viernes, 23 de diciembre de 2022

 

AMADO NERVO VIVIO EN AZCAPOTZALCO

Por Don Nayarito Cantalicia  (Grupo Formiga)

El titulo de este artículo es un dato que a mí me gustó mucho, pues como lo saben mis amigos, y lo deducen mis conocidos, yo nací en Nayarit, y el gran mexicano del título de este artículo, también.

Mi niñez fue oliendo el café de grano que se cocía en la estufa de la casa, y saber desde niño que mi estado natal es un gran productor cafetero, aunque luego ya acá en la ciudad de México, no sea entendido así. Acá son Veracruz, Chiapas y Oaxaca los considerados principales productores, luego Puebla y Michoacán. Pero para un niño que empieza a descubrir el mundo, los colores, los sabores, los olores, los amores, definitivamente, el principal productor de lo que hay en su casa, es el área de su casa. Y para mí, en cuestión cafetalera, el mundo inició en Nayarit, y me ha acompañado por donde voy.

Pero esa es otra historia. La que esta vez deseo compartir, es gracias, gracias, gracias, a la maravillosa investigación de la Maestra Amalia Elorduy Elorduy (se apellida así porque su Madre y Padre eran primos hermanos), la cual afirma en su libro que el periodista, poeta, ensayista, novelista, guionista de teatro, vivió en Azcapotzalco.

(Foto: la calle de Amado Nervo en Azcapotzalco, está a un lado del metro Camarones, en el pueblo originario de San Francisco Tetecala. La calle mide solo una cuadra).

 

(Fotos: En la calle de Rafael Añorve, en San Pedro Xalpa, Azcapotzalco, está la Escuela Secundaria No. 174 que se llama “Amado Nervo”).

 

El delicioso libro que se lee en una sola sentada por lo ameno e interesante, es “El Imparcial en Azcapotzalco”, a 115 años de su creación (1907 – 2022)”, y va tratando el tema de la fundación de una colonia fraccionada para casas habitación, y que el dueño era un director y dueño de un periódico de nombre “El Imparcial”, y dado que Amado Nervo (nacido en 1870 – y fallecido en 1919, el mismo año que Emiliano Zapata) trabajaba para ese diario, en algun momento recibió la invitación o instrucción de mudarse a este sitio, nuestro querido Azcapotzalco.

Así es en pocas palabras el asunto.

Pero para retomar las muy informativas palabras de la Maestra Amalia Elorduy, es como sigue:

“El periódico –El Imparcial- fue fundado por don Rafael Reyes Spindola, junto con Delfín Sánchez Ramos” (pág. 19)

“Desde el 12 de septiembre de 1896 en que apareció publicado su primer número, contó con el apoyo de don Porfirio Díaz… su primer director fue don Rafael Reyes Spindola… a la caída del gobierno porfirista en 1911, -El Imparcial- continuó publicándose… Don Carlos Dufóo fue su segundo director se guido de otros más, hasta que en 1914, asumió su dirección el poeta Salvador Díaz Mirón, partidario del gobierno huertista. Por lo que al triunfo de Venustiano Carranza y el derrocamiento de Huerta en 1914, -El Imparcial- fue incautado y se cerraron sus puertas para siempre”. (pág. 20)

Sobre el fraccionamiento de la colonia El Imparcial, dice que:

“El primer fundador del fraccionamiento –El Imparcial- de Azcapotzalco fue don Rafael Reyes Spindola, director del periódico del mismo nombre. El segundo fundador fue don Ángel Zimbrón Barrera, vecino y prefecto de dicha localidad”. (pág. 21)

“El 6 de junio de 1905, don Rafael Reyes Spindola celebró un convenio con la Dirección General de Obras Públicas para la creación de un fraccionamiento en Azcapotzalco que tomaría el nombre de –El Imparcial-“. (pág. 22)

“El insigne poeta mexicano Amado Nervo, quien por ese entonces fue colaborador de los periódicos de don Rafael Reyes Spindola, vivió también por algún tiempo en un chalet (ya desaparecido) de El Imparcial, en la esquina de la calzada Azcapotzalco y la calle de Estío (hoy Avenida Clavería)” (pág 31)

Y luego de regalarnos este fabuloso dato sobre la permanencia como vecino del gran Amado Nervo en tierras de Azcapotzalco, la Maestra Amalia Elorduy Elorduy, decidió terminar su libro con el poema del gran nayarita Nervo, “En Paz”.

Y por su belleza lírica, creo que bien vale la pena repetirlo aquí:

“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste ni esperanza fallida,

ni trabajos injustos, ni pena inmerecida,

porque veo al final de mi largo camino

que yo fui el arquitecto de mi propio destino.

 

Que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,

fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas,

cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

 

Cierto, a mi lozanía va a seguir el invierno,

más tú no me dijiste que mayo fuese eterno.

 

Hallé sin duda largas las noches de mis penas,

más no me prometiste tan solo noches buenas,

y en cambio tuve algunas santamente serenas…

 

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz,

¡Vida, nada me debes!  ¡Vida, estamos en paz!

 

Qué gran vecino tuvo Azcapotzalco en este ilustre nayarita universal. Muchas gracias Maestra Amalia Elorduy por su investigación y compartirla con nosotros, sus lectores, ya que gracias a ella nos podemos enterar de tan maravilloso dato.


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