viernes, 17 de septiembre de 2021

AGUSTIN DE ITURBIDE Y  AZCAPOTZALCO. 

HACE 200 AÑOS INSTALÓ AQUÍ SU CUARTEL GENERAL

Por Martín Borboa Gómez  (Grupo Formiga)

Agustín de Iturbide, quien en 1821 fuera el Primer jefe del ejército libertador, creador del concepto de las Tres Garantías, diseñador de la bandera del Ejército Trigarante, ideólogo y firmante del Plan de Iguala, ideólogo y firmante de los Tratados de Córdoba, triunfal cabeza del Ejército que consumó la independencia, en este año, a doscientos años de su éxito político y militar, que nos dió patria y libertad, es una ocasión más que propicia para recordarlo, mencionarlo, y señalar sobre el paso de este otro Padre de la patria por Azcapotzalco.

 

RUTA DE ITURBIDE DESDE IGUALA HASTA AZCAPOTZALCO, 1821

Una vez que Agustín de Iturbide salió de la Ciudad de México, con instrucciones del Virrey Apodaca para derrotar a Vicente Guerrero, y con ello mantener la continuidad de la Nueva España, Iturbide se dispuso a jugarse la vida al iniciar un nuevo e inesperado plan.

ENERO: Acuartelado en Teloloapan, Iturbide intercambió cartas con Guerrero para entablar un pacto en el que juntos podían alcanzar la independencia. Mensajes con brillantes ideas, ofrecimiento de lealtad y subrayando el concepto de unión que era una novedad constructiva, ya que lo que había reinado anteriormente era la desunión. El tiempo les dio la razón.

FEBRERO: Tepecuacuilco, Chilpancingo e Iguala. Desde estos sitios Iturbide escribe a infinidad de insurgentes, oficiales realistas, e incluso al Virrey. Mandó a imprimir a Puebla el Plan de Iguala, ideario que proponía la manera y los valores para alcanzar –juntos- todos los habitantes de esta tierra nuestra, la independencia. El segundo artículo de dicho Plan establecía que: “La Nueva España es independiente de la antigua y de toda otra potencia, aun de nuestro continente”.

Las Tres Garantías del nuevo Plan eran Unión (representada con el color verde), Religión (con el color blanco) e Independencia (rojo). Cada franja de la bandera de Iturbide y confeccionada por Magdaleno Ocampo, tenía una estrella, que era el compromiso de cumplir dicha garantía.

MARZO: Iguala, Teololoapan, Cuahulotitlan, Huétamo. Iturbide continúa buscando adeptos al Plan de Iguala a través de mensajeros y cartas a distintos oficiales realistas. Escribe al Virrey. Día 16 también al Rey y a las Cortes en Madrid. No consigue simpatía de parte de las autoridades reales ni virreinales. Desde día 14 por orden del Virrey, queda señalado como enemigo de las aspiraciones españolas. (Trágicamente, después sería señalado como enemigo de las aspiraciones mexicanas, y fusilado sin ser juzgado ni oportunidad de defenderse). La cantidad de adhesiones que va ganando de viejos insurgentes, militares retirados, del grueso de los realistas criollos e incluso algunos españoles, es abrumador. Estos reciben instrucciones de Iturbide para tomar plazas y ciudades, favoreciendo el diálogo y dejando las armas como último recurso.

ABRIL: Zitácuaro, Acámbaro, Irapuato, Silao, Léon. Continúan las adhesiones, varias ciudades  juran el Plan de Iguala, y sus fuerzas de guerra engrosan al Ejército Trigarante.

MAYO: León, San Pedro Piedragorda, Hacienda de San Antonio, Puruándiro, Valladolid (Morelia). Esta última ciudad era significativa para Iturbide pues en ella nació. Gracias al método de parlamentar y la demostración de que la garantía de unión era firme, se tomó la ciudad sin un solo tiro de arma. En ese mes, el Trigarante Pedro Celestino Negrete toman la ciudad de Guadalajara.

JUNIO: San Juan del Río, Hacienda de Colorado, Querétaro. Los dos militares antes realistas, Anastasio Bustamante y Luis Quintanar, ya como coroneles Trigarantes, marcharían unidos por la independencia bajo las órdenes de Iturbide, desde San Juan del Río. Estos dos oficiales mandarían en la batalla de Azcapotzalco, y por esa lucha, Azcapotzalco sería nombrado “Villa de Bustamante y Quintanar”. Bustamante llegaría a ser presidente de México en tres ocasiones, y pidió que a su muerte su corazón descansara junto a los restos mortales de Iturbide, y comparten urna funeraria en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

JULIO: Arroyo Zarco, Cuernavaca, Cholula, Puebla. Para este tiempo, apenas un diez por ciento del Ejército Realista permanecía fiel al Rey, la deserción había mermado gravemente su fuerza. Con esa raquítica cantidad de soldados, los españoles apenas mantenían control de los puertos de Acapulco, Veracruz, la Ciudad de México y el fuerte de Perote. Ante tan malas condiciones, el Virrey Apodaca fue retirado del cargo con un golpe de estado, y quedó en su lugar el mariscal Francisco Novella.

AGOSTO: Puebla, Tepotzotlán, Puebla, Zoquiapan, Texcoco, Zoquiapan, Córdoba, Puebla.( El día 19 tuvo lugar la acción de armas de Azcapotzalco entre Trigarantes Bustamante y Encarnación Ortiz contra Realista De la Concha). Estando en Puebla Iturbide, se enteró que el nuevo gobernante de la Nueva España llegó y desembarcó en Veracruz (“México a través de los siglos”, Tomo VI, pág. 344 dice que llegó 30 de julio, y la “Historia General de México” Tomo I, pág. 639 dice 3 de agosto). Juan de O´Donojú era el nuevo jefe político superior y capitán general de la Nueva España, y él mismo solicitó a Iturbide una entrevista. Pidió que fuera en un sitio mejor que Veracruz para su salud. Se eligió Córdoba. Ahí, el 24 de agosto “lograron desatar el nudo sin romperlo”, y firmaron los Tratados, cuyo primer punto dice: “Ésta América se reconocerá por nación soberana e independiente, y se llamará en lo sucesivo imperio mexicano”. Se ha discutido si O´Donojú tenía autoridad suficiente para firmar y reconocer dicha independencia. El hecho es que el firmó los Tratados, y firmó el Acta de independencia. (El gobierno español en Madrid reconoció la independencia hasta diciembre de 1836). El día 28 de agosto para celebrar el Santo de Iturbide, que estaba en Puebla. Las monjas del Convento de Santa Mónica en Puebla, crearon el platillo de los Chiles en Nogada, que ostenta los colores de la nueva identidad mexicana. (En Durango, los días 29 y 30 de agosto, batalla entre el Ejército Trigarante de Negrete y el Ejército Realista de De la Cruz).

