viernes, 27 de enero de 2023

 

ECOS DE LA CELEBRACIÓN PATRONAL

 DE LOS SABIOS DE ORIENTE

Por Virginia Hernández Vázquez

 

“No habrá fiesta de los Reyes este año” respondíamos tristes cada que alguien preguntaba sobre la celebración del 6 de enero. No había dinero a pesar de que ya se había pedido cooperación a la comunidad, el presbítero Abraham Rosales fue cambiado a una Parroquia y no podíamos organizar hasta que llegara el nuevo sacerdote. Y es que no existen aquí mayordomos ni comité como hace años atrás. Cada año se festeja en la Capilla de los Santos Reyes Magos Tezcacoac o Tetzcacoac Azcapotzalco, la fiesta patronal el 6 de enero y el segundo domingo después de navidad, día de la “Epifanía”. Tristes y desilusionados pensamos en solo llevar a cabo las celebraciones eucarísticas.               

Hace muchos años se hacían grandes celebraciones, (en una crónica anterior escribí como se festejaba) no son enormes fiestas pero siempre con el ánimo de quienes las organizaban y la comunidad. Mi padre fue miembro algún tiempo del comité, eso tiene que ver que haya participado y agradecido a Rocío Hernández que es la encargada de la Capilla y al Padre Juan De Dios la oportunidad de estar en la organización.

Aún recuerdo las fiestas cuando era niña con alegría y deseaba trasmitir esa emoción a los niños y adultos, que los niños recordarán algo lindo de la Capilla y de los Reyes. Aunque en algunas oportunidades mi familia pudo elaborar y ataviar a los patronos, los Reyes Magos, vender en las kermeses y apoyar en otras actividades, fue el recuerdo de mi padre y el Presbítero Abraham que logró fomentar mi fé y acercarme a la iglesia de nuevo.                    



              

Así con el optimismo y gran fé de nuestro nuevo Padre Juan de Dios Manzano comenzamos a organizar algo aunque fuera sencillo donde los Reyes Magos y el niño Dios intervinieron y nos fueron abriendo camino, nos trajeron personas de gran corazón que se unieron para ayudar en diferentes actividades, donando, compartiendo y apoyando en diversas cosas, la celebración se llevó a cabo mejor de lo que creímos. La novenas comenzaron el día 26 de diciembre y terminaron el 7 de enero ya que se suspendieron algunos días, al principio solo dos personas se anotaron para recibir a los Reyes en sus casas, así que los demás días serian en la Capilla pero de un momento a otro, los días ya no alcanzaban para toda la gente que los pidió. Los reyes eran trasladados cada tarde de la casa donde se hacía el rosario y misa a la siguiente casa en procesión, algunos vecinos y hasta el Padre cargaba el anda con los Reyes y otros hacían sonar campanas para hacerse notar y cantábamos todo el camino, aunque éramos pocos nunca faltó la mano para cargar la bocina, la casulla del padre, la maleta de los objetos litúrgicos y en las casas no faltaba quien llevará el rosario, los cantos y asistir al padre en misa, así al término las familias nos compartían algo rico para comer y beber. El Padre Juan de Dios tiene una gran voz así que nos deleitaba con sus arrullos al niño Dios y los cantos en misa como en la Noche Buena, hubo gente como mi familia que llevó al Niño Dios de sus casas para poder arrullarlo con los hermosos villancicos, luego un ponchecito para el frío. En la posada hubo una liturgia acerca del significado de la navidad y posadas, se hizo la tradicional letanía para pedir posada, se rompieron piñatas y ocurrió algo como el milagro cuando Jesús multiplicó los peces y el pan, y es que se compartió café, se hizo una olla grande de ponche y una olla de tamales, luego de ver cuánta gente llegó, nos dimos cuenta que no alcanzaría lo que había, el padre bendijo los alimentos y se comenzó a repartir y si, si alcanzó además de que sobró, igual nos pasó con la roscas y bebida de el seis de enero y el ocho con la comida que se dió, se veía poco pero rindió mucho, un milagro para muchos y buena suerte para otros. El día 5 de enero se llevó a cabo la procesión con poca gente, de la última casa de la novena hacia la Catedral Azcapotzalco de San Felipe y Santiago Apóstoles, la misa y el rosario se realizaron ahí.

