jueves, 9 de enero de 2020


CAPSULA DEL TIEMPO: MEMORIA DE AZCAPOTZALCO

Por: Martín Borboa

Este año 2019 tuvo para Azcapotzalco infinidad de noticias, algunas muy buenas, otras muy tristes, unas oficiales o privadas, otras artísticas, religiosas, urbanas y más de diversa índole.
Si miráramos hacia el pasado, es muy probable, que cada año hubiéramos podido reunir gran cantidad de novedades, de esas que luego se convierten en efemérides. Voy a mencionar solo 5 ejemplos de este 2019:
1)      El fallecimiento del artista, José José.
2)      Nuestra Parroquia fue elevada a la categoría de Catedral.
3)      Durante las excavaciones para el mejoramiento del centro de Azcapotzalco, hubo hallazgos que aparentemente son de restos arqueológicos y se publicaron en algunos medios de comunicación.
4)      Se cumplieron cien años de la película “El automóvil  gris” que tiene escenas filmadas en nuestra alcaldía, según destaca el cronista José Carbajal Cortés.
5)      Habrá quien incluso diga que la intervención a fondo que se hizo en el largo camellón de la Calzada Camarones también es de gran significado, pues por décadas no se le volteó a ver para nada en materia de renovación con su consecuente descuido, y ahora es un paseo muy disfrutado por la comunidad.
En fin. Ejemplos podemos citar muchos para resaltar todo lo que ocurrió de trascendencia en nuestra alcaldía. La propuesta aquí es que luego de vivir un 2019 tan intenso, de que Azcapotzalco estuvo en la televisión y el radio a nivel nacional y fue visto también en varios países con motivo del deceso del Príncipe de la Canción, se aproveche la ocasión para reunir de manera selectiva, mucho material de diferentes temas (no solo los mencionados) que sirva para ser guardado en un gran cofre, el cual guarde la memoria de ésta época. Se propone que ese cofre sea enterrado en alguna plaza pública céntrica de la alcaldía, y bajo una gran placa o señalado por ella su lugar de entierro, quede reposando bajo tierra durante 30 o 50 años, como un obsequio a las generaciones futuras. En su momento, ellas se encargarán de sacar a la luz todo ese material conservado, lo podrán examinar y exponer, y así por ejemplo, cuando se cumplan 50 años del fallecimiento del cantante, 50 años de la elevación de la Parroquia a Catedral, 50 años de ese probable rescate arqueológico, y todo lo que se hubiera aprovechado para guardar en esa capsula del tiempo, aquí podrá ser visto y aprovechado, con elementos originales de aquellas fechas, y le estaríamos facilitando a los azcapotzalquenses del futuro, un material de primera mano.

Se pueden incluir fotografías, periódicos, certificados, estadísticas, objetos, libros, archivos informáticos, videos, textos y crónicas (como por ejemplo un impreso de lo que “La hormiga en línea” ha publicado hasta ahora desde su inicio en febrero de 2019), un mapa de la alcaldía, un mapa de las líneas de metro, recetas de los mejores chefs o restaurantes locales, una lista de los principales eventos realizados en el Foro Azcapotzalco, en la Casa de la Cultura, en el Archivo Histórico, y un sinfín de ideas que pueden considerarse dentro de la lista de materiales a resguardar en dicha cápsula del tiempo. Prácticamente cada habitante de la alcaldía puede tener una propuesta de su contenido. El tamaño del cofre no necesitas ser grande. Por ejemplo en 2010 en la UNAM guardaron una cápsula del tiempo que mide 40 cms de largo, por 20 de alto y 20 de ancho.
La idea específica para nuestra alcaldía la manifesté originalmente en las reuniones del 
Consejo de la Crónica de Azcapotzalco desde fines de 2018 y durante 2019. El 21 de noviembre de 2019 la expuse al alcalde directamente por escrito, y ahora lectores, lo pongo a su consideración.
Si la idea no prospera en el nivel oficial, sé que puedo hacer algo similar (de alcance extremadamente limitado) en el jardín de mi casa. O lo puedo resguardar en cajas de archivo muerto en un librero junto a mi cama. Pero mi idea no es solo el guardar y sellar. Es también el poder preparar un obsequio colectivo, organizado, resguardado por todos nosotros, puesto bajo tierra (o empotrado en un muro) ante nuestras miradas en un evento cálido y comprometido, para brindarles a los futuros habitantes de esta región el gusto de ver cómo llega la fecha señalada de su apertura, y que literalmente abran su regalo igualmente en un evento colectivo con sabor a fiesta. De una comunidad presente a otra futura.
Se puede abrir una convocatoria para sugerir y elegir el contenido. Un concurso para seleccionar el mejor modelo del cofre, otro para redactar un poema alusivo, o una canción con letra y música. Se puede vincular todo esto a la creatividad de los habitantes de nuestra alcaldía, que sea un asunto participativo, en donde nos podamos reflejar como individuos y como miembros de una colectividad. Siento que algo así se presta para efectuar actividades paralelas de orden civil, oficial, escolar, literario, poético, fotográfico y hasta deportivo. Incluso los compañeros de protección civil, los bomberos, la policía, podrían aportar material fotográfico y estadístico muy interesante. No solo de su campo de acción, sino de sus avances, su tecnología, hasta sus anhelos.

En manos de quien conduce nuestro gobierno local están los medios para difundir, los permisos para excavar o colocar una placa, la capacidad de convocatoria para invitar a la población local a proponer o aportar el contenido de dicho cofre, incluso los recursos monetarios para realizar los trabajos que esto implicaría. El costo del cofre que viene siendo del tamaño de un horno de micro ondas, con paredes de acero, forrado el interior con neopreno (material usado para trajes de buzo), cerrado con 22 tornillos tipo allen (en vez de bisagra y candado) no es elevado. Yo personalmente ofrezco poner el recurso para fabricarlo. Deseo sinceramente que ésta idea sea del agrado de dicha autoridad, y de mis contemporáneos en Azcapotzalco, y vivamos pronto la ocasión de reunir materiales, enterrar el cofre, cubrir su reposo con una placa explicativa, y desear que en 50 años sea motivo de alegría y festejo su exhumación y preparen una gran exposición con el contenido.

Es de hormigas aprovechar el subsuelo, y podemos imitarlas con esta propuesta. Y ya que la leyenda dice que la hormiga en el campanario de la Catedral avanza lentamente hacia la campana, y cuando la alcance se terminará el mundo, podemos guardar en ese cofre una foto para que en 50 años verifiquen y comparen si ha avanzado. (Tema que inspiró este mural en el Deportivo la Tabacalera (Renovación Nacional), Colonia Providencia).
  


MUROS CON MAQUILLAJE EN AZCAPOTZALCO
Se indica primero la ubicación y enseguida se muestran los muros pintados que existen ahí.
Calle Manuel Bauche, Colonia Ampliación San Pedro Xalpa


2 comentarios:

  1. Me encantó L idea es como un capítulo de pepa donde los niños guardan algo y lo habren ya de grandes, felicidades

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  2. Me parece una excelente idea, ojalá y las autoridades tomen en cuenta está aportación a la historia, con gusto estaré pendiente de si se realiza y ahí estaré con mi granito de arena...

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