jueves, 3 de octubre de 2019


POR SIEMPRE EL PRÍNCIPE: 

JOSÉ – JOSÉ

Por: José Carbajal Cortés. Cronista de Azcapotzalco.

(Sus pasos por la tierra chintolola de Azcapotzalco)
Dedicado a la memoria de José-José y a don Leo Villalobos.

   Grandes voces han destacado en el mundo de la música de nuestro país, grandes intérpretes de excelentes compositores, así tenemos de México para el mundo, de Claveria para el mundo a José Rómulo Sosa Ortíz, mejor conocido en el medio de la música como José- José.  
  Este escrito sea un breve homenaje a José-José y de su paso por tierra chintolola, lugar en donde inició su carrera de cantante, en donde vivió visitudes y éxitos que conformarían y consolidarían su merecida y fructífera trayectoria, no pretende ser una biografía, sino su paso por el lugar que lo vio nacer, dicho por el mismo: su cariño se debe a que sus inicios fueron en Azcapotzalco (palabras dichas por él en la Explanada Delegacional de Azcapotzalco en 2017 en su segundo homenaje realizado en Azcapotzalco).
  José – José, nació, en el D.F., en la calle de las Artes (ahora calle Antonio Caso) en la San Rafael, pero desde su infancia, radico y creció en la casa de sus abuelos en la calle de Tebas, colonia Claveria en Azcapotzalco.  En su niñez formó parte del coro de la escuela primaria donde estudiaba: la Escuela Estado de México, en la calle de Floresta en Claveria.
  En su juventud José Sosa o Pepe Sosa que era entonces su nombre artístico, se inició primeramente a los quince años en un trío con un primo y un amigo, tocando serenatas en Claveria y en otras partes del D.F., y en una de esas serenatas, una secretaria de un ejecutivo de apellido Briones a quien le llevaban la serenata, lo escucha y le comenta si quiere hacer una prueba en discos Orfeón, a lo cual acepta siendo el año de 1965, en la que graba “El mundo”, del que no pasa nada, pues esta grabación no lo da a conocer. Después forma un grupo en la colonia Claveria con amigos de él, llamándose los PEG, se hicieron llamar así formado por la primera inicial de los tres integrantes (que eran: Pepe Sosa, Enrique Herrera y Gilberto Sánchez Galguera) que tocaban bossa nova, donde toca el bajo y el contrabajo con este grupo formado de los PEG, cantando durante tres años, pasando ese tiempo lo invitan a grabar como solista, entrando a la RCA Víctor (RCA Récords Label) que por entonces se ubicaba en la Av. Cuitláhuac 2519  en la Colonia San Salvador Xochimanca, Azcapotzalco, a unas calles cerca de su casa de la colonia Claveria.      
   Le producen su primer LP con apoyo de Armando Manzanero, Nacho Gonzáles, Rubén Fuentes y lo lanzan en 1967 con un LP, el año en su padre fallece y en honor a su progenitor, se agrega el doble nombre de José-José, que será desde entonces su nombre artístico   
  Su éxito empieza con la canción La nave del olvido, del compositor Dino Ramos. La graba en octubre de 1969 en los estudios de la RCA Víctor de la Av. Cuitláhuac, donde ya había grabado un álbum y que empieza a sonar en la radio en diciembre de ese año y le llueven los contratos.  Después llegará casi inmediatamente “el Triste”.
  En 1970 llega el II Festival Mundial de la Canción Latina, y lo inscriben para cantar “El triste”, compuesta por Roberto Cantoral. El Festival se llevó a cabo en nuestro país en el Teatro Ferrocarrilero, quedando en tercer lugar, pero en el corazón de Azcapotzalco, de México y del mundo, fue el ganador, sin corona de manera indiscutible.  Aclamado por todo el público del Teatro Ferrocarrilero, podemos observar en imágenes de televisión, como lo escucha Angelica María, como quedaba con la boca abierta Marco Antonio Muñiz ante la interpretación magistral de “El triste”, el público lo ovacionó y se desbordó en esa noche en que nació el cantante José-José que, vivía en Clavería, en la Delegación Azcapotzalco y a donde llegó después de terminar el Festival, en donde lo esperaba su familia y vecinos para recibirlo calurosamente en esa noche memorable.  Ese tercer lugar hizo historia inmortal para siempre, con esas canciones orquestales que ya no se interpretan hoy día con esa fuerza en los instrumentos y pasión en la voz conjunta, tal es la composición e interpretación sublime de “El Triste”, que se convirtió rápidamente en un éxito nacional e internacional, brindándole el inicio de la fama musical.
  Se le empezó a llamar “el Príncipe de la canción”, cuando grabó en 1977 una canción llamada “El príncipe” de su álbum del mismo nombre, sonando en radio, aunque cuenta una historia que fue el mismo Frank Sinatra que al escucharlo, dicen le llamo el Príncipe.  
 Sigue grabando y cosechando éxitos con su nueva disquera Ariola, con los estudios de grabación y oficinas en la misma Avenida Cuitláhuac, col. Xochimancas. Obtiene discos de oro y platino por canciones de sus álbumes como “Gavilán o paloma”, “Buenos días amor”, “El amar y el querer” entre otras consolidándose, así como “el príncipe de la canción”. Para entonces se irá a vivir a San Ángel, pero sin olvidarse de Azcapotzalco, que como veremos adelante en el tiempo, sus pasos le llevaran de nueva cuenta a tierra chintolola.
  También viene a mi memoria, que, en los años de estudio de la secundaria, escuchábamos a José-José que ya era famosísimo, decían que aún vivía en Clavería, otros que ya no (esto fue en la década de los 80´s) pero que ahí seguía su casa, que podíamos ir y tocar y que nos dejaban entrar y si no, que podíamos ver su casa desde fuera. Y así se decía y se corría la voz entre todos los de la secundaria que quisieran ir. Así unos fuimos a ver su casa en Tebas, la casa del famoso José-José por fuera y tocar su pared.
   El resto de la vida de José-José es su historia musical, interpretó a talentosos y grandes compositores como Armando Manzanero, Manuel Alejandro, Rubén Fuentes, Roberto Cantoral, Juan Gabriel, Rafael Pérez Botija, José María Napoleón, etc., siguiendo cosechando a través de los años éxitos.    
  En 1990 (en sus 25 años de carrera) se le realiza el primer homenaje en un conocido y popular programa de televisión: Siempre en domingo que fue transmitido durante 6 horas y siendo retrasmitido en varias ocasiones. Llegarán más adelante más reconocimientos y futuros homenajes (y que Azcapotzalco no será la excepción) “al Príncipe”, pero también tendrá éxitos y altibajos… ya que, en 1991, 1992 y 1993 cae en el alcoholismo, al reponerse graba 40 y 20, álbum que le da un nuevo aire y vendrá después el siguiente álbum de Grandeza Mexicana, en donde queda repuesto del alcoholismo y no vuelve a recaer  
  Y es con su 28avo. álbum LP de “Grandeza Mexicana” del año de 1994, que sigue destacando con canciones como “Déjalo todo”, “Grandeza Mexicana”, “La fuerza de la sangre” y otras.  Y es con esta producción musical, cuando se realiza el video de la canción Grandeza Mexicana, filmándose el videoclip con cámara de cine en el corazón de Azcapotzalco: en su centro histórico. Este videoclip es emotivo por varias razones, ya que su realización fue enteramente en Azcapotzalco. José-José, elige filmar en Azcapotzalco en compañía del pueblo chintololo, en un agradecimiento al lugar que le vio nacer como artista, podemos ver en el video el Centro de Azcapotzalco: sus calles, el Atrio de la parroquia su mercado, su jardín Hidalgo, la gente de Azcapotzalco y que comparte estas imágenes asimismo junto con su familia (su hijo José Joel, su mama doña Margarita, etc.). Por un lado, esta canción y video, en su letra e imágenes, aborda la superación del alcoholismo en la que acaba de salir, que ha dejado atrás y, por otro la grandeza del pueblo mexicano, la grandeza del pueblo chintololo, que es, una conjunción de la vida de José- José, de la letra del compositor español Manuel Alejandro, de la grandeza mexicana de su gente, grandeza de un lugar de México, a través de sus Chintololos o Azcapotzalcas, en una muestra recíproca de aprecio y admiración de ambas partes: artista y pueblo, cuyo videoclip es una joya musical realizado en tierra chintolola, en el mismo corazón vivo de Azcapotzalco.      