SEPTIEMBRE: Texmelucan (día 2), Azcapotzalco (día 5 en adelante), San Joaquín (junto con O´Donojú como su huésped, 11 en adelante), Día 13 reunión O´Donojú, Iturbide y Novella. Tacubaya (con O´Donojú, 16 en adelante. Ahí O´Donojú expresó que reconocía al nuevo gobierno por formarse según los Tratados de Córdoba como la autoridad legítima, y que él era ya meramente el representante del gobierno español. Se hace acuerdo para que Trigarantes ocupen Acapulco, Veracruz y Perote en octubre). Ciudad de México (27 y 28 Iturbide y O´Donojú saludan a la nueva nación y firman el Acta de Independencia). El Acta dice en fecha del 28 de septiembre que la nación mexicana… sale hoy de la opresión”, y señala al año 1821 como “primero de la independencia mexicana.

Iturbide expresó en su arenga (escrita 25, leída 27) de septiembre (tomado de “El Libertador” pág. 261): “Mexicanos, ya estáis en el caso de saludar a la patria independiente como os lo ofrecí en Iguala…”, “Ya sabéis el modo de ser libres; a vosotros toca señalar el de ser felices…”, “De tiempo en tiempo haced una memoria de vuestro amigo. Agustín de Iturbide”.

 

AGUSTIN DE ITURBIDE EN AZCAPOTZALCO

Ya vimos como llegó Iturbide a Azcapotzalco. Se estableció ahí mientras se daba el encuentro de O´Donojú con el Mariscal español Francisco Novella que defendía la Ciudad de México. Dicho encuentro fue el 13 de septiembre en la Hacienda La Patera, hoy ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, a unos pasos del perímetro de Azcapotzalco que lo compone la Calzada Vallejo.  Como resultado de ese encuentro, Novella abandonó las hostilidades. Iturbide y O´Donojú concluyeron su misión: dar la independencia a México.

Dice Ángeles González Gamio que: “Es poco conocido el papel relevante que tuvo Azcapotzalco en la guerra de Independencia, donde se libraron sus últimas batallas. Al encontrarse la antigua villa en el camino que viene de Tlalnepantla a México, fue utilizada por el Ejército Imperial de Las Tres Garantías para cercar la ciudad y al ejército realista.

Tras varias batallas victoriosas, el 5 de septiembre de 1821 los insurgentes se trasladaron a la hacienda de Careaga en Azcapotzalco, en donde se reunieron Agustín de Iturbide, Vicente Guerrero y demás jefes del Ejército Imperial Mexicano de las Tres Garantías. Aquí establecieron su cuartel general hasta que llegó el momento de su entrada triunfal a la ciudad de México”.

En la enciclopedia “México a través de los siglos”, tomo VI, página 356, se explica que: “Iturbide llegó a Azcapotzalco el 5 de septiembre y ahí estableció su cuartel general, a donde acudieron desde luego muchas personas notables de la capital, fingiendo ardiente adhesión hacia el jefe del ejercito libertador, aunque en realidad solo las guiasen la ambición y el deseo de congraciarse con el astro que se alzaba radiante en el ya risueño cielo de la patria. Distinguiéronse en esta peregrinación los miembros de aquella hibrida nobleza que habían formado en la colonia los reyes españoles, y pocos días después de su llegada a Azcapotzalco anunciaba Iturbide que había nombrado ayudantes suyos al marqués de Salvatierra, a los condes del Peñasco y de Regla, y al oficial de marina don José Eugenio Cortés. También se presentaron a tomar partido por la independencia los brigadieres don Domingo Luaces y don Melchor Álvarez, los coroneles Arana y Horbegoso, el mayor Cela y otros oficiales de menor importancia. Iturbide, siguiendo el sistema que había adoptado desde el principio del levantamiento, no sólo acogió con agrado a los jefes y oficiales realistas, sino que les dio los mandos de mayor importancia y las comisiones más delicadas y honoríficas. Dedicóse inmediatamente el primer jefe del ejército libertador a la organización del (ejército) que se había reunido en torno de la capital, fuerte de diez y seis mil hombres de las tres armas y el más numeroso que junto se viera en Nueva España”.

Hago una pausa aquí al texto de la famosa enciclopedia, para subrayar – el qué y el donde-.

¿El qué?: El ejército “más numeroso que jamás se viera en Nueva España.  ¿En dónde?: En Azcapotzalco.

Estamos hablando de que estando Iturbide en Azcapotzalco, organizó al ejército más grande que hasta entonces se hubiera visto en 300 años, que es la vida que llevaba Nueva España.

Así que estando en Azcapotzalco, es donde sabría con exactitud con que fuerza militar contaba para un posible asalto armado sobre la ciudad,  y sabría que reacción tendría la sociedad capitalina ante la cercanía de los Trigarantes. Nunca estuvieron tan cerca del corazón de Nueva España otros que aspiraban a la independencia, como ahora Iturbide en Azcapotzalco. Aquí tenía la mejor y más cercana posición a la cabeza del gobierno español asentado en Nueva España. Y si sumamos que estaba logrando reunir al más grande ejército que se hubiera visto en este territorio, tenía dos grandes puntos  –novedosos y a su favor-.

Continuemos con el texto de la enciclopedia. Con ese nuevo ejército más grande ejército:

Formó tres cuerpos: de vanguardia, centro y retaguardia, y en la orden general de 10 de septiembre (1821) dio a reconocer los jefes nombrados para cada una de estas divisiones. El mando de la vanguardia fue confiado a Morán, marqués de Vivanco, y tuvo por segundo al ilustre Guerrero que al frente de las tropas del Sur ocupó el rumbo norte de la ciudad; el cuerpo del centro, situado en la parte del valle, que se dilata hacia el poniente, quedó a las ordenes del brigadier Luaces y de su segundo el coronel don Anastasio Bustamante; y la división de retaguardia, que ocupaba el oriente del valle, tuvo por jefes a los coroneles Quintanar y Barragán.  El brigadier don Melchor Álvarez, que acababa de abandonar el partido realista, recibió el nombramiento de jefe del estado Mayor, y el de primeros ayudantes los teniente coroneles don Joaquín y don Ramón Parres y don Juan Davis Bradburn”.

 

CARTA DE AGUSTIN DE ITURBIDE SOBRE ENCARNACION ORTIZ Y EL HIJO Y FAMILIA DE ESTE

Luego de la batalla de Azcapotzalco del día 19 de agosto, Iturbide fue informado de lo acontecido, y envió esta carta escrita entre el 27 (que estaba en San Agustín del Palmar) y el 30 de agosto que estaba en Puebla. (Tomada de “El Libertador”, pág. 256):

Al Señor Coronel Don Luis Quintanar

Sírvase V.S. mandar que se reconozca por Alférez de la Sierra de Guanajuato, al hijo del benemérito Capitán de Patriotas D. Encarnación Ortiz, cuyo nombre no me especifica V.S. y va en blanco en el oficio de nombramiento que acompaño a éste. Disponga V.S. también que dicho difunto Capitán, siga pasando revista de presente y que su sueldo íntegro se satisfaga a su viuda e hijos, repartiéndose entre todos por partes iguales y con calidad de que la cantidad que a cada uno corresponda, cesará por el fallecimiento del que la disfruta, sin acrecer a los supervivientes, ni cesar por la toma de estado o mayor edad de los agraciados. Quiero de esta suerte, honrar la memoria de un individuo que con tanta heroicidad se sacrificó en defensa de su Patria. Hágalo Ud. saber en la Orden General, como también el que espero el detalle circunstanciado de la acción, para conceder el debido premio a los que sean acreedores a él.  Dios guarde a V.S. muchos años.

