El Compadre Mendoza, obra maestra de
Fernando de Fuentes y su realización fílmica en
Azcapotzalco.
Por: José Carbajal Cortés. Cronista de la
Alcaldía Azcapotzalco.
A manera de introducción a esta crónica
cinematográfica que abordaremos hemos de comentar que, en el primer número de
esta revista electrónica de La Hormiga en Línea de febrero de 2019, anotamos una
crónica de cine sobre la película de “El automóvil gris” dirigida por Enrique
Rosas filmada en el año de 1919 ubicada en la etapa del cine mudo o silente
como la primera filmada en Azcapotzalco con algunas escenas. Ahora abordaremos de
manera cronológica otra película filmada casi en su totalidad en Azcapotzalco
en 1933. Sea esta siguiente interesante crónica cinematográfica una exposición
por la tierra del hormiguero en el tercer aniversario de esta revista
electrónica.
La década de los años
30´ en nuestro país, representa el comienzo del desarrollo de la industria
cinematográfica de nuestro cine mexicano, el cual dará a conocer nuestro cine
al mundo hispanoparlante y mundial.
La etapa sonora del cine mexicano deja atrás
al cine mudo o silente con el comienzo de la primera película hablada: la realización
de la película Santa, basada en la novela de Federico Gamboa. La etapa muda o
silente en nuestro cine mexicano culminó así el 30 de marzo de 1932, año en que
la película Santa fue estrenada ya que se filmó con sonido directo con los
diálogos hablados de los personajes. La crónica cinematográfica le atribuyo el
ser la primera película sonora o hablada con su estreno en las salas cinematográficas
del país siendo el auténtico comienzo del cine sonoro en México. (García Riera,
1998).
Los comienzos de la etapa
preindustrial de nuestro cine comenzarán de esta manera a partir de 1932 continuando
en siguientes años con largometrajes de ficción filmados: 21 en 1933, 24 en 1934
y 23 en 1935 todas producidas en la capital (García, 1998). En esta la década a
mediados de los años treinta que se da un breve lapso del llamado período del cine clásico mexicano o preindustrial, que será la antesala de la
época de oro del cine mexicano ya que en ésta como sabemos se desarrollará
posteriormente su industria formalmente y le dará identidad de nuestro cine.
En esta etapa de los comienzos del cine sonoro,
Fernando de Fuentes será el director más importante y representativo de la
década de los treinta del cine de nuestro país, valorándose sus películas con
el paso del tiempo. Anotaremos una de sus diversas películas dirigida por él y posteriormente
muy celebrada: El Compadre Mendoza. Esta gran obra fílmica está basada
en un cuento u obra que originalmente estaba pensada para llevarse al teatro de
la autoría de Mauricio Magdaleno, por lo que es un producto de la literatura
llevada al cine. El argumento original es por tanto de Mauricio Magdaleno, ya
que Bustillo y de Fuentes convencen a Magdaleno para llevar su obra a la
pantalla grande y serán quienes harán la adaptación cinematográfica, siendo que
el Compadre Mendoza, será una de las primeras películas sonoras de nuestro cine
mexicano.
Haciendo un
paréntesis es interesante mencionar el contexto en que se desarrolla ya que nos
ubicamos en el territorio de Azcapotzalco, éste dejara de ser Municipalidad por
el cambio territorial del 28 de agosto de 1928 en que se promulga la Ley
orgánica del distrito y territorios federales, suprimiéndose así la
anterior división de Municipalidad pasando a ser Azcapotzalco una de las trece
Delegaciones foráneas (López de La Rosa, 2005). Siendo por tanto una Delegación
ya no Municipalidad, a partir de esa fecha que seguirá teniendo tintes
campiranos y agrícolas debido a sus extensas áreas verdes para el cultivo, así
como de algunas haciendas en pie como la de El Rosario que será el sitio idóneo
para filmar una película de la Revolución en el año de 1933 que comentaremos y
expondremos.
El director Fernando de Fuentes realizará tres
películas cuyo tema central es la Revolución Mexicana, dichas cintas se conocerán
con el tiempo como “La trilogía de Fernando de Fuentes” éstas son: El
prisionero trece, ¡Vámonos con Pancho Villa! y El Compadre Mendoza, realizadas en
los años de 1933 a 1935. La cinta de ¡Vámonos con Pancho Villa!
como la de El Compadre Mendoza, figuran entre las 100
mejores películas del cine mexicano situadas en la lista como la
primera y la tercera respectivamente de nuestro cine según la revista Somos en
su edición especial y conmemorativa número cien, cuyo listado quedo a cargo de
25 especialistas y críticos de cine mexicano.