  De nueva cuenta estará en Azcapotzalco: se le realiza un homenaje, el 17 de marzo de 2007, por parte de las autoridades de la Delegación Azcapotzalco en la gestión de Alejandro Carbajal, en colaboración de manera importante con personalidades de Azcapotzalco como el Lic. Luis Villar y de don Leonardo Villalobos y de organizaciones empresariales, entre otros y que podemos ver en el siguiente cartel anunciado en ese año de 2007 y que genero una gran expectativa, por el arribo de José-José a Azcapotzalco.


Disco de 1991 y Cartel del Homenaje de Azcapotzalco a José-José en marzo de 2017

  Se devela una escultura del “Príncipe” en bronce en la Explana Delegacional, estando presentes las autoridades, personalidades, el realizador de la estatua, el club oficial Amigos de José-José y de todos los asistentes que hicieron acto de presencia en su homenaje y que, venia acompañado de su familia: de su esposa Sarita y de su hija.   Esta escultura se colocará en el “Parque de la China” en Clavería, cercano al lugar en donde vivió su niñez y juventud, lugar que lo vio nacer artísticamente. Dicha escultura si nos fijamos bien tiene un gesto al frente, que parece decir: pido un aplauso para el amor 
Escultura del “Príncipe” José-José, colocada en el Parque de la China en 2007