Agustín de Iturbide”.

 

CONDECORACIONES QUE SE OTORGARON A LOS TRIGARANTES QUE LUCHARON EN AZCAPOTZALCO

En la carta mencionada, vemos como Agustín de Iturbide desea conocer más detalles de la batalla librada en Azcapotzalco, para estimar y conceder premios a los valientes. Además de lo ya especificado en particular a la viuda e hijos de Encarnación Ortiz, sabemos que se otorgaron las siguientes condecoraciones: (Tomado de “La última batalla a ojo de hormiga”):

Medalla en campo Verde con el lema: “Se distinguió en la brillante acción del 19 de agosto 1821”

En campo Rojo con el lema: “Vertió su sangre por la libertad de México, 19 de agosto de 1821”

En campo Blanco, “Acción victoriosa por la felicidad de México, 19 de agosto de 1821”

 

DRAGONES DE AZCAPOTZALCO EN LA ENTRADA TRIUNFAL DEL 27 DE SEPTIMBRE 1821

Da gusto en cualquier lectura o investigación, hallar el nombre de Azcapotzalco, y más cuando se trata del evento más feliz para la nación mexicana: la Consumación de la Independencia.

El libro “Fase final de la guerra por la independencia” de Julio Zárate, contiene la relación completa de los 16,134 soldados que con Agustín de Iturbide, a entrar triunfantes al corazón político del país. Entraron a la historia y a nuestro perpetuo agradecimiento por la puerta más grande, la de la paz conseguida y la libertad anhelada, hace 200 años.

En su página 123 publica la Relación de las fuerzas del Ejército Independiente que entró en la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821”.

Menciona 12 agrupaciones de Infantería, la de Artillería, y las 16 de Caballería. En la decimoquinta de Caballería, señala a los 200 integrantes de los “Dragones de Azcapotzalco” que iban junto a los “Dragones de Xilotepec” que eran 114.

El 21 de septiembre, el Estado Mayor General, emitió la instrucción del orden para que el Ejército triunfante, entrara a la Ciudad de México. El texto es largo (“El libertador”, pág. 259, 260), pero quiero destacar la parte que menciona a Azcapotzalco:

“… Este ejército juntará su cabeza apoyándola por el camino que llaman de la Verónica, a la puerta del frente de Chapultepec, y deberá estar en ese punto a las siete de la mañana. A esta división seguirá la de retaguardia, en los mismos términos y orden de formación, ocupando la derecha, a la izquierda de la que le precede tomando parte del camino de los Hospicios que se dirige hacia Tacuba. Seguirá a la izquierda de esta división la de vanguardia, ocupando el espacio que necesite hacia Tacuba y Azcapotzalco, para no retardar el movimiento general de todo el ejército…”.

 

BIBLIOGRAFIA:

ANTES DE MEXICO Y AZCAPOTZALCO, Ángeles González Gamio, La Jornada, 23 enero 2011,https://www.jornada.com.mx/2011/01/23/opinion/028a1cap

EL LIBERTADOR, DOCUMENTOS SELECTOS DE DON AGUSTIN DE ITURBIDE, P. Mariano Cuevas, S.J., Editorial Patria, S. A. México, 1947

FASE FINAL DE LA GUERRA POR LA INDEPENDENCIA, Julio Zárate, Ediciones Libro-Mex, Biblioteca mínima mexicana, volumen 8, México, 1955

HISTORIA GENERAL DE MEXICO. Tomo I.

LA ULTIMA BATALLA A OJO DE HORMIGA, Guión de Gustavo Manrique Zermeño, 2003, Delegación Azcapotzalco

MEXICO A TRAVES DE LOS SIGLOS Tomo VI, Varios autores. Editorial Cumbre, S.A., decimo sexta edición.




 LA GUERRA DE INDEPENDENCIA, 

DE SAN LUIS POTOSÍ A AZCAPOTZALCO.

(Parte 1 de 2)

Cronista Martina Rodríguez García, Barrio Los Reyes Azcapotzalco.

Cuando se toca el tema de la guerra de Independencia y la Revolución. La Revolución Cristera etc. Es algo fuerte porque no se buscan culpables ni héroes solo encontrar el inicio de una manera que podemos rescatar parte de la esencia de lo que conocemos como Guerra de Independencia.

Al investigar me llamó la atención un Libro EL EJÉRCITO MEXICANO, Autor. Gloria Fuentes. De este libro transcribo un fragmento “Los Mexicas, primera potencia militar mesoamericana”.

A raíz de la derrota de los Tepanecas de Azcapotzalco (1428), surge en el centro del país una confederación conocida como la Triple Alianza, integrada por México Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba. Llegaron a depender de ella, como tributarios, 38 señoríos que abarcaban desde las costas del Golfo de México hasta las mesetas. La civilización Mexica desplegó gran poderío socioeconómico y cultural.

Al Señor mexicano correspondía todo lo relacionado con actividades bélicas y mando militar, incluida la instrucción castrense, organización de los cuerpos armados y conducción de operaciones militares. Cada calpulli o barrio formaba, con sus hombres mejor capacitados, un escuadrón de entre 200 y 400 guerreros; aproximadamente el 10 por ciento servía en la milicia.

Los jefes de los cuatro calpullis mayores por analogía de funciones eran como un jefe de Estado Mayor de un ejército moderno.

Primera (Organización): A cargo de Tlacatecall de la confederación de Anáhuac.

Segunda (Información, contra información y propaganda): Desempeñada por los Pochteca, comerciantes guerreros y espías.

Tercera (Instrucciones y operaciones): correspondiente a funcionarios, jefes militares -Tlacatecall y Tlacatecuchtli- o a quién tomara el mando de la campaña, así como a los maestros del calmecac y el Tepochcalli;

Cuarta (Servicios, abastecimientos y evacuaciones): Los encargados eran el Tlacocachcall y el Toyoyahuacatl, con sus unidades administrativas y tamemes para el transporte.

Además, los mexicas estructuraron una compleja, industria de fabricación de armas, con talleres y obreros especializados en los principales centros de población. Uno de los principales tributos de los señoríos vasallos era, precisamente, artículos bélicos, que se almacenaban en depósitos llamados "Tlacochcalco", hasta aquí fragmento del libro arriba indicado.

Considero necesario conocer, con que se armaron los guerreros antiguos y los modernos en la conquista. Muchos factores se conjugaron para que los conquistadores españoles se sometieran a la poderosa civilización mexica, es innegable el terrible impacto de las armas de fuego y los caballos por completo desconocidos para los pobladores del territorio nacional.

Los europeos derrocaron al virrey Iturrigaray, en el que fue el primer golpe de estado en la historia de México.

Enseguida nombraron virrey a Pedro Garibay en 1809 y después al arzobispo Francisco Javier Lizana y Beamont de mayo a septiembre de 1810.