Por lo que la cinta “El Compadre Mendoza”
ocupa el honroso tercer lugar de nuestro cine de todos los tiempos. Esta cinta
es la que abordaremos por la interesante cuestión que se filmó en nuestra
tierra del hormiguero: Azcapotzalco. Lugar territorial donde se desarrollará la
trama de la obra homónima de Mauricio Magdaleno como escenario fílmico
recreándose una hacienda en el mismo espacio de una hacienda representativa desde
el siglo XVI.
El sitio o locación de filmación (que en el
argot cinematográfico se le llama así a filmar en los “exteriores” como
escenarios naturales, caminos, etc., para diferenciarlas de la filmación en los
estudios o en instalaciones interiores acondicionados) de El Compadre Mendoza se
desarrolla por tanto en un escenario real de una Hacienda aún en pie en los
límites de la periferia de la ciudad: la Hacienda El Rosario. Esta
Hacienda del siglo XVI primeramente fue conocida como Hacienda de San Nicolás y
después como de Careaga, tuvo varios propietarios siendo el más conocido
Sebastián de Aparicio quien fue uno de los primeros dueños de ésta, quien procedía
de Galicia en España y arribo a la Nueva España en 1533, a quien se le atribuye
abrir y construir caminos (como el camino real a Zacatecas entre otros) así
como de construir carretas para el transporte de la plata y que al término de
estas labores después de años adquiere esta hacienda con el fin de trabajar la
agricultura, en donde nos cuenta la crónica surgió la charrería y la tradición
de haberse colocado la primera ofrenda de altar de muertos por parte de
Aparicio y que la habitará y trabajará hasta el año de 1572 fecha en que vende
y reparte sus bienes e ingresa a la orden menor pidiendo el hábito de
Franciscano en el convento de Santa Clara 1573 y que en 1576 se establecerá en
el convento de la Ciudad de Puebla, llamándose Fray Sebastián de Aparicio. A lo
largo de su vida se le atribuyeron hechos y milagros por lo que en mayo del año
de Señor de 1789 el Papa Pio VII lo beatifica. (Consejo de la Crónica de
Atzcapotzalco, 2000).
Es en esta Hacienda histórica
situada al norte de la Ciudad y noroeste de Azcapotzalco el lugar en donde se recreará
la Hacienda Santa Rosa propiedad del personaje de la obra de Magdaleno:
el hacendado Rosalío Mendoza uno de los personajes principales de la
trama.
La Hacienda El Rosario en aquel año de 1933 le
pertenecía a un matrimonio de ancianos norteamericanos, siendo que funcionaba
entonces como una hacienda lechera. En el interesante libro de Juan Bustillo
Oro (futuro director, ya que era colaborador entonces) titulado “Vida
cinematográfica” nos da los pormenores que pasaron para encontrar el sitio o
locación para poder filmar la película. Así nos empieza a narrar:
“Dar con la Hacienda de la Parota
(Santa Rosa) es decir la que figuraría como tal, nos costó un improbo trabajo.
Por muchos días, mañana a mañana, Fernando venía a mi casa de la calle de
Danubio desde la Colonia Guadalupe Inn y me recogía en su coche, para recorrer
nuestros alrededores. Se necesitaba un sitio no lejano de la capital, por
razones de comodidad y de economía. Y no lo encontrábamos. Es decir, sin
encontrarla a pie.” (Bustillo Oro, 1984, p. 102)
Y prosigue narrándonos
Bustillo que recorrían diversos lugares buscando ese sitio idóneo:
“Nos contrariaba no dar con la ‘’locación’’,
más el ventarrón de la catástrofe mexicana era más poderoso. Si eso era el
arribo de la capital. ¿Qué habría sucedido en el desamparo de todo el territorio
donde se combatió tantos años y con tanta saña? Al principio nos prometimos un
paseo delicioso en aquella búsqueda. Y cada mediodía regresábamos con el
corazón en un puño, sin encontrar La Parota (Santa Rosa) de Rosalío Mendoza. Lo
curioso es que la teníamos como quien dice, ante las narices. Alguien de cuyo
nombre no puedo acordarme, nos habló de un predio que se salvó por milagro y
que en lo poco que padeció ya había sido reconstruido amorosamente: la
hacienda lechera El Rosario allá por Azcapotzalco. Para El Rosario volamos
con el terror de que nuestro informante pecase de optimismo fantástico.
Desde que contemplamos el
monumental portón que se abría a un hermoso camino de árboles y que se antojaba
construido por un buen escenógrafo para ciertas escenas de El Compadre Mendoza,
nos llenamos de alegría. Después la noble ‘casa grande’, con su patio colonial,
sus anchos corredores y con su ameno jardín, nos revelo por completo el milagro”
(Bustillo Oro, 1984 p. 102- 103).
La filmación duro semanas o séase algunos meses nos diría Bustillo en su libro conviviendo con los habitantes del lugar, muchos de ellos de los alrededores, gente de campo de aquel Azcapotzalco y de manera directa con los propietarios de la hacienda lechera. Participaran protagonizando los actores en el film: Alfredo del Diestro, Carmen Guerrero, Antonio R, Fraustro, Emma Roldán, Joaquín Busquets, Miguel M. Delgado, entre otros.
El equipo fílmico principal de ‘El Compadre
Mendoza’. Fernando de Fuentes el director con suéter, segundo a la izquierda. Imagen
tomada de: Albores del cine mexicano de Federico Dávalos Orozco.
Ubicada en el género
de melodrama costumbrista la cinta está ambientada en la contienda
revolucionaria, teniendo tintes de influencia del expresionismo de cine alemán,
así como de una excelente ambientación y dirección. Por lo que agrego una breve
reseña:
“En plena revolución mexicana, el
terrateniente Rosalío Mendoza sobrevive haciendo y pidiendo favores en ambos bandos
de la contienda (las fuerzas gubernamentales y el ejército de Zapata). En su
hacienda todo mundo es bienvenido y Mendoza es muy estimado, especialmente por
el general Felipe Nieto. El tiempo pasa y la situación comienza a hacerse
insostenible. Mendoza tendrá que tomar partido, aunque ello signifique la
traición a sus amigos” (Filmaffinity, 2021).
El film nos sitúa
entre los años de 1913 a 1919 durante la revolución. Hace una crítica a la
clase social predominante empresarial de la época y cuyo oportunismo del
personaje Rosalío Mendoza le permite tener una posición económica privilegiada,
aunque asomara la traición por la ambición del hacendado a su compadre
zapatista en un irónico melodrama.
Al inicio de la cinta
observamos el camino que va recorriendo la tropa, estas primeras imágenes nos
captan el terruño de Azcapotzalco de entonces ya que la cámara nos muestra el
camino de terracería que hacia la hacienda a la que anhelan llegar los
zapatistas en la que se muestran campos y sembradíos. Este camino que se
muestra en la película es la actual calle Hacienda Sotelo y la
entrada a la recreada Hacienda de Santa Rosa (Hacienda El Rosario) se
encontraba franqueada con un portón que ya no existe y que llevaba a la ‘Casa grande’.
El frente del portón que observamos en las escenas, es ahora Avenida
Aquiles Serdán, primeramente, Antiguo camino a Tlanepantla
y anterior Avenida Parque Vía.
Podemos mencionar que
en la Hacienda ocurre la mayor parte de la trama y que podemos observar en las
escenas a lo largo de la cinta: su patio colonial, corredores, alrededores de
la hacienda, al interior se observa su troje, su jardín al frente y sobre todo
de su amplia terraza amplia plana y abierta al que unas escaleras dan acceso
rodeada por una balastra en donde se desarrollan una gran cantidad de escenas y
a lo ancho de toda la hacienda. De manera interesante en su corredor principal
de la terraza de la ‘Casa grande’ en su pasillo principal franqueado por sus columnas,
se pueden ver de manera fugaz en las tomas algunas figuras talladas en piedra prehispánicas
algo maltratadas (en este caso cuando el pequeño niño Felipe el hijo del
hacendado -que interpreta el niño José del Rio- recibe un muñeco de palma y se
sienta desilusionado en las escaleras) que, aunque podríamos pensar que son del
lugar o séase de vestigios tepanecas al parecer no es así ya que según Oralia
Ramírez mencionando al doctor Pascual Soto investigador del INAH, estas figuras
prehispánicas pudieron haber sido del gusto del director o bien del camarógrafo
como ambientación o como identificación de raíces pasadas del México antiguo. Encontramos
que nos anota al respecto de esta figura prehispánica en la toma nos menciona
Soto:
“Corresponde a la cultura huasteca
del periodo posclásico ya que la posición de los brazos y de las manos es
correcta, el pequeño orificio circular que presenta a la altura del vientre
también es característico, pues los huastecos en sus rituales religiosos abrían
por el diafragma introduciendo la mano para extraer el corazón humano” (Ramírez,
O. 2012).
A decir de Ramírez la
figura o figuras prehispánicas estarían representando el imaginario de manera
colectiva del grupo zapatista dentro del escenario fílmico, que remite al
pasado indígena de la población zapatista. Por lo que estas figuras
prehispánicas son una representación de la cultura mesoamericana huasteca que
identifica a los zapatistas.
La película se estrenó
el 5 de abril de 1934 en el cine Palacio (Cine Capital, 2014) y en diversas
salas cinematográficas del país y aunque en su momento no fue muy bien recibida
por la crítica debido a su final, aun así, marcara un parteaguas. Aunque se
mantuvo en el cine, fue condenada después al olvido, hasta que en 1966 la
‘‘redescubrió’’ -nos cuenta el crítico cinematográfico Emilio García Riera- el
historiador y crítico de cine mundial el francés George Sadoul cuando visito
México y la considero uno de los más grandes logros, una excelente y clásica
obra fundamental del cine mexicano y que desde entonces no ha dejado de ser
vista, analizada y estudiada (Turrent Pérez, 1999).
Mencionaremos el
interesante dato de cuando la Cineteca Nacional se ubicaba originalmente a un costado
de uno de los foros de los Estudios Churubusco, al inaugurar sus
instalaciones y abrir sus puertas al público cinéfilo el 17 de enero de 1974 se
proyectó esta película de “El Compadre Mendoza” (Cineteca Nacional México,
2022) revalorándola. Así también en las instalaciones originales de la Cineteca
existían dos salas (Salón Rojo y Sala Fernando de Fuentes) y en las ahora nuevas
de Xoco, de 10 salas (la Sala 3: Fernando de Fuentes) se ha destinado como
vemos una sala desde su inicio hasta actualmente con el nombre del director Fernando
de Fuentes en un merecido reconocimiento.
Es interesante el
mencionar que de no haberse realizado esta película en Azcapotzalco por las
señas del lugar que alguien les refirió de la hacienda lechera del Rosario,
posiblemente no se hubiera rodado la película de Allá en el Rancho Grande
por el director De Fuentes y la locación pudo haber sido en otro sitio que no
en Azcapotzalco, ya que De Fuentes conocería de esta manera la hacienda del
Rosario al filmar primeramente en este icónico lugar El Compadre Mendoza,
para después utilizar este escenario para la famosa cinta “Allá en el Rancho
Grande” como espacio fílmico para recrear un rancho con tintes vernáculos e
idílicos. Para nuestro orgullo y de nuestro cine mexicano no fue así y
contemplaría Fernando de Fuentes de nueva cuenta esta Hacienda El Rosario
para filmar años adelante la película de Allá en el Rancho Grande que
abordaremos en otro momento.
Vayamos a más
interesantes datos dignos de mencionar al respecto. Así en la serie de
excelentes programas “Los que hicieron nuestro cine” de Conaculta se
aborda en uno de sus 63 programas, uno dedicado a la Trilogía de la
Revolución realizada en 1989 por Alejandro Pelayo Rangel (actual director
de la Cineteca Nacional) donde se hace una reseña y comentarios de las tres de
sus obras fílmicas entre éstas el Compadre Mendoza.
También es de
mencionar que ha producido esta película varios estudios y publicaciones como
la interesante tesis de Oralia Ramírez a propósito de ello titulada Historia
y Cine: análisis de siete fotogramas de la película El Compadre Mendoza,
además de mencionar la edición del libro de Mauricio Magdaleno El Compadre
Mendoza en 1979 con fotografías alusivas al film, entre otras interesantes publicaciones
como son diversos artículos y estudios que por falta de espacio no
terminaríamos de anotar. Aparecerá una versión en disco digital DVD rebasando a
lo que anteriormente existía en VHS, con una excelente restauración en 2015 realizada
por la filmoteca de la UNAM para el disfrute de los cinéfilos y videoclubes que
la difundirán por todo el país.
Es regocijante y con orgullo de mencionar que en el 2° Festival Cultural ¡El Rosario Vive! celebrado en Azcapotzalco, entre las actividades organizadas por la entonces Delegación Azcapotzalco, Comunidad el Rosario Azcapotzalco, autoridades del Town Center y del Municipio de Tlalnepantla, el día 23 de junio de 2017 se programó en una pantalla grande como de antaño en aquellas en donde se proyectaban las películas de 35mm, pero ahora en digital: la pantalla gigante del Town Center El Rosario (que se encuentra instalada en el patio colonial restaurado) donde se proyectó la película El Compadre Mendoza en el mismo sitio donde se filmó, presentada en los comentarios por su servidor, cronista y cinedifusor de Azcapotzalco José Carbajal teniendo en el público una respuesta atractiva y favorable.
