jueves, 23 de marzo de 2023

 EL IMPARCIAL EN ATZCAPOTZALCO

A 115 años de su creación

(1907 – 2022)

Por Amalia Elorduy



Introducción

 

El fraccionamiento de El Imparcial, junto con San Álvaro, constituye un sitio representativo de la arquitectura porfiriana en Azcapotzalco.

 

Se asienta, además, sobre una de las rutas de comunicación más antiguas de la Cuenca de México y arteria histórica principal de nuestra comarca: la calzada de Azcapotzalco.

 

         No es de extrañar, por tanto, que las construcciones de este fraccionamiento hayan sido decretadas como bienes inmuebles tanto artísticos como históricos del patrimonio nacional.

 

Ante estas consideraciones, pensamos que sería de interés e importancia, no sólo para la comunidad local sino para el público en general, el conocer la historia de este antiguo desarrollo.

 

Tras una investigación de campo y en archivos oficiales y particulares, entrevistas orales y experiencias personales, presentamos hoy, a sus   115 años de vida, la historia de

 

“El Imparcial”

en Atzcapotzalco

 

         En la primera década del siglo XX el gobierno de Porfirio Díaz autoriza oficialmente el desarrollo.

 

         Sin embargo, hasta finalizado el siglo XIX y entrado el XX, Azcapotzalco había conservado su estructura urbana colonial.

 

         Su camino principal, la calzada de Atzcapotzalco, atravesaba la comarca por su centro, partiendo de Sur a Norte desde el pueblo de Tacuba.

 

Estaba rodeada al Occidente y al Oriente por los múltiples barrios de origen prehispánico con sus pequeños templos o capillas de la evangelización colonial y sus estrechos e intrincados callejones. En el centro destacaba el gran atrio y el convento dominico del siglo XVI.

Todos los callejones, las pocas calles que había y hasta la propia calzada, eran de tierra o terracería, por donde circulaba principalmente gente de “a pie”, carretas de tiro y gente de a caballo

 

         Las casitas de los barrios y aún las construcciones más señoriales del centro de Azcapotzalco, todas eran de una sola planta y estaban construidas de adobe y tabique rojo con techos de viguería y bóveda de ladrillo.

 

Estos materiales, excepto la madera, eran fabricados en la misma comunidad chintolola, especialmente en los barrios de San Pedro Xalpa y Santiago Ahuizotla.

 

Era usual que las casas, sobre todo las residencias del centro, tuviesen un patio central con una fuente en medio y flanqueado por corredores colmados de macetas y flores.

 

         Entre barrio y barrio se extendían grandes campos de cultivo de diversos productos, como el maíz, el frijol, los chayotes, las hortalizas o los alfalfares.

 

Al lado Oriente de la calzada, estos campos, propiedad de la hacienda de San Antonio Clavería, se extendían desde su colindancia al Sur con el pueblo de Tacuba, hasta los barrios de San Salvador Xochimancas, San Lucas Atenco y San Bernabé Acolnahuac. Por el costado Poniente colindando también al Sur con Tacuba, tierras de don Ángel Zimbrón que pasaban por Santa Lucía Tomatlan, Santa Cruz Acayucan y San Salvador Nextenco.

 

CAPÍTULO I


Las primeras colonias

de la Ciudad de México


Según el plano levantado en 1793 por Diego García Conde, la Ciudad de México comprendía una área limitada: al Sur por la actual Avenida Fray Servando Teresa de Mier, al Oriente por el Anillo de Circunvalación, al Norte por la Glorieta de Peralvillo y al Poniente bajando hacia el Sur unas casas a lo largo de la calzada México Tacuba.  El Paseo de Bucareli se encontraba aislado y despoblado, así como las calzadas recién abiertas por el virrey Revillagigedo: la Tlaxpana, la Verónica y la que comunicaba la Piedad con La Viga que se llamó Paseo de Revillagigedo

 

Es en el siglo XIX, pasada la guerra de Independencia, cuando se da el inicio de la paulatina modernización urbana de la Ciudad de México.

 

La Ciudad de México había conservado sus límites desde 1824.

 

         Los habitantes de la ciudad se distribuían entre los viejos edificios coloniales y las periferias; pero el crecimiento de la población se agravó a partir de la segunda mitad del siglo XIX. 

 

  En consecuencia, se inició la expansión de la ciudad.