En 1766 nace la verdadera organización de lo que fueron las fuerzas armadas coloniales. Al conocer la existencia del ejército, además de los lugares, como los Reales de Minas y las Haciendas, (pero principalmente saber que la invasión francesa de España fue el motivo para realizar la independencia de México, cuando en la capital de la Nueva España se tuvo conocimiento de la abdicación de la familia real a favor de Napoleón Bonaparte se levantó una ola de protestas que demostró abiertamente una marcada adhesión a Fernando VII, quién ya estaba en calidad de prisionero de los franceses. Nadie sabía qué hacer. Ni siquiera el propio virrey, Don José de Iturrigaray, quién solapadamente ambicionaba perpetuarse en el mando. Así que entendiéndose que las conspiraciones eran cada vez más fuertes, como la Conspiración de Querétaro hacia progresos visibles día con día hasta que Don Miguel Domínguez el Corregidor como representante de justicia, por defender a los más débiles se había ganado enemigos.

La noticia de las conspiraciones había llegado a muchos lugares principalmente en los más lejanos en dónde se encontraban trabajando las Minas. Como en la ciudad de San Luis Potosí. Las minas del Cerro de San Pedro, la mina del Real de Catorce, Cedral, Matehuala y las de Zacatecas y Guanajuato. Y otras, de las que el virrey Iturrigaray siempre que necesitaba ayuda el pueblo respondía recaudando mucho dinero. Principalmente del Real de Catorce, que en 1800 dijo Humboldt el sitio era llamado "Cerro de Catorce Viejo".

Mientras tanto en la Ciudad de Querétaro Doña Josefa Ortiz de Domínguez “La Corregidora” la mañana del 13 de septiembre recibió la funesta noticia de boca de su esposo el corregidor Miguel Domínguez, que habían encontrado pólvora escondida entre los costales de harina de la tienda de los Hermanos Gómez.

Ellos solían acudir a las reuniones secretas de su casa ella estaba encerrada con sus hijos y sin llaves, Así que corrió hasta el zaguán, Ignacio Pérez estaba afuera, ella le hablo y le pasó un papel diciéndole Pérez vaya ahora mismo a San Miguel y de aviso al Capitán Allende dígale que la conspiración ha sido descubierta. Pero Allende no estaba en San Miguel y Pérez siguió hasta Dolores Dónde estaba Allende con Hidalgo. Le entregó el papel a Ignacio inmediatamente la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Como no había tiempo que perder Hidalgo caminó hacia el atrio de la parroquia para sonar las campanas de arrebato.

Mientras tanto en el Real de Catorce, ciertos papeles llegados de Zacatecas, ganaron para la causa insurgente a algunos de sus habitantes como el párroco y el subdelegado, estos que creían que el excelentísimo señor Mariscal D. Rafael de Iriarte conocido como "cabo Leitón" se dirigieron a él en estos términos.

Son las tres de la madrugada, en que acaban de salir de este Real los europeos vecinos de él, llevándose no sólo sus caudales e intereses sino todo lo que había en reales y plata de la Real Hacienda y propios de este lugar, custodiados por 280 hombres de tropa, armados y con siete cañones que habían construido en este Real, los que habilitados de porción de cartuchos, pasan para la Villa del Saltillo a reunirse con los europeos y tropa que allí había.

Cuando ya se sintió en carne viva en el Real La amenaza fue cuando propiamente empezaron allí los efectos de la guerra de Independencia, dan fe cabal las cartas y comunicaciones que iban y venían derramando la alarma por el Norte. Cómo esta carta de Don Pedro Herrera al coronel Cordero:

El día 13 del corriente, en el Paraje llamado La Punta recibí el oficio del subdelegado de Catorce, en que me dice haberse apoderado de Los Insurgentes de la ciudad de San Luis los del Rey, el capitán Don Bruno Herrera. Comandante de dos compañías de mi vanguardia fue también oficiado por el veterano de la misma clase Don Domingo Valle, comandante de las armas del expresado Real.

El 16 de septiembre de 1810 por primera vez se integra un ejército brotado de la raíz misma del pueblo… su germen fueron los 8 sirvientes de Hidalgo, 70 presos liberados y unos cuantos centenares de campesinos, empleados y artesanos unos 700 hombres formaron el primer ejército insurgente.

Entre este año y 1811 estuvieron al frente de las fuerzas Insurgentes: Miguel Hidalgo, Como Capitán General y luego Generalísimo, Ignacio Allende, como teniente General y capitán general Mariano Abasolo como Mariscal y teniente General.

 


Cuando Hidalgo ocupa para Guadalajara, Allende dio a Jiménez el mando de las provincias internas, bien por el pueblo de Venado, Charcas, Matehuala y Catorce debía dirigirse al Saltillo. Con la mira de atacar al Coronel Cordero. Jiménez se camino al norte. El 8 de diciembre estaban en Charcas, de allí escribió Allende que su tropa contaba con 2000 hombres y que iban a reunirse en Matehuala con Francisco Lanzagorta, quién llevaba 500 de a caballo. O alguna avanzada de este o una gavilla levantada "como millares de bribones -en frase de Bustamante a propósito de Iriarte, para robar y asesinar, invocando la libertad de la Patria". Entró el día 3 de diciembre de 1810 al Real de Catorce, según el informe de Don José Tomás Berlanga al gobernador de Nuevo León.

Don Francisco Lanzagorta uno de los iniciadores de la independencia de San Luis Potosí. Nació en San Miguel de Allende, Guanajuato. Los catorceños sufrían las indecibles congojas de la guerra de Independencia, sorpresiva, cargo sobre españoles y criollos, al llegar a Catorce intempestivamente estaban envueltos en la terrible Revolución iniciada escalonadamente en el Pueblo de Dolores Hidalgo.

Los personajes reconocidos en los lugares donde se extendió el movimiento independiente son: Gutiérrez de Lara insurrección a Tamaulipas y Texas, Mariano Jiménez las provincias internas, los frailes Luis De Herrera y Luis Villerías toman San Luis Potosí, Rafael de Iriarte tomo León, Aguascalientes y Zacatecas. Morelos en el sur, el cura José M. Mercado como Tepic y San Blas, el amo "Torres" tomo Guadalajara, Hidalgo inició en Dolores la independencia.

El Proceso. Una serie de factores económicos, sociales y políticos hacían del Bajío un terreno ideal para la gestación de una gran insurrección Armada. Esta región, situada al noroeste de la capital en el Valle del Río Lerma entre León y Querétaro, es una de las áreas agrícolas e industriales más prósperas de México. La ciudad de Guanajuato, ubicada casi en el centro de dicha zona Cómo era el lugar donde se hallaba la Veta Madre una de las minas de plata más ricas del mundo. En Los Reales de minas y en las provincias más ricas fueron los lugares en donde se desarrolló la fabricación de armas.

Las ciudades de Guanajuato y Querétaro tenían 60,000 y 50,000 habitantes respectivamente el área se caracterizaba por su agricultura comercial y su basta industria minera y textil. Los propietarios de grandes haciendas que antes habían cultivado maíz y criado ganado, comenzaron a producir trigo, frutas y legumbres en sus tierras irrigadas, artículos que tenían una enorme demanda en las ciudades y los pueblos. Por tanto, relegaron la producción de maíz a Las parcelas marginales y desplazaron la crianza Ganadera hacia regiones áridas en el Norte.