   El 18 de Octubre de 2015 al norte de la Ciudad, se le realiza un reconocimiento y concierto en el recinto conocido como la Arena Ciudad de México y, que nos dice don Leo Villalobos, (ex manager de José-José y a quien tuve la oportunidad y honor de conocerlo) que al entrar al escenario con ese traje blanco, pulcro, aunque ya no cantaba debido a su salud, su sola presencia lleno el escenario de la Arena de la Ciudad de México, ya que cuando ingreso al escenario la gente se puso de pie y la ovación fue enorme, acompañando al cantante, así como de los artistas que se hicieron presentes como una muestra de apoyo y cariño de su público de admiradores, de cantantes y de todos los asistentes de la Arena que aconteció emotivamente, en  aquel sitio cercano a Ferrería, en Azcapotzalco CDMX.
  Regresará de nueva cuenta en 2017 a la tierra chintolola de su Azcapotzalco: el 23 de julio de 2017 en la gestión Delegacional de Pablo Moctezuma Barragán, en el Homenaje organizado por la Delegación Azcapotzalco, en que se anunciaba que “Aún la nave del olvido no ha partido”, en referencia a su famosa canción de la “Nave del olvido”. Su homenaje fue en la fecha mencionada durante gran parte del día en diversos lugares de Azcapotzalco, como fue en su monumento en el “Parque de la China”, en el Foro Cultural Azcapotzalco, en donde se proyectó la imagen grabada en el Teatro Ferrocarrilero “El triste”. Aunque es de mencionar que debió de haberse proyectado el videoclip de la canción Grandeza Mexicana, que como sabemos fue realizado enteramente en Azcapotzalco.
Nota en primera plana del periódico Hormiguero Informativo de julio de 2017.
  Continuó el Homenaje en la Explanada Delegacional, siguiendo con la compañía de las autoridades Delegacionales, cuya conducción o presentación quedo a cargo de la excelente voz de Azcapotzalco Maru Montes y de la también conducción de Francisco Alemón, quienes con sus soberbias voces dirigieron el homenaje, ante los asistentes que quería saludar y ver de cerca a su ídolo, cantando las voces de Eliezer, la soprano Elva Zermeño y el tenor Fernando Valenzuela. El homenaje culminó en la Casa de Cultura de Azcapotzalco en una comida y convivio en su honor, acompañado por autoridades y personalidades del lugar.
   Particularmente contaré la anécdota de mi encuentro con José-José, ahí en la Explanada  Delegacional en aquel dia de julio de 2017 en la que tanta gente acudió. Tome mi lugar para poder saludarlo y que fuera tomada la foto, como sucedió con la mayoria de las personas. Llevaba un libro en mis manos envuelto en celofán transparente con un elegente y gran moño, por lo llamaba este obsequio la atención de la gente, el libro que llevaba onstentaba el título de Claveria Centenaria de la cronista de Azcapotzalco María Elena Sólorzano bajo el sello de Lito ediciones y que le obsequié a José-José, quien me dijo que era algo extraordinario ese obsequio, que ese libro lo iba a leer con mucho cariño y enseguida me dio un efusivo abrazo, diciendo que iba a guardar ese obsequio como se guarda un tesoro.         
Fotografías emotivas en la Explanada de la Delegación Azcapotzalco en el año de 2017, es su Homenaje chintololo. 
 En el 2017, se realiza su Bio-serie: José-José El príncipe de la canción, para la televisión de la cadena Telemundo, que nos relata su vida (que es interpretado por el actor Alejandro de la Madrid, quien encarna al “príncipe”) y que, para su recreación de su casa de Clavería, en sus inicios musicales, es filmada en la Casona de los Manrique en la calle de Miguel Lerdo de Tejada y Dos de Abril, cercano al centro del corazón de Azcapotzalco. Asimismo, se recrean otras escenas en la mencionada calle de Miguel Lerdo de Tejada, en otra casona ubicada en la calle de Belisario Domínguez y en algunos comercios cercanos al lugar en esta colonia de Villa Azcapotzalco y que podemos constatar en varias de las escenas.
  En el presente año de 2019, nos llega la noticia a través de los medios, siendo que, ya conocida su delicada salud, del fallecimiento del “Príncipe de la canción” José-José, acontecido el pasado sábado 28 de septiembre a sus 71 años. El medio artístico y los mexicanos se vistieron de luto. La noticia corrió por todo el país y por todo Azcapotzalco… reuniéndose los chintololos y no chintolos en su estatua en la Colonia Claveria, como punto o encuentro de reunión, para decir el adiós al “Príncipe”, cantando, coreando sus canciones, ese sábado los vecinos de manera espontánea, dejando flores, porras y canciones frente a su estatua, haciéndose presentes todos los medios de comunicación, ante tal noticia.        
   Al día siguiente se le rindió un homenaje por parte de la ahora Alcaldía de Azcapotzalco en el mismo lugar del “Parque de la China” en Clavería, con el alcalde Vidal Llerenas y demás autoridades, quien dijo unas palabras en memoria de José-José, donde comentó la intención de ponerle el nombre del cantante a una calle o a un parque. Asimismo con la participación de Julieta Velázquez “Vilma Traca” y del Lic. Luis Villar, con emotivas palabras que llegaron al alma en esa mañana, que, desde un día anterior permanecía con un cielo nublado y que ese domingo por momentos llovía en una ligera lluvia que parecía una melancólica tristeza del cielo por el fallecimiento de una gran voz que partía, como se vio asimismo el adiós en varias partes de nuestro país al cantante José-José, quien se consideraba también él mismo chintololo, ya que así lo expreso en la última vista que hizo en su homenaje en Azcapotzalco en la Explanada en aquel 23 de Julio de 2017.

Momento en que se le brinda un minuto de aplausos el domingo 29 de septiembre en memoria del gran José- José por parte de la Alcaldía de Azcapotzalco y de todos los chintololos presentes en el “Parque de la China”, junto a su estatua en la Colonia Clavería.

    

Palabras emotivas al micrófono por parte de actriz Julieta Velázquez, “Vilma Traca”.
Y el Lic. Luis Villar con palabras y anécdotas de agradecimiento al artista José-José.


  La nave del olvido y El triste, fueron su bandera de inicio de José-José. En su haber hay muchas canciones memorables de mencionar: Pero te extraño, Lo pasado pasado, Cuando tú me quieras. Farolero, Gavilán o paloma, Grandeza Mexicana, He renunciado a ti, Sabrás que te quiero, Pero te extraño, El amar y el querer, Gracias, Pero te extraño y un largo etc., a cuantos no nos han llegado al alma algunas de estas canciones interpretadas por José-José, que escuchamos, recordamos o cantamos y es de mencionar que muchas de estas canciones han sido grabadas en Azcapotzalco en la RCA Víctor y posterior Ariola, que se encontraban sus estudios de grabación en la ya mencionada Av. Cuitláhuac en la tierra chintolola de Azcapotzalco y que han pasado a la historia, porque actualmente han desaparecido estos estudios de grabación, para dar paso a otra construcción en dicho lugar.
  José-José es pues el mexicano más exitoso en la historia de la música actual en el género de la balada, siendo considerado el cantante más importante de la música romántica, con 55 años de carrera, que obtuvo llaves de diferentes ciudades importantes y que en 2001 con varios discos en su haber se le otorga la estrella en el paseo de la fama en Hollywood, siendo de los pocos artistas mexicanos con esta distinción.
  “Tenampa”, fue su última producción discográfica… de ahí seguirán la recopilación de sus éxitos, homenajes de cantautores, aunque es de mencionar que la última canción que interpretó con problemas ya en su voz fue con Yanni, quien compuso con su música una canción exclusiva que mando escribir para él, la cual cantó en vivo en el Concierto de Voces con Yanni en Acapulco en 2008: “Volver a creer”, realmente inspiradora, así como también no debemos olvidar cuando declamó en una cadena televisiva en ese mismo año, con su voz ya quebrantada El Poema del cantante, concluyendo con la canción “Seré” despidiéndose de esta manera de los escenarios. Sus canciones se han conocido en diversos países, recibiendo discos de oro y platino por sus ventas. Más de 50 producciones discográficas entre álbumes y recopilaciones, que más podríamos decir del príncipe de la canción de cuya vida se podría escribir un libro enciclopédico. El mismo escribió una autobiografía y que su vida es en sí, un libro mismo en la historia de la música de nuestro país.
  Las palabras que podemos decir desde Azcapotzalco que le vio nacer artistamente, en donde empezaron sus sueños, visitudes y éxitos son:
              ¡Viva el príncipe! ¡Viva por siempreEl Príncipe” José-José! 


