viernes, 14 de mayo de 2021

 SAN JUAN APOSTOL Y EVENGELISTA (HUACALCO) Y EL VIERNES SANTO

   


Por Martin Borboa  (Grupo Formiga )

La Parroquia de San Juan Apóstol y Evangelista, en Huacalco, vecina de la Unidad Cuitláhuac, en )Azcapotzalco, fue un excelente sitio para la conmemoración del Vía Crucis. En nuestra pequeña Parroquia, en época de Pandemia, se impusieron notorias limitaciones, aun así, el objetivo espiritual se cumplió cabalmente.

Con un evento al aire libre, se recordaron cada una de las estaciones del último camino del Señor antes de su muerte y resurrección, las cuales fueron plasmadas en el Evangelio de San Juan, nuestro Santo patrono en esta Parroquia.

 

SAN JUAN APOSTOL Y EVANGELISTA

Ya desde un inicio, Juan era seguidor de Juan el Bautista junto con Andrés. Juan era de Cafarnaúm, y hacia allá él y Andrés llevaron a Jesús, y allá llamaron a sus hermanos, (por ejemplo Pedro), y al publicano Mateo. Juan era hijo de Zebedeo y Salomé, hermano de Santiago el mayor (que también las fuentes llaman Jacobo), y como él, era pescador. Salomé también se integró en algún momento a los seguidores de Jesús y los acompañó mientras el Maestro estuvo con ellos.

En todo el mundo católico, es el Evangelio de Juan el que se lee el Viernes Santo, pues es abundante en detalles de la Pasión. San Juan escribió su texto 30 o 40 años después que los otros evangelios, y tuvo como uno de sus propósitos, “llenar huecos” que los demás hubieran dejado. San Juan fue el último apóstol en morir.

Juan es distinguido entre los apóstoles por varios motivos: se dice que era el más joven de todos, y por ello cuando se le representa en su periodo de acompañar al Señor, se le representa sin barba, mientras que a casi todos los demás, con ella. Fue de los primeros cuatro apóstoles que se unieron a Jesús.

Durante la última cena estuvo junto al Señor y se recostó en su pecho al lamentar lo que se avecinaba, según lo fue diciendo su Maestro. Después de dicha cena, Jesús fue al Monte de los olivos, y llevó consigo a 3 apóstoles: Pedro y los hermanos Santiago y Juan.

Ellos tres estuvieron en lo conocido como Transfiguración del Señor en el Monte Tabor y contemplaron su Gloria. Ellos mismos atestiguaron la resurrección de la hija de Jairo (ella con Lázaro de Betania y el hijo de la viuda de Nain, son las tres personas que resucitaron por intervención de Jesús).

Cuando apresaron a Jesús, luego de su interrogatorio y condena, fue llevado hasta el monte donde sería crucificado, y Juan acompañó al Señor en ese camino a un lado de la Virgen María. Jesús crucificado vio a su Madre al lado del único apóstol varón que le acompañó al Calvario, San Juan, y les dijo “Mujer, ahí tienes a tu hijo”, y al discípulo (nuestro patrono en la Parroquia) “Ahí tienes a tu madre”. Desde entonces Juan se hizo cargo de la Virgen María, la atendió y procuró hasta el último día de la vida de ella. Fue el único apóstol que no murió martirizado, aunque sí lo fue. Su evangelio contiene muchas de las escenas más conocidas y reproducidas respecto a la vida y Pasión de Cristo. Por ejemplo habla de la reproducción del vino en una boda (primer milagro), la salvación del hijo de un funcionario (segundo milagro), la cura que hizo Jesús en sábado, la multiplicación de los panes, el caminar del Maestro sobre las aguas, la recuperación de la vista de un ciego, el tema del Buen pastor, el prestamos del burro para la entrada a Jerusalén, el aviso de que uno de sus apóstoles lo iba a traicionar y otro lo iba a negar, el Vía Crucis, etcétera.

De manera que puede preguntarse, ¿Qué mejor sitio para escuchar y reflexionar sobre el Viernes Santo y el Vía Crucis, que la Parroquia del Santo Apóstol Evangelista, quien se ocupó de dejarnos los detalles de tan importante acontecimiento?

 

PROGRAMA DEL VIERNES SANTO

Para ese día Viernes Santo, el programa de la celebración incluía la meditación y reflexión sobre el Vía Crucis, las 7 palabras, la celebración de la Pasión del Señor, y la veneración de la Santa Cruz.

VIA CRUCIS EN SAN JUAN HUACALCO

      

Nuestra Parroquia tiene dos edificios. El antiguo que ya no se utiliza para el culto, y el nuevo, construido en el siglo XX, en un esquema de nivel sobre la tierra, un poco más abajo que el antiguo, de modo que permite perfectamente que destaque el viejo edificio prácticamente casi desde cualquier ángulo.

Frente a la fachada del antiguo, el Padre comenzó la presentación y explicación de las primeras estaciones del Vía Crucis. Acompañó cada estación de sus reflexiones, y como acostumbra en sus misas, favoreció la participación del público fiel asistente.

En determinado momento, detuvimos el ritual para pasar al interior del edificio nuevo, descendimos las escaleras, cargamos las imágenes, y una vez acomodados en las bancas, con sana distancia, continuamos el análisis de cada estación.

Es un espacio muy bonito y digno para las celebraciones, la acústica es muy adecuada, y así, pudimos continuar el recorrido de todas las estaciones, que van del Viernes al Domingo en la fecha de la Pasión, a saber:

1.- Jesús sentenciado a muerte

2.- Jesús cargado con la Cruz

3.- Jesús cae por primera vez (Por el peso de la Cruz, los azotes, y lo lastimado que venía desde la noche anterior).

4.- Encuentro de Jesús con su madre, la Virgen María. A su padre José se le deja de mencionar en la Biblia luego de haberse perdido Jesús de niño y ser hallado.

