La Hormiga en En Linea

 

LOS REYES ESTÁN DE FIESTA

Por Miguel García

Estudiante de periodismo, 1er. semestre

 

Hacia el norte de Avenida Azcapotzalco se levanta una capilla austera de estilo plateresco dedicada a Los Santos Reyes, que marca el inicio del barrio con el mismo nombre. Una capilla de fachada blanca  rodeada de muros rojos con una cruz de cantera en lo alto, construida en el siglo XVII con los mismos materiales que la Catedral de Azcapotzalco. 

Las tradicionales luces navideñas alumbran las calles y casas del Barrio de Los Reyes, la época decembrina no es solo una fecha más, sino el periodo que marca la llegada de la fiesta patronal, el 5 y 6 de enero. En las últimas décadas del siglo pasado el jolgorio era a lo grande: 

El más entusiasmado era don Panchito, el mayordomo de la capilla, que, junto con algunos voluntarios, preparaban todo para el gran festejo; el vecino va a traer a su trío para amenizar, la señora de la vecindad va vender antojitos y el señor de la tienda ya apartó el templete. Todo listo. 

4 de enero y llegó la pirotecnia, una verdadera y digna pirotecnia, un castillo bastante respetable, porque entre más ruido, humo y luces haya, más grande es la fiesta. Por allá unas vecinas ya se están probando vestidos y peinados porque el concurso de belleza este año viene más difícil, aunque el señor Vásquez y otros licenciados no dejaron a sus hijas concursar porque les parece una tradición “muy poco moral”. 

Para que participen los hombres están instalando el ring de box, los señores con ponche en mano hacen sus apuestas desde las posadas, el favorito para este año es el mecánico, que según se sabe, ha estado entrenando bastante duro. 

La fiesta cierra el 6 de enero con broche de oro, una carrera de caballos por toda la calle Capilla de Los Reyes, gana el que consiga más listones de los que están colgados de casa a casa por toda la calle. 

Una rebanada de rosca, gente por todos lados, mucha música, muchas luces, mucho color, una verdadera fiesta tradicional, las calles, la capilla, las casas; todo adornado, todos festejando. ¿Problemas? No, es año nuevo, todavía huele a pavo, siguen instalados los arbolitos en casa, ahora es tiempo de festejar. Acábate tu ponche, que ya van a decir quién ganó el concurso de belleza.