viernes, 15 de octubre de 2021

 LA ZIUACOATL Y LA LLORONA DEL 

PARQUE TEZOZOMOC.

Por Ana Marisol Resendiz Pizarro 

Barrio: Santa Apolonia Tezcolco.

En los callejones, veredas y vecindades del antiguo Azcapotzalco, se ven pasar a distintos espectros, se dice que fueron los sobrevivientes de los que cosechaban en las chinampas del lago de Texcoco, algunos cuentan que fueron los sobrevivientes de los que cosechaban en las chinampas del lago de Texcoco, otros dicen que son los espíritus de Tezozomoc, Itzcoatl, Tlacaelel, Tlaltecatzin y Nezahualcoyotl, que bien a anunciar el glorioso regreso de la Zihuacoatl.

Yo soy Ziuacoatl, en realidad me llamo Ziuateteotl mallinalli  Ziuacoatl, por momentos soy Quilaztli y vengo a proteger el verdor de las plantas que nacen y crecen a la rivera del lago; también soy la amorosa Yaoziuatl guerrera ancestral, asimismo soy Tonantzin Tlalli, la venerable Madre Tierra, cubierta de serpientes,  soy hermana de Mictlanziuatl que mora en el lugar de los muertos; he venido a este lago de la gran Metzico Tenochtitlan, a buscar el corazón de Copil, siguiendo los colores del hermoso colibrí uitziliuitl. Soy madre creadora, dadora de vida y vidente.

He salido de Coacalco para prevenirles de la guerra que habrá de venir, salí de lo más profundo de las aguas y bajé de Temotepetl de las montañas, tuve una premonición, vengo advertirles, sobre algo terrible que va a sucederle a nuestro pueblo, ¡Una desgracia!

Salgo por las noches a buscar a Youhualli Ehecatl, y a mis amados hijos, no conemeh.

Aquí en Tenochtitlan me aparezco por las noches. 

¡No conemeh Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos!!

¡No conemeh Hijitos míos ¿A dónde los llevare?

¡Dónde habré de protegerlos y esconderlos de tanta tragedia que acontecerá, en esta Tierra Tonantzin Tlalli?

¿Dónde los llevaré para que escapen de tan funesto destino?

¡¡No conemeh, hijos mexicas!!

¡No conemeh, hijos Tepanecas!


Les vengo a avisar de la muerte, la guerra y la esclavitud, que le sucederá a nuestro pueblo. Pero nadie escucho a la Ziuacoatl que sigue alrededor del parque Tezozomoc buscando ciertos amores perdidos…

Desde entonces, no ha dejado de vagar, sigue llorando en busca de sus hijos, dolida pues no pudo detener la masacre, ni la enfermedad, por eso llora todas las noches. Para la Ziuacoatl el tiempo se detuvo en tan fatales hechos, por eso aún sigue vagando en la ladera del Lago.

Además se hace acompañar de otro espectro una llorona colonial  eso se dice que se le ha visto en montículos del Parque Tezozomoc con un traje amarillo, sollozando, emitiendo unos gritos desgarradores, trae un velo gris y se mira a lo lejos en los confines del parque, donde también se le oye proferir su tradicional grito de dolor al tiempo que eriza la piel de propios y extraños.

Y de aquí a la eternidad, siguieron vagando en el parque Tezozomoc y la llorona colonial, y la Ziuacoatl aun sus lamentos se escuchan en los confines de Azcapotzalco acompañados de ciertas disertaciones filosóficas sobre nuestra historia...

LA LLORONA DEL BARRIO DE SANTA APOLONIA TEZCOLCO.

Por Ana Marisol Resendiz Pizarro y Gustavo Aquino Domínguez.

Barrio: Santa Apolonia Tezcolco

 

Esta leyenda con aroma local y universal se encuentra en todos los rincones de nuestro país y Santa Apolonia Tezcolco no es la excepción se cuenta que los que la han visto penar en el barrio dicen que aparece una mujer muy elegante vestida de blanco, de falda muy amplia hasta los tobillos; sombrero de ala ancha bordeada de encaje y guantes blancos a la usanza porfiriana, se distingue como un alma en pena pues su vestido brilla de un modo descomunal a altas horas de la noche como si quisiera opacar a la brillante luna, los que han visto su rostro debajo del sombrero solo al logrado ver una cara amarillenta, con unas grandes ojeras que no le permiten distinguir sus ojos y es entonces que profiere el ya conocido grito desgarrador ¡Ay mis hijos!

            Dicen que flota por lo que alguna vez fue un canal, ya que ella siempre busca los cuerpos de agua, pues ahí cometió su crimen, en las noches principalmente de luna llena, se escucha su canto desgarrador que hace eco principalmente en la calle de Ferrocarriles Nacionales. Propios y extraños dicen que otra de sus calles favoritas es la calle de Querétaro, donde susurraba al oído de sus habitantes y lejos

de sentir miedo sabían que se encontraba muy lejana sin embargo se aterraban cuando la escuchaban en la lejanía pues el eco parecía distante de dicho espectro indica que está dentro de las habitaciones pues seguía las reglas mágicas de toda la nación.

            Se cuenta que este barrio desde la época de la conquista cuando todos estaban durmiendo en sus aposentes se escuchaban lamentos en los campos de cultivo y en las terrazas, quien alcanzo a escuchar al espectro le veían de reojo como para no quedar paralizados al escuchar su eterno lamento.

La llorona que se aparece en el barrio se escucha con un llanto desgarrador por las vías del tren que corría hacia Tacuba, tal vez sigue buscado los canales que alguna vez engalanaron Azcapotzalco.

1 comentario:

  1. Y si había muchos canales o como les llamábamos zanjas, terrenos grandes y solitarios donde dicen se aparecía la llorona y fue en casi todos los pueblos de Azcapotzalco, felicidades Aquino y Marisol 👏👏

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