 

 

         Las primeras colonias urbanas se erigieron sobre las bases de las Leyes de Colonización expedidas a partir de 1824.[1]

        

La primera sociedad inmobiliaria de México fue la de doña Juana Flores y sus hijos Micaela, Estanislao y Joaquín Flores Casillas, en 1827, decidieron constituir una sociedad para administrar los bienes familiares heredados. Al fallecer doña Juana y Micaela, los hermanos Estanislao y Joaquin decidieron prolongar la sociedad llamándola Flores Hermanos.[2]

 

         En 1854, se decretaron los nuevos límites para el Distrito Federal: al Norte por el pueblo de San Cristóbal Ecatepec, al Noroeste Tlalnepantla, al Poniente Los Remedios, San Bartolo y Santa Fe, al Suroeste Mixcoac, San Ángel y Coyoacán, al Sur Tlalpan, al Sureste Tepepan, Xochimilco e Iztapalapa, al Oriente el Peñón Viejo y de allí por el Noreste hasta la medianía del Lago de Texcoco.

 

         A partir de esta expansión territorial en 1854, surgieron diversas empresas inmobiliarias que adquirieron una serie de terrenos agrícolas para fraccionarlos y venderlos como lotes urbanos.

 

Y en el transcurso de los siguientes años hasta 1861 se promulgaron facilidades a los colonos extranjeros para importar insumos para la formación y funcionamiento de las colonias, y a los propietarios de tierras para fraccionarlas. [3]

 

En 1883, con el objeto de atraer capitales extranjeros para su inversión en la infraestructura del país, se expidieron leyes que daban facilidades y beneficios a los fraccionadores para la creación de colonias urbanas.

 

Tales como la excepción por diez años del impuesto predial y exenciones de los derechos de importación de materiales de construcción para habitaciones.

 

Estos beneficios fueron aprovechados tanto por los propietarios de tierras que vendieron a los fraccionadores como por estos últimos.[4]

 

         La Sociedad Inmobiliaria de los hermanos Flores fraccionó la colonia Santa María de la Ribera.[5]

 

Francisco Somera fraccionó la colonia de los Arquitectos; el señor Enrique Beale inició sin éxito San Borja, rancho de Nápoles, Becerra y Molino del Rey.

 

 

Las colonias del porfiriato[6]

 

         A partir de 1876 en que asumió la Presidencia de la República ya hasta el término de su mandato en 1910, correspondió al gobierno de Porfirio Díaz la modernización urbana del Distrito Federal.

 

Se continuó con la creación de nuevas colonias, con nuevas infraestructuras de drenaje, salubridad y dotación de agua, diseñadas para diferentes sectores de la ciudad.

 

 

         De 1880 a 1910, 28 colonias; entre ellas podemos mencionar las siguientes:[7]

 

1.   1882

Violante o de Tepito       

13. 1897

Del Paseo

2.   1882

La Teja

14. 1899

Valle Gómez

3.   1882

La Concepción de Tequipehuca

15. 1899

Peralvillo

4.   1886

Morelos

16. 1901

Banco Mutualista

5.   1889

Hidalgo

17. 1902

Roma        

6.   1890

Limantour

18. 1902

Condesa (primera parte)

7.   1891

San Rafael

19. 1903

Nueva Del Paseo

8.   1895

Indianilla

20. 1903

Daniel Garza

9.   1893

Toriello Guerra

21. 1903

La Viga

10.               1893

Carrera Lardizábal

22. 1904

Campestre

11.               1893

Díaz de León

23. 1904

El Chopo

12.               1894

Juárez y Cuauhtémoc[8]

24. 1905

Condesa(segunda y mayor parte)

 

 

La colonia de La Condesa autorizada en 1905 no se construyó de inmediato debido al estallido de la Revolución de 1910, ¡esta autorización no empezó a construirse sino sólo hasta finales de la década de los años 20!

        

         En 1905 se creó el fraccionamiento de “El Imparcial” en su parte inicial, con la primera franja de terrenos aportada por don Rafael Reyes Spíndola, pero no se construyó sino hasta su ubicación en 1907, que ya incluía la segunda franja de terrenos aportada por don Ángel Zimbrón.



[1] JIMÉNEZ MUÑOZ, Jorge h, La traza del poder, Dédalo, Codex Editores, México, 1993, p. 9.

[2] Ibidem, p. 13.

[3] Ibidem.

[4] Ibidem, pp. 10 y 11.

[5] Ibidem, p. 13.

[6] Ibidem, pp. 24 y 25.

[7] NOTA: Basado en el Informe Torres Torrija, en Ibidem.

[8] NOTA: Estas dos colonias- Juárez y Cuauhtémoc- están formadas en conjunto por las de La Teja, Del Paseo, Limantour y Nueva del Paseo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario