COLONIA NUEVA SANTA MARIA, NOCHE DE DISFRACES
(AZCAPOSTALES 7)
Por Diana N. Colín
(Grupo Formiga)
Desde hace más de veinte años, es decir, desde finales del
siglo pasado, las noches con que terminas octubre y comienza noviembre, son un
tiempo para ir a toda costa, al Parque
Revolución, en el corazón de la Colonia Nueva Santa María. Nunca, repito, nunca vayas sin tus dulces.
La tarde noche del día 31, como a las 6 pm, empiezan a verse
extraños, llamativos o aterradores seres, caminando por las calles de la
colonia. Unos van en pareja, otros llegan en coche, unos más pequeños van de la
mano de su madre o hasta en carreola o en brazos.
Calabazas, payasos,
asesinos, muñecas, caricaturas, zombies, personajes de película, monstruos,
dinosaurios, superhéroes… y ¡¡ hasta políticos !!
Miedo y risa.
Conforme las manecillas abandonan las 6pm, y la oscuridad
gana el cielo de Azcapotzalco… la ronda de personajes que camina en una y otra
dirección del parque intercambiando dulces, crece y crece… Una momia se topa de
frente con la Mujer Maravilla y
mostrando sus bolsas de dulces, hacen un minucioso intercambio…
Por allá una hermosa mamá con peluca y maquillada de muerta,
sin soltar a su campeón de 5 años con capa de Drácula, ofrece dulces a los
demás infantes que marchan alegres por el parque… Aquí sí que la bruja ofrece caramelos a los niños…
Hasta los perritos van disfrazados. Unos de calabaza, y a
otros les acomodan chalecos con extremidades para simular tener más patas y ser
arañas.
Algunos son disfraces grupales…
Otros son individuales… y son ropa, máscara, todo completo…
Claro que se ven Catrinas mexicanas de variados estilos…
bonitas, coquetas, lindas, preciosas, perfumadas, con encajes, holanes,
pulseras, cabello arreglado, ojo pintado, y en fin, un derroche de hermosura,
de belleza, y de ingenio para su caracterización. No quiero esconder que son siempre mis favoritas. Muertas
rozagantes, difuntas atractivas, dientes muy blancos, labios de caramelo… Estas
fiestas sin Catrinas serían como cumpleaños sin festejado…
En algunos atuendos, el excelente maquillaje es el que hace
todo el lucimiento… como el de esta chica por la zona más cercana a la
Parroquia…
El día 1 de noviembre
es cuando más gente acude a esta rotonda que se vuelve pasarela de risa,
terror, sudor y dulces. La actividad y la diversión pueden seguir hasta las 22
o las 23 horas… Y cuando ha llegado a ser el milagro que sueltan a los carros
enlodados, claro que se les ve por estos lares…
Estar ahí parado en las noches, es como para pintar un cuadro con
Catrina en medio, como de “Un sueño de
una noche de invierno en el panteón (o manicomio) de Azcapotzalco”,
parafraseando al muralista. El día 2 ya son menos los que acuden a la extraña y
muy pintoresca reunión. La tercia de noches es muy divertida. La del día 1 es
la más concurrida.
Llegan también personajes que infunden respeto mortuorio y
formal… ¡y el irresistible deseo de
tomarles una foto!
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