jueves, 23 de marzo de 2023

 

AZCAPOTZALCO Y LA SEMANA SANTA

TEMPLOS, JACARANDAS Y COHETES.

Por Patricio Garibay.


  Llega la Semana Santa y como cada año el color morado se posa en  la cruz en la forma de un manto, recordando con ello  el sacrificio de Cristo, el tinte morado representa también la preparación espiritual y la penitencia durante la Cuaresma, también Indica la esperanza, el ansia de encontrar a Jesús. El color morado en estas mismas fechas también adorna las copas de las frondosas jacarandas, hay en mi calle varios de estos árboles y uno de estos frente a  mi ventana,  esta mañana mientras contemplaba sus extendidas ramas pude observar a dos ardillas juguetear entre las coloridas flores, es muy claro que la primavera llegó, estación del año que ha sido en muchas culturas símbolo milenario de la resurrección.

Azcapotzalco a diferencia de algunas  otras alcaldías de la Ciudad de México es rica en una amplia variedad de templos e Iglesias, en San Lucas Atenco que es mi barrio natal además de contar con nuestra bella Parroquia dedicada a San Lucas Evangelista estamos rodeados por otras Iglesias como La capilla de Santa María Malinalco, ubicada en el barrio del mismo nombre, la Capilla de San Salvador Nextengo, y nuestra majestuosa catedral,  llegar a cualquiera de estos cuatro templos es cuestión de 10 minutos y sin necesidad de automóvil, recuerdo a mi abuelita Leonarda  tardar en elegir la iglesia a la que acudiría a escuchar misa. Este hecho siempre me intrigó ¿por qué nuestros antepasados se esforzaron en construir  tantas Iglesias en un diámetro tan próximo? Ya ni hablar cuando conocí la ciudad de Cholula y percatarme que esta cuestión superaba incluso a nuestro Azcapotzalco.

Son tres causas las que llevaron a nuestros antepasados indígenas y españoles a construir tantas Iglesias y de manera tan cercana una de la otra.

La primera causa fue la prisa por la evangelización de los naturales, esta evangelización nunca fue de manera forzada como equivocadamente se tiende a creer, como bien dijo el investigador y escritor Alfonso Junco “Pensar que se obligaba a los indios a volverse  cristianos sería el equivalente a que hoy se obligara a los extranjeros a volverse mexicanos”. Por otra parte es ridículo creer que menos de mil soldados españoles pudieran obligar a millones de indígenas a que abrazaran el catolicismo.  La iglesia pues debía convencer a los Indígenas a adoptar la nueva Fe y una de estas estrategias era mostrárselas como no queriendo la cosa, para qué ellos comenzaran a interesarse, para ello era muy importante el atrio, para que el Rito quedará expuesto ante los ojos curiosos de los indígenas, y para esto debí haber una iglesia en cada barrio o pueblito.

indígena acercándose a ver la misa.

Una vez evangelizada la comunidad los indígenas de ninguna manera fueron pasivos, pensar que lo fueron es además de ridículo es considerar a los Indígenas como idiotas, la ideología indigenista que nada tiene de indígena ha querido mostrar al Indio novohispano como un tonto incapaz de mayores protagonismos durante los 300 años de virreinato. Lo cierto es que las mayordomías indígenas tomaron el control de los templos cristianos  junto con el párroco, y es así dónde empieza lo interesante.

El espíritu de competencia fue muy importante en ese proceso, pues cada barrio quiso competir con el barrio de al lado para que su templo fuera más hermoso que el del vecino, a esto se debe que ninguna iglesia o templo sea igual al otro. Los artesanos y labradores indígenas que en tiempos prehispánicos habían trabajado la piedra sin la tecnología metalúrgica para elaborar cinceles y martillos, ahora podían hacerlo de una manera magistral, así el barroco español en América se convirtió en  el deslumbrante churrigueresco novohispano.

Las capillas e iglesias además de tener su función litúrgica también tenían una función social, ya que alrededor del templo había talleres artesanales e incluso en muchos casos se enseñaba a los niños música, y con el catecismo a leer, aún se puede encontrar "El Silabario de San Miguel" libro que se encontraba disponible en las parroquias y que ayudó a aprender a leer durante siglos a tantísima gente, librito de  ocho hojas que solía llevar en su portada la  imagen del arcángel San Miguel derrotando al demonio de la ignorancia.

“Cómo La Iglesia Construyó la Civilización Occidental” y  "El Silabario de San Miguel"

Resulta muy lamentable que la gente no valore la importancia social e histórica además de religiosa de las iglesias, esto se debe a que ya estamos acostumbrados a tenerlas ahí, y al desconocimiento descomunal del papel de la iglesia como institución en la construcción de la civilización como lo explica con toda claridad el gran historiador Thomas E. Woods en su libro “Cómo La Iglesia Construyó La Civilización Occidental”. Pero aunado a la ignorancia  se suman también  toda una serie de mentiras que se han inventado en contra de la fe católica, mentiras tan absurdas como las que me contó cierta persona en una ocasión en qué me dijo con toda seguridad: “Recién terminada la conquista la detonación de cohetes en las fiestas patronales o de Semana Santa tenían como fin el aterrorizar a los Indígenas para demostrarles que los que mandaban eran los españoles,”. Cuando le pedí que me dijera de donde había sacado ese cuento, no supo decirme.  Aquí se repite el mito del indígena tonto y asustadizo qué los que se sienten “defensores” de los indígenas suelen repetir, si un indígena del siglo XVII escuchara semejante necedad sin duda contestaría “¡No me defiendas compadre!”