5.- El Cirineo ayuda a Jesús a cargar la Cruz. (Simón de Cirene, campesino que estaba entre los asistentes, fue tomado por un soldado romano para dar esa ayuda, no es que se ofreciera voluntariamente. Sin embargo, conforme fue cargando el madero, lo fue haciendo con amor y fervor, y esto fue el origen de su conversión y la de sus hijos)

6.- Verónica limpia el rostro de Jesús. (Ella voluntariamente se acercó a limpiar el rostro de Jesús. En el lienzo dejó el Señor grabada su Santa Faz)

7.- Segunda caída de Jesús

8.- Jesús consuela a las hijas de Jerusalén. (“No lloren por mí, lloren por ustedes y por sus hijos”)

9.- Jesús cae por tercera vez

10.- Jesús despojado de sus vestiduras (Las cuales luego se repartieron los soldados romanos ahí presentes)

11.- Jesús clavado en la Cruz (Entre dos ladrones, se contemplaron las tres cruces, y en la Cruz sobre la cabeza de Jesús se colocó un letrero que en tres idiomas decía “Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos”).

12.- Jesús muere en la Cruz (Tras tres horas de agonía luego de ser crucificado, fallece).

13.- Jesús en brazos de su Madre (Luego de ser bajado de la Cruz y haberse verificado que estaba muerto, con la inserción de una punta de lanza en su costado).

14.- El cadáver de Jesús puesto en el sepulcro. (Sitio ofrecido voluntariamente por José de Arimatea. De este modo concluye el día viernes. El sábado no hubo presencia de los seguidores de Cristo en el sepulcro).

15.- Jesús resucita (Domingo muy temprano María Magdalena acude al sepulcro, lo encuentra vacío y lo anuncia a sus compañeros. Jesús había vencido a la muerte).

LAS SIETE PALABRAS

En la Parroquia de San Juan Huacalco, se repartió un cromo muy bello, con una composición llena de simbolismo. En el reverso del cromo están “Las Siete palabras que pronunció Jesús en la Cruz”.

Fieles voluntarios pasaron a dar lectura de ellas en la celebración, y el Sacerdote agregaba alguna reflexión sobre de ellas, la cual no tengo registrada y por ello no puedo reproducirla aquí. Lo que si anoto son las Siete Palabras:

1.- Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

2.- Hoy estarás conmigo en el paraíso (dicho a San Dimas, el primer Santo, quien habiendo sido malhechor y por ello crucificado, pero por haber visto Jesús en él verdadera Fe, hizo el ofrecimiento)

3.- Mujer he aquí a tu hijo… he aquí a tu madre (Dicho a San Juan, nuestro patrono en la Parroquia, dejando así amparada a María bajo los cuidados del apóstol, y a él acompañado de ella quien lo aceptó como su hijo)

4.- Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?

5.- Tengo sed.

6.- Consumado es. (Las profecías sobre la llegada y acción del Mesías se habían cumplido).

7.- Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu.

Con la reflexión de estas palabras, terminó la primera parte de las celebraciones en la Parroquia. Más tarde regresamos a la siguiente parte de las actividades del Viernes Santo.

 

ADORACION DE LA SANTA CRUZ

Es muy importante aclarar que en la religión católica no se adora a la Cruz por ser un pedazo de madera, o un instrumento de castigo y muerte. La adoración se le da en el sentido de que tuvo contacto con el cuerpo de Cristo y su sangre la cubrió, y que en ella murió por la salvación de sus fieles, y tras ella venció a la muerte, conteniendo en ese símbolo, todo el misterio de la Pascua católica.

En la Parroquia de San Juan Huacalco, el Viernes Santo a las 17 horas, se llevo a cabo la celebración de esta adoración, conducida la reflexión y meditación por el Sacerdote. La Cruz ingresó por la puerta principal, cubierta de un manto blanco, y conforme fue avanzando por el pasillo central de la Parroquia, se fue descubriendo un brazo de la Cruz, el otro, y finalmente quedó libre del manto. Al llegar al altar, el Padre la levantó y oramos.

De hecho cabe decir que adorar viene del latín “ad-orare” que significa elevar una súplica, de ahí venerar a alguien, y de ahí, adoración.

jueves, 13 de mayo de 2021

 UN NUEVO LIBRO DE LA MAESTRA MARÍA ELENA SOLÓRZANO

...A propósito del metro.

Por Patricio Garibay


La poeta y cronista de Azcapotzalco  María Elena Solórzano logra en este nuevo libro de cuentos urbanos extraer de las mismas entrañas de la Ciudad de México un racimo de historias aderezadas de espontaneidad, de humor, de aventura, de drama y de ternura, narraciones surgidas de la cotidianidad y todas ellas enmarcadas en el ámbito de la  nostalgia de un presente fugaz, historias que transitan en sus 195 estaciones de sus 12 líneas  y en una  longitud total de  226 kilómetros y que este mes en que se publica digitalmente coincide fatalmente con la resiente tragedia ocurrida en la línea  12. 

Es el metro las venas que irrigan a la ciudad y la mantienen viva el escenario donde circulan y se cruzan todos los días millones de personas que llevan cargando cada una su propio relato de vida. En este libro que lleva por nombre “Crónicas sobre el metro, llévelo, a diez pesos a diez pesos”  María Elena Solórzano en su muy particular estilo narra en estas ficciones que el tiempo convertirá en entrañables crónicas urbanas, incidentes protagonizados por individuos que tienen  como objetivo llegar a tiempo a su trabajo, de apuradas madres que de la mano llevan casi arrastrando a sus pequeños hijos a la escuela, de vendedores ambulantes que se ganan la vida ofreciendo sus vistosos y raros productos mientras se esconden de la policía, de incipientes artistas que no llegaron a conseguir la fama y que obligadamente  convierten en su público a los indiferentes pasajeros, de los novios que se encuentran y se desencuentran en vagones, pasillos y andenes del popular transporte capitalino. Historias que de algún modo fueron y son reales y que el ojo experto de la cronista María Elena Solórzano absorbe, digiere y convierte en texto literario para las personas que hoy, o el individuo del futuro que se anime a recorrer estas páginas pueda ver y consultar a modo de fotografía una parte del alma de la ciudad congelada  en el tiempo, imágenes, voces y sensaciones narradas de un México que inexorablemente cambia minuto a minuto frente a nosotros, de un México que va perdiendo su esencia en esta agobiante posmodernidad.  

