jueves, 3 de octubre de 2019


EL DÍA QUE MURIÓ JOSÉ JOSÉ

Por: Patricio Garibay

Hace unos minutos me acabo de enterar que este sábado 28 de septiembre el príncipe de la canción José José dejó de existir. El artista que fuera poseedor de una de las voces más privilegiadas de la música romántica mexicana se nos fue. Nacido en la Ciudad de México y 100% Azcapotzalquence vivió su niñez y su juventud en la nostálgica Colonia Clavería en donde su efigie en bronce hace presencia para que no le quede duda a nadie de ello.   Se le recordará en todo Hispanoamérica como el cantante que con su poderosa voz irrumpiera en los escenarios durante los años 70 como un fenómeno de la cultura popular y que sólo sería derrotado por los problemas de salud ocasionados por su alcoholismo. En el Azcapotzalco que lo vio crecer se le recordará cómo uno de sus hijos más famosos qué ha dado,  en Clavería aún lo recuerdan los amigos de juventud y que con enorme orgullo y emoción evocan anécdotas y vivencias al lado de él y que platican una y otra vez a la menor provocación.

Pero el anécdota más importante de todos aquí en estas tierras  tepanecas, y  tal vez por ser el más masivo de todos los que se recuerden, considero que fue el que tuvo lugar en el homenaje que la entonces delegación Azcapotzalco le dedicó al intérprete de “Gavilán o paloma”, el 23 de julio de 2016. Se trató de cuatro eventos en un mismo día, el primero frente a su estatua en su querida Clavería, el segundo en la explanada delegacional, en donde miles de personas acudieron a ver a su ídolo y paisano, ahí se le entregó un reconocimiento y él saludó con abrazos y apretones de mano a cientos de personas que con enorme efusión lo estrujaban poniendo nerviosos a la gente de Protección Civil, preocupados por la gente que pudiera ser apachurrada y la frágil salud del cantante, pero con toda la bonhomía y accesibilidad José José se dejó querer.



Enseguida el príncipe de la canción se trasladó a Casa de Cultura donde se le ofreció una comida, con la humildad que siempre lo caracterizó se acercó a cada una de las mesas de los demás invitados a quienes saludo, se tomó fotos con ellos y les firmo autógrafos.

Pero el más entrañable de todos y en el que logré estar en primera fila fue en el foro Cultural Azcapotzalco, lugar en el que pudo ser homenajeado más que por las autoridades delegacionales, por su gente de Azcapotzalco. Cuando llegué al teatro aquella tarde el lugar se encontraba abarrotado de niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad que llenaban las gradas del enorme teatro con capacidad para 800 personas, mucha gente más no pudo entrar por falta de cupo. No tuvimos que esperar mucho tiempo para que apareciera en escena elegantemente vestido José José quien de inmediato fue recibido con inagotables aplausos del delegado y de más de 800 almas, enseguida don Pablo Moctezuma le entregó una pequeña estatuilla metálica de una hormiga con micrófono, obsequio simpático que el cantante agradeció con una sonrisa. 

Después una soprano y un tenor interpretaron  algunas canciones que fueron éxitos en la voz del veterano artista, José José agradece a los aplausos con una voz mermada por tantos años de enfermedad, en algunos momentos no se entiende lo que trataba de decir, a pesar de ello y ser el festejado de honor da instrucciones al ingeniero de audio en cabina para que mejore el sonido, después de corregir el desperfecto continúan  las canciones de la soprano y el tenor,  la gente aplaude pero se entiende claramente que los aplausos no son tanto para ellos, sino para el homenajeado  y entonces las cortinas rojas se abren y aparece una pantalla en la cual se proyecta la muy célebre interpretación  de la canción “El triste”, de Roberto Cantoral, melodía que interpreta magistralmente el joven José José en el Festival OTI de 1970, con la cual se echa a la bolsa al público de toda Hispanoamérica,

¿Quién no recuerda este vídeo que hoy es viral en YouTube con millones y millones de vistas? (Con 27.754.934 visualizaciones hasta hoyen donde se ve con la boca abierta a Marco Antonino Muñís quien no puede dar crédito a lo que ve, o mejor dicho, a lo que escucha, al novato José José que a partir de entonces le seguirían éxito tras éxito. la emoción del foro Azcapotzalco llega al límite, como si todo el teatro se hubiese trasladado 46 años atrás y presenciará en vivo y a todo color aquel histórico momento para la cultura popular y para una parte de la educación sentimental de muchísimos mexicanos. El príncipe conmovido hasta las lágrimas viendo aquel escenario de 1970 que se rindió ante su talento, y a la vez el foro Azcapotzalco cantando en una sola voz: Qué triste todos dicen que soy que siempre estoy hablando de ti, no saben qué pensando en tu amor, en tu amor he podido ayudarme a vivir, he podido ayudarme a vivir… Y sin duda José José con el amor del público que experimentó ese día, se ayudó a vivir durante 3 años más a pesar de su mermada salud.
Foto tomada en Casa de Cultura en la comida con vecinos distinguidos de Azcapotzalco 
con José José. De izquierda a derecha: Pablo Moctezuma, No identificada, 
José José, No identificada, Rigoberto Ortiz Quintero, No identificada.

Al final de la proyección de aquel glorioso día, los aplausos de todos los que nos encontrábamos en el recinto estallaron y no cesaron durante largo rato, el cantante con gran esfuerzo y con la ayuda del delegado se pone de pie para recibir la ovación del público tepaneca y para agradecer con una voz ya casi inexistente, todas las muestras de cariño recibidas ese día.

A la mañana siguiente nos encontrábamos esperando al delegado en el salón de juntas de su oficina, cuando de pronto Don Pablo Moctezuma aparece en la puerta y en vez de saludarnos nos pregunta: ¿Qué les pareció el evento? Todos los presentes sabíamos que se refería al homenaje. Le respondí la verdad, y lo que sin duda esperaba escuchar, que fue un éxito y que todos los que estuvimos presentes ese día en el Foro Cultural Azcapotzalco, lo recordaríamos toda la vida.
Y mientras termino estas líneas me entero que muchos seguidores del hoy fallecido se están reuniendo en el jardín de la China de Clavería ante la estatua del interprete a modo de homenaje, tengo mucho trabajo como para poder acudir, y solo, escucho en la radio aquella canción que dice: Seré, quien todo lo dio por triunfar, dejando su vida al pasar, hecha pedazos…

1 comentario:

  1. Envidia de la buena que bueno que fuiste testigo de ese homenaje, en foro cultural Azcapotzalco, muy buena tu crónica y mira fue un éxito ya, que al otro día lo primero fue preguntar por el saludos mi querido maestro Garibay

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