miércoles, 5 de febrero de 2020



HUMILDE TRIBUTO A CHAVA FLORES

Unidad habilitaciónal Cuitláhuac

Por Martín Borboa

El pasado domingo 12 de enero de 2020, el compañero Marcelino Peña Fernández, cronista de Azcapotzalco y activista de los pueblos originarios, me invitó a caminar y acompañarlo en una ruta que él hace en bicicleta con grupos de personas. En el primer punto en que nos detuvimos, hay un busto de Chava Flores.
Marcelino Peña Fernández junto al busto de Chava Flores

¡Qué casualidad! Marcelino y yo estábamos ante la memoria dedicada al cronista cantor a 100 años de su nacimiento. Él nació el 14 de enero de 1920, y estábamos ahí el 12 de enero de 2020. En ese momento, francamente ni él ni yo sabíamos que ya era el centenario de su natalicio.
Marcelino me explicó sobre la dedicación del busto en este sitio porque Chava Flores vivió en un departamento de esta Unidad, que se dice era de su hermana, y por eso en los pasillos y jardines se le llegó a ver varias veces caminando con su guitarra.
Lamentablemente la pieza escultórica no tiene placa. Alguna vez la tuvo, pero ahora luce vacío el espacio rectangular y plano donde estaba. ¿Deterioro o vandalismo? No sé. Pero si es un desperdicio cultural no alentar el reconocimiento apropiado a dicho personaje. Está el pedestal y el busto. Pero le falta su placa (o algo que indique con texto a quien se homenajea con la figura). Su legado tiene un valor enorme. Bien amerita un esfuerzo. Por un instante pensé en poner una placa, una de tipo antirrobo. Seguro que el mismo artista me diría: ¿A que le tiras cuando sueñas mexicano?

Lo malo es que quien ve hoy esa escultura no sabe a qué persona representa. Qué triste ¿no?
Dos días después de ese recorrido con Marcelino, en diferentes medios, ya me enteré que se celebraba el centenario del nacimiento del insigne compositor mexicano que con tanta picardía describió nuestra vida y nuestro entorno. Mostraban el recuento de su obra. Sus composiciones las han interpretado: Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Pedro Vargas, Lola Beltrán, Oscar Chávez, el “Loco” Valdez, Víctor Iturbe “El Pirulí”, la Sonora Santanera, Café Tacuba, Cristian Castro, entre otros.
Sus muy diversos temas fueron acerca de un parque, velorio, juego de canicas, boda, cortejo a una dama, fiesta de quince años, el Metro, tacos, dinero, el tráfico, etc. Nació el mismo año que Gabriel Vargas, el creador de la Familia Burrón.
Momentos alegres los tuvo, como cuando obtuvo la Medalla “Agustín Lara” que le otorgó la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) por su brillante trayectoria. Eventos feos también los tuvo, como cuando fue llevado a prisión, a Lecumberri, por 18 meses (1953 a 1955), al ser acusado injustamente de un adeudo por parte de su compadre agiotista. Le ofrecieron salir bajo fianza si se declaraba culpable, pero por saberse inocente, no aceptó el trato. Es mucho lo que puede hablarse de este artista y en este espacio no sería suficiente.
Nuestro Azcapotzalco le tiene un busto pero no salió en esos programas ni se mencionó en esos reportajes. Y al parecer la familia no sabe de este busto pues en una entrevista para el centenario, una de las hijas lamentaba que no hubiera nada en México para conmemorarlo.
Por esta serie de circunstancias, con un muy bajo presupuesto pero con muchas ganas de hacer algo al respecto, planeé una acción en paralelo con Marcelino Peña, y con el apoyo de mi muy querida Albertina Moreno en la parte técnica, llevamos manos a la obra:
Con el permiso de la administración de la Unidad Cuitláhuac, se pintó la base de blanco, y sobre de ella, usando un esténcil y pintura negra, se rotuló el monumento.
 
 Martín Borboa junto al busto de Chava Flores



Por ahora (inicio de febrero 2020) Don Chava Flores ya tiene rotulo en el pedestal de su busto conmemorativo. Dice: “Salvador “Chava” Flores. Centenario del gran cronista musical, que fue vecino de esta Unidad Cuitláhuac. Nació 4 enero 1920. Murió 5 agosto 1987”.