El exhorto del cura Hidalgo halló eco en la gente pobre del campo, no porque prometiera la abolición de los tributos o pagarles una pequeña suma, sino debido a que constituía una oportunidad para dar rienda suelta a su odio fomentado Por las injusticias sufridas en los últimos años.

HIDALGO se preparó para marchar a México con el mismo desorden y desconcierto cómo lo había hecho hasta entonces fiándolo todo del número de los que lo seguían y cuidándose poco de los demás. En las estimaciones de Hidalgo era preferente la artillería, la Infantería, armas que constituyen la principal fuerza de un ejército, era la menos apreciada del modo que todos se desdeñaban de pertenecer a ella, hubo un tiempo en que se mandaron fundir cañones de Calibre mayor posible y tenerlos para su defensa. Después de la artillería lo que más apreciaban Hidalgo y los primeros Insurgentes era la caballería y los jinetes y caballos considerados individualmente por su fuerza y valor.

Hidalgo emprendió su marcha hacia la capital por Maravatío, Tepetongo e Ixtlahuaca. No tardo en saberse este movimiento en México y cómo fue tan rápido, las noticias se alzaban unas a otras y aumentaban la alarma del Virrey y de la Capital. Inmediatamente se hizo salir hacia Toluca el régimen provisional de Tres Villas parte del veterano de caballería de dragones de España y otras partidas de tropa que se hallaban en México. Don Torcuato Trujillo replegó a su gente después de Toluca en Ixtlahuaca Trujillo en Toluca se encontraba a las órdenes de Agustín de Iturbide precisamente en San Felipe de los Obrajes. En San Luis Potosí, Don Félix María Calleja ante la insurrección de Dolores se dio a la tarea de parar un buen ejército ni gente ni medios le faltaron; acudieron de toda la provincia y a muchos los tuvo que rechazar por falta de armamento a otros los armó de lanzas y a todos los concentro para un intenso adiestramiento militar, en la hacienda de La Pila, San Luis Potosí. Entre los que ocurrieron de Catorce iba Don Matías Martín Aguirre.

La oficialidad del ejército de Calleja -incluyendo el célebre batallón de "los Tamarindos" llamados así por el color de la gamuza de los uniformes, comandado por el bizarro Don Juan N. Oviedo, "el Amo Oviedo", caído en el sitio de Cuautla- se compuso de propietarios, comerciantes y dependientes de estos, "gentes pacificas advierte Arrangoiz qué no habían manejado un arma en su vida", tales eran los españoles, Beistegui, Madrid, Meneso y Orinita y los mexicanos Armijo, Barragán, Bustamante, Concha, Gómez Pedraza y muchos otros que se portaron con gran valor y decisión por la causa de España hasta el fin de la insurrección. Entre esa admirable oficialidad se contaba con Don Matías Martin y Aguirre, quién mandaba un escuadrón de Lanceros de Potosí. Era su asistente, como simple soldado de Fieles del Potosí, Don Esteban Moctezuma, a quien Don Matías enseñó a leer y escribir, y que llego a Teniente graduado de Capitán de provinciales por su extraordinario arrojó y fuerza.

 

FIN DE LA PRIMERA PARTE, CONTINUARA…

 

DISCURSO PARA LA CONMEMORACION

 DE LOS 200 AÑOS DE LA BATALLA DE

 AZCAPOTZALCO

 

Por Historiador Julio Arellano, Colegio de Cronistas de la Ciudad de México


Son las 9 de la mañana. Hoy hace 200 años a esta hora, estaba sucediendo la segunda escaramuza del día entre realistas y trigarantes. ¿Cómo lo sabemos? Entre muchas fuentes históricas, leemos lo que relató un participante de la batalla al político e historiador José María Luis Mora[1] años después de haber sucedido ésta. Permítanme parafrasear parte de esta narración anónima.

Era domingo, al parecer todo comenzó a las 4 de la mañana cuando una descubierta realista salió del pueblo de Tacuba y se encontraron con una trigarante. Tras el enfrentamiento cada una regresó a su cuartel. Entre 8 y 9 de la mañana una división del ejército trigarante salió con cazadores, fusileros y artillería, y tuvieron otro enfrentamiento en los límites de la antigua hacienda de Clavería que duró tres cuartos de hora.

A las 11 de la mañana los independentistas avanzaron con una pieza o cañón del ocho y un obús, dirigiendo su ataque hacia Clavería. Dicho enfrentamiento duró casi dos horas. Para ese entonces habían muerto dos trigarantes y treinta más habían sido heridos, los realistas perdieron a siete de sus hombres y cuarenta estaban lesionados.

El coronel español Manuel de la Concha llegó a las 3 de la tarde con refuerzos para su ejército, los cuales salieron a provocar a los “Independientes” que estaban situados dentro de la plaza de Azcapotzalco, el jefe principal era el excelentísimo Don Anastasio Bustamante, quien mandó replegar sus fuerzas a la hacienda de Careaga. Concha puso en marcha a toda su división, fueron tras las fuerzas de Bustamente y al ser recibidos con fuerza, regresaron y ocuparon el poblado de Azcapotzalco, para ahora ser ellos los perseguidos.

Entre las 4 y las 5 de la tarde, ya no era escaramuza sino un ataque formal de ambas fuerzas, estaban en los límites del poblado rumbo a Tlalnepantla. Llovía. Rechazando a los realistas, murió el Coronel Don Encarnación, alias el Pachón manejando un cañón de a ocho. Llegaron más refuerzos españoles, pero para ese momento eran ya rechazados hasta por la población. Hubo dos alternativas de abandonar de ambas fuerzas, hasta que a las 4 de la mañana los realistas se retiraron al interior del pueblo y horas después salieron rumbo a Tacuba. Hubo multitud de heridos en el campo de batalla.

El que da esta noticia cayó prisionero y lo llevaron preso a la hacienda de Clavería y siguió con el Regimiento de Murcia en clase de prisionero hasta que capituló dicho campo y fue canjeado el día 26 de septiembre e incorporado al Regimiento de la Libertad donde estaba sirviendo.

Todo esto es lo que pasó el día 19 de agosto con relación a la acción de Azcapotzalco.

Concluyó con la paráfrasis.

Quienes conocemos parte de la historia de la batalla de Azcapotzalco seguramente hemos notado las impresiones y confusiones de nuestro informante, pero imagino que es muy difícil tener la cabeza clara en el momento de una batalla. Aún así, es un documento extraordinario porque nos da la versión de un combatiente de a pie.

Las versiones que tenemos de la batalla principalmente son de historiadores que tras la consumación de la Independencia, el fracaso del Imperio mexicano y la difícil conformación de la Nación no solo narraron la lucha que se libró durante los últimos once años de la Nueva España, sino que también se posicionaron frente a grupos y personajes que creían convenientes para la política y vida de México. No hay que olvidar que toda Historia es una selección y esa selección no es casual ni inocente: en ella está incrustada nuestros valores y reflexiones sobre la vida.