Escena de El Compadre Mendoza proyectada en 2017 en la pantalla gigante del Town Center El Rosario.
Actualmente de este sitio que hemos
mencionado, sólo queda el casco de la Ex-Hacienda (en donde se hallan ahora
restaurantes) y su troje (construcción que estaba destinada como depósito de
productos agrícolas, convertida ahora en una tienda de telas) restaurados, así
como algún otro espacio ya muy reducido. Este sitio comercial tuvo su apertura en
junio de 2012 con la denominación de Centro comercial Town Center El Rosario,
nombre con el que se le conoce actualmente. Aun así, para nosotros los
azcapotzalcas lo que queda del casco de la Ex Hacienda del Rosario es un patrimonio
cultural tangible de nuestro Azcapotzalco.
Hasta nuestros días continua la difusión de la
trilogía de Fernando de Fuentes y por tanto de su obra maestra El
Compadre Mendoza que se ha proyectado en televisión abierta (Canal 14)
en diversos años: 2018, 2019 y en 2020 como programación especial del Maratón
Fernando de Fuentes.
Para concluir, la
filmoteca de la UNAM en el sitio web (Cultura en directo) en 2019 ha puesto en
línea la película completa El Comadre Mendoza de óptima calidad como un
aporte hacia el mundo de nuestro cine. Para quienes quieran disfrutar este
excelente film clásico, una excelente obra maestra del cine mexicano como ha
sido dicho por el historiador de cine mundial Georges Sadoul y orgullosamente
filmada en nuestro Azcapotzalco del siglo XX digna de ser vista para el
disfrute de los cinéfilos, anotamos el enlace.
Liga a la obra fílmica de El Compadre Mendoza de la Filmoteca
de la UNAM:
https://culturaendirecto.unam.mx/video/el-compadre-mendoza/
Así esta película ha
recorrido lo largo ya ancho del país en diversos espacios como presentaciones,
debates, proyecciones etc., a través de: cineclubes, conferencias, libros,
publicaciones, estudios, televisión y de internet estando presente ya en el
orbe mundial.
Esta presente crónica
cinematográfica que hemos recorrido por el cine y por nuestro Azcapotzalco la
dedico a Patricio Garibay, (Alejandro Ortiz) y a Martín Borboa. El primero quien
ha dirigido y proseguido este proyecto de la Hormiga en Línea que cumple su
tercer aniversario y al segundo por su interés y seguimiento en las películas
que se han filmado en Azcapotzalco y asimismo a todos sus integrantes y
participantes que hacen posible que aparezca esta revista electrónica ¡una
felicitación y un abrazo!
Referencias consultadas.
Bustillo Oro, J. (1984). Vida cinematográfica.
Cineteca Nacional México.
Cine Capital (2014). El
compadre Mendoza 1933. En https://cinecapital.wordpress.com/2014/09/15/el-compadre-mendoza-1933/
Cineteca Nacional
México. (2022). Información Cineteca Nacional. En https://www.cinetecanacional.net/controlador.php?opcion=contexto
Consejo de Cronistas
de Atzcapotzalco (2001). De Atzcapotzalco, sus hormigas, personajes de
Atzcapotzalco, D.F. Consejo de la Crónica.
Dávalos Orozco, F. (1996). Albores del cine mexicano.
Clío, México.
García Riera, E. (2008).
Breve historia del cine mexicano. Primer siglo 1897-1997. Conaculta,
Imcine.
López de la Rosa, E.
(2005). Historia de las divisiones territoriales de la cuenca de México.
Asamblea Legislativa del Distrito Federal. III Legislatura.
Magdaleno, Mauricio. (1979). El Compadre Mendoza.
Promociones editoriales mexicanas.
Ramírez, O. (2012). Intertextualidad
en el discurso fílmico del Compadre Mendoza. Coloquio Universitario de Análisis
Cinematográfico. https://docplayer.es/70028489-Intertextualidad-en-el-discurso-filmico-de-el-compadre-mendoza.html
Turrent Pérez, T.
(1999). Homenaje a los guionistas mexicanos. En https://archivo.eluniversal.com.mx/columnas/2498.html
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ResponderEliminarmuy buena información.
ResponderEliminarComo siempre una buena cronista Y estaré viendo la película con el link que mandas recordar aquel zaguán que yo vi muchas veces de joven me encanta recordar esa hacienda tan grande que me llamaba la atención gracias amigo Carbajal
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