No logré hacerlo de mejor calidad, así que bienvenido quien deseé superarlo por favor. La puerta para apoyar está abierta de par en par. Para localizar el monumento es recomendable seguir este camino: Yendo por la Avenida Nueces (Nueva Santa María) cruzar la Avenida Cuitláhuac, avanzar hacia el fondo de la avenida, hacia la aduana, y viendo del lado derecho, donde hay una caseta de una mudanza (y se ven las camionetas), adentrarse en esa dirección, y antes de topar con la primer torre de electricidad, hay un grupo de bancas que acompañan al monumento, muy cerca de la administración.
Acépteme Don Chava este pequeño tributo limitado pero con cariño, a 100 de su llegada al mundo. Y como le dijera el finado Germán Dehesa en un artículo de la primavera del 1994:
“Al menos Flores (Chava) al menos Cantos”.
Y sobre nuestros símbolos en Azcapotzalco, al menos en una de sus más famosas composiciones, “Sábado Distrito Federal”, el artista creativo mencionó a un hormiguero:

“Desde las diez ya no hay donde parar el coche /
ni un ruletero que lo quiera a uno llevar /
llegar al centro atravesarlo es un desmoche /
un hormiguero no tiene tanto animal.”


LIBRO “MEMORIA HISTORICA DE SAN MARTIN XOCHINAHUAC”
El pasado martes 14 de enero 2020, en la sala abierta de la Casa de la Cultura de nuestra alcaldía,  se presentó el libro con ese título. Lo hicieron María Francisca López Suárez y María Moreno Domínguez, que fueron también las compiladoras de los textos publicados. La obra se elaboró durante 2019, y el nuevo año nos trajo a todos en Azcapotzalco éste gran regalo.

Al pueblo de San Martin lo he visitado en varias ocasiones, las últimas fueron los dos noviembres pasados con motivo de su fiesta patronal, y para comprar los deliciosos cocoles que venden afuera de la parroquia en esas festividades.
Yo recibí el libro en martes, para el viernes ya había terminado de leerlo, y el domingo ya estaba yo nuevamente el pueblo de San Martín. Esta vez lo hice motivado completamente por el libro.

La lectura del texto es bastante ágil, informativa y divertida. De sus más de 90 páginas y más de 553 imágenes se aprende mucho, y no solo del pueblo de San Martín, sino de Azcapotzalco en su conjunto. Por ejemplo, La historia del pueblo narrada por Daniel Cortés me dejó aprender el significado del glifo local y de códices que lo incluyen. La historia del pueblo expuesta por Marcelino Peña me informó de donde provienen las piedras con que se construyeron los templos teocallis tepanecas. El trabajo de Enrique Medina me permitió conocer la problemática antigua y la actual que enfrente San Martín, son dos distintas situaciones, y es bastante revelador ese análisis, pues los retos que ha tenido Xochinahuac, no los tuvo de modo aislado, al contrario, varios pueblos vecinos han pasado por cosas similares en tiempos parecidos. Lo que se va entendiendo de San Martín, ayuda a entender a Azcapotzalco.  La fuente ha sido este libro. Por eso pienso que aunque el titulo de la obra se refiere a un pueblo específico, el contenido revela el devenir de sus vecinos, de la alcaldía y más allá.
Aprendí:
Que la inauguración de la escuela “Tierra y Libertad” fue hecha por el presidente de los campesinos del pueblo, Don Abraham Sandín. Su nieto Don José Alfredo Sandín recuerda que su abuelo contruyó una finca llamada “La Quinta Aurora”-en la calle Parastitla No.10- en honor a una de sus hijas que así se llamaba (y es también el nombre de mi mamá).
Que por la zona de Xochinahuac andaba el “encuerado de las milpas” que solo se vestía con una gabardina y espantaba a quien se internara en los plantíos.
Que la primera escuela del pueblo estaba en la iglesia de San Martín y se llamaba “Centenario”, e impartía del primer al cuarto grado de primaria.
Que el 23 de febrero de 1966 el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz inauguró la escuela primaria “Manuel Belgrano” en honor a un diplomático argentino.
Que en marzo de 2015 se celebraron los 50 años de la parroquia, lo cual significa que se aprovechó el edificio desde 1965. (Como no voy a tener mucha simpatía por este pueblo si yo nací en 1965 y me llamo Martín. Hay muchas maneras de identificarse con un lugar).
Que hubo una época en que las bodas comunitarias eran frecuentes.
Que en la elección de la “Reina de las fiestas patrias”, la primera reina fue la Srta. Guillermina Tovar, y la coronación se efectuaba la noche del 15 de septiembre.
Que el 11 de enero de 1967 nevó en el pueblo de San Martín. (El 11 de enero es cumpleaños de mi mamá, quien eligió para mí el nombre de Martín).
Que en el viejo mercado, el Sr. Perilla vendía vísceras, Nacho vendía pollo y tenía su música a todo volumen y gafas negras, y ahí también Doña Juanita vestía Niños Dios.
Que Don Emilio López Vega gustaba de ir a bailar al Salón “Los Ángeles” y en ocasiones regresaba en taxi. A veces no le alcanzaba para pagar, y pedía al taxista que lo dejara en una puerta ofreciendo que de inmediato saldría con el pago. La puerta era la del panteón. Don Emilio ya no salía a pagar, y cuando los taxistas preguntaban sobre el vecino que vivía ahí, se enteraban que era el panteón, y más de uno habrá pensado que el pasajero fue un espectro.
Que el parque de “Los mecates” con su fuente lo inauguró el expresidente Miguel de la Madrid.