 


         Poco sabemos de cómo lo vivieron los antiguos pobladores de Azcapotzalco, si celebraron la batalla o sólo Consumación, o tal vez ambas les fueron adversas en algún sentido. Solo conocemos la documentación de las cúpulas políticas,  las conmemoraciones que fomentaron las élites culturales, o por las versiones historiográficas como fueron los casos de las de Carlos María de Bustamante y su enemigo intelectual Lucas Alamán.

Este grupo de fuentes históricas son nuestro núcleo duro para conocer lo que sucedió el 19 de agosto de 1821 en Azcapotzalco. ¿Pero de cómo lo vivió y recordó la población? Nada o casi nada.

Apenas hay noticia de como Doña Josefa Zúñiga pidió en 1850 su pensión “porque su esposo falleció a resultas de la herida que recibió en la acción de Azcapotzalco”  o como un periodista muy indignado publicó la noticia en 1901 de que “se hallan a la venta en un bazar tres cruces de Querétaro, tres de constancia y una de la guerra de Independencia por la acción de 19 de agosto de 1821”.

Estas brevísimas notas nos informan que alguien perdió a su esposo, y que un heredero vendió la medalla tal vez de su abuelo, por ignorancia o necesidad. ¿Por qué? La gloria de una victoria sin la vida digna que se buscó cuando se salió a la batalla, tal vez es una derrota. Por ello ahora no solo celebramos la valentía o arrojo del Pachón Ortiz, quien fue insurgente, realista y trigarante, que nació en Zacatecas y murió en nuestro hormiguero tratando de sacar un cañón del lodo. No solo conmemoramos el éxito de la trigarancia que después optó por una monarquía. Celebramos la oportunidad de tener oportunidades, de poder vivir mejor sin tener que luchar con balas o que nuestras batallas se pueden dar desde las ideas. Sé que hay un tono idealista, casi cursi en estos planteamientos, pero entre la exaltación nacionalista o la desconfianza a las comunidades que pertenecemos, prefiero optar por un afecto a la complejidad y promover el cariño por el esfuerzo del otro.

Alguna vez se guerreó para conformar una sociedad más justa. Ahora aprovechemos esos esfuerzos para ser y vivir mejor.

Gracias por estos minutos.


[1] El documento será presentado en el tercer número de la Revista Azcapotzalco. Historia, Arte y Literatura: https://issuu.com/revistaazcapotzalco.hayl

 

AGUSTIN DE ITURBIDE Y LOS CHILES EN NOGADA SE CUMPLEN 

200 AÑOS DE SU CREACION

Por Don Nayarito Cantalicia  (Grupo Formiga)


En 1808, Francia invadió España. El Lic. Primo de Verdad, propuso en el Ayuntamiento de la Ciudad de México, que la Nueva España debería ser autónoma, separada de España, al menos mientras pasaba la crisis por haber abdicado allá el rey y por la invasión napoleónica. Así iniciaron cambios profundos. Solemos pensar que el impulso por la independencia arrancó en 1810. No debemos olvidar los antecedentes de 1808, ni al pacífico y profesional precursor de ello.

UN RECUENTO DE LO ACONTECIDO HACE 200 AÑOS

Estamos en 2021, así que se cumplen 200 años de aquel importante 1821. Año tremendamente activo que definió al naciente México. A comienzo de ese año, aquí aun era Nueva España. La lucha independentista ganó un nuevo espíritu cuando Agustín de Iturbide decidió cambiar del bando realista al Trigarante, y Vicente Guerrero cambió del bando insurgente al Trigarante, y aceptó como primer jefe a Iturbide. Con las tropas de ambos formaron un nuevo Ejército, con un Plan inédito y atractivo. Esta fue la clave de los futuros triunfos. Ese Plan se concretó en Iguala, pero se mandó a imprimir en Puebla, y luego se llevó a Iguala.  Iturbide y Guerrero acordaron una tercera vía. No la realista española, ni la insurgente tradicional: la Trigarante. Hay una importante diferencia entre insurgente tradicional y Trigarante, pues este último tenía un Plan muy bien establecido, una bandera y colores para una nueva identidad, un sentido de unión que no tuvieron los anteriores intentos, y un ánimo de dialogo muy por encima de la violencia. Era tan eficiente el Plan, que en cuestión de meses (febrero a julio), el 90 % del Ejército Realista ya había desertado y pasado a las filas Trigarantes. Ningún ejército libertador anterior había tenido tal penetración en los valores de los habitantes, y menos en los de los militares enemigos.

Sería un gran error decir que Iturbide fue el único que se cambió de bando, o que antes de ese 1821 nadie lo hizo. Al contrario, Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, dejaron las filas realistas (fieles al rey) e iniciaron la guerra insurgente en 1810. Los sacerdotes Miguel Hidalgo, José María Morelos y Mariano Matamoros dejaron sus parroquias para convertirse en militares. Y así, podemos citar a infinidad de personas que mudaron sus ideales y destinos. Incluso la parte realista hizo también cambios muy importantes: depusieron al virrey Iturrigaray (1808), y después al virrey Apodaca (1821). En 1821 muy importantes jefes realistas pasaron a las filas Trigarantes, por ejemplo Antonio López de Santa Anna y José Joaquín de Herrera, entre otros, y hasta oficiales nacidos en España, como  Pedro Celestino Negrete.

Juan de O´Donojú vino a gobernar Nueva España en el nombre del rey español, pero una vez que charló con el primer jefe Trigarante, firmaron juntos en Córdoba, Ver. el reconocimiento de la independencia del Imperio mexicano, y después en la capital mexicana el Acta misma de libertad.

De 1808 a 1821 se dieron una muy larga cantidad de alteraciones. Cambió el Rey de España, cambió el Virrey, cambió el Jefe militar de los realistas, cambió el Jefe de la lucha por la independencia, cambió el lugar de las batallas, cambió la condición de los pobladores, Hidalgo y Morelos excluían a los españoles de su propuesta, Iturbide los incluía. Los insurgentes hermanos Rayón, Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, se sumaron al Plan de Iguala, y como ellos, una gran cantidad de mandos militares realistas, comerciantes  y hasta nobles españoles radicados aquí. El exitoso Plan de las Tres Garantías logró la independencia mexicana.

No por esto terminaron los cambios. Por ejemplo, luego del triunfo y ya gobernados por leyes mexicanas, muchos diputados del Congreso del Imperio mexicano y varios militares, desconocieron el Plan de Iguala que habían jurado y al que se habían adherido, del cual emanaba su empleo. Desconocieron los Tratados de Córdoba y al gobierno del Imperio mexicano. Desconocieron muchas cosas, excepto la alcanzada independencia. En otras palabras, desconocieron al abuelo pero se quedaron con la herencia. Tanto Agustín de Iturbide como Vicente Guerrero fueron ejecutados en suelo mexicano sin juicio previo, a manos de quienes pensaban distinto a ellos. Iturbide en 1824, Guerrero en 1831. Así trató ese México a sus padres.

