición de nuestro pueblo de San Martín Xochinahuac, que con el paso del tiempo se fue perdiendo. En mi labor de recopilar anécdotas que los habitantes de mi hermoso pueblo amablemente me comparten, hoy reproduzco para ustedes lectores, lo que me ha dejado conocer la familia de la Sra. Rosa María Rosas Franco.

Cuentan que en los años 90 se acostumbraba ofrecer flores a la virgen Guadalupana, esto era el 12 de diciembre y el 10 de mayo.

Se hacía un novenario y los niños se formaban y les daban flores blancas, las cuales llegaban hasta el altar para ofrecerlas a nuestra virgen Guadalupana.

La Sra. Rosa María Rosas Franco nos contó que su mamá le llevaba regalitos a todos los niños que participaban. La familia Rosas Franco a la fecha siguen participando en la más grande tradición de nuestro pueblo: la fiesta patronal en honor de San Martín Caballero.

En la foto vemos al Sr. Juan García López, la abuelita de la festejada Sra. Silvestra Jiménez Téllez, y al centro haciendo su primera comunión a Susana Vanegas Estrada, en noviembre de 1979, justo en la conmemoración del santo patrono.

El día que nuestro santo patrón llega “de visita” a su casa, ellos siempre ofrecen cena a todos los vecinos que acompañan la procesión. Algunas personas aún comentan que se sigue ofreciendo rosarios:

En mayo para la Virgen Guadalupana

junio para el Sagrado Corazón de Jesús

 y julio a la Virgen del Carmen.

Cada asociación se encarga de organizar dando dulces como bombones, mazapanes, paletas etc. La verdad ya no es como antes. Hoy va poca gente, la mayoría de edad avanzada.

 

SAN JUAN TLILHUACA, DIA DE LAS MADRES, MISA EN EL PANTEON

Por Martín Borboa  (Grupo Formiga)

Martes 10 de mayo, 12 horas. La entrada al panteón luce activa, incluso colorida. Venden chicharrones preparados, nieves y congeladas para este calor primaveral que más parece veraniego. Antojos mexicanos salados  para quien no desayunó pero le cae bien almorzar.

Yo traigo mi suero sabor lima-limón desde la miscelánea por donde me estacioné. Desde la entrada que estaba muy limpia noté algo que luego encontré la palabra: frescura.

La calle y sus grises banquetas, como en cualquier colonia, son planas y prácticas, pero nada más. En cuanto entré este 10 de mayo al panteón lo primero que me llegó fue frescura. Quizá por toda el agua utilizada para regar las flores que hoy adornan el panteón, quizá por todo el dulce aroma de esas mismas flores. También pudo ser que la tierra de ciertas partes del lugar todavía retienen humedad por recientes lluvias. Y no descarto que también registrara esa frescura por alguna loción o perfume de alguien de los asistentes.

Mi camino de la entrada hasta la capilla en donde se oficiaba la misa, fue similar a quien pasa por algún pasillo de flores de un sitio donde las venden. Alegres y vibrantes colores. Varios ramos por ahí, grandes flores que lucen mejor solas por allá, y hasta arreglos enteros en ciertos puntos.

Y entrado en saludos y captando imágenes de matices, hasta me enteré que han plantado nuevos árboles frutales al interior del panteón.

Con los ojos abiertos destacaban los colores. Con los ojos cerrados notaba más los aromas. Ambas muy agradables experiencias.

Llegué cuando ya había comenzado la misa, pues el tráfico para pasar por la entrada del Panteón de San Isidro, antes de llegar a San Juan me atoró varios minutos.

La exposición religiosa del cura, las respuestas clara de los fieles, los armónicos cantos del Coro “Amigos de Jesús”, el incienso que quemaba el ayudante, el aroma de las flores de las tumbas más cercanas, todo ello enmarcando el motivo de la misa: las madres que se nos han adelantado en el camino a la eternidad, y también las que afortunadamente están entre nosotros, e incluso, recalcó el cura, las que están apenas por ser madres, viviendo los bienestares o malestares del embarazo.

Muy bonito su discurso particular para este día. Muy simpático cuando venía bien serlo, y serio cuando el trayecto de sus palabras más lo recomendaban. Es decir, hubo espacio para reír o sonreír, así como para mirar al cielo y tratar de que la lágrima no desbordara el límite del parpado.