Y un sinfín de datos más que leí en sus páginas, que conforman en la mente del lector un cuadro multicolor, multi-temático, que permite ir imaginando los aromas de los sembradíos que describen, los sonidos emitidos por el ganado de los establos que menciona, las melodías tocadas por las orquestas que amenizaban los bailes, etc. Las palabras proponen y la imaginación dispone.
El libro abre la puerta de par en par y permite conocer bastante del pueblo a través de su gente, la parte vibrante, la que ríe y que llora. Como ejemplo pongo la anécdota narrada sobre una persona que tuvo que ser enterrada en plena fecha de la fiesta patronal, y para mostrar respeto a la comitiva fúnebre, los asistentes y comerciantes de la fiesta, guardaron silencio y abrieron camino para el paso del triste cortejo.
La parte cálida y divertida, es todo el grupo de 42 entrevistas que contiene este libro. Ojalá cada pueblo o barrio de Azcapotzalco tuviera algo similar. Que valioso poder conocer a 42 personas, que en sus narraciones incluyen a sus parejas, hijos, padres y abuelos, y así la multiplicación de personas de las que uno se entera es desbordante. Quiero decir que quien ve los títulos contará 42 personas, pero quien lee los textos,  aprenderá sobre el triple o el cuádruple de individuos, todos entrañables, sinceros.
Conocí en ésta lectura, entre otros, los recuerdos de:
Doña Angelita López, que fue madre soltera de un solo hijo que hizo el papel de Cristo en el viacrucis del pueblo por varios años.
Doña Agustina López, cuyo padre cazaba patos en temporada, y recuerda la leyenda del “Cincuate”, esa serpiente que aprovechaba a las mamás con hijos recién nacidos, que encontraba dormidas, para beber su leche sigilosamente, y para que no despertara el bebé, ponía en los labios del inocente su cola, para que sirviera como chupón.
Doña Celia López, quien de adolescente puso la primera tortillería en el pueblo, y la inauguró el 13 de enero de 1953.
Don Tiburcio López, que ha donado por más de 20 años las portadas decorativas de la iglesia.
Doña Gloria Vega, que le gustaba estar en la Hacienda del Rosario, y un día desató a los toros y los dejó salir, y subida a un árbol miraba y se moría de la risa.
Don Macario Olivares, que recuerda que cuando era niño y pasaba el tren de pasajeros, estos aventaban a los niños dulces, silbatos, limas y cajeta.
Don Juan López, quien diseñó vestuarios para grandes artistas, como Gloria Mayo y Sasha Montenegro.
Don Perfecto Rodríguez, que ha participado en la comisión de cohetes de las fiestas patronales por más de 46 años, siguiendo la tradición familiar iniciada por su abuelo de dar alimentos a los músicos que amenizan las fiestas a San Martín.
Doña Clara López, quien recuerda a su tío que la llevaba junto a otras sobrinas a terrenos donde sembraban maíz, calabaza y ejotes. El maíz lo recolectaban y preparaban para su venta.
Doña Concepción López (mismo nombre de mi abuela materna) que en 2018 cumplió 100 años de edad, quien comercializaba verduras en su carretilla por las calles del pueblo.
Doña Rita González, quien participó en 1965 en el certamen “Reina de las fiestas patrias”, y fue “Reina de la primavera” en la escuela “Tierra y Libertad”.
Estas y muchas otras personas, tuvieron la amabilidad de compartir sus recuerdos, y el equipo cultural de San Martín el acierto de entrevistar.
Debo decir que partiendo de la entrevista a Doña Teresa Álvarez, supe acerca del negocio en Avenida El Rosario No. 22 llamado “El Calandrio” que vende barbacoa, en donde han estado por ejemplo el “Indio” Fernández en su época, o el vocalista de “Café Tacuba” Rubén Albarrán. Mi familia paterna vivió muchos años de la venta de barbacoa en Temascaltepec, Estado de México, a donde al nacer y de niño, fui llevado varias veces para saludar a la familia, así que crecí con el aroma y sabor de la barbacoa, la consumo desde entonces, y no quise posponer ir a conocer y probar ese lugar. La barbacoa que ahí preparan está entre las dos mejores que he probado en mis 54 años de vida. Su suavidad, su textura, su sabor, son grandiosos. Y otro punto a favor es que aquí si conocen y preparan la salsa borracha, la cual es excelente compañera para ese platillo. Pude ver las pencas de maguey y el hoyo en donde preparan la carne. Pude disfrutar de la amabilidad de las personas que ahí laboran, descendientes de la dama entrevistada para el libro. Me enteré que abren sólo fines de semana y días festivos.

En resumen, haber ido a visitar las calles, la parroquia, el parque y el restaurante en San Martín, después de haber leído el libro, fue inolvidable. La lectura me hizo sentir invitado a ir nuevamente, pero ahora iba con más información, con nuevas expectativas, buscando la huella de su gente, sus rostros, la dinámica de su pueblo, la frondosidad de su parque (bonito para echar novio o tomarse un café) y el sabor de su exquisita comida.
El turismo provocado por la lectura de un libro, requiere que su contenido haya conmovido al lector. Para conmover es importante hacerlo con un estilo y una técnica que no distraigan, que no interrumpan las emociones que genera la información, que se forme y sostenga un canal claro por dónde fluyan las ideas y que el receptor las pueda absorber con nitidez. Que le agrade, le motive, y diga “yo quiero ir ahí”.
Ese desplazamiento personal inspirado por una obra estética y técnicamente agradable, revela que la obra ha llegado profundo. Eso para mí es “Turismo de arte”. La literatura es un arte, y este libro con cada una de sus palabras que nutren y aportan, es una pieza de ello.
Yo fui a San Martín y regresé gustoso, provocado por la lectura de una pieza de arte.


“San Lucas Atenco, barrio ancestral” 

Un documental.  


Por: Patricio Garibay.

El pasado 17 de enero en Casa de Cultura Azcapotzalco se presentó por primera vez el documental “San Lucas Atenco, barrio ancestral”  largometraje con duración de 90 minutos y que el que escribe, tuvo el honor de dirigir. La presentación estuvo a cargo de la maestra María Elena Solórzano y Roberto Ortiz frente a un abarrotado salón. Todos coincidimos en el enorme  gusto de haber  concluido y entregado al público este proyecto, un proyecto complicado, difícil, con muchísimos obstáculos a superar, pero siempre con gusto porque entendimos desde el inicio que bien valía la pena, principalmente porque nos dio la posibilidad de conocer aún más a  vecinos que comúnmente solo tenemos la oportunidad de saludar al andar por la calle, o cuando coincidimos en la iglesia o en la panadería.  Por otra parte está el valor de lo que aprendimos de nuestro entrañable barrio de San Lucas Atenco, de su historia, sus leyendas  y de sus gentes que viven o vivieron ahí, sucesos y anécdotas sorprendentes que incluso yo mismo que nací y crecí en ese rinconcito de Azcapotzalco desconocía. 
María Elena Solórzano, Claudia Isela Dajaddah y Roberto Cuauhtémoc Ortiz Quintero
en la presentación del documental en Casa de cultura Azcapotzalco. 



Y si para  nosotros fue valiosa la experiencia de realizar este documental,  esperamos ahora que también lo  sea para quien lo pueda ver, y no solo para los vecinos de  san Lucas Atenco o para los habitantes de la alcaldía de Azcapotzalco, sino también para todas aquellas personas que les interese el conocer cómo surge, cómo se forma, y cómo es, un barrio antiguo y hoy rodeado de una inmensa masa urbana. Porque es cosa segura  que quien no conoce el lugar en el que vive, no lo puede querer ni valorar, y por consiguiente, no se preocupará de cuidarlo. 


El 25 de enero el cronista José Carbajal Cortés presentó nuevamente el documental en el tradicional café "Intimismo",   (antes café Tintanismo) El público que acudió llenó por completo el lugar ocasionando con ello que muchas personas no pudieran ver el largometraje, a todas ellas les ofrecemos una disculpa y les avisamos que se realizarán aún tres proyecciones más en Azcapotzalco durante el mes de marzo en la Parroquia de San Lucas, videoteca  Ramón Alvares Bravo y en el parque de San Lucas. Días y horarios están  aún por confirmar.
Doña Amalia Elorduy

Agradecemos ante todo a los vecinos que con entusiasmo y generosidad nos abrieron las puertas de su casa y las ventanas de  su memoria, compartiendo sus recuerdos y las historias de sus vidas. Agradecemos a la Secretaría de Barrios y Pueblos de la Ciudad de México, pues sin su ayuda esta realización no hubiera sido posible, A la “Sociedad Cervantina de Azcapotzalco”, José Carbajal, Marisol Reséndiz, y Martin Borboa,  a “La hormiga en Línea” por el material fotográfico prestado. A “Visión alterna” por el equipo que nos asistió  para la realización de la producción y pos producción, a las actrices y actores de la compañía teatral “Club Sándwich” que hicieron las dramatizaciones. A las autoridades culturales de la alcaldía que nos reciben en los recintos que les hemos solicitado para proyectar el documental. A la maestra María Elena Solórzano,  que fue la guía conductora de este trabajo y que sin duda es la cronista más importante con la que cuenta Azcapotzalco, y que tenemos la fortuna de que sea vecina de nuestro muy querido barrió de San Lucas Atenco.

“San Lucas Atenco, barrio ancestral” 

Documental
Idea y dirección general
Patricio Garibay
(Alejandro Ortiz)
Producción;
Roberto Cuauhtémoc Ortiz Quintero
Investigación:
María Elena Solórzano
Patricio Garibay
José Carbajal Cortés
Voz:
Claudia Isela Dajaddah
Guión:
Patricio Garibay
Dramatizaciones:
Fryda Araujo
Gabriela Zambrano
Claudia Isela Dajaddah
David Zambrano
Martín Borboa Gómez
Camarógrafa:
María G. Arvizu
Edición y Animaciones:
Patricio Garibay
Colaboradores:
María Elena Solórzano
José Carbajal Cortés
Martín Borboa Gómez

Entrevistados:
María Elena Solórzano,  José Carbajal Cortés,  Juan Maya Tapia, Ana Marisol Reséndiz,  Juan José Sánchez Trejo,  Amalia Elorduy,  Yolanda del Carmen Quintero,  Roberto Cuauhtémoc Ortiz Quintero,  Marcelino Peña Fernández,  Rigoberto Ortiz Maldonado,  José Abel Antúnez Mendoza, Roberto Santamaría Flores,  Alicia E. Arreola,  Enrique Martínez Maurice, Julieta Maurice Lira. José González.









AZCAPOTZALCO Y LA REVOLUCIÓN MEXICANA

Por: María Elena Solórzano

 Cuando un pueblo no satisface sus necesidades primarias: comida, vestido y techo se convierte en un animalillo herido al que ya no le importa la vida, si va a morir lentamente de hambre, mejor morir de un balazo, es menos doloroso y humillante, las condiciones de los peones que trabajaban en las haciendas eran iguales o peores a la esclavitud, y la libertad era sólo una palabra, la mujer sufría los malos tratos de los patrones y del compañero, siempre fue un secreto a voces que en las haciendas de México existía el derecho de pernada y  consistía en que el patrón pasaba las primeras noches con la desposada, En La panchita dice ...borrachita me voy para la capita, a servirle al patrón que me mando llamar desde ayer...El marido recibía a su mujer con resentimiento, ese es uno de los motivos que dan origen al desprecio del varón por la mujer. “todas son iguales” pues todas han sido violadas.

       No hay un relato directo sobre la vida de los peones en las haciendas de Azcapotzalco, pero no han de haber sido muy diferentes a las del resto del país, aunque aquí por lo menos eran menos crueles.  Martín Oyamburú (descendiente de vascos) afirma, así se lo contaron sus antepasados: en las haciendas había galerones, jacales  donde vivían los peones, y llegó a existir una escuela de primeras letras. Los de Azcapotzalco también se incorporaron al movimiento revolucionario, y cuentan algunas gentes anécdotas sobre estos hechos, como la que platica el señor Ramón Flores León:

“Cierta tarde junto con Trinidad Soriano, sin previsión alguna fuimos a ver el tiroteo que había entre carrancistas y zapatistas allá por el rancho de “La Naranja”, que era propiedad del Lic. Angel Zimbrón. Caminábamos sin advertir el peligro, cerca de la Av. Azcapotzalco, cuando de pronto surgieron cinco o seis jinetes a galope furioso. Cuando los vimos nos paramos; seguramente eran buenos pa’ tirar, nos aventaron de balazos, afortunadamente no nos tocó alguno, porque de pronto nos sentamos sobre un “pollito” (así llamaban a unos asientos de adobe), fuera de la tienda “Estrella del norte” y solamente nos cayó la tierra de la pared. Ellos venían corriendo de sur a norte y nosotros corrimos hacia la casa de Trinidad Soriano, quien vivía a una cuadra de donde estábamos. Ya dentro todavía escuchamos como pasaron echando balazos a diestra y siniestra.
        Ya más tarde nos aventuramos a salir; nos fuimos caminando hasta la cabecera de Azcapotzalco y casi llegando a la casa de don Modesto Paredes, nos salieron cuatro zapatistas que nos dijeron “¿Quién vive?” y Trinidad Soriano replicó “Gente buena, gente buena”. “Vamos a llevarlos con mi general”, exclamaron, y al llegar a unas dos cuadras de donde está la Delegación vieja, frente a la tienda “Del sol” había otros soldados zapatistas que forzaron la puerta a culetazos. En el momento en que violentamente abrieron la puerta tocaba la campanilla del teléfono y contestó el que la hacía de jefe en ese momento, diciendo: “Dígale que aquí estoy en representación de mi general Genovevo de la O (zapatista), con cinco mil hombres esperando a los carrancistas” y aventó la bocina.
        La parroquia estaba abandonada, pues días antes habían entrado los carrancistas hasta dentro de la iglesia con todo y caballos.  Retablo. 

Los relatos sobre la vida que llevaban los peones de las haciendas durante el porfiriato son realmente sobrecogedores, sin embargo aquí en Azcapotzalco, dicen las gentes mayores sobrevivientes a esa época, no fue así, cuentan que las condiciones de los peones no eran tan terribles y que tenían por lo menos su jacal y sus animales y que no eran azotados como en otras partes, no hay  escritos sobre el asunto y pues sólo estos testimonios tenemos como datos de la época.
Los habitantes de Azcapotzalco también se enrolaron en las luchas revolucionarias para luchar por un México mejor, no sabemos cuantos héroes anónimos ofrendaron su vida, los tepanecas siguen luchando porque Azcapotzalco sea próspero, pero ahora con diferentes armas.

En el Diario de la mañana EL PAÍS del jueves 20 de agosto de 1914 aparece la noticia de la llegada de don Venustiano Carranza a la prefectura de Azcapotzalco El 19 DE AGOSTO DE 1914. Se dice que la entrada del Jefe constitucionalista fue triunfal y que el día 21 de agosto a las 8.00 saldría para la ciudad de México. Se le hizo una calurosa recepción al entonces Jefe del Ejército constitucionalista.
Con muchas horas de anticipación la población proveniente de los diferentes barrios de Azcapotzalco esperaba ansiosa la llegada del jefe máximo del movimiento constitucionalista. Con muchas horas de antelación, desde que el sol despuntó en el horizonte empezó a llegar  la gente con el anhelo y la curiosidad de mirar y conocer al Sr. Carranza, en muy poco tiempo la población se arremolinó frente a la Prefectura (hoy Casa de Cultura Azcapotzalco).
       El edificio de la prefectura fue engalanado y se acondicionó para recibir dignamente a tan célebre personaje, el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista pernoctaría con toda su comitiva en esa breve estancia en Azcapotzalco.
A las 16:20 la gran multitud que llenaba las calles y los jardines de Azcapotzalco, se volvió a inquietar, pues se corrió la voz que ahora sí, arribaría el Sr. Carranza, que ya se encontraba en las goteras de la población, y que en cuanto descansara unos minutos reanudaría su marcha.
          Después de esa noticia, la espera ya no fue tan larga, al poco rato llegó hasta la plaza, frente a la Parroquia y a la entonces Prefectura. El Sr. Venustiano Carranza desmontó frente a la puerta principal de la Prefectura a las 16:25.
El gentío estalló en las más imponentes ovaciones y vítores que no cesaron en largo rato.
          El señor Venustiano Carranza llegó acompañado de los generales Alberto Cabrera Torres, Rafael Buelna, José Santos Coy y de sus dos ayudantes, el mayor y  el capitán primero Dávila.
         Saludo a la multitud y enseguida desmontó, se acercó mucha gente, querían saludar personalmente al general y   Primer Jefe del movimiento en ese momento triunfador.
        En la calle no cesaban los vítores al Primer Jefe del movimiento, rompiendo con frecuencia la multitud en atronadores aplausos, a gritos pedían que el señor Carranza saliera al balcón (donde ahora el Sr. Jefe delegacional realiza la ceremonia del grito) para ser visto y saludado por las personas que no lograron entrar al edificio. Accediendo a los deseos del gentío, el señor Carranza salió al balcón principal, saludando al pueblo que, delirante contestó con  una ovación sin precedentes.
         En el edificio que ocupaba la Prefectura en Azcapotzalco pernoctó don Venustiano Carranza para hacer al día siguiente su triunfal entrada a la Ciudad de México.
Los enfrentamientos siguieron y ya eran tomadas las poblaciones por los villistas o por los zapatistas. El siguiente artículo así lo muestra.

