“FONDO HORMIGA 2”
junio 2022
La revista electrónica de “La hormiga en línea”, continúa en su labor de hacer donaciones al “Fondo hormiga”, asentado en el Archivo Histórico de Azcapotzalco. Los materiales que se han proporcionado recientemente son los siguientes:
1) Impreso de la revista
electrónica “La hormiga en línea”, los artículos de sus dos primeros meses:
febrero y marzo 2019, haciendo así el Volumen I.
Es un engargolado de pasta naranja que contiene
12 artículos. Los autores que escribieron en esa época inicial fueron:
Teresa Martínez Legorreta, Ana Marisol Resendiz Pizarro, María Elena
Solórzano Carvajal, Patricio Garibay, Joel Luna Espinoza, Marcelino Peña
Fernández, José Carbajal Cortés y Martín Borboa Gómez.
2)
“El
libro y el pueblo” revista
de noviembre 1970, Núm. 70, emitida por la Secretaría de Educación Pública, y
que entre otros artículos habla de:
a.
México
y los problemas de la educación. (En Azcapotzalco se tiene una Escuela Normal
Superior, es decir, formación de docentes)
b.
Justo
Sierra.
c.
La
pintura de Rufino Tamayo.
d.
Ceremonias
mortuorias en diferentes zonas del país.
e.
Sor
Juana Inés de la Cruz. Personaje fundamental de la historia cultural de
nuestro país, pintada de cuerpo entero, con su hábito de monja, en el mural de
la Casa de Cultura en el centro de Azcapotzalco.
3) “Cuaderno tepaneca” número 2, diciembre
2021, escrito por (autor azcapotzalquense) el cronista Gustavo Aquino. Titulo
“Relatos”.
4) “Cuaderno tepaneca” número 3, diciembre
2021, escrito por (autor azcapotzalca) el cronista José A. Carbajal
Cortés. Titulo “La Catedral de Azcapotzalco”.
CAPACIDAD
DE MEJORA Y RENOVACION MATERIAL
La Srta. Sandra Cruz Falcón, quien forma parte del equipo que atiende en
el Archivo Histórico de Azcapotzalco, y tiene ya varios años trabajando en él, hizo
favor de explicar que quienes aquí laboran, han tomado cursos de reparación de
documentos, empastado, limpieza, conservación, y que los cursos los han recibido directo en
las instalaciones del Archivo, así como en ubicaciones externas, y que conocen
varias técnicas para ayudar al buen estado de los materiales.
Es de resaltar que tengan esa capacitación, pues forma parte de las
funciones en este lugar, y que a veces los usuarios no sabemos, o damos por
hecho que los materiales nunca se maltratan, etc. Estas funciones hacen más
plausible el trabajo de ella y sus compañeras: Sra. Cristina Cervantes Reyes y Sra.
Pilar Ávila. Así que nuestro reconocimiento nuevamente, ya que el personal del
Archivo, no sólo resguarda, acumula, ordena y organiza documentos, atiende y
facilita materiales de investigación en base a conocerlo de forma minuciosa,
sino que además, posee capacitación para el arreglo, mejora, adecuación y
dignificación física de libros, revistas, etc. (Esta lista de actividades no
pretende ser la más completa, pero si intenta ilustrar a nuestro público lector
de las muchas actividades que componen las funciones de quienes aquí trabajan).
En nuestra visita al Archivo, la Srta. Cruz Falcón mostró una obra que se
ve que estuvo empastada, y a la que por el uso, la cubierta se le lastimó, y
ahora lo tienen en proceso de renovación de pasta. Ella explicó que no solo se
hace el retiro de la pasta previa, sino que se aprovecha de una vez para
limpiar a fondo, retirar todos los posibles restos de la portada anterior y su
adhesivo, y además, atender cualquier otro detalle que pudiera favorecer al
documento.
La obra documental mencionada es grande, de una dimensión mayor a tamaño
carta, y de muchas páginas, como una novela gruesa. Así que como puede verse,
la capacidad de intervención en la mejora de los documentos no se lleva a cabo
sólo en obras sencillas o ligeras, sino incluso en volúmenes de gran dimensión,
tamaño y peso.
UNOS TESOROS
(el material y la atención)
Charlando con la Srta. Cruz Falcón, mientras ella recortaba y armaba
varios folders nuevos para igualmente, conservar textos, ya que por el uso se
van desmejorando, llamó nuestra atención la Exposición de fotografías antiguas
que se tenía colocada junto a las ventanas, al fondo del Archivo. Ella explicó que
es una manera más de aprovechar el espacio en el Archivo: tener una exposición de
fotografías. Las fotos se cambian frecuentemente, y así se da oportunidad a que
el público de un periodo a otro, vaya apreciando diferentes ángulos de
Azcapotzalco, a través del enfoque visual de las imágenes.
En algunos atriles grandes o como caballetes, se mostraban estas
fotografías. Atentamente, ella se aproximó al material exhibido, y explicó que
son de un conjunto de varias más, que se tiene también un importante acervo de
imágenes en diferentes tamaños, y que justo esas exhibidas en ese momento, son
de una peculiar colección.
