EL NIÑO PERDIDO.
BARRIO DE LOS
REYES
Por Martina Rodríguez
García
Hace algunos años los vecinos que
acudían a las misas a la capilla de los Reyes Magos en el barrio de los Reyes
se dieron cuenta que el niño dios que tenían en el altar no se encontraban en
el altar no se encontraba en su lugar y fueron a decirle al señor Francisco
Estrada lo que sucedía. Pues el era el encargado de cuidar la capilla del
barrio de los reyes.
Don Francisco les prometió que le
preguntaría al padre que oficiaba la misa, para saber que paso; así fue aquel
señor Francisco se dedicó a buscar al niño, primero lo busco en las capillas y
en la parroquia, pregunto también a las personas que alguna vez lo habían
pedido para vestirlo el día de reyes y por varios días siguió buscando hasta
que y un día fue a la iglesia de santa Apolonia y ahí lo encontró, reviso
cuidadosamente al niño y enseguida le pidió permiso al padre de esa iglesia y
tomo al niño en sus brazos pa estar seguro de que era el santo niño de la
capilla, así comprobó que sí, que realmente era él.
Así le pidió al padre permiso
para llevarlo de nuevo a la capilla, también se entero que ese niño, lo llevo
una persona que lo había prometido como regalo para esa iglesia, por fin el
sacerdote después de investigar otorgo el permiso para que el señor Francisco
lo entregara al padre que oficiaba en la capilla de los reyes; las personas
como Anita estrada, Pedro, Mariana, Luis, Tomas Aguilar Soriano y,
principalmente, Pablo Estrada, recuerdan que es por esto que ya se pone más
atención.
En aquel tiempo se festejaba muy
bonito a los santos reyes, ¿se acuerdan de las carreras de caballos?
Carreras parejeras con aquellos listones
de colores amarrados a una reata y al pasar los charros sobre el caballo
arrancaban los listones; así como cuando enterraban a los gallos a los que solo
les asomaba la cabeza al ras de piso, los charros los desenterraban y el más
rápido era el ganador; que hermosos recuerdos de la fiesta que nos remonta al
tiempo cuando se hacia el nacimiento en todo lo ancho del altar de la capilla
de los reyes y la radiante estrella señalaba el lugar en donde esperaba Maria y
Jose la llegada del niño dios.
La fe de las personas que viven
en los reyes fue la ayuda para que apareciera el niño, y sus peticiones también
ayudaron a que hoy siga junta la sagrada familia cumpliéndose un hecho bíblico:
“El Niño Perdido y Hallado en el Templo”.
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