Pintura tipo mural, autor anónimo, que se encontraba en una de las paredes de la Casa Nextengo, en el año de 2017 en el Camino a Nextengo en Azcapotzalco.
(José-José en la parte superior, “Chava” Flores y Chabela Vargas).  


EL DÍA QUE MURIÓ JOSÉ JOSÉ

Por: Patricio Garibay

Hace unos minutos me acabo de enterar que este sábado 28 de septiembre el príncipe de la canción José José dejó de existir. El artista que fuera poseedor de una de las voces más privilegiadas de la música romántica mexicana se nos fue. Nacido en la Ciudad de México y 100% Azcapotzalquence vivió su niñez y su juventud en la nostálgica Colonia Clavería en donde su efigie en bronce hace presencia para que no le quede duda a nadie de ello.   Se le recordará en todo Hispanoamérica como el cantante que con su poderosa voz irrumpiera en los escenarios durante los años 70 como un fenómeno de la cultura popular y que sólo sería derrotado por los problemas de salud ocasionados por su alcoholismo. En el Azcapotzalco que lo vio crecer se le recordará cómo uno de sus hijos más famosos qué ha dado,  en Clavería aún lo recuerdan los amigos de juventud y que con enorme orgullo y emoción evocan anécdotas y vivencias al lado de él y que platican una y otra vez a la menor provocación.

Pero el anécdota más importante de todos aquí en estas tierras  tepanecas, y  tal vez por ser el más masivo de todos los que se recuerden, considero que fue el que tuvo lugar en el homenaje que la entonces delegación Azcapotzalco le dedicó al intérprete de “Gavilán o paloma”, el 23 de julio de 2016. Se trató de cuatro eventos en un mismo día, el primero frente a su estatua en su querida Clavería, el segundo en la explanada delegacional, en donde miles de personas acudieron a ver a su ídolo y paisano, ahí se le entregó un reconocimiento y él saludó con abrazos y apretones de mano a cientos de personas que con enorme efusión lo estrujaban poniendo nerviosos a la gente de Protección Civil, preocupados por la gente que pudiera ser apachurrada y la frágil salud del cantante, pero con toda la bonhomía y accesibilidad José José se dejó querer.



Enseguida el príncipe de la canción se trasladó a Casa de Cultura donde se le ofreció una comida, con la humildad que siempre lo caracterizó se acercó a cada una de las mesas de los demás invitados a quienes saludo, se tomó fotos con ellos y les firmo autógrafos.

Pero el más entrañable de todos y en el que logré estar en primera fila fue en el foro Cultural Azcapotzalco, lugar en el que pudo ser homenajeado más que por las autoridades delegacionales, por su gente de Azcapotzalco. Cuando llegué al teatro aquella tarde el lugar se encontraba abarrotado de niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad que llenaban las gradas del enorme teatro con capacidad para 800 personas, mucha gente más no pudo entrar por falta de cupo. No tuvimos que esperar mucho tiempo para que apareciera en escena elegantemente vestido José José quien de inmediato fue recibido con inagotables aplausos del delegado y de más de 800 almas, enseguida don Pablo Moctezuma le entregó una pequeña estatuilla metálica de una hormiga con micrófono, obsequio simpático que el cantante agradeció con una sonrisa. 

Después una soprano y un tenor interpretaron  algunas canciones que fueron éxitos en la voz del veterano artista, José José agradece a los aplausos con una voz mermada por tantos años de enfermedad, en algunos momentos no se entiende lo que trataba de decir, a pesar de ello y ser el festejado de honor da instrucciones al ingeniero de audio en cabina para que mejore el sonido, después de corregir el desperfecto continúan  las canciones de la soprano y el tenor,  la gente aplaude pero se entiende claramente que los aplausos no son tanto para ellos, sino para el homenajeado  y entonces las cortinas rojas se abren y aparece una pantalla en la cual se proyecta la muy célebre interpretación  de la canción “El triste”, de Roberto Cantoral, melodía que interpreta magistralmente el joven José José en el Festival OTI de 1970, con la cual se echa a la bolsa al público de toda Hispanoamérica,

¿Quién no recuerda este vídeo que hoy es viral en YouTube con millones y millones de vistas? (Con 27.754.934 visualizaciones hasta hoyen donde se ve con la boca abierta a Marco Antonino Muñís quien no puede dar crédito a lo que ve, o mejor dicho, a lo que escucha, al novato José José que a partir de entonces le seguirían éxito tras éxito. la emoción del foro Azcapotzalco llega al límite, como si todo el teatro se hubiese trasladado 46 años atrás y presenciará en vivo y a todo color aquel histórico momento para la cultura popular y para una parte de la educación sentimental de muchísimos mexicanos. El príncipe conmovido hasta las lágrimas viendo aquel escenario de 1970 que se rindió ante su talento, y a la vez el foro Azcapotzalco cantando en una sola voz: Qué triste todos dicen que soy que siempre estoy hablando de ti, no saben qué pensando en tu amor, en tu amor he podido ayudarme a vivir, he podido ayudarme a vivir… Y sin duda José José con el amor del público que experimentó ese día, se ayudó a vivir durante 3 años más a pesar de su mermada salud.
Foto tomada en Casa de Cultura en la comida con vecinos distinguidos de Azcapotzalco 
con José José. De izquierda a derecha: Pablo Moctezuma, No identificada, 
José José, No identificada, Rigoberto Ortiz Quintero, No identificada.

Al final de la proyección de aquel glorioso día, los aplausos de todos los que nos encontrábamos en el recinto estallaron y no cesaron durante largo rato, el cantante con gran esfuerzo y con la ayuda del delegado se pone de pie para recibir la ovación del público tepaneca y para agradecer con una voz ya casi inexistente, todas las muestras de cariño recibidas ese día.