 

AMOR ENTRE VAGONES

Del libro “Crónicas sobre el metro, llévelo, 
a diez pesos a diez pesos”       

 Por María Elena Solórzano Carbajal

Lucía vivía en la Col. Reynosa en Azcapotzalco, la Línea 6 quedaba cerca de su casa, el Metro era su medio de transporte cotidiano para llegar a su trabajo, en un almacén, en  el centro de la ciudad, donde se desempeñaba como dependienta con un horario de las 10:00 a las 20:00, ya sabes se trabajan12 horas en lugar de ocho como marca la Constitución, pero muchas  veces no se respeta esta disposición. 

        Era lo que se llama una mujer bonita, fue su tarjeta de presentación para ser admitida de inmediato para atender una sección del departamento de caballeros. Muchos clientes la pretendieron y salió algún fin de semana con alguno de los pretensos, pero sus intenciones no eran buenas, ya que sólo querían una aventura y a ella sus padres le habían inculcados muy buenos principios y el ejemplo que había recibido era de honestidad en todos los aspectos, así que las relaciones apenas duraban dos o tres semanas, cuando los galanes comprendían que no era posible avanzar hasta donde ellos deseaban, se despedían o simplemente no los volvía a ver. Algunas veces aceptaba salir con algunos, pero sabía que eran relaciones muy superficiales y efímeras.  

       Su sueldo era miserable, pues con su precaria preparación de Secundaria terminada, sólo la admitían en puestos similares y a veces con menor sueldo, en donde trabajaba era el mínimo y una comisión por ventas realizadas.  

       Su salario era el único ingreso en su modesto hogar, pues su padre ya no podía trabajar y su madre siempre había sido ama de casa, hacia verdaderos milagros para estirar el dinero para la alimentación de tres adultos y que también alcanzara para cubrir los servicios: predial, agua, luz, teléfono y además los pasajes. Por fortuna el matrimonio era propietario de la casa y no pagaban renta. 

        La señora se paraba a guisar muy temprano y le preparaba a su hija un refrigerio con alimentos frescos para la hora de su comida, ella se dirigía al lugar donde estaban los lockers, buscaba un rinconcito para ingerir sus alimentos. Al principio comía sola, después se le unió otra compañera en las mismas condiciones y se convirtieron en dos buenas amigas.  

       Pasó el tiempo y llegó a los veinticinco años, la esperanza de encontrar un novio con el cual tener una relación seria y formar una familia se iba desvaneciendo. 

       Salía a las 20:00 y se encaminaba hacia la Estación Zócalo para abordar el Metro, en la Dirección Cuatro Caminos, prefería entrar en el último vagón, pues iba cansada y ahí siempre encontraba un asiento vacío para sentarse y descansar un poco. Al llegar a la Estación Tacuba transbordaba a la línea El Rosario para bajarse en la estación Azcapotzalco y caminaba algunas calles para llegar a su hogar. 

       En aquella ocasión a las 20:30 abordó el Metro se sentó en el asiento vacío, ocupó el lugar junto a la ventanilla y enseguida el otro lugar lo ocupó un joven señor de aproximadamente treinta años, tenía el aspecto de un oficinista. Ese día el almacen estuvo con mucha afluencia de gente y no paró ni un momento atendiendo clientes, se sentía exhausta, y se quedó dormida, no se dio cuenta cuando su cabeza descansó en el hombro del pasajero del asiento contiguo. El señor muy amablemente la dejó seguir su sueño y tuvo que despertarla cuando llegaron a la terminal.  

       -¡Señorita, señorita! Ya llegamos a la terminal… Ella despertó y se dio cuenta que su cabeza estaba sobre el hombro de su compañero de viaje y que había dormido durante todo el trayecto. Se sintió muy apenada y le dio sus disculpas, muchas disculpas y trató de explicarle el por qué la había vencido el sueño. 

       -Perdone joven, me siento muy apenada pero… soy dependienta de un gran almacén y tuvimos mucha gente, no paré ni un minuto, con decirle que no pude ni comer y… 

       - La comprendo, pero salgamos y ahí fuera me explica… 

       - Como le decía tuve un día agotador, quizá por eso me quedé dormida. ¿Por qué no me despertó? ¡Qué pena! Y… para colmo dormida sobre su hombro. 

       - No quise hacerlo y no tiene que disculparse. Para mí fue muy grato tener su cabeza sobre mi hombro. Me hizo recordar aquella canción de Paul Anka Tu cabeza en mi hombro ¿La recuerda?  

       -Sí es una de mis favoritas, igual que Cartas de Amor en la Arena con Pat Boone, ¿La escuchó alguna vez? 

       -Conque soñadora y romántica… 

       -Sí, por eso en este tiempo todos me consideran anticuada. 

       - La invito a tomar un café.

       - No puedo aceptar, mis padres me esperan y no quiero preocuparlos. 

       - ¡Qué niña tan bien portada!  

       - Necesito tomar otra vez el Metro y regresar a la Estación Azcapotzalco UAM. 

       -Yo también necesito regresar, ahí viene el tren.  