 

TRES GARANTIAS, TRES COLORES

Hablemos ahora de la parte feliz y gastronómica de ese periodo de nuestra historia. Antecedente: Agustín de Iturbide, joven de 37 años, antiguo militar realista, retirado desde 1816 de la vida militar y dedicado a los negocios, fue invitado en 1820 por el virrey para ser nombrado en la Ciudad de México, el nuevo encargado para ir a combatir a Vicente Guerrero.

Pero al poco tiempo, (febrero 1821) En Acatempan, en Teloloapan y en la Ciudad de Iguala, Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero unieron sus esfuerzos, y mediante el Plan de Iguala, incluyeron positivamente a todos los habitantes de esta tierra sin importar donde hubieran nacido.  Tres colores eran la nueva identidad y el territorio se cubrió con ellos (y hasta la fecha, otra herencia de aquel fantástico impulso Trigarante). De Iguala a Córdoba, Iturbide fue ganando adeptos, ciudades, creciendo su ejército y dando esperanza de un futuro próspero cercano. En Córdoba, Veracruz, Agustín de Iturbide se reunió con el nuevo Jefe político militar de la Nueva España, Juan O´Donojú, para firmar los Tratados de Córdoba, en los que se reconoce la independencia del Imperio Mexicano. (24 agosto 1821).

En su regreso de Veracruz a la Ciudad de México, Agustín de Iturbide, Jefe máximo del Ejército Trigarante, pasa por la ciudad de Puebla de los Ángeles. En ese lugar, las monjas agustinas del Convento de Santa Mónica prepararon el famoso platillo de los Chiles en Nogada, para agasajar al católico personaje que en esa fecha, 28 de agosto, celebraba su Santo. Hay que resaltar que Santa Mónica fue madre de San Agustín, sus festividades son fechas vecinas (ella el 27 de agosto, y él al día siguiente), y por ello es casi lógico que un convento llamado Santa Mónica sea manejado por religiosos de la orden de los agustinos. Y es fácil entender que siendo católico Iturbide, acudiera a celebrar y agradecer a su Santo, justo a la casa espiritual dedicada a la madre de San Agustín, en donde en esa época era habitual que las preparaciones gastronómicas de las monjas fueran para la mesa de personas importantes, como lo fue Iturbide en calidad de huésped del Obispo de Puebla.

Las monjas idearon los chiles en nogada, y aprovecharon la producción agrícola poblana de la temporada (nuez, granada, manzana de Zacatlán, durazno, etc). Así plasmaron en su creación culinaria, los bellos colores de la bandera Trigarante (que luego heredó nuestra actual bandera). En ese tiempo el verde representaba la independencia buscada, el blanco la pureza de la religión católica, y el rojo la unión de todos los pobladores de esta tierra, sin importar su lugar de nacimiento.

En el platillo se representó el Verde con el chile poblano y las ramas con que se decora el chile. El Blanco con la dulce nogada, y el Rojo con la brillante granada.

Aunque hay otras versiones románticas  de cómo y quienes hicieron dicho platillo, no alcanzan siquiera a dar nombre y apellido o locación precisa de los eventos. Nada se gana con negar o pretender quitar mérito, que fueron las monjas agustinas del Convento de Santa Mónica en la entonces ciudad de Puebla de los Ángeles (Av. 18 Poniente, Núm. 103), hoy llamada de Zaragoza, las que con su reconocido talento culinario, dieron este platillo a México, en honor del exitoso Jefe del Ejército Trigarante, quien festejaba su Santo a su paso por esta ciudad.

Este platillo es uno de los más representativos de nuestra alta gastronomía, la cual, desde el año 2010, es reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).


Este año se cumplen 200 años de aquel feliz evento gastronómico, y de que la nación mexicana comenzara a tener su vida en manos de sus propios habitantes. Su destino en sus propias manos bajo sus propias leyes. Incluyo una fotografía del billete de lotería que compré y que conmemora 200 años del irresistible platillo. Lamentablemente no obtuve premio con ese número.

 

CAFETERIA ARGENTA, JOYAS DE SABOR

El lugar está ubicado en pleno corazón de Azcapotzalco, en la calle Esperanza No. 22-A, a menos de media cuadra del mercado. Es un gran sitio para comer chiles rellenos, y por supuesto en temporada,  Chiles en Nogada. Tiene un agradable ambiente familiar, clientela muy leal, platillos adecuados a su variado público. Su cocina da resultados muy placenteros, aptos para consentir paladares o exigencias de gente de tercera edad, niños, o juventud de gran apetito. Para afirmar lo anterior me baso en los rostros de clientes que he visto en ocasiones anteriores, en las varias personas mayores que veo que terminan muy bien su platillo, y en lo tranquilos que van los padres con niños. He visto también jóvenes aun con uniforme deportivo –notoriamente después del partido- atacar literalmente un platazo bien servido. Yo mismo me tomo mi tiempo para disfrutar sus chiles y cafés. Hasta el pan (telera) dan ganas de comprarles unas para cenar más noche. El lugar ya tiene 20 años ofreciendo alimentos deliciosos. Originalmente inició como un centro de cursos de bisutería, y así permaneció tres años. Luego por diferentes motivos hubo un cambio, y comenzó la aventura culinaria de “Argenta”, que no deja de tener referencias a la joyería. Por ejemplo su logotipo es una humeante taza de café rodeada por una pulsera. En su publicidad  exhiben varias fotos de sus platillos y bebidas bajo el titulo “Joyas de sabor”.

 

GENERALIDADES DE SU CARTA

Manejan un amplísimo menú de alimentos: Tortas, tacos, tostadas, enchiladas, chilaquiles (verdes con pollo y huevo en la foto), enfrijoladas, carnes rojas, pollo, mariscos, ensaladas, hamburguesas, hot dogs, sándwiches, desayunos, omelettes, coctel de frutas, etc. Los molletes se ve que son una de sus joyas más buscadas. La penúltima vez que vine, una señora de tercera edad comía con facilidad unos molletes con chorizo, y su acompañante, probablemente su hija, unos con tocino. Los preparan también con salchicha, pollo, jamón o hawaianos.  Más tarde una pareja entró y él se pidió un chile relleno, y ella unos molletes. Después una señora con dos hijos grandes y adolescentes, pidieron enchiladas y milanesas, pero para acompañar dichos platillos, ordenaron unos molletes de chorizo y lo repartieron entre los tres. Mientras yo comía mi chile relleno de queso con chorizo, ¡a mi alrededor otros no perdonaban los molletes en versión titular o como guarnición! Definitivamente un día debo venir exclusivamente a probarlos.

Su carta de bebidas también es extensa: Cafés (americano, expresso), capuchinos, tisanas, licuados, jugos, malteadas, frapuchinos, smothies, chamoyadas, limonada, naranjada, aguas. El “arte y sabor de su gran café”, es aromático, intenso y generoso en la porción. Su café es una mezcla de producción de Oaxaca, Chiapas y Veracruz.  Para acompañar ese rico café, tienen una amplia oferta de postres: Jericaya, flan, gelatina, rebanada de pastel, plátanos fritos, bísquets con: mermelada, lechera, cajeta, ate con queso (foto), nata.