Yo seguía atento a la multitud de colores y aromas que percibía, y más porque he estado en ese panteón en Día de Muertos, y no lo notaba así. En noviembre hay muchos globos, arañas y figuras colgantes en varias tumbas. Interesante que se reúnan en esa capilla la fruta que colectan los animeros y el conjunto vegetal que logran acumular, para después ser repartido.

Pero hoy me pareció aun más interesante, pues el ánimo del público asistente es diferente, más alegre, más familiar. De no ser por las tumbas diría que era como ambiente de un salón de fiestas, con cumpleaños por celebrarse.

Y es que aunque es natural que implique tristeza por las madres fallecidas, me parece que destaca que varios de los asistentes, vienen o irán después de la misa, a algún festejo familiar. La vestimenta muy cuidada y lucidora, caballeros de camisa de manga larga, dama de vestido y tacones, jóvenes muy bien peinados, nenas con su cabello muy bien arreglado por sus mayores, moños, hasta corbatas vi.

Claro que vi rostros tristes, lágrimas prontas al pañuelo, pero me parece que más vi caritas de hijas e hijos, satisfechos por haber entregado amor a sus madres cuando aun las tenía en vida, o sabiéndose afortunados de aun tenerlas a su lado. Y también vi dos madres embarazadas acompañadas cariñosamente. Y hasta había una carriola junto al coro. El conjunto de tumbas lucía principalmente con flores, y si había globos, eran mayoritariamente corazones. La gente escuchó la misa principalmente desde las sillas que se dispusieron para ello, pero varios lo hicieron también desde la sombra de alguno de los varios árboles, o con sombrillas junto a la tumba de su familiar.

En Día de Muertos, la gran diversidad de figuras en globo o en tendederos da un aspecto, que repite mucho el negro. Hoy, una ola de flores y rojos corazones  dominaba en paisaje interior del panteón. A eso me refiero que me gustó más el espíritu del decorado, y como ya dije, el aroma era mucho más floral que el pasado noviembre que estuve ahí. Y si le sumo tanta gente con un probable banquete y baile esperándole en algún siguiente punto de su largo 10 de mayo, pues se sentía ánimo, positividad, buena vibra y satisfacción.

Sé que hubo lágrimas y tristezas que no necesariamente distinguí y que sus portadores no tenían quizá intención de dejar notar. Muy válida la reserva de las emociones. Yo mismo me aparte un instante y me senté en las escaleras que suben a los nichos superiores para dejar salir algunas lágrimas por mi madre, y mirarla en el cielo y decirle que un día volveré a abrazarla, no llevo prisa, pero me gustará hacerlo.

Luego de la misa, un rezo por parte de la Madre María del Dulce Nombre, y después los mariachis.

Desde que terminaba la misa, se escuchaba el activo cuchillo que preparaba bien picadas las carnitas, y tratar de que alcanzaran hasta el final.

A su lado, una mesa con refrescos, luego la mesa de las tortillas, y antes la mesa con platos con guarnición y espacio para los tacos. Todo muy bien organizado debo decir.

La gente muy ordenada en una larga fila bajo el techo de los nichos de la planta baja. Iban pasando de diez en diez personas, para darles su plato servido de carnitas y ensalada de nopales, entregarles tortillas y al final escogieran su refresco: rojo, piña, cola, limón o manzana.

 

Los mariachis tocaban, la gente comía, casi nadie se retiró sino hasta después de haber comido.

La música mexicana se instaló primero entre las tumbas, pero luego ocupó el sitio bajo el techo de la capilla, y con micrófono en mano, la vocalista animaba la joven tarde.

Con decir que hasta hubo cantos con las manos alzadas haciendo ola de izquierda a derecha para corear las melodías…

Un evento muy bonito. Y como no lo sería, si en familia se pudo rezar, sonreír, llorar, extrañar, bromear, recordar, cantar, taquear y disfrutar de ese jardín floral que hoy fue ese panteón.

He venido varias veces a este panteón desde hace más de 25 años. Casi todas en Días de Muertos, de día o de noche. He visto aquí obras de teatro, animeros, ofrendas y danzas indígenas. Siempre me ha resultado interesante e ilustrativo, vibrante.

Pero luego de esta mi primera vez en Día de las Madres, en serio, fue mi visita predilecta.

Creo que a todos nos cobijó un tierno abrazo maternal muy lindo. Hoy nos cantó, nos dio de comer, y nos perfumó con ese olor que se impregna para siempre en nuestras narices, desde que asomamos el rostro al mundo.

 

¡ Felicidades a las Madres, y a quienes saben consentirlas y honrarlas !