       Los dos entraron al vagón, él le dijo: 

       -Quiero volver a verte, por favor… 

       -Lucía  contestó: Estoy todos los días a la misma hora y en la misma estación al final del andén. 

       Se sentaron y siguieron conversando y cuando el convoy paró en la estación que había nombrado, se despidió y salió para dirigirse a su domicilio. 

        Terminó su trabajo como siempre a las ocho, se dirigió a la Estación Zócalo, bajo las escaleras, se dirigió a los torniquetes, depositó su boleto y accedió a los pasillos que la llevarían a la Dirección Tacuba, se dirigió al fondo del andén para esperar la llegada del tren. Grata fue su sorpresa al observar que el joven ya la estaba esperando.  

                        -Hola, cómo estás, espero que hoy haya sido más llevadero tu trabajo. 

 

       -Por fortuna así fue. 

       -Me alegro, hoy no estás tan cansada…A propósito ¿Cómo te llamas? Platicamos y platicamos, pero no dijimos nuestros nombres. Yo me llamó Fernando ¿Y tú? 

        -¡Qué bonito nombre! Mi nombre es Lucía. 

        -También tu nombre es bello. 

    Siguieron platicando de sus trabajos y de su cotidianidad. 

    -Así que eres empleada de los grandes Almacenes del Centro. 

    - Sí, me gusta mi trabajo, lo que no me gusta es el sueldo, es el mínimo más la comisión por lo vendido qué es para dar risa. Total, un raquítico sueldo que apenas me alcanza para mis padres y para mí.  

       -En verdad ganas muy poco para tener una jornada de catorce horas. 

       -La otra vez leí en una revista que México es uno de los países que tienen los sueldos más bajos del mundo. 

       -Es verdad, fíjate, ese era uno de los obstáculos que ponían USA Y Canadá para firmar el Tratado del Libre Comercio. 

        -¿Y… tú a que te dedicas?  

        -Yo soy contador, tengo un sueldo mejor que tú, apenas empiezo a trabajar en esta profesión, pues dejé de estudiar un tiempo, espero mejorar, actualmente estoy en un despacho y el sueldo no es muy bueno, pero el horario me permite seguir con mis estudios, con el tiempo espero mejorar. De pronto él acercó su cara a la de Lucía y le dio un apasionado beso, ella no opuso resistencia, protestó débilmente y se rindió a la caricia. Cuando se apartaron, él se disculpó.  

       -Perdón, pero me gustas mucho. ¿Quieres ser mi novia? Nos veríamos todos los días en el mismo lugar y a la misma hora, dispénsame, pero mi trabajo y mis estudios me dejan poco tiempo libre. Espero no tengas inconveniente. 

       -No, no importa… 

       Durante algunos meses se encontraron sin falta como habían acordado y los vagones del Metro fueron testigos de sus abrazos, de sus apasionados besos, de su amor que crecía entre vagones. 

       Pero un día ya no lo encontró. Pensó, quizá algún incidente, ya le informaría. Sòlo tenía el teléfono de su trabajo, al otro día temprano llamó y le contestó una secretaria. 

        -Bueno, despacho contable. 

        - Señorita, es tan amable de comunicarme con el Sr. Fernando Larios. 

        -El Sr. Larios fue enviado al interior de la República, no puedo dar más datos, su trabajo es confidencial. 

       Lucía se sintió muy triste, su teléfono lo habían cortado pues su mamà se retrasó en el pago, así que, si él quiso contactarla no lo pudo hacer.  

       Pasaron los meses y él no volvió al sitio de siempre. Lucía lloró muchas noches, su recuerdo la acompañaba día y noche, sin embargo no le guardaba rencor, pues gracias a él había conocido el amor. Sí, su amor sería una luz que iluminaría su solitaria soltería. Del trabajo a su casa y viceversa. 

       Ella seguía con su rutina, a las 20:20 estaba en la Estación Zòcalo para abordar el tren que la llevaría cerca de su domicilio. Caminaba al fondo del pasillo, cuando lo vio, ahí estaba como antes, esperándola, apresuró el paso y él extendió los brazos y se fundieron en un amoroso abrazo.  

       -¡Fernando ¡Cómo te extrañé! 

      -¡Yo también mi amor, mi amor!  Qué tontos hemos sido, ahora mismo me das tu dirección y te acompañó a tu casa para saber exactamente donde vives. Todos los días será así. Mira esta es mi tarjeta con la dirección de mi trabajo y atrás anoté la dirección del departamento donde vivo. Al tenerte lejos, comprendí que te amaba. Entraron al vagón semivacío. Él la abrazó y la besó con pasión. Platicaron de su trabajo en el Estado de Sonora y que lo había realizado a satisfacción. También le dijo que pronto presentaría sus últimos exámenes para terminar su carrera. 

       Salieron del vagón para salir al exterior de la Estación UAM-Azcapotzalco, caminaron varias calles para encaminarse a su domicilio, llegaron a su casa y sus padres ya la esperaban en la entrada, al ver que su hija llegaba acompañada de un hombre, la miraron extrañados, procedió a presentar a su novio. 

       -Queridos padres les presentó a mi novio. 

       Sus progenitores no ocultaron su asombro y preocupación 

       -Mucho gusto joven, pase por favor, no es conveniente hablar en la calle, somos gente chapada a la antigua. 

       -Fernando aceptó y dijo: 

       - Un momento nada más, pues entro a trabajar a las 9:00. 

       -Está bien pase usted.  

       Traspuso la entrada y accedió al comedor que tenía unos muebles artesanales de madera, la mesa lucía un mantel blanco bordado primorosamente, y una sala del mismo estilo con unos cojines y unas fundas color rosa mexicano, una mesita con una carpeta tejida a ganchillo. Un conjunto agradable. 