Destacó el valor, y de ahí el tesoro, del cuidado con que el autor de
esas imágenes las realizaba. Las firmaba como “Gómez”. Cabe suponer que
es el apellido del autor, y a mano les anotó el año de 1992.
Pero no solo eso, sino que además, estando la foto montada en un cartón
blanco que le sirve de marco, el autor anotó debajo de las fotos un breve
texto, ya sea descriptivo, con nostalgia, con poesía, con fantasía, de lo que
vio, sintió o imaginó ante esa imagen.
La Srta. Cruz Falcón abrió un cajón del que extrajo un conjunto más de fotografías
del mismo autor, una colección que es un tesoro, y por supuesto se aprecia
mucho la disposición de la encargada por compartir estos valiosos materiales.
Ante la gran cantidad de imágenes que tiene esa colección, quedaba claro
que por ello se debe ir mostrando en partes, por temporadas breves unas, luego
otras. Son muchas, y no se tienen tantos caballetes o atriles. De modo que
sugerimos al público lector de la revista “La hormiga en línea”, ir al menos
una vez al mes o a la quincena a visitar este Archivo Histórico de Azcapotzalco,
a apreciar este tesoro con sus propios ojos.
La Srta. Cruz Falcón extendió sobre la gran mesa del Archivo, varias de
esas imágenes, sin sobreponer ninguna, de modo que cada una podía mirarse en su
totalidad. Para ese momento, ya se integró a la visita el siempre amable y
cálido Maestro Ernesto Castillo Mercado, cronista comunitario de Santa
Maria Nativitas Xocoyahualco, quien ha estado haciendo importantes
donaciones al Archivo, de los muy interesantes materiales de su autoría.
Así, los tres pudimos admirar los detalles de esas fotografías, las
tomas, los textos, el contenido específico de cada foto. La Srta. Cruz nos
compartía su conocimiento sobre esta colección, igualmente su admiración por el
material, y escucharla invitaba al mismo tiempo a buscar más detalles en las
fotos, así como aquilatar el autentico tesoro que estas piezas representan, por
su antigüedad, su contenido, pero también y quizá sobretodo, por el cariño y
cuidado con que el autor las efectuó.
No hay manera de competir con esta fabulosa colección de fotografías,
pero si nos despierta la idea de que en el futuro, podamos ir haciendo donación
de imágenes que pudieran aportar al público, presente y futuro, información
visual de cómo se veía en los años veintes del siglo XXI, nuestro Azcapotzalco
querido.
Fue muy emocionante poder admirar esas valiosas piezas del Archivo, y
dejó una sensación de haber visto fotos
familiares, tratando de reconocer que iglesia sería aquella, o donde estaría
ese gran árbol: ¿Será el ahuehuete de Santa Catarina? Así íbamos preguntando ante cada foto, pues
aunque tienen escrito un comentario del autor de la imagen, no indica la
ubicación, solo sabemos que es Azcapotzalco.
En ese momento casi familiar, Azcapotzalco era el abuelo, y nosotros sus
bisnietos tratando de distinguir figuras del tesoro que heredamos.
La Srta. Cruz nos especificó que por supuesto que se aceptan también donaciones
de fotografías, y con ello se abre para “La hormiga en línea” un formato
más para brindar y compartir al “Fondo hormiga”: el mundo de la información
visual.
Y sirve para invitar al público lector a visitar este Archivo, en donde
se puede leer, pero igualmente, mirar imágenes: todo aporta, todo informa, todo
nutre.
Al final de la visita, la otra persona que atiende el Archivo Histórico de Azcapotzalco en el primer turno (ese día la visita fue en ese turno), la Sra. Cristina Cervantes Reyes, me condujo al salón donde anteriormente (hace años) estuvo el Archivo dentro de estas mismas instalaciones, y me señaló en espacio tipo cubículos, en donde se tuvo el área de empastado, y por ser una tarea de conservación y mejora, quizá debo decir, re empastado de libros.
Fue una tarde
muy informativa, muy enriquecedora, de mucha cordialidad, con una atención muy
profesional y atenta de parte de las colaboradoras, a quienes extendemos
nuestra sincero agradecimiento y reconocimiento.
Hacemos una sincera invitación a todos nuestros lectores, a utilizar y
aprovechar los servicios de este Archivo. A hacer donaciones si está dentro de
sus posibilidades. Y a aprovechar el material que se ha ido entregando para la
integración del “Fondo hormiga”, por ejemplo, la revista de “La hormiga en
línea”, impresa.
Dos correcciones:
ResponderEliminarUna, mi nombre es José Carbajal Cortés y no Joel Carbajal Cortes
Dos, soy autor azcapotzalca y no azcapotzalquense, no se los demás, pero yo soy azcapotzalca, ya que como sabemos el gentilicio correcto es azcapotzalca, saludos.
Se hicieron las modificaciones correspondientes a los señalamientos. Saludos
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