miércoles, 15 de abril de 2020


Y QUEDARON LOS ECOS



Por María Elena Solórzano



La Calle de Morelos, antes llamada de la Posta, pues allí llegaban los trenes de mulitas antes de que existieran los tranvías  eléctricos, era el año de 1901 o 1902.

      Las bestias llegaban cansadas con la lengua de fuera y echando espuma por el hocico después del recorrido que hacían  y eran sustituidas por otras más descansadas. Esos tranvías eran muy pintorescos y pertenecían a una compañía inglesa que más tarde adquirió el Lic. Uruchurtu.

      La calle no tenía empedrado, era de tierra aplanada.

      El recorrido  era desde el centro de  Azcapotzalco hasta el corazón  de la Ciudad de México, en aquel entonces la gente decía: ”queda lejísimos”. El trenecito pasaba por el pueblo de Tacuba, por San Cosme hasta el Zócalo. El regreso era la misma ruta y llegaban a Azcapotzalco por la avenida del mismo nombre , no estaba pavimentada, sino que lucía un hermoso empedrado de la llamada piedra bola, todavía andaban por ahí hombres ofreciendo sus servicios como reparadores de calles empedradas.

      Los pasajeros que utilizaban este transporte era la clase popular, la primera  parada era frente a la iglesia. Se transportaban productos agrícolas. Las señoras con sus faldas largas hasta el tobillo, los adolescentes espiaban que se alzaran un poquito las faldas para verles el tobillo, jóvenes y viejas cubrían la cabeza con el rebozo, prenda  imprescindible; los señores (sobre todo si eran de ascendencia indígena), vestían camisa, calzón de manta y ceñidor donde anudaban el dinero; algunos traían un cinturón hueco que le nombraban víbora, allí en el cinturón escondían el dinero que eran puras monedas de oro y plata (el dólar estaba dos por uno)  así es que para robarlos los tenían que matar.

      Mucha gente iba o venía a comprar mercancía; el pasaje costaba cinco centavos a Tacuba y diez centavos al centro.

En 1905, aproximadamente, una compañía inglesa presenta al Gral. Porfirio Díaz un proyecto para construir un ferrocarril subterráneo que nunca se realizó.

      Los tranvías eléctricos  vinieron a agilizar el transporte. Partían de un costado del jardín Hidalgo hacia el centro de la ciudad de México y el retorno lo realizaban por la calle de Centenario, por lo que fue necesario derribar gran cantidad de árboles para despejar todo ese tramo que ahora conforma esta avenida.

     Los vecinos dicen, todavía se escuchan los ecos de los cascos de las mulitas cuando transitaban por esta vía.
Calle de Morelos, antes llamada de la Posta


2 comentarios:

  1. hola. Estoy elaborando un docmento pre diagnòstico de la colonia prohogar en azcapotzalco. Me gustarìa poder ponerme en contacto con cronistas y gente que me pueda facilitar informaciòn. Agradezco su ayuda y atenciòn.

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  2. Que tal Ricardo , es un gusto que nos sigas. Con respecto a la Colonia Prohogar , tenemos información aunque breve es concisa e importante sobre la fundación de esa colonia o de sus antecedentes . Te invito que pasando esta contingencia nos escuches todos los miércoles de cada semana a las 5:00 pm en la Casa de Cultura de Azcapotzalco , Sala Abierta, ahi te proporcionaremos información , dirigente a tu servidor José Carbajal o a la Mtra Ma. Elena Solorzano , cronistas de Azcapotzalco , saludos te esperamos

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