       Los cuatro se sentaron a la mesa, doña Mariquita sirvió unos sopes con salsa verde, espolvoreados con queso rallado y acompañados de un café calientito. Terminaron de cenar y Fernando le dijo al jefe de familia: 

       -Señor don Sebastián, quiero pedirle permiso para visitar a su hija el sábado y el domingo, pues son los días de mi descanso. 

       -Claro que sí, ella ya es mayor de edad y muchas gracias por tener la  atención de pedírmelo. Esta es tu casa, siempre y cuando respetes y ames a mi hija. 

       -Muchas gracias don Sebastián, me despido y hasta mañana, entre semana sólo la acompañaré para que no venga sola. 

        Así pasaron algunos meses, él terminó sus estudios y sólo quedaba pendiente  su examen profesional. Lucía estaba muy contenta y a la vez triste y preocupada, su novio conseguiría un mejor empleo con hermosas mujeres como compañeras de trabajo y quizá se olvidaría de la humilde empleada que conoció y amó entre los vagones del Metro. Sólo el tiempo le daría la respuesta.  

       -Y así fue, ese día era un día muy especial. Su novio le pidió matrimonio y ella aceptó gustosa. 

       -Mi amor. ¿Dónde quieres que celebremos nuestro matrimonio civil? 

       -En uno de los vagones del metro. 

       -¿En serio? 

       -Sí mi amor, un sábado temprano en el último vagón. 

     -¡Qué buena idea! Con tus padres y los testigos. Tengo un amigo que es juez del Registro Civil y de seguro acepta… 

       Ahí, en el último vagón del Metro Rosario-Barranca del Muerto celebraron su matrimonio por la ley, asistieron sus padres, los testigos y amigos cercanos. El juez hizo la pregunta crucial:  Sr. Fernando Larios acepta usted a la señorita Lucía Escalante como su esposa. Sí. contesto Fernando. Señorita Lucía Escalante acepta al Sr. Fernando Larios como su esposo. Sí, acepto dijo Lucía. Los declaro marido y mujer. Los ahora esposos se abrazaron emocionados. Firmaron el Acta de Matrimonio. ¡Qué sean muy felices! Uno de los padrinos tocó en una grabadora la Marcha Nupcial. La ceremonia había terminado.  Filmaron todo el evento para tener ese hermoso recuerdo:  Nuestra Boda en el Metro. 

 


CARTA ABIERTA


A los habitantes de Azcapotzalco y a sus autoridades. 

5 de Mayo de 2021 Ciudad de México.

Por medio de la presente hacemos pública la manera anómala con que operó el Consejo de la Crónica de Azcapotzalco en los últimos meses y los motivos por los cuales los abajo firmantes decidimos abandonarlo. 

1.-No se ha publicado ningún trabajo ni de manera física ni electrónica a nombre del Consejo de la Crónica de Azcapotzalco a pesar de que hace año y medio se entregaron  diversos trabajos de varios compañeros cronistas con ese fin, la falta de organización ha sido una constante desde los inicios de su conformación. No fuimos invitados a participar en eventos culturales en alrededor de un año y medio, ni tampoco fuimos invitados por el presidente a participar en eventos como la Feria del libro de Azcapotzalco a pesar de la buena disposición de las autoridades culturales de la Alcaldía.

2.-No hemos sido convocados a ninguna reunión o asamblea desde hace más de un año, ni tampoco a participar en la escuela de Cronistas que presuntamente se fundó por razones desconocidas en el Bachilleres Tlilhuaca dado que la propuesta inicial de la escuela de cronistas era para los cronistas de Azcapotzalco y para mejorar nuestras publicaciones.

3.-Desconocemos porque no hubo en más de un año ningún tipo de comunicación con del que fungía como presidente del Consejo de la Crónica de Azcapotzalco con los miembros del Consejo, ni el por qué no hemos recibido ningún tipo de explicación de esta anómala situación.

4.-Desconocemos por completo si el Consejo de la Crónica de Azcapotzalco sigue operando, y si es este el caso quien es quien lo opera,  ignoramos si nos dieron de baja de dicho consejo, y si esto es así sería una acción ilegítima. 

5.- Ha existido falta de empatía del dirigente hacia los integrantes, pues ni siquiera hubo  la cortesía de dar los respectivos pésames a compañeros cronistas cuando resultaron  afectados trágicamente por la presente pandemia, además de  ser conocidas las diversas  faltas de respeto y actitudes de prepotencia del quien fungía como presidente hacia  algunos de  los compañeros y compañeras cronistas. 

6.- Por estos motivos ya no existen condiciones para estar en una asociación que no se interesa por los contextos de la historia de Azcapotzalco, ni por difundir su crónica, por  lo que nos deslindamos de dicha institución que no nos representa, y  que en el caso de que aún exista repudiamos su manera discrecional de conducirse y que realice reuniones en secreto con autoridades de gobierno  en nuestro nombre, pues dicho Consejo fue creado con un carácter comunitario y abierto.  

7.-Por la necesidad de seguir unidos los cronistas y narradores de Azcapotzalco hemos decidido fundar otra asociación para lograr nuestros fines culturales,  una nueva organización que retome los trabajos  que quedaron interrumpidos y que tenga legitimidad y respete el quehacer de los cronistas y narradores de Azcapotzalco. Esta asociación llevará por nombre: Sociedad de Cronistas y Narradores de Azcapotzalco


Roberto C. Ortiz Quintero

María Elena Solórzano

Ana Marisol Reséndiz Pizarro

María Moreno Domínguez

José Carbajal Cortés

Patricio Garibay

Martina Rodríguez

María Francisca López Suarez

Marcelino Peña

Gustavo Aquino Domínguez

Yolanda del Carmen Quintero

Luis Vega

Martin Borboa

Camerino Zamora Gama



 

PARROQUIA VIRGEN DE FATIMA, DOMINGO DE RAMOS

Por Don Nayarito Cantalicia   (Grupo Formiga)

El Domingo de Ramos, es el festejo cristiano que recuerda cuando Jesús regresó a Jerusalén movido por la noticia del fallecimiento de Lázaro. Acompañado de sus discípulos, entró montado en un burro prestado, ante cuyo paso la gente colocaba sus prendas y se agitaban ramas de árbol, a la manera en que solía recibirse a un rey en esa época, en ese lugar.