A la mañana siguiente nos encontrábamos esperando al delegado en el salón de juntas de su oficina, cuando de pronto Don Pablo Moctezuma aparece en la puerta y en vez de saludarnos nos pregunta: ¿Qué les pareció el evento? Todos los presentes sabíamos que se refería al homenaje. Le respondí la verdad, y lo que sin duda esperaba escuchar, que fue un éxito y que todos los que estuvimos presentes ese día en el Foro Cultural Azcapotzalco, lo recordaríamos toda la vida.
Y mientras termino estas líneas me entero que muchos seguidores del hoy fallecido se están reuniendo en el jardín de la China de Clavería ante la estatua del interprete a modo de homenaje, tengo mucho trabajo como para poder acudir, y solo, escucho en la radio aquella canción que dice: Seré, quien todo lo dio por triunfar, dejando su vida al pasar, hecha pedazos…


LO QUE ES JOSE JOSE PARA MUCHOS.

Por Manuel Gaviño Quero. (17 años)

Mis estimados lectores, hoy 28/09/19 he tomado la iniciativa de escribir este artículo del significado de nuestro querido José José para esta revista. Este proyecto se me había propuesto desde hace mucho tiempo y que llegó el momento de expresar lo que significa para mi este aclamado “Príncipe de la Canción”

 Al principio pensaba escribir un artículo biográfico acerca de este interprete, pero he decidido que es más apropiado mencionar lo que significa José José en mi vida, para así rendirle homenaje a su memoria.
Yo descubrí su música a la edad de 12 años mientras comía con mis padres, recuerdo que estábamos escuchando la canción “Almohada” del concierto que dio en Acapulco en el año de 1985 y recuerdo que quede maravillado, a grado tal que no podía dejar de escuchar la pieza, por lo que deje de escuchar música actual, para escuchar solamente a José José. En ese mismo año tuve mi primer enamoramiento, me la pasaba pensando en esa chica mientras escuchaba “Me Basta” comprendido así lo fuerte que puede ser una canción cuando se le da significado; solo que como todo enamoramiento a veces termina en rechazo, por lo que cambié “Me Basta” por “El Triste”, fue en ese momento que comprendí que su música me acompañaría para siempre, pues me estaba acompañando en mis tristezas y alegrías, como una especie de amigo que observaba desde lejos.

Fue entonces que empecé a estudiar y a investigar la vida del interprete, buscando programas, revistas y biografías, pero no me sentía totalmente conectado con él, fue así que compré mi primer disco LP de él, “Promesas” 1985, en ese momento surgió una admiración hacia su persona, a tal grado que comencé a comprar sus discos en bazares, tiendas y hasta en catacumbas, de hecho muchos de mis amigos se reían de mi diciendo “¿quién escucha a José José en pleno 2016?, cosa que me afectaba sobremanera, y fue gracias al príncipe y su cinta biográfica “Gavilán o Paloma” que pude sobreponerme a esas burlas, ya que en la cinta muestra como el estaba en la misma situación cuando era joven, pues sus amigos se burlaban de él porque le gustaba cantar; solo que aquellos que se reían no contaban con lo grande que iba a llegar a ser nuestro ídolo.

Otra enseñanza magistral fue la que me dio a través de su serie biográfica, en la cual nos comparte que los problemas no debemos evitarlos o sobrellevarlos a través de las adicciones como el alcohol o las drogas, sino que debemos enfrentarlos sin miedo. Es por eso que yo admiro tanto a este interprete pues es un ser que jamás tuvo miedo de aceptar sus errores y ni de negarle un consejo a alguna persona para no caer en ellos.
Es por esto que yo estoy completamente agradecido con el “Príncipe de la Canción”, pues el me ha acompañado de manera directa o indirecta en mi vida con su música y sus enseñanzas y aunque jamás tuve el placer de conocerlo en persona, siento que el siempre estuvo cerca y que estaría orgulloso y agradecido conmigo por haber escuchado sus consejos desde lejos.
Hasta siempre mi querido amigo José José, gracias por todo o que nos dejaste y vivirás para siempre en mi memoria. Adiós José, te voy a extrañar.



JOSE A. CARBAJAL CORTES, CRONISTA 
Y PERSONAJE DE AZCAPOTZALCO

Por: Martin Borboa.

Nació en Zitácuaro, Michoacán el 29 de marzo de 1970, y a la edad de 4 años él y su familia se mudaron a la Ciudad de México, y llegaron a Azcapotzalco. Concretamente primero fue a la colonia Clavería, y luego de un par de meses, a la Colonia El Recreo, Barrio de San Lucas.
Es natural que su familia antes hubiera ido con más frecuencia a su natal Zitácuaro, pero el fluir de la vida y al integrarse a sus ocupaciones, ahora quizá solo sea 1 vez al año.
Sin embargo, aunque reducidas, la calidad de esas visitas llegan a tener un alto contenido y significado, pues por ejemplo en una de las más recientes en 2019, aprovechó para reunirse con el cronista de Zitácuaro y comenzar el trámite de hermanamiento entre Azcapotzalco y esa bella población michoacana, tan llena de historia, de mariposas monarca y de paisajes arbolados.
No urge que quede concretada esa hermandad, pero en José Carbajal y en su par michoacano, el proyecto puede llegar a un feliz puerto, no solo en declaraciones o documentos, sino en hechos: intercambio de eventos, información, presentaciones, publicaciones, y cuanto la imaginación, la bondad y las posibilidades de ambos sitios lo permitan.
Y será fantástico, pues por haber conocido a José Carbajal yo decidí ir a conocer Zitácuaro. Un sitio muy bello. Su plaza arbolada, los murales de sui palacio de gobierno, el monumento central dedicado a las diferentes fases de la guerra y consumación de la independencia: desde Primo de Verdad hasta el triunfo del Ejército Trigarante. Destaca por supuesto los periodos de Hidalgo, Morelos, Guerrero y López Rayón.
En Zitácuro ondea una réplica del Doliente de Hidalgo, enseña del grupo insurgente que lamentaba la muerte del prócer y continuaba su lucha. José Carbajal se ha ocupado de ir a ver el Doliente original que se conserva en una bóveda del Castillo de Chapultepec, actual Museo Nacional de Historia.
José Carbajal sabe del papel de primera importancia que jugó su tierra en el proceso de la independencia. Ahí fue donde Ignacio López Rayón organizó la Junta de carácter insurgente, legislativa y de mando, que adoptó el nombre de Junta de Zitácuaro, y en ella el Licenciado Rayón expuso lineamientos positivos para el tipo de país que anhelaba ver sin ataduras, para un primer gobierno independiente de la Nueva España, los cuales luego fueron dignamente retomados por José María Morelos y Pavón para sus incomparables “Sentimientos de a Nación”.
La oficina del cronista en Zitácuaro se ubica en la Casona de la estación, que funcionaba para el ferrocarril, y ahora es también un hermoso museo de sitio que exalta con abundantes cedulas informativas al prócer López Rayón, a la heroica Junta, y también mucho de la historia local y sus personajes, como al aviador que piloteó a la nave “Pinocho”, del cual se exponen diferentes replicas, e incluso en una calle cerca del zócalo tiene un monumento con un avión elevado.
Pareciera que me estoy desviando y por querer hablar de un cronista de Azcapotzalco, aprovecho su cuna para invitar al lector a conocer Zitácuaro. Si tengo esa intención, pero la principal es hacer notar que una persona puede aportar innumerables tesoros cuando se tiene a voluntad y el interés. José Carbajal tiene un profundo respeto y cariño a Azcapotzalco, y puede lograr que allá se conozca más de nosotros, y viceversa. No hace falta ser cronista para llevar y traer datos, anécdotas, material, fotografías, documentos. Pero imagine si además es alguien como él de quien a continuación describiré un poco su trayectoria, estudió la licenciatura en ciencias de la información, también llamada Biblioteconomía, que ha adoptado y practicado una metodología para reunir datos, investigar, fotografiar, documentar, para luego publicar o difundir en propia voz en conferencias y charlas sus hallazgos.