   El Pueblo. Diario de la mañana. H. Veracruz, martes 3 de agosto de 1915.


ENTRADA DEL GENERAL PABLO GONZÁLEZ A LA URBE CAPITALINA

Villa de Guadalupe a 1º de agosto de 1915.
COMUNICADO:

...Fuerzas del coronel Nuncio y del mayor Márquez pertenecientes también al general Cepeda tomaron hoy Azcapotzalco, persiguiendo al enemigo hasta Tacuba. Estoy esperando las partes de estos jefes para conocer las bajas habidas en este encuentro.
Comunicarme el general Lechuga que en el curso de los combates habidos, ha sido tiroteado desde algunas casas particulares.
Hoy ha quedado establecido aquí en Azcapotzalco el cuartel general, mañana se hará la entrada de todas las fuerzas de México, pero como antes digo, la plaza ya está dominada por nosotros y me honro en ponerla a las órdenes de esa Primera Jefatura.
                                                  El General en Jefe
Los habitantes de Azcapotzalco también se enrolaron en las luchas revolucionarias para luchar por un México mejor, no sabemos cuántos héroes anónimos ofrendaron su vida, los tepanecas siguen luchando porque Azcapotzalco sea próspero, pero ahora con diferentes armas.
                                                  El General en Jefe
Los habitantes de Azcapotzalco también se enrolaron en las luchas revolucionarias para luchar por un México mejor, no sabemos cuántos héroes anónimos ofrendaron su vida, los tepanecas siguen luchando porque Azcapotzalco sea próspero, pero ahora con diferentes armas.



CHARLA SOBRE LA ROSCA DE REYES


Por: Teresa Martínez Legorreta


En el marco del programa semanal cultural que dirige la Maestra y cronista Maria Elena Solórzano (izq), “Tardes de crónica”, el día 15 de enero del 2020, la cronista Teresa Martínez Legorreta (der), en la Sala Abierta, expuso un tema que abarca muchos aspectos de nuestra vida: la tradición de partir la Rosca de Reyes.


Es un evento que abarca muchos países, no es específico de nuestra alcaldía, pero lo destacable es que en el corazón cultural de nuestro querido Azcapotzalco, se habla, se analiza y se difunde, acerca de la historia de esta actividad social de compartir el pan, celebrar un encuentro de Reyes con el enviado divino, y aprovechar a los padrinos para la siguiente celebración, la Candelaria.
La sociedad puede ir siguiendo alegremente la corriente de festejos y eventos, pero en Azcapotzalco deseamos además, revisar el ¿Por qué lo hacemos? ¿Qué significa? Y así disfrutarlo aun más.


Las “Charlas con aroma de café” suelen ser muy divertidas y entretenidas para el público asistente, que se da cita a las 17 horas los miércoles en la Casa de Cultura. La información ahí se comparte de forma oral.
En ésta ocasión por ser un tema del que probablemente todos participamos activamente (comer rosca en enero), a sugerencia y con apoyo de Martín Borboa Gómez, para conservar lo ahí narrado, las notas de la cronista se convirtieron en este texto que reúne las ideas compartidas aquella tarde, y aquí se ofrece a nuestro público lector de “La hormiga en línea”.


ORIGEN

En la antigua Roma se llevaba a cabo la fiesta Saturnalia del 17 al 23 de diciembre, que coincide con el solsticio de invierno.
Se comía pan con dátiles e higos durante este festejo.
Con los primeros  cristianos, se intenta revocar estás festividades paganas que a la postre se emparentaría con la Navidad.  Así comenzó la costumbre de comer un pan donde introducen habas, que es lo que comen los pobres.

En el año 354 d.C. empezó el festejo del nacimiento de Jesús.
Con la Epifanía, día en que los Reyes Magos conocieron al niño Jesús, empezó la conmemoración del 6 de enero y partir la Rosca.
Los Cristianos occidentales celebran la Adoración de los Reyes. Este encuentro se simboliza en la Rosca de Reyes.
El cristianismo ortodoxo de oriente, en cambio, celebra el Bautismo del niño Dios.