Lo cierto es que la pirotecnia una invención de China llegó a México muchísimo tiempo después de la conquista cuando la Nao de China se formalizó en su comercio de Manila a Acapulco, la pirotecnia muy probablemente llegó primero a la Nueva España antes qué a Europa y los indígenas rápidamente  la asimilaron y la incorporaron a los festejos de sus iglesias, ¿Qué mejor manera de presumirle al pueblo o al barrio vecino del gran fervor religioso qué con tanta estridencia qué la que proporcionaban los cohetes? Esta tradición herencia indígena hoy en día está haciendo criticada y condenada a desaparecer,  y aquí me permitiré defenderla.

Tres cuestiones se argumentan en contra de esta tradición mexicana, la primera, que contamina la atmósfera.   Aquí hay que decir que el motor de un camión no muy bien afinado, en 20 minutos contamina más que toda la pirotecnia que se pueda utilizar durante una fiesta patronal ya que mientras los cohetes arrojan el humo de pólvora quemada que no es otra cosa más que nitrato de potasio,  carbono y un poco de azufre, mientras que la gasolina quemada contiene materiales muchísimo más tóxicos, y mucha gente no le preocupa usar su auto con tal de   no caminar unas cuantas cuadras, y que decir con que un solo día de fumarolas del volcán Popocatépetl arroja a la atmosfera muchísimos más gases tóxicos que toda la pirotecnia quemada en la Ciudad De México durante 20 años.

 La segunda cuestión es la que se refiere a aquel ruido de las detonaciones asustan a los niños que padecen autismo y a los perros. Por un lado los perros desde tiempos inmemoriales y aún antes  que se convirtieran en guardianes y socios del hombre, sus oídos ya habían conocido los relámpagos del cielo muchísimo más estruendosos que cualquier pirotecnia, si el perrito se asusta con los cohetes seguramente se  deba a que su dueño lo ha vuelto un perrito cobarde, y en cuanto a los niños autistas, no es una solución adecuada evitando que estos chiquitos no escuchen cohetes, pues de igual forma las tormentas eléctricas, los escapes estruendosos de motocicletas  siempre estarán presentes, la sobreprotección jamás ha sido una solución, es mejor adaptar al niño al mundo y no a la inversa, pues ello es simplemente imposible, es mejor hacerle valorar al niño ese colorido arte de la pirotecnia y la importancia de preservar nuestras tradiciones.

Pirotecnia en la fiesta patronal, Capilla de San Lucas Atenco 2019

Tercer argumento que se esgrime en contra de esta tradición son los constantes accidentes que ocurren en  las fábricas clandestinas dónde se manufacturan los cohetes, pero lo que se tiene que evitar en este caso serían precisamente las  fábricas clandestinas y no el fin de esta industria que alimenta y da trabajo a tantas familias, la autoridad debe vigilar e inspeccionar los lugares donde se elaboran estos productos en vez de terminar con ellos.

Religión, independencia y unión, bandera Trigarante

El catolicismo formó lo mejor de México

El verdadero fondo de insistir en prohibir  tradiciones ligadas a la iglesia católica es muy claro, es la idea de ir en contra de la Iglesia Católica, iglesia que independientemente de su gran valor religioso es la esencia fundamental de lo mexicano,  el catolicismo  formó lo mejor de México, no existiría siquiera la propia bandera mexicana aunque les duela a tantos rabiosos jacobinos laicistas, la bandera mexicana es un símbolo completamente católico religioso como afirma la  historiadora Guadalupe Jiménez Codinach  “Los colores de la bandera mexicana representan los tres valores del catolicismo, la fe, la esperanza y la caridad". y  clara y textualmente se lee como valor nacional la palabra "religión" en la primera bandera tricolor.  

En cuanto a el águila devorando a la “serpiente” (que en su origen no era una serpiente sino una ave), aunque tiene cierta inspiración en una leyenda poco trascendente náhuatl, la iglesia la retoma y convierte al águila bicéfala de Carlos V en un águila que destruye a la serpiente bíblica que es el demonio o incluso el propio Quetzalcóatl, y primeramente este escudo fue utilizado por la universidad pontificia de la Ciudad de México, Universidad construida por órdenes del emperador Carlos V en el año de 1553 en la ciudad de México para que los indígenas aprendieran todas las artes y la ciencias .


El águila devorando a una “ave” Códice Florentino y El escudo de la  Pontificia Universidad de México 

Pero el hecho de fondo de esconder estas realidades históricas, y difundir mitos en contra de la religión de nuestros abuelos no es producto de la casualidad, es un producto de importación venido del país del Norte junto con las sectas evangélicas financiadas con muchos dólares, ese es el verdadero origen de todos estos mitos católifobicos, mitos que muchos mexicanos incautos y de buena fe repiten y promueven de a gratis, y ya ni mencionar los ataques vandálicos de las ignorantes feminazis a nuestros templos con la pasiva complicidad de las autoridades.

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