El día seis de enero Los Reyes  salieron en una linda procesión por la noche desde la Catedral hacia la Capilla de los Reyes,  sobre avenida Azcapotzalco acompañados con mucha gente y más que se fueron uniendo en el camino, sorprendiendo a muchas personas pero sobretodo niños que se emocionaban al paso de Melchor, Gaspar y Baltazar de carne y hueso y al de las imágenes que venían en el anda, se venían dando pelotas y juguetes hasta que llegaron a la  Capilla, ahí fueron recibidos por los repiques de las campanas, mucha gente que los estaba esperando y los hermosos arreglos florales en toda la Capilla. Al término de la misa y de algunos hermosos villancicos se repartió rebanadas de roscas, vasos con atole y café, mientras los niños se tomaban fotos y platicaban con los Reyes  Magos para luego escoger su juguete, se les dio pelotas, aguinaldos y lechitas. El convivió fue algo muy especial por la emoción en las caras de los niños. El día 8 de enero fue la celebración liturgica de la “Epifanía del Señor”, se llevó a cabo la celebración eucarística, luego se hizo una procesión por algunas calles de la colonia con una pequeña banda y algunos cohetes (ambos donados), también acompañaron los estandartes de los “Pueblos Naturales de Azcapotzalco”, la comunidad y las figuras principales de la fiesta “Los Reyes magos”. Ya en la Capilla se repartieron juguetes, pelotas, aguinaldos y se compartió comida con todos los que fueron, todo esto donado por el comité, por comunidad de la Catedral y por gente de la comunidad de la Capilla. Luego siguió alegrando la música, cantantes y el grupo de danza regional.

Con la organización de esta celebración confirme algo, muchas tradiciones de este tipo se están perdiendo porque conlleva gastos fuertes que no se pueden solventar sin la ayuda de la comunidad y de las parroquias a las que corresponden, aún más difícil para una pequeña Capilla con poca comunidad, sin embargo aquí toda la ayuda fue gente de gran corazón la mayor parte de ella que ni siquiera son del Barrio los Reyes, tristemente. También la falta de apoyo del gobierno en este caso la alcaldía que deberían tener más proyectos para no perder estás tradiciones. A lo largo de estos días la gente compartía sus vivencias conmigo, hay mucho que escribir sobre este barrio y su gente. Hay gente con ganas de apoyar a la capilla y con gran fé, alegría y optimismo que colaboraron y con la cual estoy muy agradecida por lo mucho que brindaron a la Capilla y a mi en lo personal, unos que desde el inicio de los novenarios hasta el cierre de la fiesta estuvieron presentes con el corazón en la mano, comenzando con nuestro Presbítero Juan de Dios Manzano, la Sacristana Rocío Hernández. Beatriz Vázquez. Diana Pico Magaña su esposo Rafael Medellín e hijo Eric Medellín Pico. Rosa María Castillo su esposo Miguel Ángel Rodríguez y su hijo Miguel Ángel Rodríguez. Efrén Lazcano. Cristina Álvarez su mamá y sus hijos. Alejandro Villanueva. Otros personas que también nos apoyaron fueron Ana María García Alvarado, el Sr. José Luis que fue sacristán de la capilla, Carmen, Elizabeth y Mabel Martínez, Miguel Balcazar. Las familias que nos recibieron en sus hogares en las novenas, las que cooperaron, donaron, apoyaron y ayudaron hasta en el más mínimo detalle y las que dieron su esfuerzo, trabajo, tiempo y cansancio gracias a ellas está tradición se pudo llevar a cabo. Así lo que esperamos es que no solo acuda la gente en época de fiesta, también todo el año a las misas y se acerque a apoyar, espero que está gran atención que obtuvo en estos días sirva para que nuestra Capilla reciba apoyo de las autoridades pertinentes para reparación, protección y ayuda.

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