TRADICION DE COMER LA ROSCA

Empieza en la edad media en España y Francia.  
En países de origen francófono cómo Bélgica, Canadá francófona y la Louisiana en Estados Unidos.
España trae a México en el S XVI está tradición y es aquí donde se cambia el haba por un niño Dios de porcelana.
En Estados Unidos es el “King´s cake” que se consume en el “mardi gras” en Louisiana. Fecha de su carnaval que se realiza un día antes del miércoles de ceniza.
En Grecia es el “Vasilopita”, que es como una dona pequeña.
En Cataluña se usa el “tortell”.
En Portugal le nombran “Bolo reí”.
En España, “Roscón” o “Rosca de Reyes”.

LA CANDELARIA

El 2 de febrero se conmemora la presentación de Jesús en el templo.
En la tradición judía, (recordemos que MarÍa era judía), se mantenía la cuarentena después del parto y este mismo día, el 2 de febrero, se purifica a María ya que era impura por el embarazo que paso por su vientre a pesar de ser virgen.
Ese día va al templo a purificarse, la rodean de flores y velas o candelas de ahí el nombre de la Candelaria.

TRADICION PREHISPANICA

Paralelamente, en las culturas prehispánicas, los mexicas realizaban diversos rituales a  Tláloc, Chalchitlicue y Quetzalcóatl, llevando a cabo sacrificios de niños cuyas lágrimas serían la lluvia que Tláloc mandaría para la siguiente siembra, por lo que se preparaba la tierra para trabajarla.
También había una fiesta por el mes de diciembre para la presentación o nacimiento del sol.
Ambos festejos, el del niño Jesús y el nacimiento del sol se relacionan con fuego, las candelas y el propio sol
En las fiestas prehispánicas se ofrecían alimentos a base de maíz entre ellos los  tamales o tamalli como ofrenda a los dioses
Para los mayas en el Popol Vuh, su libro Sagrado, hablan de qué los dioses usaron el maíz para crear al hombre. De ahí la importancia y valor del maíz, su enorme valor como regalo divino.
Durante la conquista se mantuvo el sincretismo  de diversas festividades religiosas y la costumbre de ofrecer tamales, que son un emblema gastronómico.

Hay una fusión del día de la Candelaria y las tradiciones prehispánicas.

Son rituales con características únicas.
El ciclo del nacimiento de Jesús inicia en el llamado primer domingo de adviento, es decir, 4 semanas antes del 24 de diciembre.
Se realizan las posadas, se celebra la “Noche buena”, y el 6 de enero hay regalos para los niños.

La manifestación de cultura popular es más reciente, y se retoma la costumbre de ofrecer tamales  el 2 de febrero. Esto corresponde patrocinar a las personas que encontraron al niño en su rebanada de rosca. Esto ocurre en diversos núcleos: la familia, la oficina, el taller, el negocio, etc.
En algunas culturas indígenas se piensa que los tamales son como bebés, se envuelven y se meten a una olla (matriz) para representar el nacimiento del hombre.

Es un sincretismo entre el día de la Candelaria y la Fiesta a Tláloc. 

Hay registros de que se visitaban 7 lugares en la cuenca de México durante un año y se llevaba infantes que luego serían sacrificados.
Entre los huicholes hay una fiesta donde los niños son los homenajeados ya que simbolizan los frutos tiernos.
Así que nuestra fiesta actual es un sincretismo entre lo español católico y los rituales indígenas. Quizá no perduran intactos ni lo que hubieran traído con la conquista, ni lo que acostumbraran hacer en nuestra tierra antes de dicho suceso. Lo que vivimos es el resultado de su mezcla, y no por ello aminoró su interpretación integrada al tejido social. Al contrario, nuevas reglas, nuevas estructuras, nuevas opciones. Un ejemplo de ello es el compadrazgo que nace de vestir y llevar al niño Dios a la iglesia el 2 de febrero. Es muy importante en las comunidades indígenas, ya que se crean lazos sociales muy fuertes. E incluso en zonas de casi ausente presencia indígena, la feligresía católica aguarda en animada ceremonia la bendición del sacerdote que rocía agua bendita sobre las imágenes que con cariño han vestido para la ocasión. Dichas imágenes ocupan durante el año un sitio privilegiado en los hogares de quienes con devoción participan.

SIGNIFICADO DE LA ROSCA

Según el tamaño puede tener forma ovalada o circular. Simboliza el amor a Dios sin principio ni fin.

La fruta simboliza la gracia que trajo el niño Dios.
Otros dicen que son las joyas de los Reyes Magos y significan amor, paz y felicidad.

La parte azucarada simboliza los montes que habrán cruzado los Reyes en su peregrinar.

Y por último, un detalle peculiar:

El haba que en otros países se utiliza, y que en México es una figura que representa del niño Dios, van escondidos dentro de la rosca.

El niño escondido simboliza cuando María y José esconden al niño de Herodes, y por ello incluso dejan su patria.