Es de subrayar que los tesoros de Zitácuaro pueden ser dignamente mostrados en Azcapotzalco por Carbajal, y que tarde o temprano, los tesoros de Azcapotzalco serán expuestos y compartidos allá, sin duda, porque el ser cronista no es solamente reunir y acumular datos invaluables. Es preciso divulgarlos. Y en eso hay infinidad de maneras: oral, escrito, en entregas, todo en una, en casas de cultura, por internet, escuelas, foros, y como lo hace la distinguida Maestra María Elena Solórzano en la Casa de la Cultura, rodeados del apapacho del aroma del café.
Ella ha sido un pilar en la carrera de cronista del José Carbajal. En la entrevista que él me dio para este texto, la Maestra fue nombrada varias veces, cada una con admiración, cariño, respeto y reconocimiento a su gran labor por la crónica en Azcapotzalco. Y a la par también el nombre del Arqueólogo Antonio Urdapilleta es mencionado por Carbajal con enorme respeto y agradecimiento. En repetidas ocasiones al platicar Carbajal de cómo pudo avanzar en esto u otro proyecto, o de cómo se abrieron puertas para su desarrollo, la Maestra Solórzano y el Arqueólogo Urdapilleta, son sin duda gigantes pilares a los que tiene devoción profesional y personal de muy intima calidez.
Ellos ayudaron a que germinara la semilla del interés por la crónica que un dia fue sembrada en José Carbajal por su maestro, cuando él cursaba sus estudios en el Colegio de Bachilleres Plantel 18 en San Juan Tlihuaca. Un día su maestro de Historia Socioeconómica les preguntó en el salón refiriéndose al barrio donde está ubicado el plantel: ¿Saben que significa el nombre de este lugar? Tierra de brujos, de curanderos.

