viernes, 15 de octubre de 2021

 

LA LLORONA DE 

SAN MARTIN XOCHINAHUAC

Por María Francisca López Suárez

 

Han sido tantas y tantas las historias o leyendas que nos han contado aquí en nuestro pueblo San Martín Xochináhuac sobre la llorona, que realmente ya no sabes si es la realidad o solo nuestra imaginación.

 

Cuentan que antes, cuando existía Campo Bello, todos los hombres de San Martín iban  sembrar a  sus Milpas. Claro que cuando terminaban sus jornadas que por lo general eran largas y pesadas, pues se daban el gusto de tomarse unas  cervezas o un buen pulque de esos que algunos elaboraban aquí mismo en el pueblo muy rico decían.

Pues bueno cuando ya estaba  algo tomados regresaban a sus casas ya sea  en carretas o en aquellos carros largos y hermosos a los cuales les llamaban “mi lancha” por lo largos.

Cuentan que en el regreso se les aparecía una mujer muy hermosa  de vestido blanco algo ajustado, se decían a ellos mismos: “Ya viste que bella mujer la llevamos”,  pero que conforme se iban acercado la veían como volando y horrenda. Y vaya que se asustaban. Cuentan que hasta la  borrachera se les bajaba. Comentan que pasados unos días lo contaban a sus familiares pero todos llegaban a la conclusión que era la llorona ya que por esos rumbos de Campo Bello se oían esos gritos macabros de, “¡Ay mis Hijos!“.

Yo en lo personal recuerdo a mi tía Angelita López Vega que nos contaba que ella muchas veces vio a la llorona o como ella le decía: la muerte.

Cómo recuerdo que mi tía nos explicaba a “Santo y seña y pelaba los dientes” como ella  decía, “mira así se veía”. “Muchas veces la vi aquí en mi casa ahí hija junto a los lavaderos me daba mucho miedo hija”.

Mi tía juraba haberla visto muchas veces. Ella vivía en Centlapatl junto a la casa de mi papá, Don Emilio López Vega, quien cuenta que ahí en su casa muchas veces la gente que pasaba por ahí, veían en su escalera a una mujer de blanco. Yo la verdad pasaba en la madrugada por ahí, ya estaba casada he iba por el papá de mis hijos a la ex refinería, ya que salía a veces tarde, como a las dos de la mañana. La verdad es que aunque yo volteaba, jamás vi a la Señora de blanco. No así mi cuñado nacido en Veracruz, Roberto Montero.

Una vez ahí mismo recuerdo que nos contó que  estaba con mis sobrinos viendo una película, y cuando la vio (a la mujer de blanco) junto a la puerta,  apagó la tele y les dijo: “órale chamacos a dormir”. Todos se enojaron y le gritaron: “No Beto, queremos seguir viendo la película” y claro no les dijo por qué. Al otro día todos enojados le preguntaron: “¿Por qué Beto nos apagaste la tele?” y el muy espantado aún les preguntó: “¿Qué no vieron a la mujer de blanco junto a la puerta?”. Todos asombrados le dijeron: “No *Manches*, ¿de verdad la viste?”.

Él no sabía de esa historia ya que acababa de llegar de Veracruz a vivir ahí.

La verdad en otra ocasión mi hermano Carlos, que en paz descanse, vivía también en Centlapatl. Era taxista y trabajaba por las noches. Antes acostumbraban llevarse a alguien para ser acompañado de regreso de la jornada. Por ahí de las 4 de la mañana el venía con su mujer y le dijo: “Ya viste viene una señora, ya nos cayó otro pasaje” pero de repente también la vieron volando.

El susto era tremendo y así me pasaría contándoles más y más historia tanto de la llorona o de brujas en nuestro pueblo.

4 comentarios:

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  2. Siempre es bueno ver a San Martin Xochinahuac plasmado en crónicas del ayer y hoy de Azcapotzalco. Siendo uno de los pueblos más antiguos es un cofre lleno de experiencias. Gracias por compartir Francis. Martín Borboa

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  3. Gracias Martin Borboa por tu apoyo, es grade saber que contamos con buenos amigos 👏🙏

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  4. Hola, interesantes narraciones en San Martín Xochinahuac, un antiguo y gran pueblo de Azcapotzalco.
    Saludos Francis López y a todo Xochinahuac!!!!
    Atte. José Carbajal. El Centinela de Xancopinca

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