jueves, 13 de mayo de 2021

 

TIANGUIS DEL DOMINGO 

EN TEZCOLCO.

 

Por Ana Marisol Resendiz Pizarro.

Ixtepeyolohtlalli.

Comienza la mañana en Tezcolco antes de que se recorra el velo de noche y se evaporen las maravillosas estrellas; antes del amanecer cuando comienzan a guardar silencio los nahuales que aullaron sin cesar, antes de que los espantos se vayan a dormir comienza la limpieza de las vías, donde alguna vez paso el tren y se rumora que la llorona y el mal caminaron por ahí etc, al llegar a Ferrocarriles Nacionales, solo se ve una pierna de la vía que debe ser limpiada pues la humanidad se niega a dejar los extraños cultos y dicho respetuasamente, lo que queda de las vías esta plagado de gallinas muertas, yo creo que tal embrujo tal vez no funcione porque es una sola vía pero no se en realidad esas cosas.

Las chácharas son una parte muy atractiva del tianguis en esas escenas de domingo es donde se puede vivir a todo lo que da la posmodernidad y el efecto de la transculturización, las chácharas cohabitan con los aguacates, la ropa y los zapatos usados, se entrelazan con los libros que abandonaron en los hogares generalmente los clásicos, o libros que fueron alguna vez el tesoro de alguien, ya ahora se apilan con al ropa vieja en espera de que algún estudiante, maestro o autodidacta, los adopte tal vez hoy por tan solo quince pesitos o 20, me podre llevar a Marx a Platón o a Hegel, será algún tratado de estética, de filosofía, algún preciado libro de historia que me esperara en la banqueta; deberé de seguir el consejo de ocultar mi emoción antes tales textos para que no aumente el marchante el precio, total quien quiere en su casa un libro viejo… 

Las chácharas, son un mapa de las familias donde se venden las cosas que fueron de un bebé, los collares que ya no se usan y se van liberando los espacios, con aroma a cosas antiguas, en primavera con un sol avasallador que permite exorcizar los recuerdos de esos objetos que ahora los domingos buscaran un nuevo dueño, o al menos se llevaran las mirada de los curiosos, que soñamos con una casa con muchas habitaciones y jardines donde pudiéramos cobijar esas obras de arte, libros, antigüedades que se que quedaron sin dueño o con encontrar el libro soñado que es inalcanzable en la librería, sin embargo solo nos queda gozar del museo galería involuntario del tianguis de los domingo saboreando un rico tepache con el aroma de las quesadillas y la carne enchilada, el chicharrón o alguna que otra delicia callejera.

El tianguis de Tezcolco que habita el espejo de Tezcatlipoca es una experiencia mágica para propios y extraños, desde los gratos colores de las frutas, algún collar de jade con estilo prehispánico. Estimilando el ojo del espectador y también el apetito, ya que en el tianguis se pueden comer cosas deliciosas: el huacamole, el chicharrón, tacos de mixiote de borrego con piña con agua de horchata, barbacoa, sopes, tlacoyos, quesadillas de hongos, y todo un desfile de delicias cotidianas.

En el tianguis es posible encontrar de todo: oleos, acuarelas, unas alas perdidas en alguna ofrenda a veces es triste pensar quien se vio en la necesidad de deshacerse de sus preciados objetos o quien abandono este plano de existencia y ahora vemos sus gustos sus viajes los secretos de su aposentos expuestos para llegar a otro hogar con el delicioso culto de ser cosas antiguas, antigüedades, chinas, egipcias, de distintas cultura transculturizaciones constantes se integran nuevas filosofías y disfrutar de los discursos y recuerdos de todos estos objetos. Encontrando incluso panderos instrumentos musicales, Estas preciosas chácharas, son una ofrenda involuntaria a las divinidades caídas, espadas, lámparas de Aladino, básculas, alas lo inimaginable desfila antes nuestros ojos, y no me queda más que invitarte a desfilar por el tianguis de Tezcolco en la alcaldía de Azcapotzalco.

1 comentario:

  1. Felicidades Marisol, antes me gustaba ir a los tianguis ya que coleccionaba, llaveros, jarras, campanas y encontraba cosas maravillosas algo que mi hija heredó, ella consiguió una lámpara como de Aladino bella, me trajiste de recuerdo esos momentos que tal ves regrese a las andadas 🙏

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