Como tal, lo que vivió Jerusalén ese día fue un evento feliz, de alegría, la gente vibraba ante tal suceso. Le daban la bienvenida diciendo Hossana, expresión que en la tradición judía se puede interpretar como “ayúdanos” o “sálvanos”, ya que a Jesús se le empezaba a dar reconocimiento popular como Mesías. Después, en el cristianismo, ya se utilizó para señalar la divinidad, “Hossana en las alturas”, o incluso cantando “Hossana en el cielo está”.

Con el Domingo de Ramos, inicia la Semana Santa. Los fieles solemos llevar nuestros ramos a bendecir a la iglesia, para luego colocarlos en algún sitio en nuestras casas, autos, etc.

Acudí a la Parroquia de la Virgen de Fátima, en la colonia Pro Hogar, en Azcapotzalco, (ubicada a media cuadra del mercado, que por cierto es el más grande de la alcaldía). En la banqueta había una mesa con un vitrolero lleno de agua y algunas palmas, que anunciaba a los transeúntes que todo estaba listo para la celebración. En su momento se organizó la fila para que ordenadamente, fuéramos presentándonos ante el Padre y recibir la bendición en lo personal y en nuestras palmas o ramos. La puerta de entrada tenía un sencillo adorno de palma verde, junto a un crucifijo elaborado con palma seca. En el interior de la Parroquia, el pasillo central estaba adornado bellamente por largas palmas que casi formaban arcos. El colorido y la frescura de dichas hojas, generaba un ambiente muy agradable. Yo llevé a bendecir ahí mi crucecita de palma, con estampita del Niño Dios.

 

Las palmas de un año, se queman al año siguiente y dan lugar a las cenizas, que se emplearán el Miércoles de Ceniza. Se les rocía agua bendita y se les aromatiza con incienso, y con ellas empieza el periodo de 40 días de preparación de los fieles, para lo que luego acontece en la Semana Mayor.

GORDITAS DE CANELA Y PILONCILLO

Aproveché que estaba en ese rumbo, y compré media docena de unas gorditas hechas de masa de maíz, con canela y piloncillo. ¡Una delicia! Su diámetro es como de 6 cms.

 

ARTISTAS CALLEJEROS: 

MEROLICOS, MIMOS Y PAYASITOS

Por Mtra. Martina Rodríguez García, Cronista de Azcapotzalco

Al iniciar un nuevo día, las noticias que se publican son alarmantes, se refieren a problemas que surgen al encontrar en la calle a los niños que realizan oficios que no cualquier persona se atreve a desarrollar. Los más atrevidos son los niños disfrazados de payasitos. Este problema es latente, rueda como una bola de granizo y se adhieren muchos más. Los niños de la calle, los niños callejeros, títulos que sirven para “sacar la nota” en periódicos y revistas, “Ángeles de alas rotas”, es otra de las frases que exhiben a sus protagonistas como seres marginados.

No puedo decir las mismas palabras porque ellos son niños que tienen un don muy especial: hombres, padres, niños, hermanos y trabajadores incansables, aprenden a buscar el sustento, se agrupan, calientan su soledad y su dolor, comunican sus vivencias, las llevan a muchas partes, muchos pares de ojos son testigos de su desgracia.

Viven con unas migajas de pan en su intestino y un ruido sepulcral bajo su piel. El vacío circula en sus entrañas y el olor del cemento pega su lengua para no gritar su dolor, su soledad, ojos en blanco desfallecen sobre la figura de una madre ausente en el amanecer de cada día. “La ley” de la calle los ha endurecido. ¿Cuál será la ley que obligue a los padres de estos niños a cumplirles, cuidarlos en la salud y en la enfermedad?  Sus padres no merecen ese título. Los niños buscan sobrevivir en su lucha de trabajo aquí y allá.

“Fruto del amor” un niño en el que recaen como un latigazo las palabras de su madre, por tu culpa me dejó tu padre, si no me hubiera embarazado, si tuviéramos dinero, si tu no pidieras comida todo el día, culpas y mas culpas recaen sobre el cuerpo de cada uno de los niños que se ven obligados a realizar cualquier trabajo: mimos, merolicos (falsa copia de aquellos hombres que recorrían las calles de los barrios vendiendo medicamentos milagrosos, cura todo, hoy todavía vemos a algunos ofreciendo pomadas maravillosas, se suben algunas veces al transporte público).

En algunas partes o rincones de la ciudad existen los niños de la madre tierra, esos niños se ven sentados en posición fetal y piensan y lloran apretando “la mona” – trapo con thiner que parece un dulce o un juguete que aprietan entre sus manos, débiles y pequeñas como los segundos que les quedan de vida. En esta nueva vida han dado un paso muy importante: trabajan. No se les puede llamar parásitos, son los payasitos que arrancan una sonrisa cuando los niños viajan en un automóvil con sus padres, hacen equilibrios sobre los hombros del niño más fuerte, y hacen reír a otros niños. No puedo dejar de nombrar a los niños que venden muñecas con trajes regionales.