Esto despertó su interés y para la década de los 80´s se acercó a las actividades que iba detectando que se desarrollaban en torno a la historia de la alcaldía. En los 90´s ya fue siguiendo las presentaciones de los cronistas, acudiendo a inauguraciones, conferencias, y es donde los dos gigantes pilares que he mencionado, distinguieron su constancia, su interés, y fue Urdapilleta quien le propuso que participara como colaborador. Desde entonces las aportaciones de Carbajal fueron ganando un sitio, y aunque asistía como parte del público, tenía frecuentes oportunidades de comentar con ellos sus temas de interés, sus hallazgos, inquietudes, así como de participar voluntariamente pegando carteles y difundiendo programas de actividades. Desde el año 92 supo de los cronistas de Azcapotzalco, y para el 97 ya era un seguidor y colaborador de ellos. Pero el cronista que llevaba adentro Carbajal, aun no salía a la luz. Fue en el año 2013 cuando lo invitaron la Maestra Solórzano y el Arqueólogo Urdapilleta a dar su Primera plática. El tema fue: Películas clásicas de la época de oro del cine mexicano filmadas en Azcapotzalco.
El cronista rompió el cascaron dentro del cual acumulaba información, y salió a divulgarla en vivo frente al público. Que enorme calidad de madrina y padrino tuvo.
Y cada uno de quienes tratamos de aportar crónicas de nuestra alcaldía sabemos quienes fueron nuestros respectivos facilitadores y tutores. En mi caso fue Don David Delgado, gran cronista de gran corazón, lleno de entusiasmo, conocimientos y bondad por compartirlos. A mí me recibió con los brazos y los libros abiertos, me apoyó, me guió, me catapultó y con orgullo digo que me concedió hacer el prólogo de mi primer publicación sobre Azcapotzalco. Nunca dejaré de agradecérselo. Y por ello quise subrayar también el agradecimiento que José Carbajal tiene por los citados pilares de su carrera en la crónica. Ese agradecimiento suyo me confirma lo mucho que hay de sentimiento y corazón detrás de cada tema que elige estudiar y divulgar.
Luego de esa primera participación con los cronistas acerca de las películas filmadas en Azcapotzalco, Carbajal siguió involucrado con otros temas, microhistorias, relatos con televisoras que han venido a filmar documentales o programas, y ya en pleno vuelo divulgador, se sintió parte de los cronistas locales, lo cual desempeña de modo notable y reconocido por sus propios compañeros.
No siempre ha sido fácil investigar o divulgar. En ocasiones presentó proyectos buscando apoyo oficial, pero no fructificó. Otras metió textos en convocatorias pero no ganó el premio que suele ser una publicación. Fue hasta 2010 cuando en una convocatoria de la entonces Delegación Azcapotzalco participó con el tema del bicentenario de la independencia y consiguió un reconocimiento honorario impreso. Esta fue su primera participación formal fuera del círculo de cronistas.
Ese mismo año obtuvo un reconocimiento por su “Plática de Día de Muertos” en el marco de los festejos delegacionales sobre el tema. En 2011 participó en la UNAM en una mesa redonda sobre “Publicaciones electrónicas y derechos de autor”. Dos años después en la Academia Mexicana de la Historia tomó el curso: “Miradas sobre el cine mexicano”.
En 2015 en el evento Librofest de la UAM Azcapotzalco, dio la conferencia “Edición de libros electrónicos”. También se convirtió en miembro de la Sociedad de Amigos de la Academia Mexicana de la Historia, correspondiente de la Real de Madrid.
En los años 2015 y 2016 publicó en “Amoxcalli” un acrónimo y luego un texto de exaltación a uno de sus pilares formadores en lo profesional y lo cálido de la crónica, titulado “Rememorando al cronista Antonio Urdapilleta”.
En 2016 el espacio cultural y gastronómico Tintanismo le otorgó un reconocimiento por su ponencia “Los cortometrajes filmados en Azcapotzalco”. Por su parte, la Biblioteca José Maria Morelos y Pavón de nuestra alcaldía, le extendió dos reconocimientos por sus aportaciones presenciales con los temas “Crónicas de dia de muertos en Azcapotzalco” y “Azcapotzalco y sus chintololos a través del tiempo”.
Por ser un asiduo seguidor de programas televisivos de crónica e historia, principalmente “El Foco” y “Leyenda Urbana”, contactó a la conductora Cynthia Francesconi para sugerirle hiciera un programa sobre Azcapotzalco. Sus esfuerzos rindieron frutos y en una cita en el Museo de Antropología, Carbajal le proporcionó elementos informativos y documentos valiosos, que hicieron que en esa misma ocasión se decidiera la aprobación de filmar el programa. Alberto Barranco y la mencionada conductora resaltaron los valores tangibles e intangibles de nuestra localidad, tal como lo sugirió Carbajal. Un éxito para nuestro cronista, nuestra alcaldía, para el programa y la televisora. Después de su transmisión en televisión, se coronó todo el trabajo, con la proyección del programa en la Casa de la Cultura de Azcapotzalco, presentado por José Carbajal.
Después decidió ampliar sus horizontes temáticos y estudió leyendas de todo el mundo. Distinguió lo que en el mundo ha cautivado a generaciones y se propuso revisar lo que pudiera haber en Azcapotzalco al respecto. A partir de ahí, los relatos de espectros, apariciones, duendes, umbrales de traslado a otros espacios, han sido de su interés, y actualmente posee una extensa lista de leyendas y sucesos que solo por sus títulos el público querrá con fervor conocer los detalles de cada una. Yo no quiero adelantar aquí ninguna, pero si quiero advertirles que cuando conozcan su descripción del carruaje espectral sin caballos cuyo cochero es una calavera de profundas cuencas vacías donde irían los ojos, y blanquecinos huesos en los brazos, sufrirán una inquietud espeluznante. Así fue para mí durante la entrevista.
En esos terrenos de la realidad paralela o alterna, Carbajal ha ahondado mucho, y por ello se ha acercado a una eminencia de Leyendas y Tradiciones en nuestra ciudad y en el país, Jermán Argueta. Editor, actor, organizador, cronista, entre muchas otros talentos, Argueta ha valorado el trabajo de Carbajal, quizá en un futuro haya una publicación conjunta, y mientras eso sucede, ya han narrado junto ante público en la Casa de la Cultura de Azcapotzalco en 2017 y 18.

