AMADO NERVO VIVIO EN
AZCAPOTZALCO
Por Don Nayarito Cantalicia (Grupo Formiga)
El titulo de este artículo es un dato que a mí me gustó mucho, pues como lo saben mis amigos, y lo deducen mis conocidos, yo nací en Nayarit, y el gran mexicano del título de este artículo, también.Mi niñez fue oliendo el café de grano que se cocía en la
estufa de la casa, y saber desde niño que mi estado natal es un gran productor
cafetero, aunque luego ya acá en la ciudad de México, no sea entendido así. Acá
son Veracruz, Chiapas y Oaxaca los considerados principales productores, luego
Puebla y Michoacán. Pero para un niño que empieza a descubrir el mundo, los
colores, los sabores, los olores, los amores, definitivamente, el principal
productor de lo que hay en su casa, es el área de su casa. Y para mí, en
cuestión cafetalera, el mundo inició en Nayarit, y me ha acompañado por donde
voy.
Pero esa es otra historia. La que esta vez deseo compartir, es gracias, gracias, gracias, a la maravillosa investigación de la Maestra Amalia Elorduy Elorduy (se apellida así porque su Madre y Padre eran primos hermanos), la cual afirma en su libro que el periodista, poeta, ensayista, novelista, guionista de teatro, vivió en Azcapotzalco.
(Foto: la calle de Amado Nervo en Azcapotzalco, está a un lado del
metro Camarones, en el pueblo originario de San Francisco Tetecala. La calle mide
solo una cuadra).
(Fotos: En la calle de Rafael Añorve, en San Pedro Xalpa, Azcapotzalco,
está la Escuela Secundaria No. 174 que se llama “Amado Nervo”).
El delicioso libro que se lee en una sola sentada por lo
ameno e interesante, es “El Imparcial en
Azcapotzalco”, a 115 años de su creación (1907 – 2022)”, y va tratando el
tema de la fundación de una colonia fraccionada para casas habitación, y que el
dueño era un director y dueño de un periódico de nombre “El Imparcial”, y dado
que Amado Nervo (nacido en 1870 – y
fallecido en 1919, el mismo año que Emiliano Zapata) trabajaba para ese diario,
en algun momento recibió la invitación o instrucción de mudarse a este sitio, nuestro querido Azcapotzalco.
Así es en pocas palabras el asunto.
Pero para retomar las muy informativas palabras de la
Maestra Amalia Elorduy, es como sigue:
“El periódico –El
Imparcial- fue fundado por don Rafael Reyes Spindola, junto con Delfín Sánchez
Ramos” (pág. 19)
“Desde el 12 de
septiembre de 1896 en que apareció publicado su primer número, contó con el
apoyo de don Porfirio Díaz… su primer director fue don Rafael Reyes Spindola… a
la caída del gobierno porfirista en 1911, -El Imparcial- continuó publicándose…
Don Carlos Dufóo fue su segundo director se guido de otros más, hasta que en
1914, asumió su dirección el poeta Salvador Díaz Mirón, partidario del gobierno
huertista. Por lo que al triunfo de Venustiano Carranza y el derrocamiento de
Huerta en 1914, -El Imparcial- fue incautado y se cerraron sus puertas para
siempre”. (pág. 20)
Sobre el fraccionamiento de la colonia El Imparcial, dice
que:
“El primer fundador
del fraccionamiento –El Imparcial- de Azcapotzalco fue don Rafael Reyes
Spindola, director del periódico del mismo nombre. El segundo fundador fue don
Ángel Zimbrón Barrera, vecino y prefecto de dicha localidad”. (pág. 21)
“El 6 de junio de
1905, don Rafael Reyes Spindola celebró un convenio con la Dirección General de
Obras Públicas para la creación de un fraccionamiento en Azcapotzalco que
tomaría el nombre de –El Imparcial-“. (pág. 22)
“El insigne poeta
mexicano Amado Nervo, quien por ese entonces fue colaborador de los periódicos
de don Rafael Reyes Spindola, vivió también por algún tiempo en un chalet (ya
desaparecido) de El Imparcial, en la esquina de la calzada Azcapotzalco y la
calle de Estío (hoy Avenida Clavería)” (pág 31)
Y luego de regalarnos este fabuloso dato sobre la
permanencia como vecino del gran Amado Nervo en tierras de Azcapotzalco, la
Maestra Amalia Elorduy Elorduy, decidió terminar su libro con el poema del gran
nayarita Nervo, “En Paz”.
Y por su belleza lírica, creo que bien vale la pena
repetirlo aquí:
“Muy cerca de mi
ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste
ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos,
ni pena inmerecida,
porque veo al final de
mi largo camino
que yo fui el
arquitecto de mi propio destino.
Que si extraje las
mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas
puse hiel o mieles sabrosas,
cuando planté rosales,
coseché siempre rosas.
Cierto, a mi lozanía
va a seguir el invierno,
más tú no me dijiste
que mayo fuese eterno.
Hallé sin duda largas
las noches de mis penas,
más no me prometiste
tan solo noches buenas,
y en cambio tuve
algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol
acarició mi faz,
¡Vida, nada me
debes! ¡Vida, estamos en paz!”
Qué gran vecino tuvo Azcapotzalco en este ilustre nayarita
universal. Muchas gracias Maestra Amalia Elorduy por su investigación y
compartirla con nosotros, sus lectores, ya que gracias a ella nos podemos
enterar de tan maravilloso dato.
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