CHILES RELLENOS, 6 DISTINTAS VERSIONES

El platillo viene gratinado en caldillo no picoso de jitomate. Todo el año manejan seis rellenos diferentes: queso Oaxaca, huitlacoche, picadillo, queso con chorizo, champiñones o atún. Traen arroz y frijoles, y puede cambiarse por verduras cocidas gratinadas o por papas a la francesa.

SUS EXCELENTES CHILES EN NOGADA SE MERECEN UN DIEZ

En la temporada de la granada y la nuez, preparan la séptima versión de chiles, los llamados “en nogada”.  Ya desde mediados de julio los ofrecen. Recomiendo bastante probarlos: tienen abundante y muy diversa fruta en su picadillo, los chiles poblanos son gruesos y carnosos, la crema de la nogada queda en un punto casi esponjoso, la cantidad de granada es generosa, y el precio de verdad, muy proporcional a la calidad del platillo. Por mi enorme gusto por los chiles en nogada, he visitado Puebla y a sus ángeles en la reja de la Catedral en varias ocasiones y probado allá este plato. Puedo decir con toda sinceridad que el que venden en este restaurante de Azcapotzalco no le pide nada, pero nada, a los mejores de aquella ciudad. ¡ Buen provecho !

 

JOSE JOSE.

BUSACANDO UNA SONRISA, 

ROMANTICO y GRACIAS.

Por Manuel Gaviño Quero

 

El 28 de septiembre del año 2019, el mundo y en especial México quedaron dolidos por la partida de su gran ídolo…el mejor cantante de México, José José, quien saldría del bello Azcapotzalco en la CDMX para deleitar al mundo con su gran interpretación.

Este año 2021 es uno para celebrar, ya que hace 50 y 40 años respectivamente, el gran ídolo José José nos regaló dos de sus más grandes Discos, “Buscando una Sonrisa” 1971, “Romántico” 1981 y “Gracias” 1981 los cuales son ampliamente recordados hoy en día.

BUSCANADO UNA SONRISA

Este fue el cuarto álbum de José José, el cual fue bastante bien recibido por el público, pero las ventas del mismo no fueron tan altas como se esperaba, pero a su vez es recordado por la aparición cinematográfica del Príncipe en dos películas de 1971-1972, las cuales fueron “Buscando una Sonrisa” y “Un Sueño de Amor”, en la segunda de ellas José José actuó junto a la joven Verónica Castro, además de tener apariciones musicales en las que interpretaba música de este gran álbum, es por esa razón que en el imaginario colectivo es más recordado por la película que como material musical propiamente. 

ROMANTICO.

Este álbum, siendo el número 16° del nuestro Príncipe, se convirtió en uno de los más recordados, no solo por el público, sino por los propios artistas/colegas de José José, pues fue un tributo a los grandes cantantes del género de Boleros como lo fueron Lucho Gatica, Los Tres Ases, Pedro Infante, Javier Solís, entre otros artistas, ya que la idea del álbum era retomar esas “viejas” canciones y darles un relanzamiento con arreglos de balada entonadas en la maravillosa voz de José José, además de que fue el primer álbum en que fue producido, interpretado y realizado por José José.

El lanzamiento del disco fue bien recibido por el público ya que su calidad interpretativa fue de alta calidad, incluso se dice que el Príncipe estaba tan emocionado por realizar este álbum, que toda la grabación se realizó en un solo día. La única canción compuesta y añadida especialmente para el disco fue Polvo Enamorado”, la cual conservó el estilo del disco en una forma de homenajear a los grandes compositores de la época de oro del Bolero y el Cine Mexicano.

Cabe mencionar que el álbum fue utilizado para musicalizar otra película del nuestro ídolo de Azcapotzalco, la cual fue “Sabor a Mí” 1988 en la que el argumento narra la historia del compositor mexicano Álvaro Carrillo; por lo que este álbum es tan importante ya que revivió, incluso en el cine el género de los Boleros.

Esta idea del rescate musical de las canciones “antiguas” fue posteriormente retomada por Luis Miguel con su Disco de “Romances” 1997.


GRACIAS.

“Gracias”, es uno de los Discos más duros de José José, debido a las letras de las canciones que contiene, incluso el mismo José José menciona en su serie biográfica que la canción “Vamos a darnos tiempo” retrataba la situación que vivió en su matrimonio con Anel Noreña, por lo cual la grabación de ese disco fue bastante difícil en el sentido sentimental, ya que en el aspecto interpretativo fue magistral pues el motor del canto son los sentimientos más profundos del hombre, hecho que se comprobó en cada una de las piezas de este disco. Es por ello que este disco ocupa un lugar especial en los corazones de los fanáticos de El Príncipe de la Canción que hemos tenido amor y desamor, ya que es un aspecto que lo hace aun más impresionante, en un mismo sitio encuentras una canción para el estado en que se Encuentra el corazón, pues puedes enamorarte de alguien con “Me basta”, alimentar la pasión con, “Pero me hiciste tuyo” o simplemente dejar ir una relación con “Vamos a darnos tiempo”.

Es por estas importantes razones que debemos celebrar estos importantes aniversarios del legado de nuestro aclamado ídolo de Azcapotzalco, pues  aunque no lo tenemos en nuestro mundo, el sigue cantando desde el cielo a través de su legado.

 CALLEJON DEL BESO

QUINTO ANIVERSARIO 

(AZCAPOSTALES 6)

Por Diana N. Colín   (Grupo Formiga)


A este peculiar callejón lo adornan en su proximidad, catorce besos plasmados en un mural. Se aprecian desde la calzada 16 de septiembre, en el crucero donde topa con las avenidas Camarones y 22 de febrero. El callejón mismo va de la Calzada 16 de septiembre a la calle Libertad.

¡Qué bonito que los besos desemboquen en Libertad!

El callejón no es muy largo, mide aproximadamente sesenta pasos de adulto. Tiene 5 bancas, 3 faroles y enredaderas.

 Se inauguró el 21 de agosto de 2016. Fue hecho para conmemorar en esa fecha exacta el natalicio de Consuelito Velázquez (1916 – 2005), autora del éxito mundial “Bésame mucho”, que se ha traducido a varios idiomas, y la han interpretado grandes cantantes de renombre mundial, como Los Beatles, Natalie Cole, Pedro Vargas, Elvis Presley, Pedro Infante, etc.

Ella fue compositora, pianista concertista. Según la SACM (Sociedad de autores y compositores de México), de la que ella fue socia fundadora, vicepresidenta y presidenta del Consejo Directivo, y presidenta honoraria vitalicia, los famosos Record Guinness en 2019 distinguieron a la canción “Yesterday” en primer lugar de con más interpretaciones en el mundo, y “Bésame mucho” en segundo lugar.

Hace 5 años en Azcapotzalco, fue la linda inauguración del Callejón del Beso. Aquel día en un templete se interpretó la canción en varios idiomas. Se convocó a un concurso de “El beso más largo”. Dicen los periódicos de esa fecha que participaron 13 parejas, y 6 empataron en primer lugar, con 3 horas, 39 minutos. El premio fue una cena romántica.

Desde entonces el callejón ha estado ahí, esperando amoríos.