lunes, 27 de febrero de 2023

 RESEÑA DE UN SÁBADO DE GLORIA 

EN SAN MARTÍN XOCHINAHUAC 

Por cronista. María Francisca López Suarez. 

Foto de 1970 de San Martin en campo bello

Los recuerdos irrumpen la mente al aproximarse el sábado de gloria de semana Santa, con reuniones familiares desde el viernes santo y organizarse para asistir al viacrucis que significa “camino de la cruz”, donde en sus diferentes estaciones representativas de los pasos que dio Jesús en su camino al Calvario, sentimos un poco del dolor que atravesó, en un enigma del dolor que existe en el mundo y reflexionábamos al respecto.

 He de confesar que, al tener menos de 10 años, lo percibía como un paseo familiar, supongo que varios así lo vivimos, en san Juan Tlihuaca, entre grandes campos, que por allá de los años setentas había pocas casas, caminos de tierra y era agradable andar entre grandes árboles, pastos llenos de grillos gigantes, milpas, renacuajos, y donde las viviendas eran de lámina y adobe, incluso en la actualidad algunas casas del pueblo aún conservan en su estructura adobe. Recuerdo un viernes santo se conmemoró el 31 de marzo, justo en mi cumpleaños y recuerdo con alegría recibir mis primeros zapatos de charol, ya que en aquel tiempo solíamos usar zapatos de plástico y me los obsequiaron, eran brillantes y con una hebilla enorme cuadrada al frente, tenían aspecto de disfraz de bruja, ¡juro que me fascinaron! y sin dudarlo los usé, pero de antesala comenté la dificultad del camino y el gran recorrido que se hacía, así que “me sacaron ampollas” ja, ja, ja,… preferí quitarme los y sentir lo fresco del pasto. 

Al finalizar el viacrucis, cada familia buscaba un lugar para sentarse y comer lo que nuestras madres habían preparado, clásicamente consistía en arroz con huevos cocidos y no podían faltar las tortillas que generalmente eran hechas a mano, ya que la mayoría de las señoras tenía un fogón donde las preparaban desde muy temprano y las llevaban en canastos bonitos con sus servilletas bordadas con muchas flores, algunos comercializaban fruta con chile, limón y sal, o elotes asados, entre otros deliciosos productos. Antes no había preocupación por el agua, abundaba y no existía una correcta gestión del recurso, ignorábamos que tan preciado tesoro sería de suma importancia en nuestra actualidad. 

En aquel entonces el día sábado de gloria no te escapabas de “una bañada”, recuerdo que en la casa de mi tío León había una pileta de aproximadamente cuatro metros de largo por dos de ancho, donde tomaban agua las vacas en uno de los establos mas grandes de San Martín Xochinahuac, pues he de contarles que ahí nos aventaban, salíamos todos escurridos, no mediamos el peligro al aventarnos, la estructura era de piedra y cemento. 

 Foto de los 80´s en el atrio de la Iglesia

No pretendo deformar el significado del día, mucho menos restar la importancia de tan respetable conmemoración, pero ante los ojos de un niño todo era motivo de juego y convivencia, puedo decirles que no era de mi especial agrado, era un poco enojona al respecto, ya que el ser mojado era de forma inesperada y ser sorprendido con agua fría no siempre fue la mejor sensación, pero dentro de la inocencia de un niño, los hermosos recuerdos de la infancia quedan consagrados como si hubiera sido ayer, muy de acuerdo estoy con la conservación y uso racional del agua, pero me abruma que hoy la tecnología ha cambiado nuestra realidad y nos ha distanciado, la tradición de la pasión de Cristo se ha debilitado, muy pocos pueblos aun lo realizan, hace un par de años todavía aquí en mi pueblo San Martín Xochinahuac, el sacerdote de nuestra parroquia retomó la tradición, y fue bonito revivir la tradición con respeto y convivencia, desafortunadamente la epidemia imposibilitó continuar. 


1 comentario:

  1. Gracias querido maestro por su regreso a l revista la hormiga en línea 👌👌🎉

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