Jermán Argueta y José Carbajal 

En 2017 realizó junto con Visión Alterna, colectivo creativo liderado por Patricio Garibay y Roberto Ortiz, el documental en video “Los duendes del Parque de San Lucas”, un trabajo sobre apariciones de duendes de peculiar ropaje en ese parque. Y no solo eso, también señala el punto en que se abre un portal para la llegada o salida de esos seres diminutos.
La Comunidad cultural Atlachinolli, A. C. le dio un merecido diploma por su “Labor en la preservación del acervo tradicional histórico de Azcapotzalco” y el Consejo de la Crónica de Azcapotzalco lo reconoció por su participación en el “XVI Encuentro de cronistas de Azcapotzalco” dedicado a la memoria de José Antonio Urdapilleta.
Ofreció pláticas en primarias y secundarias de la alcaldía, como parte del apoyo que dio el gobernante local Pablo Moctezuma a los cronistas, y se encargó de compilar toda la información y elaborar las cédulas para la exposición sobre los “Cronistas de Azcapotzalco” que se instaló en la Explanada delegacional en el marco de la Feria Internacional del Libro de Azcapotzalco, cuya curaduría estuvo a cargo de Gabriela López.
En 2018 participó en el evento “Catorceavo encuentro literario en Azcapotzalco” organizado por la alcaldía, así como en la “Segunda jornada de Matinés de leyendas” en el mismo lugar.
Ese año, por su constante trabajo de investigación y divulgación, se integró al nuevo Consejo de la Crónica de Azcapotzalco, y es a donde yo meses después que él, también ingresé, y tuve el gusto de conocerlo. En abril se llevó a cabo el XVIII Encuentro de cronistas de la alcaldía y las memorias de las ponencias se publicaron en una elegante edición bajo el título de “Tlacuilos tepanecas”, en donde Carbajal participó con el tema “Crónicas junto a las cenizas”. Funge como cronista del barrio de Nextengo, y explica que dicho nombre significa “lugar en la orilla de la ceniza”, sitio en el borde del antiguo Lago, donde los habitantes de aquel tiempo quemaban materiales para favorecer la calidad de la tierra para mejorar resultados en la siembra. Su texto es vital para la comprensión económica, geográfica y antropológica de Nextengo y Azcapotzalco.
En el primer trimestre de 2019, en una sesión de dicho Consejo, Carbajal dio lectura a un texto suyo que ojalá pronto publicara en papel o en “La hormiga en línea”, con el título “El paseo de los ahuehuetes y el sabino mágico de Santa Catarina”. Muy interesante.
La Maestra Solórzano lo ha invitado a que este año escriba para el Cabildo Nacional de la Crónica, y Carbajal publicará ahí su texto “Dr. Nicolás Cedillo, un personaje de Azcapotzalco”. Destaca que un hospital de nuestra alcaldía lleva el nombre de este distinguido personaje. Otro tema que prepara para ese Cabildo es: “Por los cines en el tiempo, por Azcapotzalco, Tacuba y anexas”, que trata sobre la historia de los cines de esas localidades.
En La hormiga en línea”, la revista electrónica dirigida por Patricio Garibay, publicada por el colectivo Visión Alterna que se publica desde febrero 2019, el primer texto de Carbajal que apareció fue en el número 1, con el título “De cine y crónica: El automóvil gris, escenas filmadas en Azcapotzalco”, película de la que dijo en el lanzamiento del proyecto “San Lucas barrio ancestral”, que este año se cumplen 100 años de haberse realizado, pues la cinta es de 1919.
En esa misma revista electrónica, en marzo 2019 Carbajal publicó “El encuentro con la crónica en el lugar de las hormigas”, un detallado resumen de los progresos de la crónica y los cronistas de la alcaldía.
En mayo publicó ahí “La Azcapotzancla y algo más. Un emblema desconocido en el barrio de San Marcos Izquitlán”. Un fantástico hallazgo divulgado nítidamente por Carbajal. Y en ese texto, la oferta de “algo más” merece mención aparte, pues narra la fantasmagórica aparición de una procesión de espectros por las calles de Azcapotzalco. Digna de una representación teatral en noviembre, o de una narración con personajes caracterizados. De helar la sangre.
En agosto su tema fue “La promesa de un exvoto y los orfebres artífices de Azcapotzalco: una realidad y un misterio”, partiendo de otro hallazgo suyo, esta vez dentro del Museo de la Basílica de Guadalupe: un trabajo del siglo XVI que muestra a un alacrán mandando a hacer por Hernán Cortés, elaborado por manos tepanecas.
Desde la fundación de la Sociedad Cervantina de Azcapotzalco en abril de 2019, Carbajal forma parte de ella. Su primera participación formal en ella fue el 6 de septiembre de 2019, como conductor del cine debate que se organizó en torno a la película proyectada: “El hombre que mató a Don Quijote”, en el Salón Cervantino de la Casa de la Cultura de Azcapotzalco, evento en el que también participé como asistente de Carbajal. Pienso que su gusto y preparación acerca del cine, lo convierten en el conductor idóneo para este tipo de eventos. Ojalá se repita con frecuencia su conducción.
Este año el Instituto Politécnico Nacional le extendió un reconocimiento por su asistencia al taller “Repositorio institucional, una opción sencilla para crearlos”.
Antes de finalizar la entrevista, pregunté a Carbajal si creía que la crónica en Azcapotzalco ya había agotado sus temas. De inmediato contestó que no. Dijo que se descubrió un enterramiento tepaneca en la avenida Aquiles Serdán, y que eso siempre dará luces para más investigaciones y posterior divulgación. Eso le recordó que cuando era niño y acudía a la primaria, en la avenida Heliopolis vio en una excavación una pieza de cerámica color ocre de aproximadamente 40 centímetros, con algunas inscripciones llamativas. No supo después que fue de esa pieza. Pero esto le da pauta para asegurar que ha habido y habrá siempre novedades por descubrir. Le pregunté sobre el futuro de la crónica. Opina que todas las épocas son interesantes, pero vivimos aquí, y conocer el pasado que conforma éste presente, nos ayuda a entenderlo mejor. No podemos quedarnos solo metidos en temas del pasado tepaneca o del tiempo del porfiriato en Azcapotzalco. Dijo que las crónicas se hacen para las generaciones que vienen, y que como aseguraba Carlos Monsiváis, no venimos de la nada.

Para concluir la entrevista, le pregunté porque a veces, un tanto al estilo de Jermán Argueta (del cual yo gusto mucho), a veces se autonombraba en mensajes como “El centinela de Xancopinca”.
Hay que aclarar que Xancopinca era un manantial de agua dulce que tenía una corriente de respetable fuerza en el subsuelo, que estaba en alguna parte del estacionamiento de la hoy tienda Soriana de Cuitláhuac. En ella, dicen que por las noches se aparecía un espectro femenino, se presentaba atractivo y sensual, cautivaba a algún hombre, y cuando éste creía poder alcanzarla, caía al centro del manantial y era arrastrado mortalmente por la corriente. Carbajal conoce esta leyenda de Azcapotzalco, y lo unió al hecho de que en algún momento de su vida, fue vigilante de un complejo industrial, en donde se hablaba de apariciones nocturnas. Así que amable lector, si un día lee o escucha sobre el “Centinela de Xancopinca”, ya sabe que se trata del cronista José Carbajal Cortés.
Para acompañar este texto, le solicité a él que eligiera algunas fotos. Me mostró más de las que podría incluir aquí. Todas en algún sitio especial, como sentado en la silla de director de cine de Ismael Rodríguez, junto al atuendo del luchador Enmascarado de Plata, el Santo, o compartiendo algún evento con Ángeles González Gamio, Cristina Pacheco, entre otras personalidades de la crónica. Al gran cinéfilo, cronista, investigador y centinela de Xancopinca, siempre lo podrá uno distinguir por lo exhaustivo de sus profundas búsquedas de información, por su sonrisa franca al exponer sus temas, y por su infaltable botón en el pecho que muestra el antiguo glifo de Azcapotzalco, con la hormiga entre granos de maíz.
Yo diría: “es un cronista de película”. Felicidades a José Carbajal por su trayectoria, a la cual hay que seguirle la pista porque produce y promete.