 Son muchos los oficios que dentro de sus posibilidades realizan los niños, “problema complejo” cada una de estas frases son los títulos de los reportajes que hacen mucho años se escribieron, pero siguen latentes: “orejas de burro para los mayores”, “durante el día talonean por la noche duermen donde se puede”. Estas nos son las mejores noticias. Si nos ponemos a investigar la historia de cada uno, ellos inspiran a los escritores, y cada uno de los que se interesan en este tema, busca un título que llame la atención. Los niños de la calle la hoguera que todos alimentamos, F. Huerta. Educación maltrato a los niños, P. Maher. La Jornada, martes 7 de enero de 1992. Página de la infancia. Niños callejeros: arboles para los que no quieren ver el bosque. Los niños duermen y ven el amanecer por un agujero de los cartones con que se cubren el frio.

En Azcapotzalco, a los payasitos y niños de la calle los vemos cuando el semáforo se pone rojo, en el alto de por ejemplo, la glorieta de Camarones, en Avenida Azcapotzalco, en el cruce de la Calzada Vallejo y Cuitláhuac, en otras esquinas importantes, así como en las entradas del Metro Camarones o Metro Azcapotzalco.

El humo les da los buenos días a los infantes que durmieron bajo algunos de los puentes “su casa”. En donde algunos niños se hermanan y cada uno empuña el plástico con su dosis de pegamento para “viajar y vivir su alucine”.


En un rincón del mundo, de nuestro mundo, en donde los vemos trabajar, brincando, cachando las pelotas de colores, inflando globos, con su rostro pintado con una gran sonrisa, y nos recuerdan que al mal tiempo buena cara. Pasan horas y horas para recibir unas cuantas monedas, pero no dejan el buen humor, ni su enorme trasero que se mueve cadenciosamente para hacer reír, los niños callejeros son muestra del folklore de nuestra gran ciudad. Hay que desligar a los niños de la calle de los vagos, los pordioseros, los pandilleros, son seres que buscan un medio para sentirse libres, útiles. Ellos han sufrido abandono, golpes, violaciones tanto de su cuerpo como de sus Derechos Humanos. Algunos mueren en alcantarillas entre ropa y periódicos, ratas y olores fétidos, desamparados, su seguridad es la unión entre unos y otros, se procuran: alimento, ropa, zapatos, trabajo, libertad. Ha caído un protector de algunos grupos de niños en situación de calle, se extraña a “Chinchachoma” (cabeza sin cabello) Padre Alejandro García Duran, q.e.p.d.

Tenemos noticias que se apoyará a los niños: cirqueros, futbolistas, malabaristas, o ejecutando otros trabajos: realizando conciertos, películas y videos. Allá los encontrarás en tu calle, en tu esquina en un rincón del mundo. Niños sin amor. Un ángel o un payasito que cuando no están en su esquina se les extraña, se pierde una sonrisa, en nuestro rostro igual que el de los payasitos se va secando con la misma rapidez con que se vive en esta ciudad.


BAJO EL PUENTE

Ángel, un niño disfrazado de payasito después de caminar de norte a sur por la ciudad, encuentra un refugio debajo de unos cartones. Israel encuentra a un pequeño ser que se remueve para abandonar el duro lecho donde durmió, al darse cuenta que tiene compañía inmediatamente rechaza la idea pues seguramente es un niño al que buscarán sus padres, Israel le pregunta:

-          ¿Qué haces aquí? ¿te perdiste?

El niño vestido de payasito no contesta, observa a Israel, éste se aleja un poco y cuando el niño vestido de payasito ve que se va Israel, grita, me llamo Ángel. Israel sigue caminando rumbo a la avenida para llegar a trabajar a la esquina que le corresponde, el payasito lo sigue y ve que otros niños se unen a Israel, estos se ven cansados con la mirada perdida como si fueran sonámbulos.

Ángel se da cuenta que llevan entre sus manos un trapo, es “la mona” que huelen y es lo que los trastorna, aun así llegan a su esquina y empiezan a limpiar los parabrisas de los carros, otros venden muñecas con trajes regionales, así pasan varias horas, después se van a otros lugar y se reúnen con más niños y dos mujeres que junto con sus pequeños hijos viven allí.

Israel no pierde de vista a sus amigos y entre ellos se ha quedado Ángel, pero nadie le habla.

Israel se acomoda junto a un árbol y prepara un trapo con thiner “la mona”, que inhala poco a poco y su semblante cambia la expresión, Ángel, el payasito se sienta a su lado y le pregunta:

-          ¿Por qué hueles eso?

Israel le contesta: “esto” es el alimento, el mero alucine me voy a viajar me olvido del cansancio y hasta veo a mi jefa, ella no me busca porque mi padrastro me corrió de su lado, pero con mi “mona” yo veo a mi mamá y muchas cosas bonitas. Ángel sigue ahí, en un rincón del mundo donde muchos niños se agrupan y saborean su libertad, son felices hermanados en la misma búsqueda.

Cuando los rayos del sol caen sobre el rostro de Israel, se levanta y les pide a los demás que cooperen para el “refín”. Los otros chavos dejan caer unas monedas y cuando ven que Ángel está ahí dicen:

-          Y éste qué ¿quién lo invitó? Israel contesta:

-          Ya déjenlo es mi amigo, aquí la va a pasar.

Israel se va por el “refín”, se cuelga de un camión y va hasta la Central Camionera, ahí le vende un amigo la comida que lleva a los chavitos, regresa al lugar en la misma forma, y trae un vaso grande de arroz con pollo y lo calienta en un comal de lámina de un tambo, lo ponen en la esquina de una jardinera y con ramas y hojas secas hacen una buena lumbre, otros traen bolillos y ahí les ponen su comida, la señora que tiene sus pequeños hijos no come, pero los niños sí; ella trae su “mona” y levanta los cartones en donde durmieron los niños.

El payasito comía con desconfianza, se unió al grupo olvidándose de regresar a su casa. Todos caminaban a su lugar de trabajo, Israel le contaba a su amigo Ángel: era tanto lo que lo golpeaban que el divorcio de sus padres fue la llave de salida hacia su libertad. Todo es motivo para vivir pero lejos de los malos tratos, mejor trabajar de malabarista, payasito o limpia parabrisas, y aprender a reír para ganar dinero, seré payasito como tú. En la avenida trabajan otros niños limpiando parabrisas, un carro viene con mucha velocidad, la persona que maneja no alcanza a frenar y avienta a uno de los niños, quedando crucificado sobre el parabrisas.

 

TIANGUIS DEL DOMINGO 

EN TEZCOLCO.

 

Por Ana Marisol Resendiz Pizarro.

Ixtepeyolohtlalli.

Comienza la mañana en Tezcolco antes de que se recorra el velo de noche y se evaporen las maravillosas estrellas; antes del amanecer cuando comienzan a guardar silencio los nahuales que aullaron sin cesar, antes de que los espantos se vayan a dormir comienza la limpieza de las vías, donde alguna vez paso el tren y se rumora que la llorona y el mal caminaron por ahí etc, al llegar a Ferrocarriles Nacionales, solo se ve una pierna de la vía que debe ser limpiada pues la humanidad se niega a dejar los extraños cultos y dicho respetuasamente, lo que queda de las vías esta plagado de gallinas muertas, yo creo que tal embrujo tal vez no funcione porque es una sola vía pero no se en realidad esas cosas.

Las chácharas son una parte muy atractiva del tianguis en esas escenas de domingo es donde se puede vivir a todo lo que da la posmodernidad y el efecto de la transculturización, las chácharas cohabitan con los aguacates, la ropa y los zapatos usados, se entrelazan con los libros que abandonaron en los hogares generalmente los clásicos, o libros que fueron alguna vez el tesoro de alguien, ya ahora se apilan con al ropa vieja en espera de que algún estudiante, maestro o autodidacta, los adopte tal vez hoy por tan solo quince pesitos o 20, me podre llevar a Marx a Platón o a Hegel, será algún tratado de estética, de filosofía, algún preciado libro de historia que me esperara en la banqueta; deberé de seguir el consejo de ocultar mi emoción antes tales textos para que no aumente el marchante el precio, total quien quiere en su casa un libro viejo… 

Las chácharas, son un mapa de las familias donde se venden las cosas que fueron de un bebé, los collares que ya no se usan y se van liberando los espacios, con aroma a cosas antiguas, en primavera con un sol avasallador que permite exorcizar los recuerdos de esos objetos que ahora los domingos buscaran un nuevo dueño, o al menos se llevaran las mirada de los curiosos, que soñamos con una casa con muchas habitaciones y jardines donde pudiéramos cobijar esas obras de arte, libros, antigüedades que se que quedaron sin dueño o con encontrar el libro soñado que es inalcanzable en la librería, sin embargo solo nos queda gozar del museo galería involuntario del tianguis de los domingo saboreando un rico tepache con el aroma de las quesadillas y la carne enchilada, el chicharrón o alguna que otra delicia callejera.

El tianguis de Tezcolco que habita el espejo de Tezcatlipoca es una experiencia mágica para propios y extraños, desde los gratos colores de las frutas, algún collar de jade con estilo prehispánico. Estimilando el ojo del espectador y también el apetito, ya que en el tianguis se pueden comer cosas deliciosas: el huacamole, el chicharrón, tacos de mixiote de borrego con piña con agua de horchata, barbacoa, sopes, tlacoyos, quesadillas de hongos, y todo un desfile de delicias cotidianas.

En el tianguis es posible encontrar de todo: oleos, acuarelas, unas alas perdidas en alguna ofrenda a veces es triste pensar quien se vio en la necesidad de deshacerse de sus preciados objetos o quien abandono este plano de existencia y ahora vemos sus gustos sus viajes los secretos de su aposentos expuestos para llegar a otro hogar con el delicioso culto de ser cosas antiguas, antigüedades, chinas, egipcias, de distintas cultura transculturizaciones constantes se integran nuevas filosofías y disfrutar de los discursos y recuerdos de todos estos objetos. Encontrando incluso panderos instrumentos musicales, Estas preciosas chácharas, son una ofrenda involuntaria a las divinidades caídas, espadas, lámparas de Aladino, básculas, alas lo inimaginable desfila antes nuestros ojos, y no me queda más que invitarte a desfilar por el tianguis de Tezcolco en la alcaldía de Azcapotzalco.

 

MIS BELLOS E INOLVIDABLES RECUERDOS

Por Sra. Otilia Rocha Vargas

Soy oriunda de Puente de Vigas, en Tlalnepantla, Estado de México., vecina de Azcapotzalco, en donde cursé la primaria a partir del Tercer grado, en la escuela Vicente Alcaraz, la cual era solo para niñas.

Esto fue a finales de los años 40, y principios de los 50. Ahí fungía como Directora la Maestra Trinidad Medero. Mis recuerdos son gratos, desde esas frescas mañanas que muy temprano mi Papá nos llevaba a todas en su Buick, ya que varias  primas y vecinas asistimos a la misma escuela.

Era muy bonito el trayecto a lo largo de Parque Vía, hoy Aquiles Serdán, lleno de milpas y esos grandes alcanfores, que incluso hoy día pueden disfrutarse, y así llegar hasta le colegio.

Asimismo, recuerdo el recorrido desde la escuela a la parada del camión, en compañía de mis amigas del rumbo. Hacíamos la ruta por la calle de Tepanecos, que es lateral a Catedral, y así llegar hasta Avenida Azcapotzalco para cruzar al Jardín Hidalgo, y esperar el autobús de regreso a casa.

Frente a ese Jardín se ubicaba una de las primeras super tiendas, la “1 2 3”, así como una famosa vinatería.

Además sobre Avenida Azcapotzalco recuerdo negocios tradicionales como la papelería “4 vientos” y la tlapalería “La Fragata”.